BERLÍN.- El gasto de los hogares alemanes creció a su ritmo más vigoroso en
ocho años, impulsando la reactivación del primer trimestre, mientras que
el repunte de la actividad de la construcción y la inesperada solidez
de las exportaciones también ayudaron a que la economía más grande de
Europa volviera a encarrilar su rumbo.
La Oficina Federal de
Estadística confirmó el jueves un crecimiento preliminar del producto
interior bruto (PIB) del 0,4% intertrimestral y del 0,7% interanual
desestacionalizado.
El consumo privado creció un 1,2% en el
trimestre, el mayor incremento desde 2011, aportando 0,6 puntos
porcentuales a la expansión.
Las
inversiones en construcción aumentaron un 1,9% en términos
intertrimestrales, lo que supone una aportación de 0,2 puntos
porcentuales.
A pesar del aumento de las tensiones comerciales y
de la incertidumbre empresarial, las exportaciones aumentaron con más
fuerza que las importaciones en los tres primeros meses del año, lo que
significó que el saldo comercial neto contribuyó en 0,2 puntos
porcentuales a la expansión general.
La economía alemana evitó
una recesión técnica a finales del año pasado, tras una contracción del
0,2% en el tercer trimestre y un estancamiento en el cuarto.
Sin
embargo, las perspectivas de crecimiento de la economía alemana siguen
ensombrecidas por el aumento de las barreras comerciales, como los
aranceles y la incertidumbre de las empresas vinculada a la caótica
salida de Reino Unido de la Unión Europea.
El Gobierno ha reducido su previsión de crecimiento al 0,5% este año.
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