WASHINGTON/PEKÍN.- Estados Unidos escaló su guerra arancelaria con China el viernes, al
subir al 25% los aranceles a importaciones del país asiático por valor
de 200.000 millones de dólares, en medio de la última ronda de
negociaciones para intentar lograr un acuerdo comercial.
En una serie de tuits matutinos, el presidente de Estados Unidos,
Donald Trump, defendió su decisión de subir las tasas, asegurando que no
es necesario apresurarse para sellar un pacto y que la economía de su
país tendrá un impulso mayor por los gravámenes que por un eventual
acuerdo.
“Las conversaciones con China continúan de una manera
muy agradable, no hay ninguna prisa”, señaló el mandatario. “¡Seguiremos
negociando con China con la esperanza de que no intenten rehacer de
nuevo el acuerdo!”.
No obstante, incluso a pesar de que Pekín
amenazó con represalias, los negociadores en Washington acordaron seguir
en la mesa negociadora por segundo día, manteniendo vivas las
esperanzas de un eventual pacto.
Trump, que ha adoptado políticas
proteccionistas en el marco de su agenda “Primero Estados Unidos”,
emitió mandatos para implementar el alza arancelaria, asegurando que
China “rompió el acuerdo” al dar marcha atrás en compromisos adquiridos
durante meses de negociaciones.
El
mandatario dijo también que el viernes empezaría el “papeleo” para
gravar con un 25% otras importaciones chinas valoradas en 325.000
millones de dólares.
En Pekín, el Ministerio de Comercio afirmó
que “lamenta profundamente” la decisión de Washington, agregando que
adoptará las contramedidas necesarias, sin ofrecer detalles.
El
viceprimer ministro chino, Liu He, el representante comercial de Estados
Unidos, Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin,
conversaron el jueves durante 90 minutos y se espera que retomen el
diálogo el viernes para intentar salvar un acuerdo que podría poner fin a
10 meses de guerra comercial entre las dos mayores economías mundiales.
El Ministerio de Comercio aseguró que las negociaciones
continúan y que espera que “Estados Unidos pueda encontrarse con China
en un punto intermedio, hacer esfuerzos conjuntos y resolver el asunto a
través de la cooperación y las consultas”.
En medio de las
negociaciones y sin señales de que el gobierno de Trump vaya a revertir
el alza, el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza impuso el nuevo
arancel del 25% sobre más de 5.700 categorías de productos procedentes
de China a partir de las 00.01 hora de la Costa Este de Estados Unidos
(04:01 GMT) del viernes.
Por
separado, la Oficina del representante comercial dijo que los
cargamentos marítimos que partieron de China antes de la medianoche no
estarán sujetos al nuevo gravamen siempre que lleguen a Estados Unidos
antes del 1 de junio. Estos cargamentos tendrán la tarifa original del
10%.
El periodo de gracia no fue aplicado en las tres rondas
previas de aranceles impuestos el año pasado sobre productos chinos, que
tuvieron periodos de información mucho más largos de al menos tres
semanas antes de la entrada en vigor.
“Este aplazamiento podría
crear una ventana oficiosa durante la cual Estados Unidos y China pueden
seguir negociando”, escribió en una nota la banca de inversión Goldman
Sachs, agregando que, “de alguna manera es una señal positiva” que las
conversaciones prosigan.
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