SEÚL.- La segunda prueba de misiles de Corea del Norte realizada el jueves
demuestra la seriedad de su propósito en cuanto al desarrollo de nuevas
armas de corto alcance que podrían ser utilizadas con rapidez y eficacia
en cualquier guerra con Corea del Sur y Estados Unidos, afirman los
analistas que estudian las imágenes de los últimos lanzamientos.
La
semana pasada, el líder norcoreano Kim Jong Un supervisó el primer
vuelo de un arma que no había sido probada anteriormente: un misil
relativamente pequeño y rápido que, según los expertos, será más fácil
de esconder, lanzar y maniobrar en vuelo.
Las
fotos publicadas el viernes por los medios de comunicación estatales
mostraban que la prueba del jueves involucró esa misma arma.
Las
pruebas han aumentado la tensión después de que la última cumbre entre
Estados Unidos y Corea del Norte en Hanoi fracasara en febrero sin un
acuerdo sobre el programa de armas nucleares y misiles balísticos de
Pyongyang.
El
presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, dijo
que los lanzamientos parecían una protesta por el fracaso de la cumbre,
mientras que Corea del Norte ha defendido las pruebas como rutinarias y
de autodefensa.
Algunos analistas afirman que las múltiples pruebas demuestran que los misiles no son sólo una declaración política.
“Esta
segunda prueba acentúa que estos lanzamientos no son sólo para echar
más leña al fuego y obtener una respuesta de Estados Unidos para retomar
las negociaciones”, afirmó Grace Liu, miembro del equipo de expertos en
misiles del centro de Estudios James Martin sobre no proliferación de
California.
“Están desarrollando un misil fiable y operable que puede
superar los escudos antimisiles y realizar un ataque de precisión en
Corea del Sur”.
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