BERLÍN.- La ralentización de la economía alemana, que eludió por apenas unas centésimas la recesión a finales de 2018, mostró en mayo sus primeros efectos negativos sobre el mercado laboral del país, que registró el primer incremento de la tasa de paro desde noviembre de 2013, después de que el dato subiera al 5% desde el 4,9% de abril, según los datos ajustados publicados por la Agencia Federal de Empleo de Alemania.
“En el mercado laboral, son evidentes los primeros efectos de la
reciente evolución económica algo más débil”, declaró en rueda de prensa
Detlef Scheele, director de la agencia federal, quien constató el
debilitamiento de la demanda de nuevos empleados por parte de las
empresas.
Por primera vez desde junio de 2017 las oficinas de empleo de Alemania registraron un incremento en el número de desempleados,
con un incremento de 60.000 parados, frente al descenso de 12.000
desempleados del mes anterior. De este modo, Alemania ha puesto fin a 22
meses consecutivos de bajadas del número de desempleados.
A mediados del pasado mes de abril, el Gobierno de Alemania revisó a
la mitad su pronóstico de expansión para la mayor economía europea, que crecerá este año un 0,5%, su menor ritmo desde 2013, mientras que para 2020 anticipó un crecimiento del 1,5%.
De este modo, Alemania ampliaría a diez años consecutivos su actual
fase de crecimiento, la más larga desde 1966, aunque el ritmo de
expansión previsto por el Ministerio alemán quedaría por debajo de la
media del 1,2% y supondría un punto porcentual menos que en 2018, así
como el más débil desde 2013, cuando la economía germana creció un 0,5%.
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