SINGAPUR.- Singapur
superó a Hong Kong y Estados Unidos y ocupa el primer lugar entre las
economías más competitivas del mundo por primera vez en nueve años.
La
infraestructura tecnológica avanzada, la disponibilidad de trabajadores
calificados, las leyes de inmigración favorables y la eficiencia para
iniciar negocios de la ciudad-estado explican su ascenso al puesto
número 1, señaló IMD Business School, con sede en Suiza, en su
clasificación anual.
EE.UU.
cayó dos lugares debido a que el aumento de la confianza por los
recortes tributarios se desvaneció y las exportaciones de alta
tecnología se debilitaron.
Las
economías de Asia-Pacífico tuvieron un desempeño particularmente bueno,
ya que 11 de 14 países de la región mejoraron o mantuvieron su
clasificación. A Hong Kong se le atribuyó un "entorno benigno de
políticas comerciales y tributarias" y el acceso al financiamiento
empresarial.
"En
un año de alta incertidumbre en los mercados mundiales debido a los
rápidos cambios en el panorama político internacional y en las
relaciones comerciales, la calidad de las instituciones parece ser el
elemento unificador para aumentar la prosperidad", comentó el español Arturo Bris,
director del IMD World Competitiveness Center que compila el ranking, en
un comunicado.
El
ranking, que comenzó en 1989, evalúa 63 economías con 235 indicadores.
Las mediciones incluyen datos duros como el desempleo, el crecimiento
económico y el gasto público en salud y educación y datos blandos de una
encuesta a ejecutivos de negocios internacionales sobre temas como la
cohesión social, la globalización y la corrupción.
Las economías se
evaluaron en cuatro categorías: desempeño económico, infraestructura,
eficiencia de gobierno y eficiencia empresarial.
Indonesia
destacó dentro de los sólidos resultados de Asia-Pacífico. La mayor
economía del sureste asiático registró la mayor alza en la región, ya
que subió 11 puestos hasta el número 32 por una mayor eficiencia en el
gobierno y mejores condiciones de infraestructura y negocios.
Tailandia
avanzó cinco lugares hasta el 25, gracias a un incremento de la
inversión extranjera directa y la productividad. Japón, por otro lado,
cayó cinco puestos ante un lento crecimiento económico, la deuda elevada
del gobierno y el debilitamiento de las condiciones comerciales.
El
panorama fue más dispar para las economías europeas. El Reino Unido
descendió al escalafón 23 frente a la posición 20 del año pasado, lo que
IMD atribuyó a las incertidumbres en torno al brexit.
Noruega salió del
top 10 y Dinamarca y Países Bajos retrocedieron dos puestos, aunque se
mantuvieron dentro de las 10 economías más competitivas. Irlanda avanzó
cinco lugares al puesto 7 mientras que Suiza subió uno para seguir
siendo la economía europea más competitiva.
En
otros resultados, Arabia Saudita fue el país que más terreno ganó en el
listado al avanzar 13 posiciones hasta la 26 gracias a una fuerte
inversión en educación.
Por su parte, la atribulada Venezuela ocupó el
último lugar.
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