martes, 28 de mayo de 2019

Merkel y Macron discrepan en la búsqueda del "señor o la señora Europa"


BRUSELAS.- La canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Emmanuel Macron no se pusieron de acuerdo el martes en quién debe ser el próximo jefe de la Comisión Europea, en el comienzo de las negociaciones entre los líderes de la UE para llenar los principales puestos del bloque los próximos cinco años. 

Diplomáticos dijeron que Merkel se mostró desencantada por el rápido rechazo público de Macron al candidato preferido de Berlín, el legislador alemán de centroderecha Manfred Weber, durante una reunión de los 28 líderes a puerta cerrada y sin teléfonos móviles.
Las elecciones del Parlamento Europeo de la semana pasada terminaron con un centro dividido y avances de liberales y verdes entre los grupos proeuropeos, así como un crecimiento de los nacionalistas euroescépticos y de la extrema derecha, lo que hace más difícil una agenda común.
“No elegiremos al señor o la señora Europa hoy (martes), solo haremos un balance de las elecciones europeas”, dijo el primer ministro liberal de Luxemburgo, Xavier Bettel, antes de la reunión.
A la elección cada cinco años sigue el reemplazo de los jefes de las principales instituciones de la UE.
Merkel dijo a su llegada que quiere que Weber sea el próximo jefe de la Comisión Europea, el poderoso ejecutivo de la UE, después de que el luxemburgués Jean-Claude Juncker dimita el 31 de octubre.
Pero Macron mencionó a la comisaria de competencia de la UE, la danesa Margrethe Vestager; al negociador del Brexit, el centroderechista francés Michel Barnier, y al socialdemócrata holandés Frans Timmermans como posibles candidatos.
España y Suecia respaldaron a Timmermans, mientras que Irlanda y Croacia a Weber. Luxemburgo y Eslovenia apoyan a Vestager, una de las pocas mujeres en la carrera.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, también un posible contendiente en el opaco proceso de nombramiento, dijo que la reunión del martes fue sobre “contenidos en lugar de personas”.

La UE campa en sus posiciones al inicio de reparto del poder

Los mandatarios europeos se dieron este martes hasta junio para decidir quién liderará el bloque los próximos cinco años, pero sin limitarse a los candidatos propuestos por las familias políticas, lo que anuncia un duro pulso en el seno de la Unión Europea (UE).
"Encontraremos la mejor manera de negociar (...) entre líderes pero también con la Eurocámara. A nadie le interesa un conflicto entre instituciones", advirtió el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, tras tres horas de cumbre en Bruselas.
El sistema conocido como 'Spitzenkandidat', que reserva la presidencia de la Comisión Europea a uno de los candidatos principales de las familias políticas a las elecciones a la Eurocámara, no es visto con buenos ojos por los mandatarios, que consideran que limita sus prerrogativas.
Pero la Eurocámara, que debe validar por mayoría el candidato propuesto por los dirigentes, reiteró su reclamo de que el sucesor de Jean-Claude Juncker al frente de la Comisión debe haber participado "en la campaña a escala europea", un mensaje enviado claramente al Consejo.
"El Parlamento Europeo tiene una posición muy clara", aseguró en rueda de prensa su presidente, Antonio Tajani, tras informar de ello a los mandatarios. "Quienes se presentaron ante los electores (...), si recibieron su apoyo, deben estar presentes en este puesto", agregó.
La decisión de no atarse las manos abre la puerta a considerar otros candidatos, como el actual negociador del Brexit, Michel Barnier, que no lideró ningún partido durante la campaña y cuyo nombre, según un alto responsable europeo, sigue sobre la mesa.
En 2014, la designación de Juncker, quien lideró al Partido Popular Europeo (PPE, derecha) en la campaña, ya se hizo mediante este sistema y, entonces, varios mandatarios, entre ellos la alemana Angela Merkel y el británico David Cameron, intentaron bloquearlo, sin éxito.
Cinco años después, Merkel defiende a los suyos. "Nosotros apoyamos nuestro candidato: Manfred Weber; otros apoyan el suyo, está claro", declaró la dirigente alemana al término de la reunión, en la que discutieron sobre el "perfil" de la persona que sucederá a Juncker.
Con 177 eurodiputados de 751, el Partido Popular Europeo ganó de nuevo los comicios el domingo, aunque perdió 39 escaños respecto al final de la legislatura, y reclamó ya el puesto de presidente de la Comisión para Weber, que no lo tiene fácil.
Las elecciones de la semana pasada se saldaron con una victoria de las fuerzas proeuropeas frente a las euroescépticas, pero sin mayoría para la tradicional coalición entre el PPE y los socialdemócratas (149 escaños), que deben apoyarse ahora en liberales (107) o verdes (69).
Y los socialdemócratas consideran que su candidato, Frans Timmermans, es el "mejor" de todos los cabezas de lista, ya que puede aunar "consensos" con "liberales, verdes y, por qué no, con el PPE", según el mandatario español, Pedro Sánchez.
Sánchez y su homólogo portugués, António Costa, negociarán ahora por los socialistas; el letón Krisjanis Karins y el croata Andrej Plenkovic, por el partido de derecha; y el belga Charles Michel y el neerlandés Mark Rutte, por los liberales.
Esta última familia tiene no obstante como líder de facto al francés Emmanuel Macron. Los liberales mantienen además una posición ambigua. Por un lado, no apoyaron la declaración de la Eurocámara, pero a su vez presentaron a la danesa Margrethe Vestager como candidata a presidir la Comisión.
"Cada uno deberá moverse y deberemos construir un consenso. Y, en este marco, considero que el papel de Francia, al liberarse de la posición del 'Spitzenkandidat', es de construir una unión dinámica, creíble", dijo Macron.
La correlación de fuerzas en el Consejo Europeo es clave. Al menos 21 de los 28 mandatarios, cuyos países representen el 65% de la población, deben ponerse de acuerdo para designar a un candidato. La decisión formal se espera en la cumbre del 21 y 22 de junio.
El PPE, primera fuerza del Consejo, afronta ahora la discusión debilitado. El canciller austríaco, Sebastian Kurz, uno de sus nueve mandatarios en la mesa, acaba de ser depuesto por el Parlamento y otro, el populista húngaro Viktor Orban, no apoya a Manfred Weber.
Socialdemócratas (5 mandatarios) y liberales (8), cuyos negociadores se reunieron antes de la cumbre, aumentan la presión sobre el PPE, que actualmente preside las tres principales instituciones: Comisión, Consejo y Eurocámara.
Fuentes europeas aseguran no obstante que si el alemán Weber, jefe de fila de los eurodiputados del PPE y sin experiencia gubernamental, no logra dirigir la Comisión, "podría convertirse en presidente del Parlamento".
Aunque designar el presidente de la Eurocámara no forma parte de las prerrogativas de los líderes, estos también lo tienen en cuenta a la hora de nombrar a los presidentes de la Comisión y del Consejo, así como al jefe de la diplomacia europea, por los equilibrios necesarios.
Además de los equilibrios geográficos (Norte/Sur, Este/Oeste, país grande/país pequeño) y políticos, el presidente del Consejo Europeo expresó este martes su voluntad de nombrar al menos "dos mujeres" entre los altos cargos.
Sobre la presidencia del Banco Central Europeo (BCE), también en juego y "más técnica", los dirigentes decidieron "sacarla de esta negociación más política" y "eso llevarlo al mes de junio", explicó Sánchez.

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