domingo, 19 de mayo de 2019

Homenaje a los cátaros / Guillermo Herrera *

Cada vez que he leído o escuchado la historia de los cátaros, los cristianos más puros que conozco, me ha indignado siempre la infame persecución y genocidio que sufrió esta comunidad tan entrañable en el siglo XIII, centrada en la ciudad francesa de Carcasona, a través de la llamada Cruzada Albigense.

La Iglesia de Roma consideró sus doctrinas ‘heréticas’ y terminó por invocar el apoyo de la Corona de Francia, para lograr su exterminio físico a partir de 1209. Pero actualmente el Catarismo es el origen y la base de la cultura europea en general.

¿Quién no ha sentido alguna vez admiración y respeto por las ruinas del Castillo de Montsegur, el último refugio de los cátaros, donde los nazis buscaron el Santo Grial? Su martirio fue un ejemplo de heroísmo para toda la Humanidad, puesto que los prisioneros cátaros se dejaron incinerar vivos en hogueras mansamente, sin ofrecer resistencia, igual que los primeros mártires cristianos.

La palabra ‘catalanes’ significa “catars alligats” o “cátaros alejados” porque muchos cátaros se refugiaron allí de la caza de brujas, pero también fueron perseguidos en España por ser aliada de Roma. Ya sé que hay algunos catalanes que vinculan el catarismo con su separatismo nacionalista pero, a mi juicio, esto es mezclar la religión con la política, las churras con las merinas. Ya sabemos que todos los países de Europa están formados por la unión de antiguos reinos, pero ello no significa que tengamos que volver a hacer trizas el continente, o a desintegrarlo en cachos.

ASCETISMO
El Catarismo es la doctrina de los cátaros o albigenses, un movimiento religioso de carácter místico que se propagó por Europa Occidental a mediados del siglo XI, y logró arraigar hacia el siglo XII entre los habitantes del Mediodía francés, especialmente en el Languedoc, donde contaba con la protección de algunos señores feudales, vasallos de la Corona de Aragón. El catarismo predicaba la salvación, mediante el ascetismo, y el estricto rechazo del mundo material, percibido por los cátaros como una bra demoníaca.

Los cátaros ganaron influencia en Occitania debido a la protección dispensada por Guillermo, Duque de Aquitania, y por una proporción significativa de la nobleza occitana. El pueblo estaba impresionado por los Perfectos y por la predicación de Pedro de Bruys y Enrique de Lausanne en Périgord.

TEOLOGÍA CÁTARA
La teología cátara se basada en la creencia de que el universo estaba compuesto por dos mundos en absoluto conflicto, uno espiritual creado por Dios, y el otro físico y material forjado por Satán, a semejanza de los gnósticos que hablaban del Demiurgo. Según la comprensión cátara, el Reino de Dios no es de este mundo. Dios creó cielos y almas. El Diablo creó el mundo material, las guerras y la Iglesia de Roma. ¡Cuántas veces pensé lo mismo, sin que nadie me lo dijera!

Para los cátaros, los seres humanos somos una realidad transitoria, una vestidura de la simiente angélica. Afirmaban que el pecado se produjo en el Cielo, y que se ha perpetuado en la carne.

Los cátaros creían también en la reencarnación, igual que los primeros cristianos. Las almas se reencarnarían hasta que fuesen capaces de un autoconocimiento, que les llevaría a la visión de la Divinidad, y así poder escapar del mundo material, y elevarse al paraíso inmaterial. La forma de escapar del ciclo era vivir una vida ascética, sin ser corrompido por el mundo.

PERFECTOS
Aquellos que seguían estas normas eran conocidos como Perfectos. Los Perfectos se consideraban herederos de los apóstoles, con facultades para anular los pecados y los vínculos con el mundo material de las personas. Su único sacramento era una especie de comunión llamada ‘Consolamentum’. Se consideraban seguidores de San Juan Evangelista y de María Magdalena.

También se oponían al matrimonio con fines de procreación, ya que consideraban un error traer un alma pura al mundo material y aprisionarla en un cuerpo, aunque yo considero que hay almas que necesitan pasar por una horrible experiencia terrenal para su aprendizaje y evolución espiritual. Rechazaban comer alimentos procedentes de la generación, como los huevos, la carne y la leche. Sí el pescado, ya que entonces era considerado un fruto espontáneo del mar que comió el propio Jesús.

Siguiendo estos preceptos, los cátaros practicaban una vida de férreo ascetismo, estricta castidad y vegetarianismo. Interpretaban la Virginidad como la abstención de todo aquello capaz de ‘terrenalizar’ o contaminar el elemento espiritual. Permítanme confesarles que estas creencias ascéticas coinciden casi totalmente con lo que yo he sentido y practicado toda la vida, y por eso siempre me he definido como Eremita o Ermitaño, aunque a veces “a tiempo parcial” por mis obligaciones mundanas.

NUEVO CATARISMO
A pesar de que los manuales de historia afirman que a finales del siglo XIII, el movimiento, debilitado entró en la clandestinidad y se extinguió poco a poco, me he llevado una sorpresa mayúscula, y muy agradable, al descubrir que este movimiento no se ha extinguido, sino que ha renacido con una fuerza inusitada en cumplimiento de sus propias profecías, y que la foto de su profeta llamado Juan de San Grial me transmite un amor que hasta me hizo llorar de emoción.

Juan de San Grial, nacido en 1946 en la ciudad de Moscú, fue discípulo de una monja ucraniana llamada Eufrasina y fundó la nueva escuela “Catarismo XXI”, con miles de seguidores en todo el mundo. Los más de quinientos cincuenta libros, tratados místicos y colecciones de poesías que ha escrito, revelan a los lectores las claves de la espiritualidad universal de las civilizaciones en todo el mundo. Además es un músico extraordinario.

Según la enseñanza cátara moderna, el ser humano inicialmente es de origen celestial y contiene el potencial divino. El sentido del camino espiritual es el descubrimiento y desarrollo de este potencial.

La tesis más importante del catarismo es que su espiritualidad está basada en la concepción de dos pilares arquetípicos: el del Padre Solar del Universo, y el de la Diosa-Madre Suprema, la Reina del Cielo y de la Tierra.

Y en el centro de estos pilares está la perla del catarismo: el llamado ‘Teomatrimonio’. La unión de la Humanidad con la Divinidad: “Yo me uno por Amor a los Padres celestiales que habitan en el corazón de mi prójimo.”

CRÍTICAS PERSONALES
Sin embargo, debo añadir en honor a la verdad, y en honor a la libertad de expresión, que algunos de sus seguidores me han parecido un poco sectarios, lo que suele ser normal en todas las creencias del mundo, dado el nivel de infantilismo espiritual de la mayoría de la Humanidad, y su tendencia a adorar a otros seres, hasta el extremo de que me pidieron este artículo antes de publicarlo para someterlo a censura previa, cosa a la que me negué cortesmente.

Ellos llaman ‘Padre’ a su profeta cuando el Evangelio dice que “no llaméis Padre a nadie salvo al único que está en los Cielos”. Cada persona tiene su propio camino espiritual, y no existen caminos universales para todo el mundo, por mucho que se empeñen todas las tradiciones en convencernos de que su método es el único válido y verdadero.

A mi juicio, nunca se debe adorar a una persona, ni a ninguna imagen, ni a ninguna creencia, ni a ningún ritual, ni a ninguna parte de la Creación, sino únicamente al Creador, a la Causa Primera, a la Fuente Original de la Creación Universal, de la que somos un fragmento holográfico cada una de las personas con Alma, es decir, Yo Soy Dios y las otras personas también lo son.

O dicho de otro modo, adorar únicamente al Padre Eterno que habita en cada uno de nosotros, y a nadie más, para lo cual sobra cualquier tipo de religión o intermediario. Por eso las civilizaciones cósmicas más avanzadas no tienen religión, porque tienen Conocimiento y Sabiduría espiritual.

MANIPULACIÓN
No se es más espiritual porque uno se disfrace con túnicas de colorines, por muy vistosas que éstas sean, o porque se realicen rituales místicos espectaculares. Además, dudo mucho que los cátaros originales llevaran estas túnicas tan llamativas, cuando lo que intentaban era pasar lo más desapercibidos posible. Más bien parecen heredadas de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que a su vez las heredó de la tradición religiosa bizantina.

A mi juicio son entidades arcontes las que manipulan al ser humano, y le hacen creer en lo que ellos quieren que crean, para parasitarlos energéticamente. Por eso las religiones oficiales son comederos energéticos para alimentar a estas entidades de cuarta densidad con la energía de la devoción, dentro de esta granja prisión. Y la gente sin despertar como los borreguitos que van al matadero.

Por último, lo del Padre Solar del Universo me parece muy bien, pero lo de la Diosa Madre Suprema no me termina de convencer, porque en mi fuero interno yo siento únicamente a mi Padre Eterno, que es Padre y Madre a la vez, y a ninguna otra Deidad añadida. 

Y lo digo con conocimiento de causa, después de pasar muchos años en el politeísmo del Budismo Tibetano, sin experimentar casi nada, pero respeto mucho a todas creencias. En fin, no quería criticar a esta buena gente, pero es que hay temas que me revientan, y que se repiten una y otra vez en distintas sectas o creencias. Pido perdón si he herido u ofendido a alguien. Es lo que pienso sin malicia.



(*) Periodista español

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