GUATEMALA.- El
consejero de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España
en Guatemala, Manuel Mora, destaca los "excelentes resultados" de las
relaciones entres los dos países pero asegura que para apuntalar el
potencial sería necesario aprobar una ley de competitividad y aumentar
la seguridad jurídica.
Haciendo
un balance, Mora explica que las exportaciones de Guatemala a
España, desde que entró en vigor el Acuerdo de Asociación (AdA) entre
Centroamérica y la Unión Europea (UE) en diciembre de 2013, "han
aumentado un 87,6 por ciento, mientras que las exportaciones de España a
Guatemala han aumentado un 45,2 por ciento".
Desde
la puesta en marcha de "este pilar comercial" -continúa-, se producen
"resultados excelentes" y "esa era la idea del acuerdo de asociación",
aunque según le cuenta la delegación de la Unión Europea ha sido
Centroamérica la que ha sabido aprovechar más ese acuerdo que el resto
de países europeos, aunque "la excepción clara es España".
Pero
para su pleno aprovechamiento todavía hay retos por delante y uno de
ellos es la aprobación de una ley de competencia, un punto que Guatemala
se había comprometido a adoptar con la firma del acuerdo y que todavía
no ha hecho, a pesar de que el plazo venció hace casi tres años.
"Este
es un país en el que no hay una competencia, hay muchos oligopolios",
explica el consejero económico y comercial, y agrega que la legislación
"trataría de limitar la capacidad de los oligopolios" para varios
aspectos, como pactar precios, lo que incrementaría la competencia en
sus propios mercados con una mayor oportunidad de negocio e inversión
para el capital local y extranjero.
Guatemala
es el único país de Latinoamérica que no cuenta con una normativa que
promueva y proteja la libre competencia en el mercado nacional y en la
firma del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica
en el año 2012 se establecía la obligación de que el Estado guatemalteco
asumiera el compromiso de legislar en la materia antes del 30 de
noviembre de 2016.
Otro
de los retos para las autoridades guatemaltecas sería "adoptar una
serie de medidas que incrementen la seguridad jurídica y la estabilidad
política en el país", lo que redundaría, "indudablemente", en un "mayor
interés" de las empresas españolas en Guatemala.
Esto
porque da una mayor seguridad a las inversiones y una mayor expectativa
de crecimiento futuro, sobre todo en sectores como la construcción o
las infraestructuras, que "sin esa seguridad jurídica no se animan a
venir".
Aunque
estas dos medidas serían interesantes para aumentar el potencial, lo
cierto es que el interés de las compañías españolas en Guatemala, la
economía más grande y más poblada de Centroamérica, no ha cesado.
En
este sentido, Mora detalla que las principales partidas de comercio de
exportaciones de España a Guatemala han sido, por este orden, alimentos y
bebidas (14 por ciento), farmacéuticos (13,4), maquinaria (12,7) y
textil y calzado (9 por ciento), mientras que en el sentido contrario el
gran aumento lo registra el aceite de palma, que en 2017 era "residual"
y que en la actualidad representa el 41 por ciento de las exportaciones
de Guatemala a España.
"Ha
pasado de no contar a ser la principal partida", apunta, y añade que
está seguida de las conservadas de pescado, antes en primer lugar, sobre
todo por las inversiones españolas en Guatemala a través de dos
plantas, una de atún del Grupo Jealsa, que opera con la marca comercial
Rianxeira, y otra de camarón de Pescanova.
En
cuanto a la inversión acumulada en los últimos diez años, España se
sitúa como el quinto inversor internacional en Guatemala en sectores
como fabricación de bebidas, construcción e industria química, habiendo
sido adelantada en los últimos tiempos por Rusia, que tiene "mucha
inversión en el sector minero".
Y
como muestra del interés de las empresas españolas en el país
centroamericano está la apertura de una planta de producción en la zona 2
de Mixco de Exeltis, una de las compañías farmacéuticas más importantes
en España que antes solo distribuía y que ahora desde Guatemala
cubriría Centroamérica, República Dominicana y El Caribe.
"Independientemente
de la situación política y económica, la actividad sigue", apostilla, y
recuerda la histórica participación en el encuentro Iberoamericano de
Empresarios, que se celebró el pasado mes de noviembre en Antigua en el
marco de la XXVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.
Como
operación negativa destaca la decisión de Telefónica de vender sus
activos en Centroamérica, una operación que responde a su nueva
estrategia a nivel mundial y no a cuestiones de confianza, pero que
supone una desinversión y un menor crecimiento de las inversiones
españolas en un futuro.
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