WASHINGTON.- El
Departamento del Tesoro de EE.UU. llamó este martes a China a evitar la
persistente debilidad de su moneda, al justificar su decisión de
mantener al gigante asiático en la lista de economías que merecen
"atención" por sus prácticas cambiarias.
En
un informe, titulado "Políticas macroeconómicas y cambiarias de los
principales socios comerciales de EE.UU.", el Tesoro señaló que continúa
teniendo "preocupaciones significativas" sobre las prácticas monetarias
de China, particularmente a la luz de la "desalineación y
subestimación" del renminbi (nombre oficial del yuan, la divisa nacional
china) con respecto al dólar.
"China
debe hacer un esfuerzo concertado para mejorar la transparencia de sus
operaciones y objetivos de tipo de cambio y gestión de reservas", indicó
el documento, que dedica un apartado para analizar la situación con uno
de los principales socios comerciales del país.
En
concreto, detalló que la moneda china ha caído frente al dólar un 8 %
en el último año en un contexto de superávit comercial bilateral
"extremadamente grande y creciente", que, según el documento, se situó
en 419.000 millones de dólares en 2018.
El
Departamento del Tesoro indicó que sigue "instando a China a tomar las
medidas necesarias para evitar una moneda persistentemente débil" y
señaló que el gigante asiático "necesita abordar agresivamente las
fuerzas que distorsionan el mercado", entre las que mencionó los
subsidios.
Una
mejora de los "fundamentos económicos y la configuración de las
políticas estructurales" sustentaría una moneda china más sólida "y
ayudaría a reducir el superávit comercial de China con los Estados
Unidos", puntualizó el informe.
El
déficit comercial, que se explica en exportaciones de EE.UU. a China
por 120.000 millones e importaciones desde ese país por 540.000 millones
de dólares el año pasado, ha sido el punto de discordia entre
Washington y Pekín desde la llegada del presidente, Donald Trump, a la
Casa Blanca.
El
pasado 10 de mayo, Trump inició el proceso para imponer aranceles en
300.000 millones de dólares a importaciones de China, lo que, sumado a
los gravámenes actuales, cubre el valor total de los bienes chinos
importados anualmente por EE.UU.
En
un comunicado, el representante de Comercio Exterior (USTR), Robert
Lighthizer, desveló entonces que EE.UU. subiría del 10 % al 25 % la tasa
arancelaria sobre importaciones chinas valoradas en 200.000 millones de
dólares.
Pekín
respondió tres días después con el anuncio de que desde el 1 de junio
impondrá aranceles a bienes importados de Estados Unidos por valor de
60.000 millones de dólares, en un nuevo capítulo de una disputa
comercial matizada por acercamientos en la mesa de negociación.
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