BUENOS AIRES.- Una atípica huelga de
transportistas se cumplió este miércoles en Argentina para reclamar una
reducción del impuesto al salario, en coincidencia con el 1º de mayo,
festivo por el Día del Trabajador.
Los gremialistas paralizaron
autobuses, trenes y el Metro de Buenos Aires, según la Confederación
Argentina de Trabajadores de Transporte (CATT) y autoridades
municipales, las cuales planificaron servicios de emergencia.
La medida de fuerza fue la segunda consecutiva tras la
huelga y movilización callejera cumplidas el martes por sindicatos que
se oponen a la política económica del presidente Mauricio Macri, a seis
meses de los comicios generales en los que el gobernante buscará su
reelección.
"La protesta se enmarca en un cuadro generalizado de
malestar por el aumento desbocado de la canasta alimentaria, los
tarifazos (de servicios públicos) y la pobreza", dijo el líder de la
huelga, Juan Carlos Schmid, jefe de la CATT, en declaraciones a Destape
Radio.
En cambio, el líder de los sindicatos antimacristas, Hugo
Moyano, afirmó que la huelga transportista "no es seria, no se entiende
qué quiere plantear".
"Es un 1º de mayo, trabaja un diez o un cinco por ciento de la gente", ironizó Moyano.
Buenos
Aires y otras ciudades en las provincias lucieron desiertas. Incluso
tiendas y bares que abren los domingos estuvieron cerrados. Los
huelguistas reclamaron que se reduzca el impuesto de ganancias que pesa
sobre los salarios.
Frente al monumento
al Trabajo, a diez calles de la casa de gobierno, el Sindicato de
Camioneros organizó una olla popular, al igual que en otros barrios de
Buenos Aires y ciudades provinciales.
"Este gobierno no puede
seguir. Los que lo votaron se equivocaron pero ahora no se van a volver a
equivocar", dijo Moyano a la prensa al pasar frente a la olla donde los
camioneros repartían comida a pobres e indigentes.
Argentina está
inmersa en una recesión que derrumbó laviera que se le cerraran
economía 2,5% en 2018, que trepó a 5,3% interanual en el primer bimestre
de este año.
La mayoría de los indicadores fundamentales del país
son contrarios a la medida pese al salvataje financiero que le
suministra el Fondo Monetario Internacional (FMI) luego que el país
viera que se le cerraban hace un año los mercados de deuda.
La
inflación interanual hasta febrero apuntó un incremento de 54,7%, según
cifras oficiales. Los trabajadores han perdido poder adquisitivo al no
lograr los sindicatos que los ajustes salariales sean equivalentes al
aumento del costo de vida.
El nivel de desempleo llegó a 9,1% en
el último trimestre de 2018, con un incremento de 1,9 puntos
porcentuales respecto al mismo periodo del año pasado.
El indicador de pobreza refleja un aumento de 25,7% a 32,0% entre el segundo semestre de 2017 e igual período de 2018.
La
tasa de interés de referencia del Banco Central cerró el martes en 74%,
la mayor del mundo, en un esfuerzo del gobierno para impedir más
corridas cambiarias y nuevas depreciaciones del peso argentino, que
perdió casi 18% en lo que va del año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario