CHICAGO.- Los productores de soja y
la industria estadounidense demandaron el martes al presidente Donald
Trump retirar su amenaza de nuevos aranceles a productos chinos y
rápidamente cerrar la guerra comercial con Pekin.
Ese mensaje tuvo
como refuerzo la agitación de los mercados pues en Estados Unidos las
acciones llegaron a caer 2% por primera vez en meses por miedo a que las
nuevas tensiones entre las mayores economías mundiales aventen un
acuerdo.
Trump se propone más que duplicar desde el viernes los
aranceles a productos chinos importados por unos 200.000 millones de
dólares luego que sus negociadores acusaron a Pekin de haber dado marcha
atrás en compromisos ya asumidos para reducir el défict comercial
estadounidense, parar el robo de tecnología estadounidense y reducir los
masivos subsidios a la producción china.
Los productores
estadounidenses, que tienen a China como principal cliente, temen
represalias de Pekin que extiendan las penurias que vienen sintiendo
desde el año pasado por la guerra comercial, dijo Davie Stephens
presidente de la asociación que nuclea a los productores de la
oleaginosa.
El año pasado las ventas
de soja estadounidense a China cayeron 75% contra 2017 y sumaron apenas
unos 3,000 millones de dólares luego que Pekin impuso aranceles en
represalia a las medidas tarifarias de Trump.
Stephens dijo que
los precios están deprimidos por lo que "se necesita que China reabra su
mercado a las exportaciones de soja de Estados Unidos en cuestión de
semanas, no de meses" y antes de que empiece la cosecha de 2019 en
setiembre.
"El costo financiero y emocional que pagan los productores estadounidenses de soja no puede ser ignorado", dijo.
La industria química tiene problemas similares y también reclamó a la Casa Blanca que resuelva rápidamente el problema.
"Los
riesgos de seguir usando a los aranceles como táctica de negociación
con China simplemente son demasiado altos y no es claro que tengan algún
beneficio potencial", dijo Cal Dooley, presidente del Consejo de la
Industria Química de Estados Unidos.
"China suministra a Estados
Unidos numerosos productos químicos que no están disponibles en otro
lado y son insumos decisivos para las manufacturas en Estados Unidos",
dijo.
A pesar de la dura retórica
estadounidense, China dijo el martes que su principal negociador Liu He,
encabezará su delegación en las tratativas que se realizarán en
Washington el jueves y viernes; un día más tarde de lo previsto
originalmente.
El anuncio fue bien recibido en las bolsas chinas,
que la víspera cayeron por el anuncio de nuevas sanciones comerciales
estadounidenses.
"China siempre cree en el respeto mutuo. La
equidad y beneficios mutuos son la premisa y la base para alcanzar un
acuerdo. Agregar aranceles no resolverá ningún problema", dijo Geng
Shuang, portavoz del ministerio chino de Exteriores.
La andanada
de nuevos aranceles preparada por Trump sacudió a los mercados mundiales
y muy especialmente aumentó las preocupaciones de los industriales y
productores de Estados Unidos que vienen sufriendo por un conflicto de
casi un año y que abarca a productos de ambos países por 360.000
millones de dólares.
Este martes los mercados cayeron más que el
lunes. En Wall Street los índices que llegaron a perder más de 2% pero
luego recortaron en algo lo perdido. El Dow Jones cerró con baja de
1,79%.
Funcionarios
estadounidenses dijeron que las partes estaban cerca de un acuerdo pero
acusaron a Pekin de dar marcha atrás en asuntos que ya estaban cerrados.
Washington
empezará a aplicar los nuevos aranceles el viernes a las 04:01 GMT,
dijo el Representannte Comercial de Estados Unidos Robert Lighthizer,
citado por medios de prensa
"Está claro
que las tensiones entre Estados Unidos y China son una amenaza para la
economía mundial", declaró Christine Lagarde, la directora gerente del
Fondo Monetario Internacional (FMI), en París
La
nueva ronda de negociaciones está considerada como la última, que o
bien consigue un resultado o bien desemboca en una nueva guerra
comercial. "Pensamos que las dos partes quieren alcanzar un acuerdo",
indicaron los economistas de Barclays.
Hasta ahora la economía de
Estados Unidos limitó el impacto de la guerra comercial pero los
expertos apuntan a que tendrá consecuencias si el conflicto se alarga.
Las nuevas tensiones contrastan con meses de negociaciones calificadas de "fructuosas" por Estados Unidos.
Por el momento la
coyuntura parece favorable a Trump, con un crecimiento más sólido de lo
previsto en el primer trimestre (+3,2%), frente a una economía china que
se vio afectada el año pasado por los aranceles.
Según Trump,
China tiene más que perder que Estados Unidos en este conflicto porque
como máximo solo puede aplicar aranceles a 120.000 millones de dólares
de mercancías estadounidenses (el monto de las exportaciones de 2018).
Según el Consejo Económico sino-estadounidense, las
exportaciones estadounidenses hacia China bajaron el año pasado y los
estados estadounidenses que más exportan sufren por los aranceles
chinos.
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