GINEBRA.- Cerca de 180 países
llegaron el viernes a un acuerdo para reglamentar la exportación de los
residuos plásticos, que afecta en particular a los océanos, donde cada
año van a parar ocho millones de toneladas de esos desechos
contaminantes.
La reunión de Ginebra, con la asistencia de 1.400
representantes, permitió introducir enmiendas principalmente en las
convenciones de Basilea y Estocolmo, para controlar mejor el tráfico
internacional y el impacto ambiental de esos residuos.
La enmienda al tratado de Basilea, de 1989, incluirá a
partir de ahora el tratamiento de plásticos en ese pacto destinado hasta
ahora al control de residuos nocivos.
"Con esta enmienda, muchos
países en vías de desarrollo tendrán por primera vez información sobre
los residuos plásticos que entran en su territorio, y podrán
rechazarlos" explicó Sara Brosché, consejera científica de una red de
centenares de oenegés ecologistas en el mundo conocida como IPEN.
Ante
la exportación de plásticos de países como Estados Unidos, que en 2018
utilizó 157.000 contenedores cargados con esos desechos, países como
China prohibieron la entrada de plásticos de exportación para reciclaje
en su territorio.
Por otro lado, las partes de la Convención de
Estocolmo sobre productos contaminantes orgánicos persistentes añadieron
en esta reunión de Ginebra otros dos productos a la lista: el APFO
(ácido perfluorooctanoico), utilizado en los revestimientos
antiadherentes de algunos artículos de cocina y en textiles, y el
Dicofol, un pesticida especialmente nocivo para las aves y los peces.
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