miércoles, 22 de mayo de 2019

'Terremoto Huawei' con prórroga de 90 días / Guillermo Herrera *

La guerra comercial desatada por el Presidente Trump contra China provocó la caída de las bolsas en la mayor parte del mundo, pero ayer martes volvieron a levantar cabeza, después de que Estados Unidos relajó temporalmente las restricciones comerciales sobre Huawei. En Washington consideran que “China podría utilizar los productos de Huawei para espiar a los estadounidenses,” pero la empresa ha refutado estas acusaciones en repetidas ocasiones.

El pasado domingo trascendió que Google dejará de proporcionar soporte técnico a los servicios de Android para Huawei, una decisión que priva a los nuevos dispositivos de la empresa china de productos sin licencia, de código abierto, como Google Play Store y Gmail.

La inclusión de la empresa china en una lista negra ha hecho casi imposible para Huawei proveer los servicios a sus clientes estadounidenses. Para mitigar las repercusiones sobre los clientes de Huawei en EE.UU. Google ha permitido proporcionar actualizaciones de 'software' y parches de seguridad a los modelos existentes de Huawei durante los próximos noventa días, de acuerdo con la licencia temporal emitida este lunes por el Departamento de Comercio de EE.UU.

El ataque a Huawei está motivado por el deseo de impedir el progreso tecnológico de China, que ya está eclipsando al de Estados Unidos, y Estados Unidos está utilizando su liderazgo del grupo de “naciones de inteligencia de cinco ojos” para imponer su voluntad geoestratégica a sus aliados.

RECUPERACIÓN DE LAS BOLSAS
Los índices bursátiles de Estados Unidos subían el martes en medio de un repunte generalizado, ya que la decisión de Washington de reducir temporalmente las restricciones a la china Huawei Technologies disipaba las preocupaciones sobre una escalada más grave en la guerra comercial entre ambos países.

El Ibex español remontó el martes después de dos caídas consecutivas ante la decisión de EEUU de posponer tres meses las sanciones a Huawei, lo que alentó a los mercados a ser positivos ante el avance de las negociaciones comerciales con China. En este sentido, los inversores mantuvieron la calma ante la posible reunión entre Donald Trump y Xi Jinping en la cumbre del G20 a finales de junio. Entre los datos macroeconómicos, la subida de la confianza de los consumidores en la eurozona animó al selectivo español.

El crecimiento económico de China y Estados Unidos podría contraerse si los dos países no remueven los aranceles que se impusieron mutuamente, como parte de una guerra comercial que ha deteriorado el panorama económico mundial, dijo el martes la OCDE. 

GUERRA CIBERNÉTICA
El intento de destruir las ambiciones mundiales de 5G de Huawei es la parte actual y la más visible de una guerra cibernética y financiera no declarada. El proteccionismo comercial fue sólo un paso en el camino. Ahora se está intensificando la guerra financiera y la economía mundial enfrenta al menos una recesión significativa, casi con certeza, para desencadenar una crisis crediticia vencida.

Detrás de la guerra cibernética, hay una guerra financiera. En la guerra financiera, Estados Unidos tiene la ventaja de su hegemonía monetaria, que ejerce al máximo. Ha permitido a los estadounidenses haber vivido más allá de sus posibilidades al importar más bienes de los que exportan, y el gobierno gasta más de lo que recibe en impuestos.

Además, la controversia de Huawei es parte de un conflicto más amplio, con Estados Unidos decidido para evitar que los chinos cambien la estructura de poder del mundo, moviéndolo de su control.

FRACASOS
Cuando China era sólo un centro de fabricación barato para productos de baja tecnología, eso era una cosa, pero cuando China empezó a desarrollar tecnologías avanzadas y comenzó a dominar el comercio mundial, esa fue otra bien diferente. “China debe ser devuelta a su caja.”

Hasta ahora, todos los intentos de hacerlo parecen haber fallado. El control de Afganistán, visto como una fuente importante de minerales listos para ser explotados por China, ha sido un fracaso costoso para Occidente. Los intentos de arrebatar el control de Siria a la esfera de influencia de Rusia también fracasaron.

Rusia es el aliado económico y militar de China. América no logró poner a Rusia de rodillas, por lo que ahora el enfoque está directamente en destruir, o al menos en contener a China. China ya ha superado a América en África, Centro y Sudamérica.

Con la guerra comercial desatada por el presidente Trump contra China, lo que se busca imponerle al país asiático es su propia hegemonía en el ámbito económico comercial, con un mensaje claro para cualquier país que se atreva a no escuchar los dictados de la Casa Blanca.

INESTABILIDAD
Todo parece indicar que el presidente Trump está empeñado en generar temor y una inestabilidad creciente en los mercados, además de presionar a las empresas norteamericanas para que abandonen China y se trasladen a otros países del sudeste asiático, en donde también encontrarán mano de obra barata.

Sin embargo, desde el mundo empresarial estadounidense, no se encuentran muy satisfechos con la guerra de los aranceles desatada por el Presidente Trump, ya que la sangría podría ser mayor, de lo que realmente se busca resolver con su proteccionismo de la nueva realidad económica comercial que se vive en el mundo, donde más y más países tienen puestos su ojos en los países asiáticos para hacer negocios con precios más asequibles a los que ofrece Estados Unidos. A fin de cuentas todo es cuestión de negocios.

ESTRATEGIA
El gobierno mundial en la sombra decide a quién, cuándo y dónde financiar, pero China le cogió el truco y no está dispuesto a entrar en un sistema caduco de saqueo. La iniciativa China de la Ruta de la Seda amenaza las finanzas del Gobierno de los EE.UU.; por lo tanto, se espera que se intensifique la guerra financiera y la desinformación asociada.

China es un mundo con pensamiento diferente, mezcla de confucionismo y comunismo. Un Imperio milenario que se mantuvo cerrado al mundo durante siglos y siglos por considerar bárbaros a occidente, y no se equivocaban mucho. Ahora la pregunta es ¿los controlarán el gobierno en la sobra que corrió hacia ellos por mano de obra barata?




(*) Periodista español

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