WASHINGTON.- Estados Unidos impuso a
partir de este martes un arancel de 17,5% al tomate mexicano luego de
que ambos países no lograron renovar un acuerdo que suspendía una
investigación antidumping a las exportaciones de México, informó la
secretaría mexicana de Economía.
"Esto implicará un costo anual
superior a 350 millones de dólares para el exportador mexicano de tomate
y se espera que muchos pequeños y medianos exportadores se vean
imposibilitados de hacer frente a esta pesada carga financiera", expuso
el ministerio en un comunicado.
México expresó su "decepción y preocupación" por la decisión del Departamento de Comercio de Estados Unidos.
Al
mismo tiempo que inicia la aplicación de las nuevas cargas tributarias
al tomate, se reactivará la investigación antidumping suspendida desde
1996.
La investigación derivará en dos escenarios que se concretarían alrededor de noviembre de este año.
Uno
es la aplicación definitiva de impuestos antidumping a la exportación
de tomates a Estados Unidos y el otro es el retorno al libre comercio
entre ambos países de ese producto agrícola, expuso la secretaría de
Economía.
El acuerdo de suspensión "reguló por 23 años de manera exitosa las exportaciones mexicanas de tomate", argumentó el ministerio.
En
el caso de que las autoridades estadounidenses y mexicanas alcancen un
nuevo acuerdo para la exportación del fruto o la investigación del
gobierno estadounidense encuentre que no hubo daño, el arancel a los
productores mexicanos será reembolsado, dijo más tarde el Departamento
de Comercio de Estados Unidos.
"Las negociaciones continuarán
sobre un posible acuerdo que sea aceptable para los mexicanos y que
también aborde las preocupaciones de la industria estadounidense", dijo
en un comunicado.
Productores
de tomate mexicano lamentaron la imposición de aranceles pero confiaron
en poder llegar a un acuerdo con Estados Unidos.
"Obviamente nos
pega un fuerte golpe al sector pero pues todavía estamos confiados en
que podemos llegar a firmar el acuerdo en estos días que siguen", dijo Manuel Antonio Cázares, vicepresidente del Sistema Producto
Tomate Nacional, una organización que integra a productores de tomate.
Cázares
dijo que la imposición del arancel va a terminar golpeando a los
consumidores. "A lo último el afectado va a ser el consumidor de Estados
Unidos porque es el que ocupa el tomate".
El tomate es el tercer
producto agrícola de exportación de México después de la cerveza y el
aguacate, y la mitad de los tomates que se consumen en Estados Unidos
son mexicanos, según la secretaría de Economía.
En 2018 las
exportaciones de ese producto, que producen empleos de forma directa e
indirecta para 1,4 millones de personas, ascendieron a cerca de 2.000
millones de dólares.
Las imposiciones de aranceles no son nuevas para México, que destina más del 90% de sus exportaciones a Estados Unidos.
En
junio del año pasado, Washington puso fuertes aranceles a las
importaciones de acero y aluminio de México, argumentando razones de
seguridad.
Y el mes pasado, el presidente Donald Trump amenazó a
México con imponer impuestos del 25% a sus vehículos si no frena el
narcotráfico y la migración irregular en la frontera dentro de un año.
México,
Estados Unidos y Canadá firmaron un nuevo acuerdo comercial en
noviembre pasado tras negociaciones maratónicas que se extendieron
durante un año, pero que todavía debe obtener el visto bueno de los
respectivos legislativos para entrar en vigor.
El acuerdo
sustituye al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN),
vigente desde 1994 y que Trump calificó como el peor acuerdo jamás
firmado por su país.
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