GABORONE.- Botsuana, el país con más elefantes del mundo, ha decidido levantar la prohibición de cazar estos animales en su territorio después de cuatro años de veto, informó hoy el Gobierno sobre una medida que ha causado polémica.
“Cuando hablamos de caza hablamos de caza controlada, manejada por el
Departamento de Fauna y Parques Nacionales”, afirmó este jueves el
ministro de Medioambiente, Conservación y Turismo de Botsuana, Onkokame
Kitso Mokaila, en una rueda de prensa en Gaborone para detallar la
medida.
“Botsuana nunca ha abogado por una carnicería masiva, eso nunca ocurrirá en Botsuana. Por eso, tenemos dedicado el 40 % de nuestro país a la conservación
(…). El objetivo es gestionar (la población creciente de elefantes). Y
cuando hablamos de caza en la historia de Botsuana, se ha cazado desde
siempre”, añadió Mokaila.
El ministro desdeñó la polémica que ha suscitado este jueves la medida
y señaló que el Ejecutivo del presidente Mokgweetsi Masisi no está
actuando a la ligera. Entre los motivos señalados para el levantamiento
del veto figuran el incremento de los conflictos entre humanos y elefantes
-incursiones de los paquidermos en localidades y terrenos de cultivo
que a veces quedan destrozados con grave daño a los medios de
subsistencia de las familias- o el aumento de los depredadores atraídos
por estos paquidermos y sus consecuencias para el ganado.
En el país también se registran en ocasiones muertes humanas por incidentes relacionados con las invasiones de los elefantes.
El Gobierno de Botsuana también alega que la restricción de la caza,
instaurada en 2014 por el anterior presidente del país, Ian Khama
(2008-2018), ha tenido un “impacto negativo” en la forma de vida de
muchas comunidades que antes se beneficiaban de ella.
“Era una suspensión no era una prohibición de la caza, no estaba destinada a ser permanente. Era para observar lo que pasaba en nuestro ecosistema“, explicó el ministro.
En general, Botsuana defiende que hay “consenso general” entre los
implicados locales, según se desprendió de un proceso de debate abierto
en febrero pasado.
No obstante, organizaciones medioambientales internacionales e incluso personalidades del mundo de la cultura levantaron la voz contra la decisión adoptada en Gaborone.
“Decepcionante decisión de Botsuana la de levantar la prohibición de
caza (de elefantes) y la de la suspensión de la caza de trofeo (que se
practica para obtener piezas de animales como trofeo). Este sangriento
deporte es cruel, obsoleto, antiético y perjudica la conservación”,
señaló en Twitter la organización alemana Pro Wildlife.
“Presidente Masisi, por cada persona que quiere matar elefantes hay
millones que los quieren protegidos. Estamos vigilando”, señaló en la
misma red social la presentadora de televisión estadounidense Ellen
DeGeneres.
Con más de 135.000 ejemplares, Botsuana tiene la mayor densidad de población de elefantes del mundo.
El presidente Masisi mantiene una postura contraria a la
inviolabilidad de los elefantes, pese a que el turismo de safaris de
lujo aporta jugosos ingresos para el país.
A comienzos de este mes, Masisi fue anfitrión de un foro con los
países vecinos de Botsuana -un grupo que en total alberga dos tercios de
los 400.000 elefantes que se estima que quedan en África- en el que
defendió el levantamiento de la prohibición internacional de comerciar
con marfil.
Según datos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), en la primera
mitad del siglo XX había más de tres millones de elefantes en la
región.
La población total ha disminuido, por tanto, hasta quedarse en un 13 % de aquellas cifras en menos de un siglo.
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