FRÁNCFORT.- El euro ha sufrido desde principio de año una suave pero
continuada depreciación con el dólar, al pasar de los 1,154 de enero a
los 1,119 de hoy, caída que el mercado atribuye a la fortaleza de la
divisa americana, compensada sólo parcialmente por las mejores
perspectivas económicas en la UE.
Tras la caída de un
4,6 % en 2018, cuando cerró en 1,147, la moneda europea ha oscilado
este ejercicio de los 1,154 del 9 de enero a 1,119, una lenta pero
constante depreciación, del 3 % , directamente relacionada con la
fortaleza del dólar.
Esta solidez se explica por las políticas del presidente
estadounidense, Donald Trump, especialmente por la bajada de impuestos
aprobada a finales de 2017, una inyección de liquidez para la economía
del país que todavía está surtiendo efecto, aunque ya mucho más
moderado, según analistas del mercado de divisas.
No
obstante, la moneda única ha aguantado razonablemente bien porque pese a
la incertidumbre, las alertas sobre la desaceleración del crecimiento
de la eurozona pueden haber sido excesivas, según coinciden diversos
expertos.
Uno de los asuntos que más
preocupan en los mercados, la escalada de tensión en la guerra comercial
entre EEUU y China, ha tenido impacto limitado en las divisas, lo que
parece confirmar que el mercado espera algún tipo de resolución.
Afecta
en mayor medida la incertidumbre del "brexit", porque cada vez se
extiende más la posibilidad de una salida de Reino Unido de la UE por
las bravas, aunque los efectos se dejan sentir principalmente en la
libra, que desde el referéndum del 23 de junio de 2016 ha caído de
1,4878 a 1,2670 dólares, prácticamente un 15 %.
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