CARACAS.- El autoproclamado “presidente encargado” de Venezuela, Juan
Guaidó, ha aceptado el llamamiento del Gobierno de Noruega para una
nueva ronda de negociaciones entre las delegaciones del Gobierno
y la oposición con el objetivo de seguir “una ruta muy clara” que pasa,
según ha explicado a través de la red social Twitter, por el “cese de
la usurpación, un gobierno de transición y la celebración de elecciones
libres”. Por su parte, el presidente del país, Nicolás Maduro, ha agradecido a Noruega sus “esfuerzos” para avanzar en los diálogos por la “paz y estabilidad”.
Así, el presidente de la Asamblea Nacional ha emitido un comunicado
oficial en el que ha anunciado su decisión de “seguir avanzando tanto en
la construcción de una fuerza de cooperación como en la mediación
internacional para lograr una salida de la dictadura y, por ende, de la
crisis”.
La delegación que acudirá a Oslo estará conformada por el segundo
vicepresidente de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, Stalin
González, Fernando Martínez Morrola y Gerardo Blyde, con la asesoría
técnica de Vicente Díaz, según este comunicado.
En este sentido, ha trasladado al país su decisión de acudir a
la mesa de negociación celebrada en Oslo para “explorar una posible
salida, negociada, de la dictadura y de esta grave crisis”.
En
este mismo comunicado, Guaidó ha destacado que la negociación es
necesaria para lograr el “cese de la usurpación, una transición y
elecciones libres”.
“Para evitar un uso engañoso que se pueda dar a este
proceso y generar desconfianza, dividirnos y aliviar presión,
informaremos oportunamente sobre los pasos que se den en esta
instancia”, ha añadido.
Por último, ha insistido en que su compromiso
“es y sigue siendo a favor de los venezolanos. Y en ese orden todas las
opciones siguen estando sobre la mesa”.
Maduro ha agradecido al país nórdico a través de Twitter “sus esfuerzos para avanzar en los diálogos por la Paz y la estabilidad de Venezuela”. Asimismo,
ha anunciado que el ministro de Asuntos Exteriores de Venezuela, Jorge
Arreaza, partirá a Noruega junto a la delegación del Gobierno que
negociará con la oposición.
Agradezco al gobierno de Noruega por sus esfuerzos para avanzar en los diálogos por la Paz y la estabilidad de Venezuela. Sale hacia Oslo nuestra delegación con buena disposición para trabajar la agenda integral acordada y avanzar en la construcción de buenos acuerdos. pic.twitter.com/8WMEZiNCuz— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) May 26, 2019
El Ministerio de Exteriores del país nórdico ha emitido un comunicado en el cual anunciaban que “los representantes de las
principales fuerzas políticas en Venezuela tomaron la decisión de
regresar a Oslo la próxima semana para continuar el proceso (de diálogo)
auspiciado por Noruega”.
“Queremos reiterar nuestro compromiso a la
hora de seguir persiguiendo una solución acordada entre ambas partes en
Venezuela”, añadió la nota del Ministerio, que espera que estas
conversaciones contribuyan a “fomentar un calendario pacífico”.
Desde la muerte de Hugo Chávez, en 2013, Gobierno y oposición han protagonizado numerosos contactos.
La última tentativa se produjo entre septiembre de 2017 y febrero de
2018 en República Dominicana. Es la vez que más cerca han estado del
acuerdo, pero descarriló.
Entonces, el dirigente de Primero Justicia Julio Borges capitaneó la
delegación opositora. Este jueves, tanto él como su partido político han
aclarado que están en contra de esta iniciativa. El ex alcalde
metropolitano de Caracas Antonio Ledezma, de Alianza Bravo Pueblo,
también ha rechazado una eventual negociación, recordando los anteriores
intentos. El último, ha subrayado en la misma red social, fue “otro
diálogo chimbo”.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ofreció un nuevo diálogo
tras las elecciones presidenciales celebradas el 20 de mayo de 2018, no
reconocidas ni por la oposición ni por buena parte de la comunidad
internacional, que las califican de fraude, pero la otra parte se negó
por considerar que se trataba de una nueva maniobra para ganar tiempo.
El propio Guaidó, erigido en gran líder de la oposición venezolana
tras su autoproclamación del 23 de enero, se ha negado en reiteradas
ocasiones en estos cuatro meses de “presidencia encargada” a volver a
sentarse a la mesa de negociaciones.
La crisis política empeoró el 10 de enero, cuando Maduro
decidió iniciar un segundo mandato de seis años fundado en su triunfo
electoral. En respuesta, Guaidó se autoproclamó mandatario
interino con el objetivo de cesar la “usurpación”, crear un gobierno de
transición y celebrar “elecciones libres”.
Estados Unidos, la mayoría de los países latinoamericanos, incluido
Colombia, y numerosos europeos, entre ellos España, han reconocido a
Guaidó como “presidente encargado”. No obstante, Maduro cuenta con importantes apoyos, como Rusia, China y Turquía, además de Cuba, Nicaragua y Bolivia.
La situación se ha agravado a raíz del 30 de abril, cuando
Guaidó y un liberado Leopoldo López capitanearon un alzamiento militar
que, según la versión estadounidense, se vio frustrado por la
intervención de Rusia y Cuba. Desde entonces, el vicepresidente de la
Asamblea Nacional ha sido detenido y la Justicia ha señalado a varios
diputados.
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