BRUSELAS.- Tras una legislatura dedicada a
apuntalar la recuperación y preparar el "brexit", la actuación en
materia económica de la UE tras los comicios del día 26 pasará por hacer
frente al auge de China, capear las tensiones comerciales o adaptarse
al nuevo entorno tecnológico y global.
Estas son algunas de las tareas que tendrá que acometer el bloque europeo en la legislatura 2019-2024.
COMPETENCIA E INDUSTRIA
La competencia
de las empresas chinas, dopadas con millonarias subvenciones del Estado,
preocupa cada vez más a los países de la Unión Europea (UE), que ven
cómo sus compañías sufren para hacerles frente en el mercado global.
Bruselas
reconoce que el gigante asiático ha pasado de ser un socio prioritario a
convertirse también en un rival económico y busca respuestas al reto
que plantea.
Hasta ahora se ha puesto sobre la mesa
una posible reforma de las normas de Competencia para que tengan en
cuenta los nuevos modelos económicos y la competencia de fuera de la UE a
la hora de aprobar o vetar operaciones.
Francia y
Alemania van más allá y plantean que esta política dé pie a la creación
de "campeones industriales europeos" capaces de competir a nivel global,
así como otorgar a las capitales margen para cuestionar las decisiones
de Bruselas.
La UE se plantea también reforzar su
industria, poniendo el foco en fomentar la cooperación en sectores
clave, como el de las baterías de nueva generación o la inteligencia
artificial.
En esta legislatura se verá además si
surte efecto el recién estrenado sistema de control de la inversión
extrajera en la UE para detectar las que puedan suponer una amenaza
estratégica.
COMERCIO
La legislatura
comenzará bajo el signo de las tensiones entre Estados Unidos y China,
que ya pesan sobre la economía europea. La estrategia proteccionista del
presidente de EE. UU., Donald Trump, le ha llevado también a imponer
aranceles al acero y aluminio comunitarios y a amenazar con tarifas al
sector automovilístico.
En 2018 la UE logró una tregua
comercial con Washington que podría irse al traste con el próximo tuit
del inquilino de la Casa Blanca. De ahí que los Veintiocho intenten
concluir un nuevo acuerdo comercial con EE. UU. tras el fracaso del TTIP
en 2016.
Su alcance sería más limitado y la Comisión
quiere cerrarlo este mismo año, aunque la tarea se antoja difícil. Un
escollo será la negativa de Trump a respetar el Acuerdo por el Clima de
París, línea roja para algunos países.
La UE también
confía en concluir en 2020 el acuerdo de inversiones que negocia desde
2013 con China, a quien pide mayor acceso a su mercado para las empresas
comunitarias.
Por otra parte, deberá pactar una nueva relación comercial con el Reino Unido una vez abandone el bloque.
En
un contexto incierto, el reto para la UE será encontrar el equilibrio
entre la defensa del libre comercio basado en reglas internacionales y
la de sus propios intereses y valores.
EUROZONA
La
crisis financiera obligó a crear instituciones y normas para reforzar
una eurozona al borde de la ruptura. Pero instituciones y Estados
reconocen que se necesitan más reformas para blindarla ante la próxima
crisis y no depender de las políticas de bajos intereses y compras de
deuda del Banco Central Europeo.
La UE tendrá que
finalizar el diseño de un instrumento presupuestario para la eurozona,
cuya función se limitaría de momento a fomentar las reformas y la
competitividad.
Sin embargo, algunos países defienden
que se necesita sobre todo un mecanismo que permita atajar crisis que
golpeen a un solo país y estabilizar su economía. En el largo plazo,
España y Francia plantean incluso un seguro de desempleo europeo.
Como
perenne tarea pendiente queda la creación de un Sistema Europeo de
Garantía de Depósitos, bloqueado hasta ahora sobre todo por Holanda y
Alemania.
En el horizonte están también la cuestión de
la armonización de las reglas de insolvencia nacionales y la de cómo
garantizar la liquidez para los bancos que tengan que ser puestos bajo
resolución.
FISCALIDAD
El debate
sobre una "fiscalidad justa" ha ganado relevancia durante la legislatura
2014-2019, a fuerza de escándalos como los Papeles de Panamá o Lux
Leaks y de constatar que las grandes multinacionales logran reducir al
mínimo su factura con Hacienda en ciertas partes de la Unión.
La
idea de una tasa europea a los gigantes de Internet para compensar su
baja contribución en Sociedades se ha pospuesto a la espera de una
solución global por falta de unanimidad, pero está lejos de desaparecer.
Varios
países aplicarán su propio impuesto y Bruselas sigue trabajando para
adaptar las normas de cálculo de los impuestos a los modelos de negocio
digitales. Si en 2021 no hay acuerdo en la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el tema volverá a la mesa
de los Veintiocho.
Para evitar nuevos bloqueos, la
Comisión ha planteado eliminar el requisito de unanimidad para adoptar
normas de fiscalidad, una propuesta que deberá dirimirse en la nueva
legislatura.
Pendiente de aprobar está también la
reforma del régimen del IVA, que data de hace 25 años y permite que se
pierdan 50.000 millones de euros anuales solo por el fraude.
No hay comentarios:
Publicar un comentario