miércoles, 15 de mayo de 2019

La situación laboral frena el desarrollo sostenible en América Latina, según la Cepal y la OIT

SANTIAGO.- La expansión del trabajo por cuenta propia, la aparición de nuevas modalidades de empleo intermediadas por plataformas digitales y una mayor informalidad del empleo asalariado advierten de nuevos retrocesos en el Objetivo de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 en Latinoamérica.

Así lo señalaron este miércoles la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en una nueva edición de su publicación conjunta Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe.
El Objetivo de la Agenda 2030 busca promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos, recordaron ambos organismos internacionales en el texto.
Según el documento, debido a la baja tasa de crecimiento económico proyectada para 2019 para la región (1,3 %), las tasas de desocupación urbana y nacional se situarían en un 9,3 % y un 8,0 %, respectivamente, las mismas cifras anotadas en 2018.
Asimismo, con la excepción de los países con fuerte presión inflacionaria, los salarios reales seguirán estables, predominando situaciones con aumentos modestos.
El débil crecimiento económico incidiría nuevamente en una lenta generación de empleo asalariado, por lo que se prevé que aumentarán los trabajos de mala calidad, especialmente ciertas ocupaciones por cuenta propia, que contribuirán con gran parte de los nuevos puestos que se generen.
En ese contexto, la Cepal y la OIT temen que la informalidad laboral seguirá en aumento, tanto por la débil generación de empleo asalariado, como por la informalización de ocupaciones ya existentes en algunos países.
Por ende, es de suponer que la situación laboral se deteriorará, sobre todo en países que en 2019 pasen por una crisis económica, como Argentina, Nicaragua y Venezuela, apunta el informe.
En el análisis del desempeño laboral de la región en 2018 se destaca una reducción de las brechas entre hombres y mujeres en relación con las tasas de participación y ocupación, pero no así en la tasa de desocupación, mientras el aumento del trabajo femenino se da en circunstancias en que la mayoría de los nuevos puestos de trabajo son de mala calidad.
En tanto, la expansión del trabajo por cuenta propia contribuyó aproximadamente en 49 % al aumento del número de ocupados en el mercado laboral el año pasado, mientras que la generación de empleo asalariado aportó solo un 37 %.
Otras categorías de ocupación contribuyeron al 14 % de nuevos empleos restantes, lo que indica, según el texto, que la mayor parte representa trabajo de baja calidad, con lo cual se constataría un nuevo deterioro de la calidad media del trabajo en la región, vaticina el informe.
En el horizonte de mediano y largo plazo, como el que establece la Agenda 2030, los avances hacia su cumplimiento se ven afectados por una serie de situaciones que tendrán un impacto profundo en los mercados laborales, entre ellas el acelerado envejecimiento, los grandes movimientos migratorios y la transformación de la estructura productiva para alcanzar un crecimiento ambientalmente sostenible, advierte el análisis.
Además, los mercados laborales de la región están siendo afectados, y lo estarán de manera aún más fuerte en el futuro, por las transformaciones tecnológicas, caracterizadas como cambio tecnológico 4.0, advierte también la publicación.

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