WASHINGTON.- Un grupo de más de 170 compañías,
incluidas las multinacionales Nike y Adidas, reclamaron este lunes al
presidente estadounidense, Donald Trump, que elimine el calzado de la
lista de productos chinos cuyas importaciones desde EE.UU. podrían verse
afectadas por aranceles del 25 %.
"Los aranceles
adicionales propuestos del 25 % para el calzado serían catastróficos
para nuestros consumidores, nuestras compañías y la economía
estadounidense en general", escribieron las empresas en una carta
enviada a Trump.
Este mensaje del sector del calzado estadounidense llega
después de que el pasado lunes la Oficina del Representante de Comercio
Exterior de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) diera a
conocer un plan que contempla imponer gravámenes del 25 % a
importaciones chinas por un valor de 300.000 millones de dólares.
De esos posibles gravámenes, quedarían excluidos productos
farmacéuticos y algunos sanitarios, así como "minerales críticos", pero
sí que se verían afectadas las importaciones de productos cárnicos y de
ganado, derivados lácteos, fruta y verdura, piezas de automóviles y
ropa, como el calzado.
Nike y Adidas aseguraron en su
misiva que las sanciones adicionales "perjudicarán de manera
desproporcionada a las personas y familias de la clase trabajadora".
De hecho, una estimación de la organización de Distribuidores y
Minoristas del Calzado de Estados Unidos señala que la imposición de
aranceles del 25 % podría aumentar el costo para sus clientes en unos
7.000 millones de dólares anuales.
Asimismo,
justificaron que las empresas de su sector no tienen la capacidad de
trasladar "rápidamente" su producción de China a otros países porque se
necesitan "años de planificación" para tomar este tipo de decisiones.
"Si bien nuestra industria se ha estado alejando de China desde hace
algún tiempo, el calzado es una industria muy intensiva en capital, con
años de planificación necesarios para tomar decisiones de
abastecimiento, y las empresas no pueden simplemente trasladar las
fábricas para adaptarse a estos cambios", subrayaron.
"Es hora de poner fin a esta guerra comercial", agregaron.
EE.UU. incrementó a principios de mayo los aranceles para varias
importaciones chinas de más de 5.000 productos, valoradas en unos
200.000 millones de dólares.
Estos productos estaban sometidos a un gravamen del 10 % y a partir de ahora su arancel se elevará hasta el 25 %.
Este bache en las negociaciones entre EE.UU. y China refleja la
complejidad del proceso, en el que Trump busca forzar cambios
estructurales en la economía de Pekín para, entre otras cosas, proteger
la propiedad intelectual de las empresas estadounidenses y facilitar su
acceso al mercado chino.
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