PEKÍN.- La reciente gira del presidente chino, Xi Jinping, por el
sur del país ha dejado algunas claves de lo que busca para
contrarrestar los efectos de la guerra comercial con Estados Unidos:
reducir la dependencia de la tecnología estadounidense y sustituirla por
la suya propia.
Los medios oficiales chinos han ido
desvelando a cuentagotas el balance que dejan tres jornadas de "gira de
inspección" de Xi, protocolo que los líderes del régimen comunista
suelen usar para anunciar nuevas políticas y decretar instrucciones.
"Lo más importante ahora es centrarnos en nuestros
propios asuntos, promover las capacidades de innovación independiente en
áreas clave y acelerar el desarrollo de tecnología con derechos de
propiedad intelectuales propios", afirmó Xi este martes a su paso por
Nanchang, declaraciones recogidas hoy por el rotativo oficial China
Daily.
Asimismo, el jefe de Estado chino advirtió de
que esta transición tecnológica no estará exenta de "riesgos y
desafíos", y llamó al pueblo chino a prepararse para "una serie de
situaciones difíciles" dado el "cada vez más complicado" contexto
internacional.
"China está en una nueva Larga Marcha
-la retirada del Ejército Rojo entre 1934 y 1936 que se convirtió en el
mito fundacional del comunismo chino- y el país depende ahora de la
fuerte voluntad y la firme fe del Partido y del pueblo para asegurar
nuevas victorias", avanzó Xi el lunes en Ganzhou, primera parada en su
gira por la provincia de Jiangxi, considerada cuna de la revolución
comunista.
Aunque el presidente chino se ha referido
en otras ocasiones a los retos que afronta el país, su discurso llega en
pleno recrudecimiento de la guerra comercial con Estados Unidos, que
recientemente incluyó a Huawei en una lista de compañías a las que se
impide el acceso a la tecnología y el mercado estadounidense.
En su gira al sur, Xi visitó también una planta que procesa las
llamadas "tierras raras", elementos imprescindibles para la fabricación
de productos tecnológicos que podrían convertirse en la baza disuasoria
del presidente chino dado que EEUU importa de China el 80 % de estos
materiales.
Con todo, los analistas creen que si
China toma nuevas contramedidas por el veto a Huawei habría
"consecuencias imprevisibles", según apunta el profesor de
Relaciones Internacionales de la Universidad de Fudan Ren Xiao, quien
considera que la situación entre las dos potencias "no deja de
deteriorarse".
"La visita a la fábrica fue un guiño
de Xi a Trump avisando de las consecuencias de ir demasiado lejos, pero
el mandatario será prudente antes de dar un paso como limitar la
exportación (de tierras raras)", dice.
La decisión de
Washington provocó que Alphabet, la matriz de Google, retirase las
licencias a los productos de la empresa china, mientras que seis
fabricantes de componentes electrónicos estadounidenses y uno alemán
también han anunciado que rompen relaciones comerciales con Huawei.
Asimismo, la multinacional de diseños de chips ARM, con sede en el
Reino Unido, ha dado instrucciones a sus empleados para que se suspendan
los negocios con Huawei, reveló este miércoles la cadena pública
británica BBC, tras acceder a documentos internos de la firma.
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