lunes, 17 de junio de 2019

China mantiene su apoyo a la dirigente de Hong Kong tras días de protestas

HONG-KONG.- China reafirmó el lunes su apoyo a la dirigente de Hong Kong, Carrie Lam, después de días de protestas en la ciudad contra un proyecto de ley de extradición. Una fuente cercana a Lam dijo que era improbable que Pekín vaya a aceptar su marcha incluso aunque esta intente dimitir. 

Los intentos de Lam de aprobar el proyecto de ley, que permitiría la extradición de personas de Hong Kong a China para ser juzgadas, desencadenaron las mayores y más violentas protestas en la antigua colonia británica en décadas.
Al comienzo de la segunda semana de la crisis política, los manifestantes y los políticos de la oposición se reunieron frente a las dependencias del Gobierno a despecho de la lluvia para pedir la retirada del proyecto de ley y la renuncia de Lam.
Las protestas llegan en un momento delicado para el presidente chino, Xi Jinping, que ya tiene que lidiar con una guerra comercial con EEUU cada vez más profunda, una economía en declive y con tensiones estratégicas regionales.
Desde que Reino Unido transfiriera la soberanía de Hong Kong a Pekín en 1997, la excolonia ha estado gobernada según la fórmula de “un país, dos sistemas”, que permite libertades desconocidas en la China continental, incluido un poder judicial independiente. Sin embargo, todavía carece de un sistema electoral plenamente democrático.
Muchos habitantes de Hong Kong se sienten cada vez más inquietos por el control cada vez más estricto ejercido desde Pekín, así como por lo que consideran una erosión de sus libertades, ya que temen que los cambios en la legislación puedan poner en peligro la condición de Hong Kong de centro financiero mundial.
“El Gobierno chino, el Gobierno central, siempre ha respaldado plenamente la labor de Carrie Lam y del Gobierno de Hong Kong”, dijo en una conferencia de prensa Lu Kang, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China. Estas declaraciones se hacían eco de comentarios llegados durante el fin de semana desde Hong Kong y Macao.
“El Gobierno central seguirá apoyando firmemente la acción de la dirigente de la RAE y de su Gobierno de acuerdo con la ley”, dijo, refiriéndose con tales siglas a Hong Kong como “Región Administrativa Especial” de China.
Los organizadores de la protesta dijeron que casi 2 millones de personas se congregaron el domingo para exigir la dimisión de Lam, en lo que se está convirtiendo en el reto más importante para la relación de China con el territorio desde que fue devuelto por Reino Unido hace 22 años.
Esta manifestación, que según la policía atrajo a 338.000 participantes en su momento de mayor afluencia, obligó a Lam a disculparse a última hora del domingo por sus planes de hacer aprobar el proyecto de ley de extradición.
El lunes, los manifestantes reunidos en torno a las dependencias del Gobierno bloquearon las calles y pidieron a Lam que retirara el proyecto de ley, liberara a los estudiantes arrestados, se retractara de un informe oficial en el que se describen los enfrentamientos con la policía del miércoles como “disturbios”, y que renunciara a su cargo.
Un alto cargo de Hong Kong cercano a Lam dijo el lunes que no es probable China le permita retirase incluso aunque quisiera hacerlo, aduciendo que “crearía más problemas de los que resolvería, a todos los niveles”.
Lam no llegó a cancelar explícitamente el proyecto de ley, pero el alto cargo dijo que el aplazamiento implica su anulación de facto.
Sin embargo, en Hong Kong son muchos los que siguen descontentos con la perspectiva de una legislación que, según la opinión de abogados y jueces, podría dejar a las personas a merced de un sistema judicial chino marcado por las torturas, las confesiones forzadas y las detenciones arbitrarias.
El proyecto de ley afectaría por igual a los ciudadanos de Hong Kong y a los extranjeros y chinos residentes o de paso en la ciudad.
“No podemos aceptar su disculpa, no elimina las amenazas”, dijo el trabajador social Brian Chau, uno de los cientos de manifestantes que pasaron la noche alrededor de la sede del Gobierno y la asamblea legislativa.
De forma casual, el activista Joshua Wong, que se ha convertido en la cara visible en la campaña de Hong Kong hacia una democracia plena, salió de prisión este lunes y prometió unirse al movimiento de protesta masiva que exige la dimisión de Carrie Lam, la líder de la ciudad respaldada por Pekín. 
“Me uniré a la lucha contra esta ley malvada”, dijo Wong, de 22 años, uno de los líderes de las protestas prodemocráticas de 2014 que bloquearon las principales carreteras de Hong Kong durante 79 días.
“Creo que es el momento de que Carrie Lam, la mentirosa, dimita”.
Dos antiguos líderes postcoloniales, Tung Chee-Hwa y Leung Chun-ying, se vieron obligados a abandonar sus cargos antes de tiempo tras una serie de controvertidas políticas que alimentaron el temor a que China perturbe las libertades de la ciudad.
La última crisis se intensificó durante las cinco semanas en prisión de Wong por desacato al tribunal. Hasta este mes, el fracaso de las protestas para obtener concesiones de Pekín, junto con el procesamiento de al menos 100 manifestantes, había disuadido a muchos de volver a salir a las calles. Pero los esfuerzos de Lam por aprobar la propuesta de ley de extradición enardecieron a los críticos.
Los políticos de la oposición de Hong Kong se hicieron eco de las exigencias de los manifestantes reclamando tanto la retirada del proyecto de ley como la de la propia Lam.
“El suyo no puede ser un gobierno eficaz, y tendrá muchas, muchas, muchas dificultades para seguir adelante”, dijo el veterano parlamentario del Partido Demócrata, James To, a la emisora estatal RTHK.
 “Creo que el gobierno central (de China) aceptará su renuncia.”
Algunos manifestantes limpiaron las calles de la basura que quedó tras la multitudinaria marcha pacífica, mientras que otros cantaron “Aleluya”, el himno no oficial de las protestas contra Lam.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, probablemente hable sobre la cuestión de los derechos humanos en Hong Kong con el presidente chino, Xi Jinping, en una reunión entre los dos líderes que podría tener lugar en la cumbre del G20 en Japón la próxima semana, dijo el domingo el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo.
La todavía primera ministra británica, Theresa May, tratará la cuestión de las protestas con el viceprimer ministro chino, Hu Chunhua, que está de visita en Londres para impulsar la cooperación económica y financiera entre ambos países, dijo el portavoz de May.

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