sábado, 29 de junio de 2019

El acuerdo UE-Mercosur, una bocanada de aire fresco para el gobierno de Macri

BUENOS AIRES.- El acuerdo comercial alcanzado por la Unión Europea y el Mercosur al cabo de 20 años de negociaciones es una bocanada de aire fresco para el gobierno del liberal Mauricio Macri, en plena campaña por su reelección y con la economía en recesión.

El entusiasmo en el gobierno argentino es tal que el propio Macri difundió un mensaje de WhatsApp en el que su canciller Jorge Faurie, con la voz entrecortada y al borde del llanto, le anunció emocionado desde Bruselas que se había logrado el acuerdo.
Como un predicador, Macri sostiene desde la campaña que lo llevó a la presidencia que Argentina debe abrirse al mundo, por lo que, en medio de una crisis con alta inflación, caída de la actividad económica y aumento de la pobreza, el mandatario celebra el acuerdo como un triunfo.
"Macri llegó con la intención de cambiar la dinámica económica de Argentina. Ha tenido como compromiso desde el inicio de su mandato abrir la economía. Este es un momento sumamente importante para Argentina", opinó Jason Marczak, del centro de estudios Atlantic Council, con sede en Washington.
"Siempre hay interrogantes sobre la sostenibilidad de las políticas en Argentina. Pero este acuerdo va a asegurar un nuevo paso para abrir el mercado argentino. Es una señal para las empresas y para los consumidores", analizó.
Argentina ejerce actualmente la presidencia pro témpore (rotativa) del Mercosur, integrado además por Brasil, Paraguay y Uruguay.
Para los cuatro países miembros de la alianza, una de las principales ventajas será la exportación de 99.000 toneladas de carne bovina libres de aranceles a la UE cada año.
Los países sudamericanos podrán además exportar con arancel cero sus cuotas de carne de res a la UE que ya tenían en el marco de la OMC (29.000 toneladas para Argentina, 14.000 para Brasil y 6.000 para Uruguay) y que estaban tasadas al 20%.
Aunque aún resta un largo camino por recorrer antes de que el acuerdo entre en vigor, en Argentina hay inquietud en la industria automotriz y en el sector de la pequeña y mediana empresa, que además atraviesan por un periodo de ventas bajas debido a la recesión.
La historia de las negociaciones está plagada de dificultades y escepticismo. Pero 2016, con el inicio de la gestión de Macri en Argentina y de Michel Temer en Brasil, marcó un nuevo impulso al acuerdo, tras más de una década de reticentes gobiernos izquierdistas en esos países.
"Argentina fue uno de los primeros países que reemplazó a un gobierno de corte 'populista' con uno promercado en diciembre de 2015", evocó Bruno Binetti, profesor en la universidad Torcuato Di Tella, de Buenos Aires.
En ese contexto, la elección presidencial de octubre próximo "se ve como un test crucial para la agenda de reformas económicas en toda América Latina". 
"Otros gobiernos promercado e instituciones como el FMI consideran que un regreso de la expresidenta (Cristina) Kirchner (candidata a la vicepresidencia) al poder sería un retroceso, por lo que han hecho todo lo posible por respaldar a Macri en un momento crítico", señaló Binetti.
Matías Carugati, de la consultora Management & Fit, considera que el acuerdo implica "de alguna manera un espaldarazo a la política exterior de Macri".
"Las buenas relaciones internacionales que desarrolló, incluso en el G20 (que presidió en 2018), son quizás el mayor logro de su gobierno", evaluó.
Desde la cumbre del G20 en Japón, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, publicó en Twitter un video en el que aparece junto a Macri "celebrando" el "acuerdo histórico" con la UE.
"Nuestra alianza tiene un potencial enorme y dará mucha alegría a nuestros pueblos", dice el texto que acompaña el video en el que ambos mandatarios se muestran muy alegres.
Es pronto para saber si el acuerdo beneficiará electoralmente a Macri, castigado por la crisis económica. El presidente marcha segundo en las encuestas, detrás de la fórmula del peronismo de centro-izquierda de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
Pero la ocasión no será desaprovechada en el contexto electoral. "El acuerdo UE-Mercosur es un paso fundamental de nuestra política de inserción inteligente en el escenario internacional", dijo el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica. 
"Antes, Argentina estaba cerrada al mundo. En 2015 éramos la tercera economía detrás de Nigeria y Sudán, y teníamos acuerdos comerciales con tan solo el 10% del PBI mundial", detalló.
Fernández, en cambio, no tardó en criticar. "No queda claro cuáles serían los beneficios concretos para nuestro país. Pero sí queda claro cuáles serían los perjuicios para nuestra industria y el trabajo argentino", dijo el aspirante presidencial en un mensaje de Twitter.
"Un acuerdo así no genera nada para festejar sino muchos motivos para preocuparnos", añadió.

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