sábado, 8 de junio de 2019

Automotriz y agrícola, los principales sectores mexicanos que evitan aranceles

MÉXICO.- La imposición del 5 % de aranceles desde este 10 de junio a todos los productos mexicanos por parte de Estados Unidos habría puesto en jaque a la economía de México y, especialmente, a dos sectores, el automotriz y el agrícola.

Sin embargo, ambos Gobiernos alcanzaron este viernes un acuerdo para frenar los flujos migratorios que ha evitado que el presidente estadounidense, Donald Trump, materialice su amenaza.
Estas son las claves para entender la importancia de los intercambios comerciales entre ambas naciones, una relación que no dejó de crecer desde la entrada en vigor en 1994 del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

México, gran socio comercial:
México fue en 2018 el tercer socio comercial de Estados Unidos con 611.500 millones de dólares de intercambio, y en 30 de los 50 estados de la nación estadounidense se sitúa entre los tres primeros puestos en comercio exterior.
En el primer trimestre de 2019, México fue por primera vez el primer socio comercial de Estados Unidos y acumuló un volumen de compraventas de 150.600 millones de dólares, quedando ligeramente por encima de Canadá, según el documento "U.S.-México Trade Relationship" de la Secretaría de Economía (SE) de México.
En 1993, antes de la entrada en vigor del TLCAN, la relación comercial entre los países era de 82.000 millones de dólares, una cifra que creció hasta los 347.000 millones de dólares en 2018, un 323 % más.

Por estados:
Sobresale la disparidad del intercambio comercial con México y los distintos estados de EE.UU.
Por ejemplo, es de gran relevancia en los fronterizos Arizona (37,22 %), Nuevo México (35,2 %) y Texas (34,96 %), aunque centros automotores como Michigan también sobresalen con un 34,94 %.

Exportaciones:
México fue el segundo suministrador de bienes importados en 2018, sumando 346.500 millones de dólares, cerca del 80 % del total de las ventas al extranjero.
Por el contrario, para Estados Unidos esta cifra solo representa el 13,6 % de todo lo que importó en 2018.
Por categorías, Estados Unidos compró vehículos (93.000 millones de dólares, un 27 % del total), maquinaria eléctrica (64.000 millones de dólares), maquinaria (63.000 millones de dólares), combustibles fósiles (16.000 millones de dólares) e instrumentos médicos y ópticos (15.000 millones de dólares).
México es el primer exportador de productos agrícolas para Estados Unidos, con 28.000 millones de dólares.
Los principales productos comestibles que compra son: fruta fresca (7.100 millones de dólares), verdura fresca (6.400 millones de dólares), vino y cerveza (5.600 millones de dólares), snacks (1.400 millones de dólares) y verduras procesadas (1.400 millones de dólares).
Como ejemplo, las ventas de aguacates, de enorme popularidad en ambos lados de la frontera, representaron 2.071 millones de dólares en 2018 en Estados Unidos.
En estados del sur -Arizona, Texas, Nuevo México- y en Michigan, las importaciones mexicanas representan más del 30 % de todo lo que compran del extranjero.

Importaciones:
Las ventas de Estados Unidos a México fueron de 265.000 millones de dólares en 2018 y representaron el 15,9 % de su total.
Las partidas más importantes fueron maquinaria (46.000 millones de dólares), maquinaria eléctrica (43.000 millones de dólares), combustibles (34.000 millones de dólares), vehículos (22.000 millones de dólares) y plásticos (18.000 millones de dólares).
Los productos agrícolas representaron unos 20.000 millones de dólares, siendo México el segundo mercado de Estados Unidos.
Los productos más adquiridos son maíz (3.100 millones de dólares), fríjoles (1.700 millones de dólares), productos lácteos (1.400 millones de dólares) y productos porcinos (1.300 millones de dólares) y productos vacunos (1.100 millones de dólares).
La mayoría de estados destinan desde un 10 % hasta un 39 % -en el caso de Nuevo México- de sus productos de exportación hacia la nación latinoamericana.

Costo arancelario:
De acuerdo con estimaciones del Gobierno mexicano, la aplicación de un arancel del 5 % costaría a los consumidores estadounidenses 17.000 millones de dólares al año.
Y al 25 %, el sobre costo que pagarían los estadounidenses subiría hasta los 100.000 millones de dólares.
Estados como Texas asumirían buena parte de este impacto en los precios, con hasta 26.700 millones de dólares.

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