SAN PETESBURGO.- Los presidentes ruso
Vladimir Putin y chino Xi Jinping formaron el viernes un frente común
para criticar el dominio económico estadounidense en la sesión
plenaria del foro económico de San Petersburgo y exhibieron su estrecha
relación económica.
El Foro, que se consideraba como el "Davos
ruso" cuando la economía rusa estaba en pleno "boom", fue motivo para
que Rusia y China mostraran el acercamiento político y económico operado
en los últimos años.
Ante los inversores reunidos en la excapital imperial
rusa, Putin defendió a China y condenó en la sesión plenaria del foro
las tentativas de "excluir" de los mercados mundiales al gigante chino
de telecomunicaciones Huawei, sospechoso de espionaje por las
autoridades estadounidenses.
Putin agregó que "esto se califica ya
en algunos medios de la primera guerra tecnológica de la época digital
que ahora comienza".
Xi Jinping afirmó que "China está dispuesta a
compartir con todos su socios sus inventos y sus conocimientos
tecnológicos, en particular la tecnología 5G", declaró Xi.
Huawei
se halla en una situación muy delicada desde que la administración del
presidente estadounidense Donald Trump prohibiera en mayo a las empresas
de su país vender material al grupo chino.
Esta decisión amenaza a
Huawei, un gigante industrial muy dependiente de los chips electrónicos
norteamericanos para su smartphones, según los expertos.
En plena guerra comercial con Estados Unidos, Xi Jinping fue recibido este viernes con todos los honores en el Foro.
El
presidente chino, que llegó el miércoles a Rusia, ya tuvo un
recibimiento fastuoso en el Kremlin, donde calificó a su homólogo ruso,
Vladimir Putin, de "mejor amigo", antes de acompañarlo al zoo de Moscú
para visitar a dos pandas regalados por China.
"El foro en 2019
ilustra claramente hasta qué punto el mundo se ha vuelto bipolar: la
misma semana, el presidente (estadounidense Donald) Trump toma el té con
la reina en Londres, y el presidente Putin recibe al presidente Xi en
San Petersburgo", destaca Chris Weafer, fundador de la sociedad de
asesoría Macro Advisory.
El acercamiento entre Moscú y Pekín --que
cumplen 70 años de relaciones diplomáticas-- se ha reforzado tras las
medidas tomadas por Estados Unidos contra los dos países, bajo forma de
sanciones o de guerra comercial.
Putin
instó a "redefinir el rol del dólar" en el sistema financiero mundial,
al considerar que la divisa estadounidense se había convertido en "un
instrumento de presión" utilizado por Washington.
"Es evidente que
estos cambios profundos (del sistema financiero, ndlr) exigen adaptar a
las organizaciones internacionales, redefinir el rol del dólar que,
tras haber sido una moneda de reserva, se ha transformado en un
instrumento de presión de su país emisor sobre el resto del mundo",
declaró Putin.
Rusia vive un período de fuertes tensiones con Estados Unidos, que le ha impuesto drásticas sanciones económicas.
Rusia
sigue siendo muy dependiente de la divisa estadounidense para sus
intercambios comerciales, en particular para los hidrocarburos que
representan una gran parte de sus ingresos.
Las autoridades rusas
dicen desde hace tiempo que quieren "desdolarizar" la economía rusa,
recurriendo a transacciones en monedas locales para sus intercambios con
socios como China.
La UE sigue siendo
el primer inversor en Rusia, por delante de Estados Unidos y China.
Pero en plenas tensiones entre Rusa y Occidente, los intercambios
comerciales entre Moscú y Pekín aumentaron un 25% en 2018, para llegar a
una cifra récord de 100.000 millones de dólares, según el Kremlin.
Rusia tiene gran
necesidad de atraer inversiones, como lo recordó el jueves Putin, sobre
todo en un contexto de ralentización económica a principios de año y una
pérdida de popularidad del presidente ruso.
Al principio de su
cuarto mandato, el año pasado, Putin anunció ambiciosos "proyectos
nacionales" de varios cientos de miles de millones de euros, que es
necesario financiar, y ello en un clima de negocios complicado.
El miércoles en el Kremlin se firmaron varios acuerdos
comerciales, en particular uno muy simbólico en el que se encarga al
gigante chino de telecomunicaciones Huawei el desarrollo de la 5G en
Rusia con el operador local MTS.
Charles Robertson, jefe
economista de Renaissance Capital, espera "grandes inversiones chinas en
Rusia" en los próximos años, especialmente en el marco de las nuevas
Rutas de la Seda, el gigantesco proyecto de Pekín.
Entre los
grandes proyectos que vinculan a Moscú y Pekín figura el gasoducto Power
of Siberia, gracias a una alianza de los gigantes ruso Gazprom y chino
CNPC, y que permitirá entregar gas ruso a China desde noviembre de 2019.
CNPC
y el Silk Road Fund poseen 29,9% (contra 20% para la francesa Total)
del proyecto de gas natural líquido Yamal LNG, del ruso Novatek, en la
Siberia ártica.
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