jueves, 27 de junio de 2019

El Banco Central recorta la previsión de crecimiento de Brasil en 2019 de 2% a 0,8%

BRASILIA.- El Banco Central de Brasil (BCB) recortó el jueves drásticamente su proyección de crecimiento en 2019 a 0,8%, desde 2% en marzo, debido entre otros factores al "retroceso de los índices de confianza de empresas y consumidores".

La revisión, que se alinea con las previsiones del mercado, expresa la decepción de los agentes económicos ante las dificultades del presidente Jair Bolsonaro de poner en práctica sus reformas promercado en su primer año de gobierno.
Recoge además la desaceleración del primer trimestre, cuando el PIB brasileño se contrajo 0,2% respecto al trimestre anterior. Fue la primera caída desde fines de 2016, cuando el país se aprestaba a salir de dos años de recesión.
A la crisis le siguieron dos años de crecimiento flojo, de apenas 1,1% tanto en 2017 como en 2018.
Según el "Informe trimestral de Inflación" del BCB, el único sector que no sufrió una degradación de sus perspectivas de crecimiento respecto a marzo fue la agricultura (+1,1%).
La proyección del crecimiento industrial fue recortada en cambio de 1,8% hace tres meses a 0,2% en la actualidad.
Y la del sector servicios cayó de 2% a 1%.
La revisión "refleja el desempeño de la economía en el primer trimestre de 2019, de una magnitud inferior a la esperada; la moderación en el ritmo de actividad (...) y el retroceso de los índices de confianza de las empresas y los consumidores, con impactos sobre las perspectivas de consumo e inversiones", sintetiza el BCB.
A inicios de año, tanto el gobierno como los mercados preveían un crecimiento en torno a 2,5% en 2019.
El gobierno ya redujo su previsión en mayo a 1,6% y debería revisarla de nuevo próximamente.
Los mercados, por su lado, rebajan sus proyecciones desde hace 17 semanas, según la última encuesta Focus realizada por el BCB con un centenar de inversores y analistas. La última encuesta preveía un crecimiento de 0,87%.
Los mercados sancionan principalmente las dificultades de gobierno para impulsar la reforma de las jubilaciones, considerada clave para reducir el déficit público, en un clima político marcado por las disputas entre los diferentes sectores que llevaron a la presidencial al exmilitar ultraderechista.
La popularidad del gobierno entre la opinión pública también se ha erosionado considerablemente desde enero.
En diciembre, a pocas semanas de asumir, el 64% de los brasileños tenía expectativas de que su gestión sería "buena o excelente", según un sondeo encomendado por la Confederación Nacional de Industrias (CNI) a la consultora Ibope.
La última encuesta de CNI-Ibope, divulgada este jueves, revela que actualmente apenas el 32% de los brasileños aprueba la gestión de Bolsonaro, frente a un portentaje idéntico de personas que lo consideran "malo" o "pésimo" y otro 32% que lo califica como "regular".

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