domingo, 2 de junio de 2019

China haría bien dejando en la funda el arma de las tierras raras

SINGAPUR.- Pekín haría mejor en dejar la pistola de tierras raras dentro de su cartuchera. China, que domina el suministro de minerales como el neodimio, ha insinuado que podría restringir las exportaciones a Estados Unidos. 

Sin embargo, una prohibición así sería difícil de implementar y los embargos han empujado en el pasado a que los compradores buscasen sustitutos. Y lo que es peor, usar estos elementos como arma arrojadiza podría minar la credibilidad que el gigante asiático necesita para explotar yacimientos en el extranjero.
Las tierras raras, como se denominan a 17 minerales cotizados por sus propiedades físicas, se utilizan en imanes, láseres, coches eléctricos, aplicaciones militares y más cosas. Y aunque no sean raros, no es frecuente encontrarlos concentrados en depósitos comercialmente viables.
Pekín, que ha arrinconado deliberadamente el mercado como cuestión de política, produjo casi el 70% de las tierras raras el año pasado y mantenía casi el 40% de las reservas según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Por lo tanto, esta nueva retórica dura no debería suponer una sorpresa. China usó su dominio como castigo en el mercado en 2010, cuando implementó un cupo de exportación no oficial durante una disputa territorial con Japón, decisión que provocó un aumento mundial en los precios.
En esta ocasión, la amenaza parece más oficial. El presidente chino Xi Jinping visitó una planta de tierras raras la semana pasada, lo que provocó un repunte de las cotizaciones de las compañías relacionadas. 
El poderoso organismo de planificación económica del país hizo comentarios amenazadores el martes, y un editorial del diario oficial del Partido Comunista recordaba al día siguiente la “incómoda” dependencia de Estados Unidos de las tierras raras chinas.
Las prohibiciones son fáciles de anunciar, pero difíciles de hacerlas cumplir, y no solo por el contrabando generalizado. China puede dejar de vender material bruto y procesado a Estados Unidos, pero las empresas estadounidenses aún pueden comprar a terceros en Malasia o Japón.
Es más peligroso para China a largo plazo, el riesgo de que los clientes encuentren sustitutos en el suministro. Durante las restricciones con Japón, por ejemplo, empresas muy afectadas como Panasonic, Hitachi, Honda se adaptaron, reciclando tierras raras en componentes existentes y reduciendo su empleo.
Pero hay otras áreas donde China está demostrando la previsión que hizo con las tierras raras. Ha estado invirtiendo fuertemente en elementos como el cobalto, el litio y el cobre, ingredientes necesarios para las baterías recargables de los coches eléctricos y otros productos, y para tecnologías de energías limpias.
Estos activos se extraen mayoritariamente fuera de China, por lo que convertir la riqueza mineral en un arma podría fácilmente incrementar la desconfianza en las empresas chinas si los políticos locales temen quedar atrapados en fuego cruzado.
Tianqi Lithium recibió presiones en Chile el año pasado y la hostilidad podría seguir subiendo. Quizás el precio a pagar podría ser demasiado alto.

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