miércoles, 12 de junio de 2019

Hacia una Economía Espiritual / Guillermo Herrera *

El tema del dinero es muy importante para las personas en todo el mundo. Algunos quieren tener mucho más de lo que tienen, y otros idealistas quiere librarse de él, pero probablemente casi todos consideran el dinero como una cuestión más material que espiritual. Esto es falso. El dinero en su mismo no es nada más que un medio (en realidad, un símbolo) de intercambio de bienes y servicios.

No hace falta ser un genio para ver que la economía se encuentra en un punto crítico. El capitalismo actual se basa en un crecimiento y expansión continuos que requieren recursos ilimitados. Existen energías alternativas que consumirían menos recursos, pero están ocultas o marginadas por los intereses petroleros. Además, el capitalismo y su continua expansión económica producen niveles de vida cada vez más altos para unos pocos privilegiados, pero no se mantienen al día los salarios de los trabajadores sin producir inflación.

NECESIDADES MÁS ALTAS
Para satisfacer las demandas de un estándar más alto y su mayor costo, las personas se ven obligadas a renunciar a sus necesidades más elevadas, como por ejemplo, la necesidad de que los niños tengan una madre que no trabaje fuera, o la necesidad de tiempo libre para buscar un significado de la vida.

La Humanidad enfrenta dos grandes desafíos: reconciliar nuestro ser material con el ser espiritual, y reconciliar las necesidades individuales con las necesidades colectivas. Al no haber reconciliado estas dos dimensiones de la vida humana, nos encontramos en guerra, exclusión social, sufrimiento, desilusión, ira, incapacidad de avanzar y muchos otros males.

Porque como señaló el psicólogo Abraham Maslow, además de esta necesidad básica, tenemos una jerarquía completa de necesidades. Un defecto importante de la economía capitalista es ignorar las necesidades más altas de la gente.

Mientras que el capitalismo es una economía de bienestar físico basada en la satisfacción de nuestras necesidades físicas condicionadas del ego, la economía idealista o espiritual debe ser una economía de bienestar holístico basada en la satisfacción de nuestras necesidades físicas y en la satisfacción de necesidades más elevadas como la exploración intelectual, artística o espiritual.

NUEVA CIENCIA
La economía espiritual es un estudio interdisciplinario que combina la psicología, la economía y la ciencia espiritual de distintas tradiciones para explicar por qué hay capitalismo de buitres, competencia despiadada, dificultades económicas interminables, explotación, inequidad y lucha en este mundo.

La economía espiritual explica por qué los métodos económicos actuales no pueden hacer nada para resolver estos problemas, revela la fuente real de nuestros problemas económicos, y explica la solución que puede crear una economía que sirva a todos. La economía espiritual también rastrea, y explica, la evolución histórica desde la economía del regalo, que se encuentra en muchas culturas indígenas, hasta la explotación económica despiadada que tiene lugar hoy.

En conclusión, no hay nada material que no tenga su origen en lo espiritual, ni nada espiritual que no se manifieste materialmente. Más aún, no hay nada que signifique avance individual independiente del avance colectivo porque viajamos todos en el mismo barco.

ABUNDANCIA
En una sociedad sostenible, la abundancia puede manifestarse de manera física como parte de una economía material, pero estar enraizada en una realidad espiritual, basada en una economía de la información que crece y se enriquece al compartirla. La información transmite conocimiento, el conocimiento da poder, y el poder bien entendido se puede aplicar a la creación de una economía próspera y solidaria, donde todos ganen y nadie pierda. Éste es el juego correcto.

El desarrollo espiritual también produce desarrollo material cuando se aplica el ingenio humano en crear bienes y servicios útiles para la sociedad, a semejanza del Cosmos donde todo lo que existe es abundancia por doquier.

Una vez que los líderes políticos y empresariales lo comprendan por completo, y se enuncian algunos principios para una nueva economía de base espiritual, entraremos en un periodo de rediseño de nuestro sistema económico, seguido de una reestructuración en un sistema sostenible, como existe en otras civilizaciones estelares.

PRINCIPIOS
  • Mantener, nutrir y proteger el planeta vivo y toda la vida dentro de él, incluidos los seres humanos, es el principio central de un nuevo sistema económico espiritual.
  • Todos en la Tierra tenemos derecho a una existencia saludable. Esto significa que cualquier sistema económico debe diseñarse para proporcionar a todos los elementos básicos de alimentos, vivienda, ropa, educación y atención médica.
  • Todos tienen derecho a ganarse la vida al contribuir con su donación al conjunto de la comunidad. El florecimiento espiritual y económico de cualquier sociedad se basa en las verdaderas contribuciones de cada individuo que son bienvenidas, recompensadas e integradas en el conjunto. Todos necesitamos sentirnos útiles a la sociedad con nuestro trabajo.
  • Aquellos con mayores dones deben dedicarse a ayudar a otros a desarrollar sus talentos y dones.
  • La salud y el bienestar de todo el sistema es esencial para la salud y el bienestar de cada individuo. El individuo y el todo están vinculados en una relación interdependiente de reciprocidad mutua.
  • Son insostenibles los sistemas rígidos que bloquean la circulación de riqueza en beneficio de unos pocos y a expensas de muchos. Una vez que se eliminen los bloqueos, la vida se auto-organizará en sistemas nuevos, más abiertos y de flujo libre, proporcionando una circulación completa a todas las partes del conjunto.
  • Los bienes y servicios imbuidos de intención y calidad espirituales tendrán una mayor demanda en una economía espiritual.



    (*) Periodista español

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