SHANGHÁI.- El Gobierno chino aseguró hoy que Estados Unidos, con sus
"exorbitantes demandas", es el responsable del estancamiento de las
negociaciones comerciales entre ambas potencias y confirmó que el
gigante asiático está dispuesto a seguir trabajando por alcanzar un
acuerdo que ponga fin a la disputa.
Un día después de
que entrara en vigor la última medida arancelaria que China lanzó como
respuesta a la impuesta por el Gobierno de Donald Trump, el gigante
asiático publicó hoy un documento en el que hace balance sobre lo
acontecido durante los últimos meses.
Así, el Gobierno chino niega las acusaciones de que haya
dado pasos atrás en las negociaciones comerciales con EEUU y asegura que
el principal escollo para avanzar es que ese país pide cada vez más.
"Cuanto
más se ofrece el Gobierno de los Estados Unidos, más quiere", se
asegura en el documento en el que se pide a Washington que asuma "la
responsabilidad" de que las conversaciones entre los dos países se hayan
estancado durante las últimas semanas.
Y es que la
versión de Trump de que China se ha echado atrás en algunos de los
acuerdos alcanzados es "totalmente infundada" e "irresponsable" y ha
sido EEUU quien "recurriendo a la intimidación y la coerción, persistió
con demandas exorbitantes".
En las más de diez rondas
de negociaciones, se añade, la administración de EEUU "siguió cambiando
sus demandas", mientras que "China ha cumplido su palabra durante las
consultas" y "ha enfatizado repetidamente que si se llega a un acuerdo
comercial, honrará sus compromisos con sinceridad y fidelidad".
Precisamente
este sábado entraron en vigor los últimos aranceles anunciados por
China hace unas semanas a productos estadounidenses por valor de 60.000
millones de dólares, una decisión que llegó después de que EEUU
aumentara los aranceles por valor de 200.000 millones de dólares a
productos chinos el pasado 10 de mayo.
La decisión
adoptada por Trump hace unas semanas de romper la tregua y poner nuevos
aranceles, así como otras peticiones que afectan a la soberanía china,
"solo sirvieron para retrasar la resolución de las diferencias
restantes" y están teniendo consecuencias para los dos países.
Durante
los primeros cuatro meses del año, se asegura en el texto, ha habido
una disminución en el volumen de exportación de China a EEUU del 9,7 %
interanual mientras que las exportaciones en sentido opuesto han
disminuido durante ocho meses consecutivos.
"La
posición de China ha sido consistente y clara: la cooperación sirve a
los intereses de los dos países, el conflicto solo puede perjudicar a
ambos y la cooperación es la única opción correcta para ambas partes",
se apunta.
Por ello, pese al estancamiento actual de
las negociaciones, China aseguró hoy que sigue dispuesta a trabajar para
encontrar soluciones al conflicto y alcanzar un acuerdo de beneficio
mutuo.
"Con respecto a sus diferencias y fricciones en
el frente económico y comercial, China está dispuesta a trabajar junto
con EEUU para encontrar soluciones y alcanzar un acuerdo mutuamente
beneficioso", se destaca en el documento.
Sin embargo,
esta cooperación "debe basarse en principios" y China no comprometerá
los suyos ya que, aunque "no quiere una guerra comercial", "no le teme a
una y la combatirá si es necesario".
En el texto,
China responde también a las acusaciones de EEUU de que el gigante
asiático roba propiedad intelectual para respaldar su propio desarrollo,
que considera una "fabricación infundada".
"Los
registros históricos confirman que los logros de China en innovación
científica y tecnológica no son algo que robamos o tomamos por la fuerza
de otros, sino que fueron ganados a través de la autosuficiencia y el
trabajo duro", se resalta, al tiempo que se asegura que China ha
establecido un sistema legal para la protección de la propiedad
intelectual "coherente con las normas internacionales vigentes" y que
"se adapta a las condiciones internas".
Aunque no de
un modo extenso, el documento hace referencia a uno de los casos más
polémicos de los últimos meses, el del gigante chino de las
telecomunicaciones Huawei, una empresa vetada por el Gobierno de Donald
Trump por, entre otras razones, acusaciones de espionaje.
"Recientemente,
la administración estadounidense impuso la 'jurisdicción de brazo
largo' y sancionó a Huawei y otras compañías chinas con la excusa de la
seguridad nacional, una decisión a la que China también se opone
firmemente", se apunta en el texto.
En unas duras
declaraciones, el pasado miércoles el secretario de Estado de EEUU, Mike
Pompeo, denunció que Huawei es un "instrumento" del Gobierno chino y
que ambos están "profundamente conectados", una idea desmentida en
varias ocasiones por la empresa multinacional.
Huawei,
que ha conseguido situarse a la cabeza del desarrollo de la tecnología
5G, presentó el pasado martes una demanda para pedir que sea levantada
el veto impuesto por Trump y que le impide acceder a la tecnología y el
mercado estadounidenses.
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