ASUNCIÓN.- La crisis que atraviesa el sector de
la soja paraguaya ha acentuado en las últimas semanas las voces que
desde el sector privado exigen al Gobierno que se abra a China como
solución a sus problemas, aunque Paraguay carece de relaciones con el
gigante asiático por su alianza con Taiwán.
La
petición la formalizó este lunes el gremio agrícola del sur del país en
una reunión con el ministro de Agricultura y Ganadería,
Denis Lichi, y el secretario de la Presidencia, Julio
Ullón, en la que analizaron las posibles soluciones a la crisis del
sector, cuya producción se redujo un 23,5 % desde enero.
Además
de solicitar una reestructuración de sus deudas, los productores
pidieron al Ejecutivo que abra una "oficina comercial" en Shanghái
(China) o, en su defecto, "buscar algún (tercer) país para acercarnos y
hacer negocios" con China, según explicó a los medios el presidente de
la Coordinadora Agrícola de Itapúa (CAI), Dante Servián.
Servián
remarcó el atractivo de ese mercado "especialmente" para las materias
primas alimentarias como el maíz, la carne vacuna y porcina o la soja,
rubro en el que Paraguay es el cuarto exportador mundial.
Al
respecto, el titular de Agricultura informó tras el encuentro de que el
Ejecutivo estudia las "posibilidades" de acercamiento a China y, aunque
no concretó la fórmula que utilizará, adelantó que "muy pronto vamos a
tener una puerta de acceso" a ese mercado.
El objetivo
de Paraguay es abrir el mercado chino a sus empresarios sin verse
obligado a renunciar a su relación diplomática con Taiwán, al que China
considera una provincia rebelde, y que tiene en el país suramericano a
su único aliado en la región.
Las voces que desde los
diferentes sectores productivos solicitan al Gobierno ese acercamiento
se acrecentaron en los últimos meses como una solución a la
desaceleración de la economía paraguaya, que según las previsión de
abril del Banco Central del Paraguay (BCP), crecerá un 3,2 % en 2019,
ocho décimas menos de lo que estimó en diciembre.
Los
últimos en reclamarlo públicamente, aunque no directamente al Gobierno,
fueron la patronal agrícola Unión de Gremios de la Producción (UGP) y,
en declaraciones a Efe, el directivo de la Asociación Rural del Paraguay
(ARP), Ricardo Felippo.
Desde la ARP, que agrupa a
los ganaderos del octavo exportador mundial de carne bovina, Felippo
señaló la pérdida de competitividad que supone esa falta de relaciones
frente a sus vecinos, que exportan gran parte de su producción a China.
En
el caso de la soja, la apertura a China permitiría a los productores
paraguayos reducir su dependencia de la cotización del grano en el
mercado de Chicago, donde en un año ha perdido cerca de un 20 % de su
valor, después de que las autoridades chinas aplicaran un arancel del 25
% a la soja estadounidense en el marco del conflicto comercial entre
ambas potencias.
La caída de precios coincidió este
año con una drástica bajada en la producción debida a las inclemencias
climáticas, lo que podría hacer perder al país entre el 1 y el 1,5 % de
su PIB, según explicaron recientemente a Efe fuentes del Centro de
Análisis y Estudios Económicos (Cadep) de Paraguay.
En
la reunión de este lunes, los productores amarraron del Gobierno el
compromiso de que trabajarán para reestructurar sus deudas a través de
los estatales Banco Nacional de Fomento (BNF) y Agencia Financiera de
Desarrollo (AFD).
El objetivo según el ministro Lichi
es dotar de liquidez a los empresarios para que puedan afrontar la
próxima campaña de siembra de la soja, que comienza en septiembre.
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