BRUSELAS.- El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, planteará este domingo
en la cumbre de líderes de la UE una propuesta para el reparto
institucional de cargos que optaría por la familia socialdemócrata
europea para la presidencia de la Comisión Europea (CE) en la próxima
legislatura.
En concreto, la propuesta consiste en situar al
socialdemócrata holandés Frans Timmermans al frente de la Comisión
Europea, relegando al aspirante del Partido Popular Europeo, Manfred
Weber, al Parlamento Europeo y reservando el mando del Consejo para un
representante liberal.
No se trata de un diseño firmado por Tusk, sino de un reparto
negociado en las últimas horas por Francia, Alemania, España y Países
Bajos en los márgenes del G20 que se ha celebrado en Osaka (Japón) y que
el presidente del Consejo ha trasladado este domingo a la Conferencia
de Presidentes de la Eurocámara, tras constatar que cuenta con una
“mayoría cualificada” en el Consejo, según han informado diversas
fuentes europeas.
Tusk no ha mencionado expresamente ni a Timmermans ni a Weber, pero
ha informado de que hay “un socialdemócrata que cuenta con una mayoría
cualificada en el Consejo” y ha recordado que en la cumbre de hace una
semana dos de los cabeza de lista a las europeas de mayo no quedaron del
todo descartados.
Además, la presidencia del Consejo la ocuparía un
representante de la familia liberal y la Alta Representación de Política
Exterior de la Unión Europea sería también para un miembro del PPE, que
obtendría dos de los cuatro puestos de los que hablaron, en
compensación por renunciar a la Comisión Europea.
El reparto para los altos cargos de las instituciones comunitarias
que se renovarán el próximo otoño incluye también la presidencia del
Banco Central Europeo, aunque este puesto, que pesa también en los
equilibrios ha tener en cuenta, no se ha tratado en el encuentro de Tusk
con la Eurocámara.
Tusk ha avisado en su encuentro con los eurodiputados que este
equilibrio será el “punto de partida para la discusión” y no una apuesta
personal, mientras que los jefes de grupos en la Eurocámara le han
avisado de que cualquier nombre distinto al de los cabeza de lista se
enfrentaría al rechazo en el Hemiciclo que tiene que dar su visto bueno
al futuro jefe del Ejecutivo comunitario.
Los cuatro líderes de Alemania (populares), Francia (liberales),
España (socialdemócratas) y Holanda (liberales) pertenecen a alguna de
las tres grandes familias políticas que están disputándose los cargos,
que en su conjunto no se han pronunciado sobre esta propuesta.
Los
países del grupo de Visegrado (Hungría, Polonia, República Checa y
Eslovaquia) ya han anunciado su oposición a la candidatura de Timmermans
y, contando con el voto en contra de Italia que ha anunciado su
ministro del Interior y la abstención del Reino Unido por el “brexit”,
la propuesta no alcanzaría el mínimo requerido para superar el voto por
mayoría cualificada reforzada.
Según los datos oficiales del Consejo,
los 22 países restantes (que votarían sí) suman un 62,77 % de la
población europea, por debajo del 65 % que requiere este sistema.
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