sábado, 29 de junio de 2019

Empresas industriales alemanas reducen empleos, pero otros sectores contratan

BERLÍN.- Las empresas industriales alemanas reducen puestos de trabajo por los efectos de la guerra comercial entre EEUU y China y la incertidumbre del "brexit", pero otros sectores contratan empleados, por lo que no se prevé un aumento del desempleo.

Esta semana el fabricante automovilístico Opel, el grupo químico BASF, el grupo turístico TUI y la estadounidense Ford han anunciado fuertes recortes de empleo en todo el mundo, que afectan especialmente a Alemania.
Otras compañías como Volkswagen, Siemens, ThyssenKrupp o los grandes bancos Deutsche Bank y Commerzbank, reducen empleos desde hace tiempo.
El director de Encuestas del Instituto de Investigación Económica alemán (Ifo), Klaus Wohlrabe, dijo que estos recortes de empleos se deben a "cambios estructurales en las empresas, pero no van tener como consecuencia un aumento del desempleo en Alemania".
"El empleo va a seguir aumentando en Alemania, aunque no tanto como lo ha hecho los últimos años. Se van a contratar más empleados de los que se despiden", añadió Wohlrabe.
La confianza empresarial bajó en junio en Alemania, hasta el mínimo desde noviembre de 2014, porque las empresas son más pesimistas respecto a los próximos meses, debido a que la economía alemana se debilita.
En el sector manufacturero la confianza empresarial ha caído desde hace más de un año y aumenta el pesimismo entre las empresas industriales porque baja la entrada de pedidos.
La caída de la confianza empresarial se debe a que no hay signos de una mejora económica en China pese a los estímulos económicos aplicados, considera el economista jefe de Commerzbank, Jörg Krämer.
Las empresas exportadoras descartan que vayan a crecer sus exportaciones debido a las disputas comerciales.
"La industria automovilística muestra gran escepticismo y una mayoría espera que las exportaciones bajen. Lo mismo ocurre en la industria textil y de ropa", según los últimos datos del Ifo.
Actualmente, sólo los productores de alimentos y bebidas, la industria farmacéutica y otros fabricantes de vehículos esperan buenas exportaciones.
Ford quiere recortar 12.000 empleos en Europa hasta finales de 2020, principalmente mediante indemnizaciones, cerrará fábricas en Rusia, Francia y el Reino Unido y va a reducir turnos en sus plantas de ensamblaje en Saarlouis (Alemania) y en Valencia (España).
BASF, que emplea a 122.000 personas en todo el mundo, quiere recortar 6.000 empleos hasta finales de 2021, un 5 % de la plantilla mundial, la mitad de ellos en Alemania, pero dijo que contratará personal en la producción y digitalización.
Opel, que ahora es de la francesa Peugeot/Citroën, empezará a producir en 2021 el próximo Opel Astra en su planta alemana de Ruesselsheim, donde va a recortar 600 empleos con jubilaciones anticipadas y salidas voluntarias con indemnizaciones.
Volkswagen quiere recortar unos 5.000 empleos administrativos hasta 2023, pero evitando despidos forzosos.
A finales de 2016, un año después de que saliera a la luz la manipulación de las emisiones de gases en los vehículos diésel, Volkswagen anunció un recorte de 30.000 empleos hasta el 2020 en áreas convencionales en Alemania y en Sudamérica para ahorrar 3.700 millones de euros anuales y financiar la transición del motor de combustión al eléctrico y la digitalización.
Siemens recortará unos 5.600 empleos en todo el mundo en su división de gas y electricidad hasta el 2023, pero espera un aumento neto de su plantilla de unos 10.000 empleos a nivel mundial en el mismo periodo de tiempo pese a los despidos.
Normalmente las empresas no realizan despidos forzosos en Alemania, algo que sería muy costoso, y reducen personal con indemnizaciones, jubilaciones anticipadas disminuyendo la jornada a los trabajadores de más edad, y no contratando cuando alguien se jubila.
Wohlrabe considera que en la industria automovilística se producen cambios estructurales por el paso a los eléctricos y por ello desaparecen los puestos de trabajo industriales clásicos.
La economía es un proceso de transformación con despidos y contrataciones continuas.
El número de empleados aumenta en otros sectores, como los servicios y la construcción, que ha vivido un fuerte auge en Alemania en los últimos años, añade Wohlrabe.
La industria alemana se ha quejado desde hace tiempo de la falta de persona cualificado en áreas como la tecnología de la información, empresas artesanales y la construcción.
Ello se debe a que en el pasado muchos jóvenes no quisieron realizar formaciones profesionales en estas áreas y por ello ahora hay problemas estructurales de escasez de personal.

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