NIAMEY.- La Unión África, reunida
en Niamey, lanzará el domingo la "fase operacional" de la Zona de Libre
Comercio Continental (ZLEC), proyecto crucial para la emancipación
económica de África, que cuenta con el apoyo de la primera economía del
continente, Nigeria.
Los observadores señalan sin embargo que
este acontecimiento se trata de un espejismo ya que persisten largas y
ásperas negociaciones sobre la puesta en marcha progresiva de la Zlec,
que podría incluir potencialmente 55 países y 1.200 millones de
personas, para un PIB acumulado de más de 2,5 billones de dólares.
En la cumbre de Niamey, se debería saber en que país se
establecerá el secretariado de la Zlec --Ghana y Esuatini, la antigua
Suazilandia, están entre los candidatos--, pero las "negociaciones sobre
algunos puntos muy importantes no han terminado todavía", destaca Trudi
Hartzenberg, directora del centro jurídico sudafricano Tralac,
especialista en temas comerciales.
Este tratado tiene que
favorecer el comercio en el continente, atraer a inversores y permitir a
los países africanos emanciparse de la explotación de las materias
primas. La Unión Africana (UA) estima que su puesta en marcha permitirá
aumentar en cerca de 60% el comercio intrafricano de aquí a 2022.
Los
detractores del proyecto critican por su parte la falta de
complementariedad de las economías africanas y temen que las
importaciones a precios reducidos asfixien a los pequeños productores
agrícolas e industriales.
- "Varita mágica" -
Actualmente,
sólo el 16% del comercio de los países africanos se realiza entre otros
países del continente, y es esencialmente entre grupos económicos
regionales.
"África comercializa con el resto del mundo, pero no
comercializa con ella misma", lamenta Jakkie Cilliers, del Instituto
para los estudio sobre la seguridad, para quien una "zona de libre
comercio es casi un prerrequisito para la industrialización".
"La
puesta en marcha de la Zlec se hará poco a poco" durante varios años,
asegura Hartzenberg, añadiendo que el éxito de esta zona de libre
comercio depende mucho de la eliminación de los obstáculos llamados "no
tarifarios", a los que el tratado quiere consagrarse, como la
corrupción, la pésima calidad de las infraestructura o el tiempo de
espera en las fronteras.
Elissa Jobson, del grupo
de reflexión International Crisis Group, recuerda por su parte que el
"acuerdo (de libre comercio) entre Canadá y la Unión Europea fue
negociado durante siete años e implicaba por un lado un país y por otro
un grupo relativamente homogéneo de 28 países, y no 55 países que se
encuentran en niveles de desarrollo económico muy diferentes".
Jakkie
Cilliers reitera: "Llevará cerca de una década para que se noten los
efectos positivos. Todo no cambiará con un golpe de varita mágica".
Aunque 52 países firmaron el acuerdo de la Zlec desde su
creación en julio de 2018, el tratado no podía entrar en vigor sin la
ratificación de 22 países como mínimo. Actualmente 25 países lo
ratificaron, entre ellos varios pesos pesados del continente, como
Sudáfrica, Egipto, Kenia o Etiopía.
Pero hasta hace poco al
proyecto le faltaba el apoyo de la primera economía africana, Nigeria y
su mercado de unos 190 millones de habitantes.
Nigeria, cuya
economía se basa esencialmente en las exportaciones de petróleo, impulsó
las primeras negociaciones sobre la Zlec, pero el proteccionismo ganó
terreno debido a una grave recesión en 2016 y 2017. Finalmente, la
presidencia anunció el miércoles que el tratado sería firmado durante la
cumbre de la UA.
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