WASHINGTON.- El representante de Comercio Exterior
de Estados Unidos, Robert Lighthizer, declaró hoy que el objetivo de la
Casa Blanca es alcanzar un acuerdo "específico" con China que pueda ser
"implementado", lo cual supondría "un punto de inflexión" en la
relación económica entre ambas potencias.
"Si podemos
rematar esta faena y podemos alcanzar una solución satisfactoria al
importantísimo problema de aplicación -así como a otras preocupaciones-,
podríamos alcanzar un acuerdo que nos permita alcanzar un punto de
inflexión en nuestra importante relación económica con China", declaró
Lighthizer.
El funcionario, que encabeza la delegación estadounidense
que negocia un acuerdo con Pekín, compareció este miércoles ante el
Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes para
informar de los avances en las conversaciones, que llevaron la semana
pasada a Washington a aplazar la imposición de nuevos aranceles.
"Los
asuntos sobre la mesa son demasiado serios como para ser resueltos
mediante promesas de compras adicionales. Necesitamos nuevas reglas",
sostuvo el representante, quien recalcó en varias ocasiones que un
acuerdo deberá encarar la necesidad de que los asiáticos lleven a cabo
cambios estructurales.
"Lo que quiere el presidente
(Donald Trump) es un acuerdo que, en primer lugar, pueda ser
implementado y que cambie el patrón de sus prácticas comerciales",
explicó.
Lighthizer subrayó que, "tras años de
inacción gubernamental", la Administración estadounidense está
realizando "progresos reales", pero recordó que en el pasado también se
firmaron acuerdos con China que al final no fueron respetados por el
gigante asiático.
"Nuestra esperanza es lograr un texto específico, en asuntos específicos, y que pueda ser implementado", insistió.
Asimismo,
el representante defendió la estrategia de negociación de Trump que,
afirmó, ha situado Washington en una posición ventajosa gracias a la
imposición de aranceles sobre las importaciones chinas, una medida que,
no obstante, ha generado inquietud en los mercados y el rechazo de
algunos legisladores.
Durante su testimonio,
Lighthizer no dudó en cargar contra el Congreso al calificar la
audiencia de "pérdida de tiempo" y comentar que, en caso de alcanzar un
acuerdo final vinculante con Pekín, la Casa Blanca no tiene intención de
someterlo a la votación de las cámaras.
"El
presidente tiene la autoridad constitucional de alcanzar acuerdos
ejecutivos (...). Necesitamos tener la capacidad de adoptar medidas
proporcionales de manera unilateral para garantizar que les tenemos (a
los chinos) en una situación en la que se ciñen al guión establecido",
sentenció.