MADRID.- La victoria del socialista Pedro Sánchez en las elecciones españolas ha supuesto un chute de energía para sus compañeros de la familia socialdemócrata europea que se enfrenta a las urnas en menos de un mes y temían ser arrasados por la derecha.
El resurgir de los socialistas en un gran país europeo ha supuesto un
alivio para la familia socialdemócrata que ha visto como el
anti-europeísmo y la extrema derecha han ido ganado posiciones por todo
el continente en los últimos años.
Después de una campaña
electoral marcada por el nacionalismo español y en la que apenas se
habló de Europa, Sánchez se dirigió a los vecinos europeos en la noche
electoral mientras le aclamaban sus seguidores frente a la sede del
partido.
“La socialdemocracia tiene un gran futuro porque tiene
un gran presente y España es un ejemplo de ello. Formaremos un gobierno
pro-europeo para fortalecer y no debilitar Europa”, dijo entre vítores
de sus seguidores.
Pese a no tener una clara mayoría
parlamentaria, Sánchez ha multiplicado sus apoyos, pasando de 84 a 123
diputados, a una enorme distancia del resto, lo que le sitúa como el
único político capaz de formar Gobierno en España.
Aunque la
extrema derecha tendrá grupo parlamentario por primera vez en España
desde que llegó la democracia, apenas tuvo un respaldo del 10 por ciento
de los votos, lo que por ahora mantiene a raya el movimiento en el
país.
“Esta es una victoria para la solidaridad, la equidad, el
diálogo, la igualdad, la sostenibilidad”, tuiteaba Frans Timmermans, un
socialista holandés que se postulaba en el Parlamento Europeo el 26 de
mayo. “Esto es lo que muchos europeos anhelan”.
El comisario
europeo de Economía, Pierre Moscovici, un socialista francés, felicitó a
Sanchez al tuitear que España había elegido a la izquierda reformista
europea. “Ese es el camino a seguir”, dijo.
“Su
victoria (de Sánchez) muestra que se puede contar con socialdemócratas
en Europa”, dijo el titular alemán del SPD, Ortsverein Achim.
El
término socialdemocracia se usa de forma extensiva en toda la Europa
continental para describir ideologías de izquierda o centro izquierda
que creen en regular los efectos del libre mercado con políticas que
fortalezcan el estado del bienestar.
Los esfuerzos de Europa
para una mayor integración y cooperación se han visto amenazados en los
últimos años por la lenta recuperación de la recesión, ayudando a los
populistas a tomar como bandera la irritación contra Bruselas. Algunas
de las consecuencias han sido el Brexit o la crisis de los partidos
tradicionales en Francia e Italia.
El Partido Demócrata de
centro-izquierda de Italia sufrió una paliza en las elecciones de 2018,
ganando solo el 19 por ciento, mientras el anti-establishment Movimiento
5 Estrellas y la Liga de extrema derecha tomaron el poder.
En
Francia, el apoyo de los socialistas se ha derrumbado alrededor del
cinco por ciento desde que Emmanuel Macron llegó al poder, dejándolo
como un partido menor.
Alemania ha sido gobernada por la conservadora Angela Merkel durante años.
Pero
la recuperación de Sánchez puede haber cambiado la tendencia. Los
líderes socialdemócratas europeos que llamaron a Sánchez para
felicitarle vieron su victoria como un éxito para el resto del grupo y
un aliento para sus posibilidades en las elecciones al Parlamento
Europeo, según una fuente de Moncloa.
“Esta
es la mejor noticia que los socialdemócratas han recibido en mucho
tiempo”, dijo Ignacio Molina, investigador del think tank Elcano
Pero
además, esta victoria también tendrá consecuencias importantes para el
peso de España en las instituciones europeas y en la zona del euro.
España
está a punto de ser el partido con más europarlamentarios dentro del
grupo socialista europeo, a la espera de ver qué sucede con el partido
laborista británico, que puede tener un número mayor de actas pero con
un peso poco claro en pleno proceso del Brexit.
Dentro del grupo
parlamentario europeo, los españoles tienen opiniones diferentes
respecto a la integración europea, que son partidarios de acelerar con
medidas como un seguro de desempleo común o una completa integración del
sistema financiero, y también tienen una diferente sensibilidad con la
inmigración.
“Vamos a ser determinantes de cara a la investidura
del presidente de la Comisión Europea y por supuesto a los distintos
espacios institucionales”, aseguró el eurodiputado socialista Jonás
Fernández.
La remontada de los socialdemócratas había comenzado ya en el país vecino, Portugal.
El
primer ministro socialista, Antonio Costa, ha gobernado Portugal desde
2015 con el apoyo de los partidos de extrema izquierda. De acuerdo con
las encuestas, después de haber logrado un fuerte crecimiento y revertir
la austeridad desde la crisis de la deuda, Costa está cerca de ganar la
mayoría en una elección general en el otoño.
España se convierte
por tamaño en el país más importante con un primer ministro socialista.
En la actualidad solo Portugal, Suecia, Eslovaquia y Malta tienen ese
tipo de líder. Finlandia está negociando un Gobierno donde un socialista
sería el líder y en las próximas elecciones de Dinamarca lidera las
encuestas para tener una mujer socialista como primera ministra.
Además, Grecia y Rumanía tienen gobiernos que de facto son de izquierdas y se pueden encuadrar en la socialdemocracia.
Pero
la pregunta sigue siendo si esto llevará a un cambio en los países más
grandes de Europa. Por ahora, al menos, hay más esperanza antes de las
elecciones al Parlamento Europeo.
“Ahora sabemos que no estamos
solos en nuestro esfuerzo por defender y cambiar Europa”, dijo
Pierfrancesco Majorino, un candidato del Partido Demócrata de
centroizquierda de Italia para el Parlamento Europeo.
“Necesitamos
ver un gran aumento en la izquierda que contrarreste a los
nacionalistas y los liberales”, asegura el líder socialista francés
Olivier Faure. “Los socialistas están mostrando un renacimiento en
España después de ser burlados y dados por muertos”.