FRÁNCFORT.- Ante el bache de la economía de la eurozona este año, los riesgos para la estabilidad financiera de una zona euro tambaleante van en aumento, según dijo el miércoles el Banco Central Europeo, que destacó una larga lista de vulnerabilidades que van desde la burbuja inmobiliaria hasta la elevada deuda pública y el Brexit.
La brusca ralentización del crecimiento de los 19 miembros del bloque
monetario el último año, sumada a la guerra comercial mundial, podrían
erosionar aún más la confianza inversora, aumentando el riesgo de un
pernicioso aumento de la volatilidad.
“Los desafíos a la
estabilidad financiera aumentan ante los riesgos de que las previsiones
económicas no se alcancen”, dijo el BCE en su Informe de Estabilidad
semestral.
“De materializarse los riesgos a la baja, es probable que
aumenten los costes de financiación de las deudas soberanas más
vulnerables, lo que podría resucitar las preocupaciones sobre la
sostenibilidad de la deuda”.
Al hilo de las preocupaciones del
BCE, se espera que la UE tome medidas disciplinarias contra Italia la
próxima semana por infringir las normas fiscales comunitarias, a pesar
de que la italiana sea una de las mayores deudas acumuladas del bloque.
“La falta de disciplina fiscal, el retraso de las
reformas fiscales y estructurales, e incluso la revocación de reformas
anteriores, pueden reavivar las presiones sobre las deudas soberanas más
vulnerables”, dijo el BCE sin nombrar a Italia, pero aludiendo al
aumento de la prima de riesgo del país.
Señalando
otro peligro, el BCE dijo que los bancos probablemente generarán un
rendimiento sobre su capital de alrededor del 6% en los próximos dos o
tres años, con una gran proporción de entidades crediticias incapaces de
obtener el coste del capital o los rendimientos esperados del 8-10%
requeridos por los inversores.
La debilidad de los resultados
bancarios es especialmente preocupante, ya que las entidades de crédito
son las transmisoras de la mayor parte de las medidas de estímulo del
BCE, al depender las empresas de la financiación bancaria en un grado
mayor que de los mercados de valores.
Asimismo, el BCE advirtió
que los mercados inmobiliarios empiezan a mostrar signos de una ligera
sobrevaloración, lo cual es motivo de preocupación, ya que el descenso
del endeudamiento de los hogares tras la crisis parece haberse
ralentizado significativamente.
Para contener la inflación, el
BCE planteó la posibilidad de obligar a los bancos a retener más capital
con el fin de complementar medidas nacionales tales como los colchones
anticíclicos.
“El BCE también está siguiendo la evolución de los
mercados inmobiliarios y podría complementar las medidas preventivas
nacionales basadas en capital si fuera necesario”, añadió.
Si
bien la zona euro está relativamente bien preparada para resistir el
Brexit, la salida de Reino Unido sin un acuerdo afectaría al crecimiento
económico y probablemente provocaría fuertes oscilaciones financieras,
ya que los inversores no han reflejado adecuadamente en los mercados el
riesgo de tal escenario, añadió el BCE.
“Combinadas con un
impacto a través de los canales comerciales, las posibles perturbaciones
de los mercados financieros en un escenario [de Brexit] sin acuerdo
suponen un riesgo importante para el crecimiento del PIB de la zona del
euro”, añadió el BCE.