"La
Asean se enfrenta a retos sin precedentes como el cambio climático, la
competencia comercial, brechas de desarrollo y dispares amenazas de
seguridad, así como transformaciones económicas y cambios sociales a
raíz de la cuarta revolución industrial", señaló el primer ministro
tailandés, Prayut Chan-ocha, en su discurso de apertura.
El líder político de Tailandia, país que esta edición
acoge la presidencia rotatoria del bloque, conminó a sus homólogos de la
Asean a "prepararse ante las incertidumbres" y trabajar para convertir
"los retos en oportunidades por el beneficio de la población".
La
Asean -creada en 1967 y formada por Birmania, Brunéi, Camboya,
Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam- es
un firme partidario del multilateralismo y espera convertirse para 2030
en el cuarto bloque económico más importante del mundo.
Para
ello los ministros de Asuntos Exteriores y los titulares de Economía de
las diez naciones de la Asociación del Sudeste Asiático conversaron
este sábado sobre la manera de dar un impulso común a la Asociación
Económica Integral Regional (RCEP), un tratado de libre comercio que
crearía la alianza económica más grande del mundo al aunar casi el 40 %
del PIB mundial.
Las conversaciones sobre el RCEP,
donde participan las naciones de la Asean junto con Australia, China,
India, Japón, Corea del Sur y Nueva Zelanda -con una población conjunta
de 3.400 millones de personas-, está previsto que concluyan a final de
año.
Bajo el lema "avanzando juntos hacia la
sostenibilidad", el bloque busca en Bangkok progresar en medidas
favorables al medioambiente mientras varios países de la región
refuerzan sus leyes entorno a la prohibición de importar residuos no
reciclables.
Durante la cumbre, los países esperan
además firmar la bautizada como "Declaración de Bangkok sobre la basura
en los mares" para atajar el problema de la polución de los océanos en
algunos de los países que más contaminan las aguas.
Los mandatarios de la Asean continuarán durante el domingo con su sesión plenaria.
La basura de los mares
Los líderes del Sudeste Asiático intentan este fin de
semana en Bangkok aprobar una declaración sobre la basura de los mares
para atajar el problema de la polución de los océanos y avanzar en un
megatratado comercial con las grandes potencias de la región.
La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que inició hoy
en la capital tailandesa su sesión plenaria, pretende hacer frente a
este problema mientras cuatro de sus miembros -Indonesia, Filipinas,
Vietnam y Tailandia- están considerados, junto a China, como los
responsables de la mitad de la contaminación de plástico de los océanos.
"La ASEAN se enfrenta a retos sin precedentes como el
cambio climático, la competencia comercial, brechas de desarrollo y
dispares amenazas de seguridad, así como transformaciones económicas y
cambios sociales a raíz de la cuarta revolución industrial", declaró el
primer ministro tailandés, Prayut Chan-ocha, en su discurso de apertura.
Bajo el lema "Avanzando juntos hacia la sostenibilidad", el bloque
busca en Bangkok progresar en medidas favorables al medioambiente
mientras varios países de la región refuerzan sus leyes para prohibir la
importación de residuos no reciclables.
Durante la
cumbre, los países esperan firmar la bautizada como "Declaración de
Bangkok sobre la basura en los mares" para atajar el problema de la
polución de los océanos en algunos de los países del mundo que más
contaminan las aguas.
De cara a la cumbre de este fin
de semana, el grupo ecologista Greenpeace pidió a los líderes del
Sudeste Asiático "la inmediata prohibición de todas las importaciones de
residuos plásticos", así como reducir el plástico de un solo uso y
promocionar la economía circular que no produzca desechos, entre otras
medidas.
Desde que China prohibió en 2018 la
importación de residuos plásticos no reciclables, los envíos se
trasladaron en gran parte a países del Sudeste Asiático como Malasia,
Filipinas e Indonesia.
La ASEAN -creada en 1967 y
formada por Birmania, Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos,
Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam- es un firme partidario del
multilateralismo y espera convertirse para el año 2030 en el cuarto
bloque económico más importante del mundo.
Para ello,
los ministros de Exteriores y los titulares de Economía de las diez
naciones de la Asociación del Sudeste Asiático conversaron este sábado
sobre la manera de dar un impulso común a la Asociación Económica
Integral Regional (RCEP), un tratado de libre comercio que crearía la
alianza económica más grande del mundo al aunar casi el 40 % del PIB
mundial.
Las conversaciones sobre el RCEP, donde
participan las naciones de la ASEAN junto con Australia, China, Corea
del Sur, la India, Japón y Nueva Zelanda -con una población conjunta de
3.400 millones de personas-, está previsto que concluyan a final de año.
La portavoz del Ministerio tailandés de Exteriores, Busadee
Santipitaks, también señaló a los medios que los mandatarios buscarán un
consenso sobre el "Código de Conducta en el Mar de China Meridional",
región donde algunos de los países de la ASEAN mantienen un contencioso
territorial con China.
El presidente filipino,
Rodrigo Duterte, indicó anoche en Manila antes de partir hacia la
capital tailandesa que no es correcto que China reclame "un océano
entero", unas reclamaciones soberanistas que chocan con las pretensiones
de Filipinas, Vietnam, Malasia y Brunéi, y además de Taiwán.
Los líderes políticos también conversarán sobre la crisis rohinyá,
desatada en 2017 por la operación del Ejército birmano en el oeste del
país y que provocó la huida a Bangladés de unos 728.000 miembros de esta
minoría étnica no reconocida por Naipyidó.
Al
respecto, el ministro malasio de Exteriores, Saifuddin Abdullah, pidió
hoy a sus homólogos llevar a los tribunales a los responsables de esta
crisis, que representantes de la Naciones Unidas calificaron como
"limpieza étnica con marcas de genocidio".
Un tema
espinoso debido al "principio de no interferencia en asuntos internos"
que rige en el bloque y por el que hasta ahora Birmania, encabezada en
la cita por la premio Nobel de la Paz y líder de facto del Gobierno,
Aung San Suu Kyi, ha mantenido un estricto veto.
Los mandatarios de la ASEAN tiene previsto continuar durante el domingo con su sesión plenaria.