sábado, 29 de junio de 2019

Los agricultores europeos se levantan contra el reciente acuerdo Unión Europea-Mercosur


BRUSELAS.- Los agricultores europeos alzaron la voz de inmediato contra el acuerdo comercial que la UE y el Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) cerraron el viernes por la noche en Bruselas, que amenaza, según ellos, su actividad.

En cuanto se anunció el acuerdo, empezaron a proliferar tuits y comunicados furibundos, en contraste con las amplias sonrisas de los negociadores europeos y sudamericanos, satisfechos por este "histórico" compromiso tras 20 años de discusiones.
La Copa Cogeca, el principal sindicato agrícola de la UE, criticó "una política comercial de doble rasero y con doble vara de medir", que aumenta "la brecha entre lo que se le pide a los agricultores europeos y lo que se tolera a los productores de Mercosur", cuyas normas sanitarias y medioambientales no son las mismas que en Europa.
En Alemania, Joachim Rukwied, responsable del principal sindicato agrícola, Deutscher Bauernverband, declaró que el acuerdo es "totalmente desequilibrado" y que pondrá en peligro "muchas explotaciones agrícolas familiares".
"Unas semanas después de las elecciones europeas, es inaceptable la firma de un acuerdo Mercosur-UE que expondrá a los agricultores europeos a una competencia desleal y a los consumidores a un engaño total", tuiteó la jefa del primer sindicato agrícola francés, FNSEA, Christiane Lambert.
El acuerdo, uno de los más importantes del mundo, pues afectará a 770 millones de personas e implicará un cuarto del PIB mundial (18 billones de euros), ha generado fuertes dudas sobre su aplicación.
En este contexto tenso, la necesaria aprobación de los 28 Estados miembros y del Parlamento Europeo parece más incierta que nunca.
A ellos se suma la carta abierta que firmaron recientemente 340 oenegés europeas y sudamericanas, incluyendo Greenpeace y Friends of the Earth, Amigos de la Tierra, en la que criticaban las negociaciones en otros dos frentes: el medio ambiente y los derechos humanos, debilitados por la política del presidente brasileño Jair Bolsonaro (ultraderecha), según ellas. 
Para lograr un compromiso, el Mercosur tuvo que abrir su puertas a la industria europea, particularmente a la de la automoción, pero también a los sectores químico y farmacéutico, así como sus mercados públicos.
A cambio, la UE facilitará el acceso a su mercado los cuatro países sudamericanos ávidos de vender azúcar, etanol, carne de ave y de ternera.
Con el acuerdo, Mercosur podrá exportar a la UE unas 99.000 toneladas de carne de ternera con un tipo preferencial de 7,5%, lo que debilitará la posición de los ganaderos europeos.
En Francia, ese sector, muy dependiente de las subvenciones europeas, considera que no lograrán competir con las "fábricas de carne" latinoamericanas.
Y más aún teniendo en cuenta las diferencias en las prácticas de ambos continentes, que no les favorece: mientras que en la UE cada vez hay más normas medioambientales, en América se usan antibióticos como hormonas del crecimiento y soja modificada genéticamente. 
Asimismo, la principal organización de agricultores de Italia, Coldiretti, advirtió de los "graves riesgos alimentarios" en algunos países de Mercosur.
Como respuesta, el comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan, prometió el viernes por la noche una "ayuda financiera" de hasta 1.000 millones de euros "en caso de perturbación del mercado", si bien admitió que el texto implica "algunos desafíos para los agricultores europeos".
Su compatriota, el ministro irlandés de Agricultura, Michael Creed, afirmó estar "muy decepcionado" por "el importante contingente arancelario" sobre la ternera, justo cuando el sector "enfrenta una gran incertidumbre".
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que se trataba de un "buen" acuerdo pero avisó que Francia estará "vigilante".
En el plano medioambiental, el francés se declaró satisfecho porque el texto -todavía no publicado- recoja una referencia explícita al Acuerdo de París sobre el clima, y que garantice, según él, "el respeto" de las normas medioambientales y sanitarias de la UE.

¿Qué prevé el acuerdo comercial entre la UE y Mercosur?

BRUSELAS.- El acuerdo comercial cerrado el viernes entre la UE y los países de Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay), que debe permitir aumentar considerablemente los intercambios entre ambas regiones, también incluye garantías para contrarrestar sus potenciales efectos negativos. 

Estos son algunos de los principales puntos del texto.

- Aranceles -
A largo plazo, el acuerdo eliminará el 91% de los aranceles impuestos por Mercosur a los productos europeos, lo que la Comisión evalúa en 4.000 millones de euros.
Por su parte, la UE suprimirá el 92% de las tasas que aplica actualmente a los bienes sudamericanos que llegan a su territorio.
En la industria, los aranceles de Mercosur se irán eliminando progresivamente para los vehículos (35%), las piezas de repuesto (14 a 18%), los equipos industriales (14 a 20%), los productos químicos (hasta 18%), la ropa (hasta 35%) o los productos farmacéuticos (hasta 14%). 

- Agricultura -
En los productos agrícolas, se eliminarán las tasas de Mercosur sobre el vino (27%), el chocolate (20%), los licores (del 20 al 35%), la pesca en conserva (55%), las bebidas con gas (20 a 35%) o las aceitunas.
En cuanto a los quesos y los productos lácteos de la UE, se beneficiarán, según el comisario europeo para la Agricultura, Phil Hogan, de "amplias cuotas" sin tasas.
En cambio, la UE abre su mercado a los productos agrícolas sudamericanos -su concesión más fuerte- a través de las cuotas: 99.000 toneladas de ternera al año con un tipo preferencial (7,5%), una cuota suplementaria de 180.000 toneladas para el azúcar y otra de 100.000 toneladas para la carne de ave. 

- Salvaguarda -
El acuerdo incluye un "mecanismo de salvaguarda" que autoriza a la UE y a Mercosur a imponer medidas temporales para reglamentar las importaciones si se produce un aumento inesperado y significativo, susceptible de "causar un perjuicio grave a su industria".
Unas garantías que se aplican a los productos agrícolas. 

- Denominaciones protegidas -
Mercosur se compromete a proteger 357 "indicaciones geográficas" europeas como el jamón de Parma, el champán, el Oporto o el whisky irlandés.
La UE también protegerá algunas denominaciones de América del Sur como la cachaça brasileña o el vino argentino de Mendoza. 

- Salud -
La Comisión Europea asegura que "nada en el acuerdo modifica la forma en la que la UE adopta y aplica sus normas de seguridad alimentaria", ya sea para productos europeos o importados.
El acuerdo recoge una referencia al "principio de precaución", para garantizar que las autoridades públicas puedan "actuar para proteger la salud humana, animal o vegetal, o el medio ambiente, frente a cualquier riesgo detectado, incluso aunque el análisis científico no sea concluyente". 

- Medio ambiente -
El texto incluye un capítulo sobre el desarrollo sostenible que cubre "la gestión sostenible y la conservación de los bosques, el respeto de los derechos de los trabajadores y la promoción de una gestión responsable de los casos".
Se refiere explícitamente al Acuerdo de París sobre el clima.
Según la Comisión, ambas partes "se comprometen a luchar contra el cambio climático y a trabajar en la transición hacia una economía durable de baja intensidad de carbono".
Esto incluye "un compromiso para luchar contra la deforestación", un punto importante para las oenegés, que acusan a Brasil de destruir la selva amazónica.
Según la Comisión, este capítulo "comportará normas claras y rigurosas, así como un mecanismo de evaluación independiente e imparcial de esas cuestiones por un grupo de expertos", que no fue detallado. 

- Mercados públicos -
Los países de Mercosur abrirán por primera vez sus mercados públicos a las empresas europeas, un avance decisivo para la UE.
En concreto, las empresas de la UE podrán presentar su candidatura en los concursos de licitación, en condiciones de igualdad con las empresas de Mercosur.

Macron dice que el "buen" acuerdo comercial entre la UE y Mercosur cumple las demandas de Francia

PARÍS.- El presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo el sábado que el borrador de un acuerdo comercial entre la Unión Europea y el bloque de países sudamericanos Mercosur es “bueno” y cumple con demandas francesas clave. 

La UE y el Mercosur acordaron un tratado de libre comercio el viernes, concluyendo dos décadas de negociaciones entre los bloques.
Francia, que ha expresado regularmente sus preocupaciones sobre el riesgo de un aumento de las exportaciones agrícolas sudamericanas a Europa, recibió con beneplácito las provisiones que protegen las certificaciones de origen geográfico europeas para productos alimenticios y limitan las exportaciones de carne y azúcar de Mercosur, dijo Macron.
“Considero que este acuerdo, en esta etapa, es uno bueno dado que las demandas que hemos hecho han sido tomadas en cuenta por los negociadores”, sostuvo durante una conferencia de prensa al cierre de una cumbre del G-20 en Japón.
Macron había amenazado esta semana con no firmar el acuerdo comercial entre la UE y Mercosur si Brasil se retiraba del acuerdo climático de París.
El presidente francés dio la bienvenida al compromiso que expresó su par brasileño, Jair Bolsonaro, con el acuerdo de París en la cumbre del G-20, que dijo permitió que el comunicado final reiterara el respaldo del grupo al acuerdo climático, con la excepción de Estados Unidos.

Donald Trump y los intereses individuales desvirtúan el G20

OSAKA.- La figura de Donald Trump, que multiplica las reuniones bilaterales así como los intereses individuales frente a la cooperación internacional, están desvirtuando el G20, un foro fundado en 2008 para aportar una respuesta conjunta a la crisis mundial.

La reunión anual de las 20 mayores economías del mundo, avanzadas y emergentes, celebrada el viernes y el sábado quedó copada por la esperadísima reunión entre el presidente estadounidense Donald Trump y su homólogo chino Xi Jinping, enfrascados en una guerra comercial.
"Se trata de la segunda cumbre del G20 en la que el principal acontecimiento es una cita que no tiene nada que ver con el G20", dijo Thomas Bernes, del Centre for International Governance Innovation, un grupo de reflexión canadiense, en referencia a la cumbre de Buenos Aires del año pasado donde Trump también fue la estrella.
En Osaka, los dos días de cumbre estuvieron marcados por una serie de entrevistas cara a cara que dejaron en la sombra las sesiones de trabajo común, mientras que los países de la Unión Europea seguían sus propias negociaciones para renovar los puestos de poder en Bruselas.
Trump solo pareció atender a sus intereses y este sábado, antes de su reunión con Xi Jinping, lanzó en Twitter por sorpresa una invitación al líder norcoreano Kim Jong Un para reunirse con él en la frontera entre las dos Coreas. Más tarde se entrevistó con el príncipe heredero saudita, Mohamed Bin Salmán, un "amigo".
El viernes, el primer día de la cumbre, la atención estuvo focalizada en las polémicas bromas que Trump intercambió con Vladimir Putin sobre cuestiones sensibles.
En general, el G20, un grupo de países que representan más del 85% del PIB mundial y dos tercios de la población del planeta, tiene dificultades en los últimos años para conseguir un consenso en torno a la defensa de objetivos comunes.
El tradicional comunicado final, hasta ahora un puro trámite, se ha convertido en un rompecabezas desde la llegada de Trump al poder en 2017.
En la primera reunión de este foro, en 2008, los dirigentes de 20 países (Sudáfrica, Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Turquía y la Unión Europea) defendieron el "multilateralismo", una vaga promesa pero que tenía consenso en ese momento y ahora parece ahora imposible de mantener.
"Los conflictos bilaterales, en particular entre Estados Unidos y China, amenazan con erosionar de manera sensible el sistema de comercio mundial fundado en reglas y construido durante varias décadas", afirma Adam Slater, un analista de Oxford Economics.
Otra de las grandes crisis del planeta, el cambio climático, no consigue hallar consenso dentro del G20.
"El Acuerdo de París [contra el cambio climático] marcó un hito pero el paisaje de la política mundial cambió de manera espectacular, en particular desde el principio de la presidencia Trump", comentó Takehiko Yamamoto, profesor honorífico en la Universidad Waseda de Tokio.
Los miembros del G20 concluyeron el sábado en Osaka un acuerdo sobre el clima, exceptuando Estados Unidos, como en las dos últimas cumbres.
"Las consecuencias lamentables sobre el cambio climático subrayan los límites del G20, están en el mismo barco pero con intereses diferentes", afirma Yamamoto.
"Los japoneses, a causa de sus propias preocupaciones con Estados Unidos y Corea del Norte, no quisieron contrariar a los estadounidenses. Se vio en el comercio y el clima", apunta Bernes, explicando que la situación fue similar en Argentina y podría repetirse en la cumbre del año que viene, en Arabia Saudita.
"Estoy seguro de que adoptarán la misma posición, que consiste en no poner a Turmp en una situación difícil. Lo que significa que el resto del G20 se quedará en la estacada", afirma, pidiendo "explorar nuevos modelos de cooperación, plurilaterales o regionales".

El G20 no critica el proteccionismo y advierte de una desaceleración mundial

OSAKA.- Los líderes del Grupo de las 20 principales economías advirtieron el sábado sobre los crecientes riesgos para la economía mundial, pero no llegaron a criticar el proteccionismo y sólo pidieron un ambiente de comercio justo y libre, después de conversaciones que algunos describieron como difíciles. 

En un comunicado, al final de una reunión de dos días en la ciudad de Osaka en el oeste de Japón, los líderes dijeron que el crecimiento mundial seguía débil y que el riesgo era que se ralentice, en la medida en que aumenta la tensión comercial y geopolítica.
“Nos esforzamos por lograr un ambiente de inversión y comercio libre, justo, no discriminatorio, transparente, predecible y estable, y mantener nuestros mercados abiertos”, dijeron en una cumbre, en la que por segunda vez se abstuvieron de insistir en la necesidad de resistir el proteccionismo.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, enfatizó en que los líderes del G20 tenían mucho en común, como el reconocimiento compartido de la necesidad de que el grupo siga siendo un motor clave del crecimiento global.
“El G20 estuvo de acuerdo en los principios fundamentales que respaldan un sistema de libre comercio”, dijo Abe, quien agregó que el grupo también prometió un compromiso más activo para mejorar el sistema de solución de controversias de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Al preparar la declaración del G20, Japón, que presidió las reuniones, buscó un terreno común entre Estados Unidos, que se opone al lenguaje que denuncia el proteccionismo, y otros países que quieren una respuesta más decidida contra la tensión comercial.
“No hubo decisiones innovadoras, pero (...) todos los participantes confirmaron su aspiración de seguir trabajando para mejorar el sistema de comercio mundial, incluida la aspiración de trabajar en la reforma de la OMC”, dijo el presidente ruso, Vladimir Putin, en una conferencia de prensa el sábado.

El futuro del acuerdo nuclear depende de Europa, según la TV estatal iraní

TEHERÁN.- Depende de Europa proteger a Irán de las sanciones de Estados Unidos y evitar que siga disminuyendo el cumplimiento del acuerdo nuclear de 2015 con las potencias mundiales, dijo el sábado la televisión estatal iraní, a pocos días de que se cumpla el plazo de un ultimátum de Teherán. 

El enviado de Irán a una reunión de los signatarios restantes del acuerdo nuclear dijo el viernes que los países europeos habían ofrecido muy poco en las negociaciones de última hora para persuadir a Teherán para que renuncie a su plan de superar los límites impuestos por el tratado.
Estados Unidos se retiró unilateralmente del acuerdo en 2018 y volvió a imponer sus sanciones contra Irán.
Teherán dejó de cumplir con parte de sus compromisos del acuerdo el 8 de mayo. Dijo que suspendería otras obligaciones después de otros 60 días, lo que significa a comienzos de julio.
“La pelota está en la cancha de Europa. ¿Acaso París, Londres y Berlín van a desechar una posibilidad bajo la influencia de (el presidente de Estados Unidos, Donald) Trump, o usarán las oportunidades restantes para cumplir sus promesas y actuar en sus compromisos (bajo el acuerdo nuclear)?”, dijo la televisión estatal iraní en una editorial.
Irán pronto superará el límite de uranio enriquecido establecido bajo su acuerdo nuclear, después de que los socios restantes del pacto no satisfacieron las demandas de la república islámica de protegerla de las sanciones de Estados Unidos, informó el sábado la agencia de noticias semioficial Fars, citando a una “fuente informada”.
“Como la reunión de la comisión en Viena no pudo satisfacer las justas demandas de Irán (...) Irán está decidido a recortar sus compromisos en el acuerdo, y el límite de 300 kilogramos de uranio enriquecido pronto se superará”, dijo Fars que la fuente declaró al diario Khorasan.
El 17 de junio, Irán dijo que superaría dentro de 10 días el límite del tamaño de su inventario de uranio de bajo enriquecimiento.
Irán ha criticado reiteradamente los retrasos de los países europeos para crear un mecanismo comercial que sirva eludir las sanciones económicas de Estados Unidos.

De vuelta a la mesa, China y EEUU acuerdan retomar la negociación comercial

OSAKA.- Estados Unidos y China acordaron reanudar sus negociaciones comerciales y Washington convino no imponer más aranceles a las exportaciones chinas, lo que apuntó a una tregua en la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo. 

Al comentar la disputa sobre los negocios de la empresa china Huawei, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que las firmas estadounidenses podrán vender componentes al mayor fabricante de equipos de redes de telecomunicaciones del mundo porque no suponía un problema de seguridad nacional.
La tregua ofreció un respiro en una disputa comercial de casi un año, en la que ambos países han impuesto aranceles el uno al otro con un costo de miles de millones de dólares por la interrupción de líneas mundiales de fabricación y suministro y la tensión en los mercados globales.
“Retomaremos y veremos qué sucede”, dijo Trump a periodistas después de una reunión de 80 minutos con el presidente chino Xi Jinping durante la cumbre de líderes del Grupo de las 20 (G20) principales economías, en Osaka en Japón.
Trump dijo que si bien no eliminaría los aranceles de importación existentes, se abstendría de imponer nuevos a productos chinos por unos 300.000 millones de dólares.
“Estamos congelando los aranceles y van a comprar productos agrícolas”, dijo en una conferencia de prensa, sin dar detalles. “Si llegamos a un acuerdo, será un evento histórico”, agregó, sin comprometer plazos.
Trump dijo además que el Departamento de Comercio de Estados Unidos se reunirá en los próximos días para revisar si retira a Huawei de una lista de empresas a las que se les prohibió comprar componentes y tecnología a compañías de Estados Unidos sin la aprobación del gobierno.
China se mostró complacida con la medida. “Si Estados Unidos hace lo que dice, entonces, por supuesto, le damos la bienvenida”, dijo Wang Xiaolong, enviado del Ministerio de Relaciones Exteriores chino para asuntos del G20.
Huawei ha sido sometida a un escrutinio durante más de un año por las acusaciones de Estados Unidos de que sus routers, switchs y otros equipos podrían permitir a China espiar las comunicaciones en Estados Unidos.
“El retorno a las negociaciones es una buena noticia para la comunidad empresarial y ofrece la certidumbre que tanto necesita una relación que se deteriora lentamente”, dijo Jacob Parker, vicepresidente de operaciones de China en el Consejo Empresarial Estados Unidos-China.
“Ahora viene el arduo trabajo de encontrar un consenso sobre los temas más difíciles de la relación, pero con un compromiso del liderazgo, esperamos que esto vuelva a las partes a un camino sostenido hacia una solución”, dijo.
Algunos, sin embargo, advirtieron que la tregua podría no durar. 
“Incluso si hay una tregua este fin de semana, aún es probable una ruptura posterior de las conversaciones seguida por una escalada mayor”, había dicho Capital Economics en un comentario el viernes antes de la reunión bilateral.
El encuentro de alto nivel era seguido con atención para ver si aliviaría las tensiones o arrastraría a las dos economías más grandes del mundo a una guerra comercial más profunda.

Gobierno y oposición de Venezuela retomarán conversaciones

CARACAS/OSAKA.- El gobierno del presidente Nicolás Maduro y la oposición liderada por Juan Guaidó retomarán discusiones para buscar una salida a la crisis política y económica, dijeron el sábado tres fuentes familiarizadas con el asunto. 

Aún no se define si el encuentro será en la capital noruega de Oslo o en Barbados, dijo una de las fuentes.
Las otras dos indicaron que la cita esta prevista para la semana entrante.
Las partes, a instancias de Noruega, se reunieron en Oslo en mayo, pero no llegaron a un acuerdo que pudiese dar una salida la crisis del país de la OPEP, que ha provocado la mayor migración en la historia reciente de América Latina con el éxodo de unas 4 millones de personas desde 2015, según la ONU
Pocos detalles se han conocido del encuentro del mes pasado entre los funcionarios del gobierno Maduro y representantes de Guaidó, quien en enero invocó artículos de la Constitución para proclamarse presidente encargado por considerar ilegítimo al mandatario venezolano.
El Gobierno no ha comentado sobre nuevas reuniones. El Ministerio de Comunicación no respondió de inmediato una solicitud de comentario.
Guaidó dijo el viernes en un mensaje de Twitter que ante el respaldo que han recibido “nos corresponde avanzar: informo al país que, ante nuevos y significativos planteamientos de la comunidad internacional, iniciaré una ronda de consulta con líderes nacionales e internacionales”, pero no dio detalles. 

Los BRICS piensan en vías de solución

El bloque BRICS, integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, discutió cómo podría ayudar a encontrar una solución negociada a la crisis política en Venezuela, dijo el sábado el viceministro ruso de Finanzas, Sergei Storchak.
El funcionario dijo a periodistas durante la cumbre del G20, en Osaka en Japón, que a los BRICS les gustaría “llevar a las partes en disputa a la mesa de negociaciones”.

El acuerdo UE-Mercosur, una bocanada de aire fresco para el gobierno de Macri

BUENOS AIRES.- El acuerdo comercial alcanzado por la Unión Europea y el Mercosur al cabo de 20 años de negociaciones es una bocanada de aire fresco para el gobierno del liberal Mauricio Macri, en plena campaña por su reelección y con la economía en recesión.

El entusiasmo en el gobierno argentino es tal que el propio Macri difundió un mensaje de WhatsApp en el que su canciller Jorge Faurie, con la voz entrecortada y al borde del llanto, le anunció emocionado desde Bruselas que se había logrado el acuerdo.
Como un predicador, Macri sostiene desde la campaña que lo llevó a la presidencia que Argentina debe abrirse al mundo, por lo que, en medio de una crisis con alta inflación, caída de la actividad económica y aumento de la pobreza, el mandatario celebra el acuerdo como un triunfo.
"Macri llegó con la intención de cambiar la dinámica económica de Argentina. Ha tenido como compromiso desde el inicio de su mandato abrir la economía. Este es un momento sumamente importante para Argentina", opinó Jason Marczak, del centro de estudios Atlantic Council, con sede en Washington.
"Siempre hay interrogantes sobre la sostenibilidad de las políticas en Argentina. Pero este acuerdo va a asegurar un nuevo paso para abrir el mercado argentino. Es una señal para las empresas y para los consumidores", analizó.
Argentina ejerce actualmente la presidencia pro témpore (rotativa) del Mercosur, integrado además por Brasil, Paraguay y Uruguay.
Para los cuatro países miembros de la alianza, una de las principales ventajas será la exportación de 99.000 toneladas de carne bovina libres de aranceles a la UE cada año.
Los países sudamericanos podrán además exportar con arancel cero sus cuotas de carne de res a la UE que ya tenían en el marco de la OMC (29.000 toneladas para Argentina, 14.000 para Brasil y 6.000 para Uruguay) y que estaban tasadas al 20%.
Aunque aún resta un largo camino por recorrer antes de que el acuerdo entre en vigor, en Argentina hay inquietud en la industria automotriz y en el sector de la pequeña y mediana empresa, que además atraviesan por un periodo de ventas bajas debido a la recesión.
La historia de las negociaciones está plagada de dificultades y escepticismo. Pero 2016, con el inicio de la gestión de Macri en Argentina y de Michel Temer en Brasil, marcó un nuevo impulso al acuerdo, tras más de una década de reticentes gobiernos izquierdistas en esos países.
"Argentina fue uno de los primeros países que reemplazó a un gobierno de corte 'populista' con uno promercado en diciembre de 2015", evocó Bruno Binetti, profesor en la universidad Torcuato Di Tella, de Buenos Aires.
En ese contexto, la elección presidencial de octubre próximo "se ve como un test crucial para la agenda de reformas económicas en toda América Latina". 
"Otros gobiernos promercado e instituciones como el FMI consideran que un regreso de la expresidenta (Cristina) Kirchner (candidata a la vicepresidencia) al poder sería un retroceso, por lo que han hecho todo lo posible por respaldar a Macri en un momento crítico", señaló Binetti.
Matías Carugati, de la consultora Management & Fit, considera que el acuerdo implica "de alguna manera un espaldarazo a la política exterior de Macri".
"Las buenas relaciones internacionales que desarrolló, incluso en el G20 (que presidió en 2018), son quizás el mayor logro de su gobierno", evaluó.
Desde la cumbre del G20 en Japón, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, publicó en Twitter un video en el que aparece junto a Macri "celebrando" el "acuerdo histórico" con la UE.
"Nuestra alianza tiene un potencial enorme y dará mucha alegría a nuestros pueblos", dice el texto que acompaña el video en el que ambos mandatarios se muestran muy alegres.
Es pronto para saber si el acuerdo beneficiará electoralmente a Macri, castigado por la crisis económica. El presidente marcha segundo en las encuestas, detrás de la fórmula del peronismo de centro-izquierda de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
Pero la ocasión no será desaprovechada en el contexto electoral. "El acuerdo UE-Mercosur es un paso fundamental de nuestra política de inserción inteligente en el escenario internacional", dijo el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica. 
"Antes, Argentina estaba cerrada al mundo. En 2015 éramos la tercera economía detrás de Nigeria y Sudán, y teníamos acuerdos comerciales con tan solo el 10% del PBI mundial", detalló.
Fernández, en cambio, no tardó en criticar. "No queda claro cuáles serían los beneficios concretos para nuestro país. Pero sí queda claro cuáles serían los perjuicios para nuestra industria y el trabajo argentino", dijo el aspirante presidencial en un mensaje de Twitter.
"Un acuerdo así no genera nada para festejar sino muchos motivos para preocuparnos", añadió.

La UE supera los temores en agricultura y cierra otro hito comercial con Mercosur

BRUSELAS.- La Unión Europea ha consolidado con el Mercosur otro hito en su política comercial que se suma a los acuerdos conseguidos con Canadá y Japón en los últimos años, que sin embargo se antojaba utópico por los 20 años de negociación que ha precisado y las férreas líneas rojas de los europeos en agricultura.

Abrir las puertas al "granero del mundo", como fuentes diplomáticas calificaban al mercado formado por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, implicaba riesgos para los productores europeos que desde el principio de la negociación vinieron advirtiendo de que había que velar por sus intereses.
Los primeros intercambios de ofertas de acceso a mercados, prometidos como inminentes desde que las negociaciones se retomaron en 2010 tras haber estado estancadas desde 2004, tardaron otros seis años en llegar dado lo sensible que la industria agroalimentaria es para los dos bloques.
Finalmente, como en toda gran negociación comercial, los asuntos más sensibles agroalimentarios solo se resolvieron al final y gracias a una maratoniana semana de reuniones a nivel técnico, pero también político en Bruselas.
Francia encabezaba las advertencias, junto a otros grandes productores de carne, como Irlanda o Polonia.
La solución ha sido "equilibrada", según explicó este viernes el comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan, quien reconoció no obstante que la UE tuvo que hacer "significativas concesiones".
Las cuotas establecidas a lo largo de cinco años para la carne de pollo y vacuno y el azúcar parecen haber satisfecho a los países europeos, que podrán exportar sin aranceles vinos y lácteos, especialmente quesos, sometidos estos a cuotas, además de ver protegidas 370 indicaciones geográficas en el Mercosur.
"Este acuerdo es el mayor que la UE ha concluido jamás y finalmente abrirá un mercado de 266 millones de consumidores que quieren tener acceso a bienes y servicios europeos a precios competitivos", celebró hoy la patronal europea, BusinessEurope.
Europa ingresará sin aranceles productos de sectores clave, como automoción, maquinaria, químicos o farmacéuticos, antes fuertemente gravados.
Las cámaras de comercio europeas, representadas en Eurochambres, también habían urgido a "aprovechar la oportunidad" y cerrar el acuerdo.
Desde Osaka (Japón), donde participaban en la cumbre del G20, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el de Argentina, Mauricio Macri, al frente de la presidencia "pro tempore" del Mercosur, ensalzaban el acuerdo en una apoteosis del libre comercio que chocaba con el proteccionismo propugnado por su homólogo estadounidense, Donald Trump.
Han hecho falta "muchos líderes con buena voluntad para transformar esta realidad", según destacó Macri, aludiendo a la confluencia, tras 20 años, de mandatarios dispuestos a llegar hasta el final de la negociación, incluido el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, pese a las dudas que suscitó sobre su apoyo al acuerdo al llegar al cargo.
Con el acuerdo con el Mercosur, la Comisión Europea ha cerrado su tercer gran tratado comercial durante su mandato de cinco años, que concluye a finales de octubre.
El del Mercosur permitirá a los exportadores europeos ahorrarse 4.000 millones de euros anuales en aranceles, mientras que el sellado con Japón se queda en 1.000 millones y el logrado con Canadá, en 600 millones.
Entre los detractores del acuerdo, en todo caso, se situaban las organizaciones agrarias y cooperativas comunitarias (Copa-Cogeca), que veían inasumible el impacto acumulativo del pacto considerando otros acuerdos comerciales existentes y previstos.
También organizaciones ecologistas como Greenpeace denunciaron que la UE realizara acuerdos comerciales que "benefician a grandes empresas que codician oportunidades de exportación".
La Comisión Europea ha asegurado, no obstante, que el acuerdo garantiza que todos los firmantes cumplan los más altos estándares laborales y medioambientales, incluido el acuerdo de París contra el cambio climático.
En el caso de Brasil, eso implica el compromiso de detener la deforestación ilegal de la Amazonía y reforestar 12 millones de hectáreas para 2030 y, por parte de la UE, de reducir sus emisiones nacionales al menos en un 40% para 2030.

El Mercosur sella con la UE un pacto crucial para el futuro del bloque suramericano

BUENOS AIRES.- El histórico acuerdo de asociación estratégica que el Mercosur y la Unión Europea sellaron este viernes crea una de las mayores áreas de libre comercio del mundo, un pacto crucial para el futuro del bloque suramericano, que necesita ampliar su inserción internacional.

El acuerdo, alcanzado en Bruselas tras 19 años de complicadas negociaciones, llega, además, en un contexto global de tensiones comerciales, protagonizadas por China y Estados Unidos.
Para el Mercosur -bloque creado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay-, un pacto con los Veintiocho representa nuevas oportunidades comerciales con un mercado de 500 millones de consumidores -con un PIB per cápita promedio de 34.000 dólares- y que ya es su segundo socio comercial.
Según datos de la Comisión Europea, en 2018 la UE exportó bienes a Mercosur por 45.000 millones de euros e importó desde el bloque suramericano por 42.600 millones de euros.
La UE es, por otra parte, el mayor inversor extranjero en el bloque suramericano, un mercado de 260 millones de personas.
"El acuerdo permitirá fomentar el comercio entre ambos bloques y también mejorar el marco institucional para el aliento de inversiones de empresas europeas en nuestra región", señaló Marcelo Elizondo, presidente del capítulo argentino de la Internacional Society for Performance Improvement (ISPI) y director general de DNI Consultores.
La intención de buscar este pacto quedó plasmada en un acuerdo marco de cooperación firmado en 1995 y que entró en vigencia en 1999, pero formalmente las negociaciones técnicas se iniciaron en Buenos Aires en abril de 2000.
Desde entonces, se han celebrado algo más de una treintena de rondas de negociación, un proceso complejo, incluso con impases por largos años.
La dilatación de las conversaciones se explica por los fuertes intereses sectoriales que han primado durante mucho tiempo, en particular en ciertos productos agrícolas e industriales y en cuestiones ásperas, como las denominaciones de origen, a lo que se han sumado períodos de tensiones políticas diversas que han desviado la atención y restado prioridad al proceso negociador.
Las conversaciones se reanudaron por última vez en mayo de 2016 con un intercambio de ofertas y desde entonces se celebró una quincena de reuniones de negociación, la última de ellas la celebrada esta semana en Bruselas.
En los últimos tres años ha sido notable el "empujón" político de alto nivel para cerrar el acuerdo que, además del impacto económico que representará para ambos bloques, constituye todo un mensaje para las renovadas corrientes proteccionistas en diferentes puntos del mundo.
La guerra comercial entre actores de peso global como Estados Unidos y China es una muestra de esta tensión en el sistema multilateral de comercio basado en reglas que tanto la UE como Mercosur bregan por defender.
"El pacto con la UE nos pone en el conjunto de quienes siguen apoyando en el planeta la apertura internacional, que son mayoría. Hay algunos que elevan aranceles, pero a la vez muchos otros que los reducen", apuntó Elizondo.
El pacto llega además en momentos en que el bloque suramericano se encontraba imbuido en una mirada introspectiva, explorando alternativas para "modernizar" el funcionamiento de la unión aduanera.
Aunque las críticas al interno del Mercosur no son nuevas -por años Paraguay y Uruguay, las economías más pequeñas del bloque, expresaron quejas a sus socios por las asimetrías sufridas-, hace un año todos sus miembros coinciden en una insatisfacción generalizada por los frutos magros del proceso integrador.
El comercio intra-regional ha perdido peso, a lo que se sumó un cierto clima de frustración por la demora en las negociaciones con la UE y la incapacidad para sellar otros acuerdos comerciales de peso.
En este contexto, de hecho, algunos socios llegaron a plantear la necesidad de flexibilizar las normas del bloque hasta el punto de permitir a los miembros negociar acuerdos comerciales en forma bilateral, por afuera del Mercosur.
Ahora, el pacto con la UE no solo le da nuevo oxígeno a la dinámica interna del bloque suramericano, sino un horizonte más promisorio de oportunidades comerciales, en particular para economías en problemas, como la de Argentina, sumida en recesión desde hace un año, y la de Brasil, con tibio crecimiento en 2018.
Según Elizondo, el acuerdo es para "celebrar", especialmente para Argentina y Brasil, "que tienen índices de participación del comercio internacional en sus economías que equivalen apenas al 60 % del promedio mundial", y, a la vez, en particular para Argentina, que "tiene un stock de inversión extranjera que implica solo 3,5 % del total hundido en Latinoamérica".
La UE es ya el segundo mayor socio comercial de Mercosur, representando el 20,1 % del comercio total del bloque suramericano en 2018.
Las mayores exportaciones de Mercosur a la UE en 2018 fueron manufacturas agrícolas, como alimentos, bebidas y tabaco (20,5 % del total), productos vegetales como la soja y el café (16,3 %) y carnes y otros productos animales (6,1 %).
Según el Gobierno de Argentina, país que preside este semestre el Mercosur, el acuerdo mejorará las condiciones de acceso de bienes y servicios al mercado europeo, con un tiempo de transición para la apertura comercial de los países suramericanos a los bienes y servicios que les exporte la UE.
Según lo firmado, para los países del Mercosur los plazos de desgravación arancelaria para el ingreso de productos europeos se extenderán, en promedio, en períodos de 10 y hasta 15 años, mientras que la UE aceptó plazos de desgravación para importaciones desde el Mercosur de forma inmediata.
Las exportaciones de la UE a Mercosur incluyen maquinaria (26,8 % del total de las colocaciones concretadas en 2018), equipos de transporte (13,3 %) y productos químicos y farmacéuticos (23,6 %).
Según Argentina, una vez que entre vigencia el acuerdo, los consumidores suramericanos también se beneficiarán por el acceso a una oferta europea "más diversa y de mayor calidad" de productos a precios más competitivos.

Las principales cámaras empresariales argentinas celebran el acuerdo entre Mercosur y la UE

BUENOS AIRES.- La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) y la Sociedad Rural Argentina, las dos principales cámaras empresariales del país, celebraron hoy el acuerdo de libre comercio que firmaron la Unión Europea y el Mercosur el pasado viernes por la apertura global que acarrea para la nación.

Este pacto, que establece un vínculo entre los países integrantes de la UE y los del Mercosur -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay-, eliminará la mayor parte de los aranceles a las exportaciones europeas al mercado suramericano.
La Cámara Argentina de Comercio y Servicios señaló que se trata de un acuerdo "trascendental" a nivel mundial por la envergadura de las partes involucradas y que está "en línea" con los principios de su institución, que incluyen la libertad económica y la integración de Argentina en el mundo.
"El nuevo acuerdo permitirá al Mercosur acceder al mercado de la mayor economía del mundo, generar condiciones para diversificar el patrón de exportación e incentivar la radicación de inversiones en diversos sectores productivos", manifestó la CAC en un comunicado.
La cámara empresarial recordó que la UE es el principal inversor en Argentina a nivel internacional y calculó que este Acuerdo de Asociación Estratégica hará que se duplique el comercio dentro del Mercosur.
Asimismo, destacó que esta alianza servirá para "disciplinar" el funcionamiento del bloque Mercosur para adecuarlo a los estándares internacionales de comercio y las reglas de la Organización Mundial de Comercio.
"La trascendencia del acuerdo radica en que la Unión Europea representa alrededor del 18 % del comercio total del Mercosur con el mundo, mientras que el bloque suramericano tiene una ínfima participación en el intercambio de la Unión Europea a nivel global, al representar apenas el 1 % de su comercio total", detalló la institución.
Por su parte, la Sociedad Rural Argentina felicitó a los negociadores argentinos, tanto a los actuales como a los anteriores, que trabajaron en la firma del pacto y estimaron que "mejorará el acceso de un número importante de productos argentinos de distintos sectores al mercado europeo".
"El acuerdo es histórico porque, con él, Argentina pasa de tener acuerdos comerciales con 13 países a tenerlo con 40 naciones", valoró en un comunicado el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Daniel Pelegrina.
Según la organización, la alianza es "particularmente relevante" para la producción alimenticia argentina porque los europeos son "los consumidores del planeta que más gastan per capita en alimentos".
"La historia nos demuestra que el comercio es uno de los caminos más certeros hacia el desarrollo de las naciones, y con el desarrollo viene la paz. Porque cuando hablamos de comercio, hablamos también de la oportunidad de afianzar las relaciones entre nuestros pueblos", señaló Pelegrina.

Argentina se polariza ante el acuerdo entre la UE y el Mercosur

BUENOS AIRES.- Diversas voces empresariales y económicas de Argentina entraron en debate este sábado a través de diferentes medios, después de que ayer la Unión Europea y el Mercosur acordaran conformar una de las mayores áreas de libre comercio del mundo tras 19 años de negociaciones.

El presidente argentino, Mauricio Macri, compartió por Twitter el "emocionado audio" que el canciller Jorge Faurie le envió ayer por WhatsApp ante el éxito del acuerdo.
"Presidente, lo felicito. En su presidencia se logró 20 años de negociación. Tenemos acuerdo Unión Europea-Mercosur", expresó Faurie con la voz entrecortada por la emoción.
En la misma red social, reaccionó a dicho mensaje la Asociación Nacional de Pequeños y Grandes Empresarios para expresar que "hay muchos motivos para llorar en la Argentina, pero de tristeza".
"Las Pymes son las que con estas políticas recibirán un golpe de gracia y quedarán fuera de competencia incluso en el ámbito de compras públicas", expusieron tras rechazar el acuerdo y considerar que las únicas beneficiadas del pacto serán "grandes multinacionales y el complejo agroexportador concentrado, en detrimento del trabajo y la industria local".
En contraposición intervino el dirigente de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Urtubey, quien a pesar de estar a favor del acuerdo criticó la desiformación por parte del Gobierno.
"En términos geopolíticos hablar de acuerdos o cercanías entre distintos mercados es algo positivo. Pero debo decir que nosotros carecemos de toda la información previa y por eso no conocemos la letra chica del acuerdo. Que nosotros no estemos informados, ya es un tema, no sabemos cuál es la posición del gobierno respecto a las políticas arancelarias de los sectores", expresó en declaraciones a Radio Delta.
El presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios, Daniel Funes de Rioja, también celebró el acuerdo e insistió en que todavía "hace falta ver la letra chica" para saber como impactará a los sectores que engloba su entidad.
"La UE tiene mucha estabilidad, con una moneda única y bajos niveles de inflación, de gasto público y de presión fiscal. Ahí partimos de una asimetría", declaró a La Nación tras objetar que el acuerdo "exige una estabilidad macroeconómica y previsibilidad sobre las reglas de juego para que haya simetría".
Por parte del secretario de Comercio Exterior de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa, José Luis Lopetegui, el pacto tiene "luces y sombras", pero subrayó que es positivo en cuanto a la mejora del "aislamiento virtual" que sostenía la región.
Con este nuevo acuerdo el bloque latinoamericano podrá negociar con 30 % del PIB mundial, un 20 % más de la capacidad que tenía antes, lo que a Lopetegui todavía le parece "poco" al mirar a Chile que tiene acuerdos con el 80 %.
El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Daniel Pelegrina, hizo hincapié en la necesidad que tienen los productores argentinos en estar en igual de condiciones con los productores europeos.
"El productor europeo recibe subsidios para poder seguir produciendo, todo lo contrario de lo que le sucede al productor argentino, que le sacan (cobran) por derechos de exportación y por retenciones. Así que eso va a tener que ir equilibrándose", dijo a Todo Noticias.
Además, insistió en que "Argentina tiene una competitividad suficiente para hacerle frente a cualquier mercado" por lo que no hay que "tener miedo".
Desde la mirada económica también hay miradas polarizadas.
El director del Centro de Economía Política Argentina, Hernán Letcher, opinó en su perfil de Twitter.
"El acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea va a debilitar el tejido industrial de la región, en donde Argentina se limitará a funcionar como un proveedor internacional de materias primas, sin posibilidad de diversificar sus exportaciones", asumió Letcher.
Sin embargo en la oposición, el economista Claudio Zuchovicki aseguró a Radio Nacional que el acuerdo "le dio vida al Mercosur" porque el bloque "ya no tenía sentido".

Putin asegura que Elton John se equivoca con el trato al colectivo LGTBI que se da en Rusia

OSAKA.- El presidente ruso, Vladímir Putin, dijo que el cantante británico Elton John está “equivocado” respecto a los derechos del colectivo LGBTI en Rusia, después de que el artista criticara al mandatario ruso por haber negado problemas de esta comunidad en el país.

“Lo respeto mucho, es un músico brillante, nos encanta escucharlo, pero creo que está equivocado”, dijo Putin en una conferencia de prensa al término de la cumbre del G20 en la ciudad japonesa de Osaka, según recoge la agencia rusa Interfax.
“No he distorsionado nada, porque tenemos una actitud muy equilibrada hacia los miembros de la comunidad LGBTI. Es (una postura) absolutamente tranquila, imparcial”, aseguró.
Elton John se mostró “profundamente molesto” en su cuenta oficial de la red social Instagram por una entrevista que dio Putin en vísperas del G20 al periódico británico “Financial Times”, donde dijo que los valores liberales han quedado obsoletos.
“Estoy en profundo desacuerdo con el punto de vista de que políticas que aceptan la diversidad multicultural y sexual han quedado obsoletas en nuestras sociedades. Encuentro un doble rasero en su comentario de que quiere que las personas LGBT “sean felices” y que “no tenemos ningún problema con eso” en Rusia, escribió Elton John en una carta abierta a Putin.
El artista calificó las palabras de éste de “hipócritas”, teniendo en cuenta además que la distribuidora rusa de “Rocketman”, película biográfica sobre Elton John, ha censurado varias escenas de sexo homosexual y consumo de drogas en el filme.
Putin dijo en la entrevista al “Financial Times” que “la idea liberal ha quedado obsoleta” y “está en conflicto con los intereses de la mayoría de la población”.
“O tomemos los valores tradicionales. No estoy intentando insultar a nadie, porque se nos ha condenado por nuestra presunta homofobia. Pero no tenemos problemas con las personas LGBT. Que vivan como quieran, pero algunas cosas nos parecen excesivas”, sostuvo Putin en vísperas del G20.
“Afirman ahora que los niños pueden adoptar cinco o seis géneros. No puedo ni decir qué géneros son esos, no lo sé. Que todos sean felices, no tenemos ningún problema con eso. Pero no se debe permitir que esto eclipse la cultura, las tradiciones y los valores familiares de millones de personas que conforman el núcleo de la población”, insistió el mandatario en la entrevista.
Este sábado indicó en respuesta a las críticas de Elton John que en Rusia existe “una ley por la que todo el mundo arremete contra nosotros, que prohíbe la propaganda homosexual entre menores“, y que él considera que es mejor que “las personas crezcan, se hagan adultas y después decidan quiénes son”.

Trump llega a Corea del Sur con expectativas ciertas de reunirse con Kim en la frontera

SEÚL.- El presidente de EE.UU., Donald Trump, llegó hoy a Corea del Sur con expectativas de reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong-un, en la militarizada frontera que separa ambos países para tratar de revitalizar el diálogo sobre desnuclearización.

Antes de llegar a Seúl, cuando se encontraba aún en la cumbre de líderes del G20 en Osaka (Japón), Trump envió un mensaje por la red social Twitter invitando a Kim a reunirse “unos dos minutos” con él durante la visita que tiene prevista el domingo a la zona desmilitarizada (DMZ) que separa ambas Coreas.
“Mientras estoy allí, si el líder Kim de Corea del Norte ve esto, ¡yo me reuniría con él en la Frontera/Zona desmilitarizada solo para estrecharle la mano y decir Hola (?)!”, escribió en Twitter.
El régimen no tardó mucho en responder por boca de su viceministra de Exteriores, Choe Son-hui.
En nota publicada por la agencia estatal KCNA, Choe calificó la propuesta de “muy interesante” y la consideró positiva para las relaciones bilaterales.
Aunque explicó que EE.UU. aún no había cursado una invitación oficial para que ambos mandatarios se reúnan en la DMZ, se da por hecho que el régimen acepta la proposición y que el encuentro se producirá el domingo.
Por si acaso, Trump dijo que no consideraría un mal gesto el que Kim no se presente.
“Nos han contactado muy rápido y quieren ver si podemos hacer algo, y no estamos hablando de una reunión larga, solo un saludo rápido”, indicó el presidente estadounidense poco antes de despegar desde Osaka rumbo a Seúl.
“No lo llamaremos una cumbre, lo llamaremos un apretón de manos, si ocurre. Creo que a él le gustaría hacerlo, y a mí no me importaría, porque mañana voy a estar en la DMZ”, agregó.
De este modo, no se espera que el encuentro tenga más contenido fuera de un apretón de manos o algún otro gesto simbólico como el mencionado por Trump, que dijo que no le importaría cruzar brevemente la divisoria y convertirse así en el primer presidente estadounidense en pisar jamás territorio norcoreano.
Por tanto, aunque se trataría de un encuentro más simbólico que sustancial, podría ser de vital importancia para demostrar que el dialogo sobre desnuclearización sigue vivo pese al desencuentro que protagonizaron ambas partes en la cumbre de Hanói de febrero.
En la capital vietnamita, Pionyang abogó por una desnuclearización gradual acompañada del progresivo levantamiento de sanciones, una oferta que Washington -que sostiene que no relajará sanción alguna mientras el régimen no elimine sus programas nuclear, de misiles y de armas químicas y biológicas- consideró inaceptable.
Desde entonces, Corea del Norte ha endurecido el tono, reclamando a EE.UU. retornar a la mesa con una postura más flexible, e incluso ha realizado dos pruebas de misiles.
Sin embargo, un reciente intercambio de cartas entre Kim y Trump, así como el viaje del presidente estadounidense a Corea del Sur han incrementado las esperanzas de que se puedan retomar las conversaciones e incluso convocar una nueva cumbre entre ambos líderes.
Tras haber aterrizado en la base aérea de Osan, 40 kilómetros al sur de Seúl, el inquilino de la Casa Blanca se ha dirigido al palacio presidencial, donde el presidente surcoreano, Moon Jae-in, le ha recibido con una cena.
Está previsto que Trump se reúna a primera hora del domingo con un grupo de empresarios surcoreanos antes de celebrar una cumbre con Moon, una figura clave en el acercamiento con Corea del Norte pese al aparente enfado de Pionyang con su vecino del sur al considerar que no ha hecho lo suficiente por ablandar a Trump en los últimos meses.
Se espera que el presidente estadounidense se dirija después a la DMZ, el área militarizada que divide a las dos Coreas.
Los dos países técnicamente siguen en guerra ya que el conflicto que las enfrentó entre 1950 y 1953, y en el que Washington lideró la coalición que apoyó a Seúl, se cerró con un alto el fuego en vez de con un tratado de paz.

Los líderes europeos intentan este domingo cerrar el reparto de altos cargos presionados por el calendario

BRUSELAS.- Los líderes de la Unión Europea se reúnen de nuevo este domingo para intentar lograr un acuerdo sobre el reparto de altos cargos de las instituciones comunitarias, en esta ocasión presionados por el calendario y pocas horas antes de que el Parlamento Europeo tenga que celebrar su sesión constitutiva.

La reunión de jefes de Estado y de Gobierno comenzará a las 18.00 horas de este domingo y se prolongará, salvo sorpresa, hasta la mañana del lunes. La nueva Eurocámara iniciará su andadura a primera hora del martes pero se da por seguro que la sesión se suspenderá inmediatamente para dar más margen a los líderes en sus negociaciones.
El Parlamento Europeo está obligado a iniciar su sesión constitutiva el martes, pero no puede continuar con el orden del día sin haber nombrado un nuevo presidente. La intención de los grupos políticos, por tanto, es suspender la sesión del martes y retomarla 24 horas después, ya con un nombre sobre la mesa cuyo nombramiento pueda salir adelante.
El domingo, los jefes de Estado y de Gobierno reanudarán sus conversaciones una semana después de que fueran incapaces de pactar los nombres de las personas que ocuparán durante los próximos años las presidencias de la Comisión Europea, la Eurocámara y el Consejo europeo, así como la Alta Representación de Política Exterior. La configuración de este paquete marcará además la decisión sobre el futuro presidente del Banco Central Europeo (BCE).
Ante la dificultad de la tarea, los líderes de la UE podrían optar por cerrar únicamente la presidencia del Ejecutivo comunitario, el único de los puestos que puede tumbar el Parlamento Europeo, aunque el objetivo todavía sigue siendo lograr un acuerdo sobre todo el paquete, según señalan fuentes comunitarias.
En la cumbre de la semana pasada, los Veintiocho constataron que ninguno de los candidatos de las familias políticas para presidir la Comisión –Manfred Weber (PPE), Frans Timmermans (Socialistas) y Margrethe Vestager (Liberales)– cuentan con los apoyos necesarios en el Hemiciclo europeo. No obstante, las fuentes opinan que estos nombres se encuentran en el “congelador”, listos para volver a la mesa si “milagrosamente” hubiera algún acuerdo entre los grupos políticos de la Eurocámara.
Mientras tanto, el actual presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, ha continuado con sus contactos bilaterales con las capitales europeas, incluso por vía telefónica con más de una decena de líderes. El polaco, sin embargo, ha advertido este viernes de que, aunque se están “acercando” las posiciones, todavía ve “demasiado lejos” el acuerdo.
La principal dificultad sigue radicando en la necesidad de respetar varios equilibrios en el reparto, como el político, el geográfico y especialmente el de género, después de que el propio Tusk y el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmasen que lo ideal sería que las mujeres ocuparan al menos dos de los cuatro altos cargos.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, acude a la cumbre extraordinaria sin revelar aún las cartas de España en estas negociaciones y argumentando que su candidato a la presidencia de la Comisión es el socialdemócrata holandés Timmermans y que lo importante no es la nacionalidad sino que el futuro jefe del Ejecutivo comunitario comparta los mismos intereses.
El Gobierno español ha venido defendiendo, además, que tiene distintos perfiles sobre la mesa en función de los puestos a los que pueda aspirar. La mayoría de las fuentes consultadas apuestan por una vicepresidencia de la Comisión que podrían ocupar tanto Josep Borrell, si se trata de una cartera política, como Nadia Calviño si el cargo pertenece a la parcela económica.
Este mismo viernes, la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ha negado de plano que la demora en conseguir la investidura esté debilitando la posición negociadora de Pedro Sánchez a la hora de decidir los cargos de relevancia en las instituciones europeas.
Según su análisis, “no hay absolutamente ningún desgaste” porque “todos los Gobiernos europeos saben el tiempo que estas cuestiones llevan” y tienen “el máximo respeto por un presidente que ha obtenido, en un escenario de grandísima fragmentación, 123 escaños”.

El G20 queda más fragmentado frente al cambio climático y el proteccionismo

OSAKA.- Los líderes del G20 solo lograron acordar una declaración que reconoce los "riesgos" que afronta la economía global y en la que todos los países menos EEUU ratificaron los Acuerdos de París.

El G20 evidenció una fragmentación creciente a la hora de combatir el cambio climático y de frenar el proteccionismo, en una cumbre donde el logro mas destacado fue la tregua entre Estados Unidos y China sobre su conflicto comercial.
Durante la reunión de dos días celebrada en la ciudad costera nipona de Osaka, los líderes del G20 solo lograron acordar una declaración que reconoce los “riesgos” que afronta la economía global y en la que todos los países menos EE.UU. reafirmaron sus compromisos medioambientales dentro de los Acuerdos de París.
El primer ministro nipón y presidente de turno del G20, Shinzo Abe, quiso escenificar unidad al término de la reunión al afirmar que todos los países han “respaldado los fundamentos del libre comercio” y “encontrado un terreno común sobre cambio climático pese a sus diferencias”, aunque también mostró cierta resignación.
“Es difícil encontrar una solución a tantos desafíos globales de una vez, pero al menos hemos logrado mostrar una voluntad común en muchas áreas”, afirmó el primer ministro nipón en rueda de prensa.
Y es que pese a los esfuerzos de Japón por armonizar posturas y lograr un consenso mínimo, el encuentro se saldó con un comunicado final insustancial que apenas aporta nada nuevo respecto a la cumbre anterior de Buenos Aires sobre estos dos temas señalados como prioritarios.
En el texto acordado se señala “la intensificación de las tensiones geopolíticas y comerciales” pero no se incluye ninguna mención al auge del proteccionismo, tal y como pretendían una parte mayoritaria de países ante los múltiples conflictos comerciales abiertos por EE.UU.
“Trabajaremos por lograr un ambiente de inversión libre, justo, no discriminatorio, transparente, predecible y estable, y por mantener nuestros mercados abiertos”, se añade en el documento.
El avance más significativo en el actual contexto de crispación global sobre comercio llegó en la esperada cita bilateral entre los presidentes de EE.UU. y China, Donald Trump y Xi Jinping, en la que ambos acordaron seguir con las negociaciones y detener parte de las medidas restrictivas que se aplican.
En materia de cambio climático, los países reafirmaron la “irreversibilidad” de los Acuerdos de París y se comprometieron a la “plena implementación” de sus medidas nacionales contra el cambio climático, con la excepción de Estados Unidos.
En la declaración final se añade un punto en el que EE.UU. “reitera su decisión de retirarse de los Acuerdos de París porque suponen una desventaja para los trabajadores y contribuyentes estadounidenses”, y en la que, pese a ello, se reconoce a ese país como “líder” en protección medioambiental.
Al ser preguntado por este tema, Trump afirmó que “no está dispuesto a sacrificar” el potencial de su país, y afirmó que éste tiene “los mejores datos que nunca ha tenido” en materia medioambiental.
Ante el pesimismo por el distanciamiento de las posturas nacionales y con casi todos los focos puestos en Trump y en citas bilaterales durante la cumbre, algunos países optaron por defender sus prioridades en grupos más pequeños e incluso pusieron en cuestión la utilidad del G20 en su formato actual.
Los líderes de la UE y del Mercosur presentes en Osaka aprovecharon el acuerdo de asociación cerrado entre ambas partes el viernes en Bruselas para destacar la importancia del multilateralismo y del libre comercio, y comparecieron juntos ante los medios para lanzar este mensaje.
En la misma línea, los ministros de Exteriores de Francia y China y el secretario general de la ONU, António Guterres, realizaron una declaración conjunta donde urgían a actuar contra el cambio climático.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, llamó hoy a “cambiar el formato del G20” para lograr acuerdos eficaces sobre todo en el tema medioambiental, y se preguntó “para qué sirven” comunicados como el cerrado hoy en Osaka.
En el texto final se incluye asimismo el objetivo de “reducir a cero” la contaminación de plásticos en los océanos para 2050, una meta global bautizada como “Visión de Océanos Azules de Osaka” y que se quiere lograr “al tiempo que se reconoce el papel importante del plástico para la sociedad”.
Organizaciones ecologistas como Greenpeace, el Centro Japonés para una Sociedad y Medioambiente Sostenibles o Amigos de la Tierra tacharon de insuficientes las medidas acordadas tanto en materia de cambio climático como de residuos plásticos, y organizaron protestas en Osaka coincidiendo con la celebración de la cumbre.

La oposición paraguaya espera que el pacto UE-Mercosur pase del papel a los hechos

ASUNCIÓN.- El presidente del opositor Partido Liberal, segunda fuerza política de Paraguay, Efraín Alegre, dijo este sábado que espera que el histórico acuerdo de libre comercio alcanzado por la UE y el Mercosur pase de los papeles a los hechos, principalmente en lo que compete al bloque suramericano.

"Sabemos que las intenciones de la integración están expresadas en los documentos, pero lamentablemente en los hechos no se compadecen aquí mismo en la región", señaló Alegre, antes de comenzar la reunión del directorio del partido.
El presidente de los liberales consideró que el acuerdo logrado este viernes, tras casi veinte años de negociaciones, permitirá mejorar y ampliar el acceso a los mercados con productos con los que Paraguay tendrá posibilidades de competir como carne vacuna, segunda fuente de ingreso de la economía local.
Asimismo, Alegre señaló que su país sigue padeciendo restricciones comerciales dentro del Mercosur frente a socios como Brasil y Argentina, países fundadores del bloque junto a Paraguay y Uruguay.
"Los problemas que tenemos en la integración regional son grandes. Nos dijeron que íbamos a acceder a dos mercados importantes cuando se discutía la firma del documento que nos compromete en este proceso con Brasil y Argentina, pero, bueno, eso nunca se produjo", enfatizó el dirigente.
En ese sentido, manifestó su esperanza de que "este acuerdo con la Unión Europea sirva para bañarse con un poco más de amplitud de conceptos de integración, que es, precisamente, no solamente de las personas sino también de bienes y mercaderías".
"Creo que es un buen paso en el proceso de integración y apertura de mercados futuros para Paraguay", resaltó Alegre al posicionar a la UE en "la vanguardia" de los procesos de integración en el mundo.
El acuerdo entre la UE y el Mercosur fue celebrado el viernes por el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, del conservador Partido Colorado, quien lo calificó como un "hecho histórico".
El mandatario agregó que el acuerdo supone una ampliación para ambos mercados, que alcanzan a unas 780 millones de personas, y aumenta "las posibilidades de crecimiento" de sus pueblos.
Las negociaciones para un amplio acuerdo de asociación -basado en la cooperación, el diálogo político y el libre comercio- entre la UE y el Mercosur se iniciaron en Buenos Aires en abril de 2000 y, desde entonces, se han celebrado más de una treintena de rondas de negociación.