WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este lunes que las negociaciones con China para terminar con la guerra comercial entre ambas potencias "ya han empezado", dos días después del encuentro con su homólogo chino, Xi Jinping.
"Ya han empezado", contestó Trump a los
periodistas al ser preguntado sobre las negociaciones con Pekín tras
acordar con el Gobierno chino una nueva tregua en las disputas
comerciales, por la que Washington frenó la imposición de nuevos
aranceles.
La nueva ronda de negociaciones ha iniciado a través de
llamadas telefónicas, a la espera de decidir donde tendrán lugar las
próximas reuniones entre altos cargos de ambos Ejecutivos.
“Ya
ha comenzado. Hablan mucho por teléfono”, dijo Trump a los reporteros
en la Casa Blanca, refiriéndose a los negociadores comerciales
de los dos países.
"En realidad, comenzó antes de nuestra reunión",
agregó, refiriéndose a sus conversaciones con el presidente chino Xi
Jinping en la cumbre del Grupo de los 20 en Japón el sábado.
Los
dos líderes anunciaron la reanudación de las conversaciones después de
su reunión, lo que refleja una tregua en su guerra comercial. Trump dijo
que se abstendría de imponer un arancel adicional de 300.000
millones de dólares a medida que continúan las conversaciones.
Trump
hizo la amenaza de más aranceles en mayo, después de decir que China
había incumplido el lenguaje que había sido negociado anteriormente. No
estaba claro qué concesiones ofreció Xi para reiniciar las
conversaciones.
El principio de acuerdo alcanzado por Trump y Xi durante la cumbre del
G20 en Osaka (Japón) significó que EE.UU. ha accedido a permitir que las
empresas estadounidenses vendan productos a la tecnológica Huawei.
Trump había amenazado antes de la reunión con imponer aranceles de
entre el 10 o el 25 % a unos 325.000 millones de dólares en
importaciones chinas, lo que había alarmado a los mercados
internacionales y a numerosas empresas, que temían aumentos de precios
en algunos de los productos más cotizados por los consumidores.
El acuerdo con Xi implica que esos gravámenes están fuera de la mesa
por ahora, pero EE.UU. mantiene en vigor sus aranceles a productos
chinos por valor de 250.000 millones de dólares, y China conserva sus
gravámenes a importaciones estadounidenses por 110.000 millones de
dólares.
Las medidas estadounidenses contra la
tecnológica china Huawei centraron buena parte de la negociación en
Osaka, puesto que Estados Unidos vetó este año la venta de componentes a
esa tecnológica china y mantiene una orden de extradición contra su
directora financiera, Meng Wanzhou, detenida en Canadá.
Asimismo, el Tesoro estadounidense incluyó a mediados de mayo a Huawei
en una lista negra que impide a las empresas del país proporcionarles
componentes originales sin la aprobación del Gobierno, por sospechar que
la firma china, líder en el desarrollo de la tecnología 5G, pudiera
aprovechar esos sistemas para el espionaje.
Como
consecuencia, compañías como Google anunciaron que dejaban de prestar
servicios tecnológicos a la empresa china, una situación que inquietó a
millones de usuarios de teléfonos móviles en el mundo ante la
incertidumbre por las futuras actualizaciones del sistema operativo
Android.
Las tensiones entre Washington y Pekín
tienen sus raíces en el desequilibrio de la balanza comercial a favor de
China, que exporta 419.000 millones de dólares más de lo que importa
desde Estados Unidos.