sábado, 9 de agosto de 2008

La nacionalidad de las empresas / Juan Francisco Martín Seco

La indignación de los patriotas se ha desatado una vez más. En esta ocasión, con el anuncio de que Chávez está dispuesto a nacionalizar el Banco de Venezuela, filial del Santander. “En el extranjero se está maltratando a las empresas españolas”. ¿Españolas? ¿No habíamos quedado en que con eso de la globalización las empresas no tienen nacionalidad?

En un orden económico presidido por la libre circulación de capitales, ¿cabe hablar de empresas nacionales y extranjeras? ¿Qué criterios emplear para clasificarlas en uno u otro grupo? Cuando todo español -si tiene dinero, claro- puede invertir por Internet en las empresas de Europa y todo europeo invertir en las que llamamos españolas, ¿podemos saber en qué manos está y de qué nacionalidad es el capital de, por ejemplo, las sociedades del Ibex?

El mismo hecho de que el Banco de Venezuela pertenezca al Banco de Santander ¿no es señal clara de lo relativo que resulta asignar nacionalidad a las sociedades cuando son privadas? Las únicas empresas nacionales son las públicas. Quizás por eso Chávez y algún que otro mandatario latinoamericano se plantean nacionalizar las compañías estratégicas.

Cada vez son más los países latinoamericanos que están de vuelta de la aventura neoliberal, y sus poblaciones son conscientes del desastre al que les han conducido sus postulados. Por eso, aunque no les guste a los países desarrollados y a pesar de las presiones desatadas en contra por las fuerzas económicas, están eligiendo a mandatarios que, con todos sus defectos e incluso equivocaciones, quieren desandar el camino emprendido, en el convencimiento de que nada podrá ser peor que la situación a la que la globalización y el neoliberalismo les han abocado.

Es en este escenario donde se encuadra el ansia de muchos países por recobrar las empresas vitales que fueron malvendidas al capital extranjero y que este explota con pingües beneficios y condiciones muchas veces leoninas para los consumidores y naturales del país.

Los voceros de la derecha española, que son muchos más de los que se confiesan tales, arremeten contra el Gobierno porque, según ellos, no defiende a las empresas nacionales. Quieren identificar los intereses del Banco de Santander, del BBVA, de Repsol, de Endesa, de Telefónica, etc., con los intereses de los españoles, cuando la gran mayoría carece de cualquier capacidad de ahorro y por lo tanto de jugar a la bolsa, e incluso aquella minoría que invierte en acciones lo hace, casi en su totalidad, en una cantidad tan nimia que sin duda resulta una exageración afirmar que sus intereses están unidos a los de estas grandes sociedades.

El llamado capitalismo popular es uno de los mayores embustes del neoliberalismo económico. Creado con el único objetivo de buscar la complicidad de un número mayor de ciudadanos, insuflándoles el espejismo de que, por el hecho de poseer unas pocas acciones de las empresas, sus intereses son los de éstas y los de sus grandes accionistas o gestores.

De tener algún interés en ellas, es mucho más como consumidores y usuarios que como propietarios. De nada les vale ganar unos cuantos euros en bolsa si la contrapartida va a consistir en mayores gastos al consumir los servicios que esas sociedades proporcionan. Nadie puede llamarse a engaño.

Alguien, por ejemplo, va a pagar las revalorizaciones que se han producido en el sector eléctrico, y ese alguien no puede ser más que el consumidor, tal como lo estamos viendo, a través de notables incrementos en las tarifas y una mayor concentración en el mercado.

Con la paparrucha del capitalismo popular se pretende que todos cerremos filas y defendamos el patrimonio de un número reducido de familias, identificándolo con el interés nacional. El interés de la mayoría de los españoles, que es el que tiene que defender el Gobierno, está más cerca del bienestar de los venezolanos que de los beneficios de los grandes accionistas, sean nacionales o extranjeros, de estas compañías.

Incluso, una vez que estas empresas gigantes han sido privatizadas, al español medio poco le importa que el capital de la empresa que le suministra el gas o la electricidad, le vende la gasolina o le concede la hipoteca sea español o foráneo. Se van a portar de igual manera.

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Reconocer la crisis no es resolverla / Ramón Tamames

El Ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, reconoció, por fin, que la economía española está en situación de crisis; sirviéndose para ello de tres indicadores. El primero, la evolución del PIB, que revisó muy a la baja: 1,6 por 100 para 2008, y 1 por 100 en 2009.

Previsiones muy poco creíbles y menos aún la de que en 2010 estaríamos creciendo al 3 por 100. Pues la tozuda realidad es que en términos de producción, consumo, inversión, etc. estamos en la senda a una recesión; a la que en tasa interanual podría llegarse en 2009, aunque en intertrimestral ya la tenemos aquí, prácticamente, con el 0,1 por 100 del segundo trimestre del 2008.

Sobre el siguiente indicador, el paro, el ministro también continúa con un optimismo excesivo, al prever una desocupación del 10,4 por 100 de la población activa al final del 2008. Lo que no encaja con las tendencias en curso, según las cuales, al iniciarse 2009 superaremos la cifra de tres millones de desempleados, casi un 15 por 100 de la población activa. Todo ello si no hay una política económica eficaz, de la que no existen ni atisbos. Porque las medidas del Gobierno no pasan de ser postelectoralistas o anecdóticas, como se ha visto en el preacuerdo con empresarios y sindicalistas, que como dicen los anglosajones, es puro “wishful thinking”.

El tercer indicador facilitado sitúa la evolución del consumo en fuerte tendencia a la baja, con sólo el 0,7 por 100 en 2008 y el 0,4 en 2009, parámetros estimativos de color demasiado rosa. A poco que se aprecie cómo van desarrollándose los acontecimientos, en términos de caídas profundas en las ventas de bienes duraderos: automóviles, electrodomésticos, vestimenta, calzado, e incluso alimentos.

Las declaraciones ministeriales a que estoy refiriéndome, constituyen todo un “Manifiesto de las ilusiones perdidas”, reconociéndose paladinamente una crisis que ya teníamos a la vista desde hace casi un año. Con la particularidad de que ese reconocimiento empezó a hacerse 24 horas después de haberse celebrado la reunión de Rajoy con Zapatero. De hecho, se retrasaron las informaciones, para no suministrar más datos al jefe de la oposición a efectos de discutir con el Gobierno los temas económicos.

En esa dirección, no tienen sentido unos nuevos Pactos de La Moncloa, porque entonces (1977) estábamos en los comienzos de la transición. Pero sí que hace falta un gran acuerdo nacional del más amplio arco parlamentario, del cual el inquilino de La Moncloa aún no quiere saber nada.

El fondo del incierto panorama que tenemos ante nosotros, radica en una larga serie de incidencias negativas interrelacionadas. Primero, el sector de la construcción, que alcanzó en 2008 una contribución del 16 por 100 al PIB en términos de valor añadido directo; pero repercutiendo con su demanda en toda clase de insumos (áridos, cemento, cerámica, acero, aluminio, cristal, textil, mueble, etc.), en más del 30 por 100 del PIB. Con el resultado de que al caer la actividad constructora, van deprimiéndose los demás sectores en un proceso aún lejos de terminar.

Ese pinchazo inmobiliario está coincidiendo con una fuerte contracción del crédito, derivada de la circunstancia de que tras una política bancaria muy expansiva, que generó fuerte endeudamiento, se ha llegado al límite, con recursos de refinanciación que se hacen cada vez más escasos y costosos. Lo cual obliga a las entidades financieras a reducir el crédito nuevo; que ha pasado de una expansión del 20 por 100 el 2008, a menos del 10, con toda clase de agobios para las empresas.

En ese sentido, deshacerse de un stock de 700.000 a un millón de viviendas nuevas, llevará bastante tiempo. Y todo ello, con una Administración pública que con la faz compungida está viendo cómo se ha fundido el superávit, para entrar en el déficit. Lo que hará cada vez más difícil desarrollar una política keynesiana, de mayores inversiones en infraestructuras, y dentro de un marco de profundas reformas estructurales para ganar en productividad y competitividad; que se han demorado por demasiado tiempo respecto a los mercados laboral, financiero, y energético, así como en las áreas de la fiscalidad y la seguridad social.

En ese contexto complejo, que hace hablar a muchos de “tormenta perfecta”, van a seguir las dificultades de los bancos para afrontar su propio endeudamiento, por las pautas del BCE polarizado contra la inflación, y que apenas facilitará liquidez efectiva a medio y largo plazo. Teniendo que buscarse los nuevos recursos en un interbancario muy menguado, y en financiadores internacionales cada vez menos confiados y más exigentes.

Por lo tanto, la previsión es que tenemos crisis para lo que queda del 2008, in crescendo en el 2009, todavía fuerte en el 2010, y con una recuperación que tal vez sólo se inicie en el 2011. Predicciones que no son ni antipatriotas ni pesimistas. Porque en la prensa internacional podemos encontrarnos con ideas –como las de Wolfgang Münchau, un destacado columnista del Financial Times—, según las cuales España tiene problemas para todo un decenio. Ya iremos viendo.

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Fitch Ratings explica lo que hace en bancos y cajas de ahorro

BARCELONA.- El trabajo del equipo de bancos de Fitch Ratings ha servido para situar a Fitch en la posición de liderazgo en cobertura de ratings de bancos. El grupo ha desarrollado un procedimiento único para analizar y asignar ratings a emisores y emisiones, según afirma en su página web.

El criterio esencial para los ratings de los emisores es un estudio de la fortaleza financiera individual de la institución financiera, así como también la posibilidad y procedencia de apoyo externo en la eventualidad de que la entidad tuviera dificultades financieras.

Los principales factores cuantitativos que se analizan para establecer los puntos fuertes y los puntos débiles de una institución financiera son la integridad del balance, la rentabilidad y la gestión del riesgo.

Los analistas también evalúan factores cualitativos de la franquicia financiera como la estrategia y la calidad del equipo de gestión, el entorno en el que opera, y la evolución futura del negocio más probable.

La decisión final del rating se toma en un comité de rating integrado por los principales analistas de la entidad y otros miembros independientes, incluidos cargos directivos senior de Fitch.

Cobertura

Fitch ha desarrollado dos escalas de rating específicas para bancos:

> Ratings individuales, que miden la fortaleza financiera de la entidad si fuese completamente independiente y no pudiese contar con apoyo externo.

> Ratings de apoyo, que proporcionan la opinión de Fitch acerca del apoyo potencial y la procedencia de este apoyo en el caso de que la entidad tuviera dificultades financieras.

Los criterios de los ratings son aplicables a:

> Ratings internacionales a largo y corto plazo
> Ratings a largo y corto plazo para la moneda local
> Ratings nacionales para mercados emergentes (no comparables a nivel internacional)

El equipo europeo de Fitch Ratings de financiación estructurada analiza las diferentes transacciones de Europa y África.

Las áreas que cubre son: emisiones de obligaciones respaldadas por deudas con garantía ("collateralised debt obligations"), mercados emergentes, emisiones a medio/largo plazo por titulización de activos, titulización hipotecaria comercial y residencial, emisiones en papel comercial por titulización de activos, financiación apalancada ("loan products"), además de hacer el seguimiento analítico de las emisiones.

Definiciones de Ratings de Fitch

Las calificaciones crediticias de Fitch constituyen nuestra opinión sobre la capacidad de una entidad o de una emisión de títulos de hacer frente a las obligaciones financieras de manera puntual, como el pago de intereses, la devolución del principal, o el pago de dividendos preferentes. Los ratings de Fitch se asignan a una gran variedad de entidades y emisiones, como por ejemplo países soberanos, financiación estructurada, empresas, emisiones de deuda, acciones preferentes, créditos bancarios, riesgo de contrapartes, y también a la solidez financiera de compañías de seguros y garantizadores financieros.

Los inversores se sirven de los ratings para estimar la probabilidad de recuperar su dinero de acuerdo con las condiciones en que lo invirtieron. Así pues, el uso de un rating crediticio indica su función: los ratings que están dentro del "grado de inversión" (entre AAA y BBB en la escala internacional de ratings a largo plazo, y entre F1 y F3 a corto plazo) comportan un riesgo de impago relativamente bajo, mientras que los que están dentro del "grado especulativo" (entre BB y D a largo plazo, y B y D a corto plazo) indican o bien que tienen un mayor riesgo de impago o que el impago ya se ha dado.

Los ratings no hacen ninguna predicción específica de probabilidad de impago. Sin embargo, es importante señalar que por ejemplo la situación de impago sólo se ha dado anualmente en menos de un 0,10% de los bonos a largo plazo de empresas de EE.UU. calificados con un rating de AAA, mientras que para los bonos con rating de BBB fue de 0,35%, y para los ratings de B del 3%.

Las entidades o emisiones que tienen un mismo rating tienen una calidad crediticia similar, aunque no necesariamente idéntica, ya que las distintas categorías de la escala de ratings no reflejan plenamente los distintos matices dentro de cada grado de riesgo crediticio.

Los ratings de Fitch no son una recomendación de comprar, vender, o conservar unos títulos. Tampoco indican si los precios del mercado son adecuados, o si ciertos títulos son indicados para un inversor particular, o si están libres de impuestos o no. Los ratings se basan en la información proporcionada por los emisores, aseguradores de emisiones, sus expertos, y otras fuentes que Fitch considera fiables.

Fitch no audita ni verifica la veracidad y fidelidad de dicha información. Los ratings pueden sufrir cambios, o pueden ser retirados, como consecuencia de la falta de información, a causa de cambios en la información, o por otras razones.

Los ratings de un programa concreto se basan en los términos generales que afectan el programa en cuestión, y por tanto no se debería asumir que estos ratings son aplicables a cada emisión dentro de un programa. Concretamente, los ratings de emisiones no estándar, como las que están conectadas a la deuda de un tercero o las que dependen del comportamiento de un índice, se pueden desviar de los ratings aplicables al programa.

Los ratings sólo dan una indicación del riesgo de crédito, es decir, no son aplicables a ningún otro tipo de riesgo como las posibles pérdidas a causa de cambios en los tipos de interés del mercado, o cualquier otra consideración que tenga que ver con el mercado.

Fitch también proporciona ratings especializados de gestoras de créditos hipotecarios comerciales y multifamiliares vivos y morosos, bonos de cash flow, ratings de volatilidad de obligaciones hipotecarias colaterizadas y fondos de bonos. Además, asignamos ratings de apoyo y ratings individuales a los bancos, que analizan la posibilidad de que una entidad pueda tener dificultades, y en este caso si recibiría apoyo.

En algunos casos, Fitch asigna ratings nacionales, que son una calificación de la calidad de crédito relativo a todas las obligaciones financieras emitidas o garantizadas por el estado soberano. Para algunos países concretos Fitch asigna también ratings nacionales a la solidez financiera de compañías de seguros, a través de una escala de ratings propia para esta tipología.

Consideraciones analíticas

Al asignar un rating, la agencia tiene en cuenta las condiciones financieras históricas y las previsiones futuras, la calidad de gestión, y la rentabilidad operativa del emisor o garantizador, cualquier característica especial de una emisión o garantía concreta, la relación jerárquica de la emisión con las demás obligaciones del emisor, así como también la evolución económica y política del entorno operativo que pueda afectar la fortaleza financiera y la calidad de crédito del emisor.

En el caso de una emisión de financiación estructurada, se tiene en cuenta la calidad de los activos subyacentes y la integridad de su estructura legal. Si se trata de bancos, cuyo sector tiene precedentes de rescate por parte del estado como último recurso o por parte de los principales accionistas, también se tiene en cuenta la fortaleza potencial de este apoyo.

Los ratings dentro del grado de inversión reflejan una capacidad de pago de forma puntual. Sin embargo, los ratings de diferentes obligaciones del mismo emisor pueden ser distintos, en base a las previsiones de recuperación en caso de impago o liquidación.

Las expectativas de recuperación, que son los importes que los inversores esperan recibir después de que una emisión se declare en situación de impago, son un aspecto que se tiene poco en cuenta en el caso de ratings dentro del grado de inversión, pero se pueden asignar distintos "notches" a las emisiones para reflejar el orden de preferencia en caso de disolución, liquidación, reorganización u otros.

Las expectativas de recuperación, sin embargo, ganan peso en los niveles de rating bajos, a causa de la mayor probabilidad de impago, y son un factor fundamental para la categoría "DDD". Los factores que afectan las expectativas de recuperación son el colateral y la jerarquía de la emisión en relación con las demás obligaciones de la estructura del capital.

Coface anuncia el comienzo de una crisis de crédito y reduce la calificación de 7 sectores de actividad

MADRID.- Coface ha registrado un deterioro en el comportamiento de pago de las empresas: los impagados se han incrementado un 45% en los 4 primeros meses de 2008, respecto al mismo período del año anterior. Este es un claro signo del comienzo de una crisis de crédito, incluso si este indicador, basado en los datos registrados por Coface en los 65 países en los que está presente, se adelanta tradicionalmente al comienzo de una crisis.

Este es el motivo por el que Coface confirma su estimación de la crisis, aunque menos significativa que la de 2001-2002, que estuvo marcada por un incremento del 30% de los impagados.

La crisis financiera se ha transmitido a la economía real por dos vías: por una reducción de la demanda americana, que principalmente afecta a Norteamérica y a los países y sectores orientados a Estados Unidos, y por un incremento de las dificultades de acceso al crédito bancario.

Junto a estos factores, se encuentran además el incremento de los precios de las materias primas y de la energía, la apreciación de las monedas fuera de la zona dólar y una fuerte competencia. Por el momento, sólo Francia y Alemania se han visto ligeramente afectadas.


Coface reduce la calificación de 7 sectores


Las calificaciones de los sectores de componentes electrónicos, industria del papel, distribución, automóvil, construcción y obra pública, transporte aéreo y confección textil se están reduciendo, para algunos a nivel mundial y para otros solamente para Estados Unidos y Europa Occidental.


En resumen, pocos sectores escapan a la crisis, aunque algunos sectores como la metalurgia, química, mecánica, farmacia, tecnologías de la información y comunicaciones están intentando reducir el impacto gracias a una buena orientación de sus mercados y a una fuerte internacionalización, principalmente en países emergentes, donde la coyuntura está resistiendo mejor que en otras áreas.


Según declaraciones de Jérôme Cazes, Director General de Coface: “La 5ª crisis de crédito registrada desde la primera crisis del petróleo ha comenzado. El comportamiento de pago de las empresas se ha deteriorado significativamente desde comienzos de 2008. Nuestro seguimiento de riesgos se ha reforzado para continuar ofreciendo la protección necesaria a nuestros clientes en sus operaciones comerciales, al mismo tiempo que limitamos el impacto de la crisis en nuestros resultados”.


Anexo 1: Vulnerabilidad de los sectores a diversos factores/Condiciones de mercado


Transporte Aéreo

Construcción y obra pública

Automóvil

Papel

Distribución

Componentes Electrónicos

Confección
textil

Materias primas, energía


Tipo de cambio





Burbuja inversión







Endurecimiento

del crédito





Obsolescencia






Competencia asiática






Equilibrio

de mercado

bueno

malo

medio

medio

medio

bueno

medio

Anexo 2: Detalle de las modificaciones de las calificaciones sectoriales.

En América del Norte:


- Gran distribución: de A- bajo vigilancia negativa a B+.
- Automóvil: de C a C-.
- Confección textil: de C a C-.
- Construcción: de B- a C+.
- Transporte aéreo: de C+ a C-.
- Componentes electrónicos: de A a A-.

En Europa Occidental:

- Industria del papel: De B+ bajo vigilancia negativa a B-.
- Construcción: de B a B-.

En Asia emergente:
- Componentes electrónicos: de A a A-.

La calificación sectorial @rating mide el nivel medio de riesgo de incidentes de pago de las empresas de un sector. Indica de qué modo, en un sector de actividad determinado, las perspectivas coyunturales y la situación financiera media de las empresas influyen en su comportamiento de pago en el ámbito de las transacciones comerciales a corto plazo. Para establecer esta calificación, Coface asocia tres tipos de medidas:

- La vulnerabilidad de la coyuntura económica del sector, que indica de qué modo las posibilidades de salidas, los niveles de los precios o los costes de producción pueden afectar a la solvencia de las empresas.

- La solidez financiera de las empresas del sector indica en qué medida las empresas son capaces de hacer frente a un cambio de la coyuntura.

- La experiencia de los pagos en operaciones pagaderas a corto plazo, observada en las bases de datos de Coface.

Las calificaciones se sitúan en una escala de 10 niveles, de A+ a D, en el orden creciente del riesgo.

A

En un entorno económico sectorial favorable asociado a una situación financiera generalmente fuerte de las empresas, la experiencia de los pagos es satisfactoria. La probabilidad de incidentes de pago es generalmente pequeña.

B

El entorno económico bastante favorable no se encuentra protegido de un deterioro a corto plazo que podría tener repercusiones negativas en la situación financiera de las empresas. El comportamiento de los pagos se mantiene globalmente correcto y la probabilidad de incidentes de pago es aceptable.

C

En un entorno económico sectorial muy incierto, asociado a una situación financiera de las empresas muy vulnerable, el comportamiento de los pagos es mediocre. La probabilidad de incidentes de pago empieza a ser preocupante.

D

En un entorno económico sectorial muy desfavorable, la situación financiera deteriorada de las empresas es la causa de unos comportamientos de pago que suelen ser generalmente malos. La probabilidad de incidentes de pago es elevada.

Coface rebaja la calificación de Estados Unidos y sitúa la de Japón bajo vigilancia negativa como riesgo-país

MADRID.- Un año después de la puesta bajo vigilancia negativa de Estados Unidos, Coface ha rebajado su calificación a A2. La experiencia de pago de Coface sobre las empresas americanas se ha deteriorado en enero y febrero de 2008. El acceso más difícil al crédito está perjudicando a las empresas más vulnerables de los sectores que giran en torno al consumo doméstico.

Según la hipotésis de Coface, el crecimiento americano debería ser débil o incluso negativo en la primera mitad de 2008, pero debería recuperarse ligeramente en la segunda mitad, estimulado por la reactividad de la política económica y por el dinamismo de la demanda de los países emergentes que representa más del 50% de las exportaciones.

Los países limítrofes también se han visto afectados: las actuales calificaciones A1 y A3 de Canadá y Méjico, respectivamente, han sido puestas bajo vigilancia negativa.

Según Coface, el incremento del riesgo en Canadá en la industria manufacturera es debido principalmente a la apreciación del dólar canadiense y a la ralentización en Estados Unidos, su principal cliente (40% de las exportaciones).

Méjico es igualmente sensible a la coyuntura americana, a través de dos canales: las exportaciones, de las que Estados Unidos representa un 80% del total, y el consumo de los hogares, en parte sostenido por las transferencias de los trabajadores mejicanos emigrados (25 billones de dólares), empleados, por lo general, en el sector de la construcción, que actualmente está en crisis.

Contagio de la crisis: las empresas japonesas bajo presión

Coface ha puesto la calificación A1 de Japón bajo vigilancia negativa. Las exportaciones se ralentizan, dificultadas por el descenso de la demanda americana (25% de las exportaciones) y por un yen fuerte que reduce la competitividad-precio de las empresas. El consumo de los hogares, por su parte, continúa frenado por el descenso regular de los salarios reales y por los precios en alza de los productos alimentarios.

Por lo tanto, las quiebras aumentaron en 2007 (+18%), afectando a empresas de la construcción, distribución y servicios, y también a las Pymes manufactureras.

Estas empresas se encuentran entre la espada y la pared», precisa Yves Zlotowski, economista jefe de Coface, «dependen a menudo de un solo cliente, y como tal sufren presiones sobre sus márgenes a las que se añaden, hoy en día, el aumento de los precios de sus materias primas, la viva competencia de los subcontratistas chinos y la atonía de la demanda interna».

Coface rebaja la calificación de España a A2 en riesgo-país

MADRID.- La crisis financiera se confirma en Europa y se propaga a los países emergentes más frágiles. En Europa, España se hunde en la crisis, arrastrando a Portugal ; en Dinamarca, más vulnerable que los demás países escandinavos, las empresas sufren del cambio coyuntural y de una reducción de sus márgenes.

Mientras los BRICs (Brasil, Rusia, India y China) resisten bien a la crisis, se puede observar un incremento de los riesgos de crédito en los países bálticos, Sudáfrica y Vietnam, debilitados por desequilibrios externos insostenibles y una ralentización de la actividad.

En España, la caída del sector de la construcción, hasta ahora principal motor del crecimiento, pesa sobre el consumo y las inversiones. El comportamiento de pago de las empresas se ha deteriorado notablemente. Coface ha constatado un incremento de los incidentes de pago del 66% desde enero del 2008 en este país. La mitad de este aumento se debe al sector de la construcción. Después de haber puesto su calificación bajo vigilancia negativa en septiembre 2007, Coface baja ahora la calificación de España a A2.

Portugal, debido al efecto dominó (el 30% de sus exportaciones tienen como destino al país vecino), es alcanzado a su vez. Los impagados se han multiplicado por 2 desde el inicio del año. Coface pone su calificación A2 bajo vigilancia negativa.

Dinamarca es más vulnerable que los demás países escandinavos por la fragilidad del sector de la construcción y el endeudamiento elevado de los hogares. En el marco de una degradación sensible de la coyuntura, el número de quiebras aumenta fuertemente (+25% desde principios de año). Coface pone la calificación A1 de este país bajo vigilancia negativa.

…. Y se propaga a los países emergentes frágiles

La ralentización de la actividad, el aumento de la inflación y la volatilidad del rand provocan dificultades para las empresas sudafricanas. Por consiguiente, Coface pone la calificación A3 de este país bajo vigilancia negativa.

En Vietnam y en dos países bálticos (Estonia y Letonia), se evidencian economías en sobrecalentamiento. Los años de fuerte crecimiento han agudizado los desequilibrios exteriores y han estimulado la inflación. Además, los hogares y las empresas están fuertemente endeudados en divisas. Vietnam (calificación B puesta bajo vigilancia negativa) está al borde de una crisis de cambio de gran magnitud.

En Letonia y Estonia (cuyas calificaciones bajan respectivamente a A4 y A3), se está produciendo una ralentización brutal de la actividad. La crisis no ha alcanzado a los BRICs. El vigor de la demanda interior y la ausencia de desequilibrios importantes sostienen su rendimiento.

La crisis no ha alcanzado a los BRICs. El vigor de la demanda interior y la ausencia de desequilibrios importantes sostienen su rendimiento.

“Los riesgos de crédito se incrementan en los países emergentes vulnerables”, precisa Yves Zlotowski, economista jefe de Coface, «las empresas de Sudáfrica, Vietnam y los países bálticos sufren de la resorción brutal de desequilibrios excesivos (amplios deficits exteriores, actividad en sobrecalentamiento, inflación acelerada), que ya no son sostenibles en el entorno empresarial actual.


Leopoldo Abadía: "Las perspectivas de la crisis son malas"

BARCELONA.- Leopoldo Abadía, jubilado de 75 años y ex profesor del Instituto de Estudios Superiores de Empresa IESE en España, decidió un día hacer inventario de todas las noticias que encontraba en los medios sobre la crisis financiera que se desató de manera global hace un año. Así fue atando cabos y escribió La crisis Ninja", una explicación "sencilla" de un problema que a muchos resulta difícil de entender.Su artículo se extendió en Internet como la pólvora y su blog recibió en sólo tres meses cerca de 300.000 visitas.

Se cumple un año desde que se internacionalizó la crisis crediticia que se había desatado en Estados Unidos. ¿Por qué aún nos cuesta tanto entenderla?

Porque nadie se ha ocupado de unificar las determinadas noticias que circulan por ahí. ¿Por qué no se ha entendido? Por qué se ha hablado en un lenguaje mas técnico que el de la calle.

¿Podría darnos una explicación de la crisis para "principiantes"?

Todo el mundo partía de la base de que quien tiene una casa que vale 100 al año siguiente le valdrá 110.

En este contexto, los bancos, cuya misión es vender dinero, cobraban intereses muy bajos y pensaron que si pudieran subir los intereses y dar muchos créditos harían negocio.

Así nacieron los créditos que yo llamo "ninja, préstamos otorgados a señores sin empleo, sin ingresos fijos ni propiedades, las comúnmente conocidas "subprime".

Este señor sin ingresos fijos de golpe podía obtener dinero para comprarse la casa de sus sueños e incluso le daban un "extra" al darle una cifra superior al valor de la casa confiando en que en un tiempo la propiedad valdría más.

Este tipo se ve con una pedazo de casa, muebles, un coche y se va de vacaciones, y sus amigos, también "ninjas", al enterarse se van a buscar dinero al banco. Así que los bancos empiezan a otorgar gran cantidad de este tipo de hipotecas.

Pero al final dan tantas que se les acaba el dinero, tienen que buscar más y se les ocurre lo que se llama "titularización". Es decir, los bancos empiezan a hacer "paquetes" de hipotecas.

Imagina que tienes 1.000 hipotecas, pues haces 10 paquetes de 100 que incluyen hipotecas buenas, malas, regulares, luego se las vendes a otros bancos.

Este banco ya tiene más dinero para dar más hipotecas, y el segundo banco hace más paquetitos y los vende fuera.

Por lo tanto, bancos de todo el mundo tienen paquetes de hipotecas basadas en que el "ninja" pagará y que el precio de las casas seguirá subiendo.

Ellos piensan "si ese señor no paga la hipoteca la vendo y me quedo con dinero". Y un ahorrista en la otra punta del globo que no sabe nada de esto compra "fondos de inversión" que contienen estos paquetes llenos de "porquería".

De repente, el precio de las casas en EE.UU. baja. Hay una explicación que se me ocurre y es que los "ninjas" empezaron a dejar de pagar hipotecas y que los bancos, al quedarse con las casas, las empezaron a vender como pudieron, contribuyendo a bajar los precios.. Pero la explicación real no la se.

¿Qué provoca todo esto? Todos los bancos del mundo están llenos de hipotecas "ninja" y ninguno sabe la cantidad de porquería que tiene.

Los bancos empiezan a desconfiar los unos de los otros a la hora de prestarse dinero y sólo se prestan dinero a intereses muy altos, por lo que suben los tipos de interés y por lo tanto los recibos de las hipotecas.

Así que una crisis lejana llegó de repente a mi casa. La gente tiene menos dinero y en vez de irse a cenar fuera se comen unas pizzas en casa o deciden no cambiarse de domicilio, las empresas venden menos y les es más difícil conseguir créditos, por lo que despiden personal reduciendo aún más el consumo.

Si a eso sumamos el aumento de los precios del petróleo, las materias primas y derivados, y finalmente de los alimentos, todo esto hace que lo que pasó con aquél ninja en Estados Unidos, nos afecte a todos.

Si desde hace varios años se hablaba de la crisis hipotecaria en Estados Unidos ¿Por qué no se ha hecho nada para remediarlo?

Muchísima gente de mucha categoría ya lo sabía. ¿Por qué se han callado? No lo sé.

Y en cuanto a los entes reguladores, han mirado a otro lado, y tampoco sé la razón. Pero creo que todo esto tiene que ver con un problema ético en la banca.

¿Cómo regular el mercado financiero y el de las hipotecas para lograr un equilibrio entre la libertad de mercado y el poder del Estado?

Volvemos al tema de la ética, donde ha habido un problema muy grave. Los bonos que se daban en el mercado norteamericano estaban ligados a las ventas.

El banco que sea que inventó las hipotecas "ninja" propició que mucha gente saliera a la calle a venderlas cobrando buenos bonos. En este caso creo que el Estado no intervino a través de los entes reguladores.

Yo soy partidario de la iniciativa privada y cuanto menos se meta el Estado mejor.

Pero el Estado debe intervenir en determinados asuntos, y el gobierno estadounidene lo ha hecho sólo al final salvando a los bancos.

El Estado creó las entidades reguladoras pero no se encargó de que éstas cumplieran su función, lo que ha facilitado que estos instrumentos financieros no los haya entendido nadie.

Cuando Bush dijo que Wall Street estaba de resaca me pregunté: ¿Y cuando se pase? ¿Van a seguir creando estos instrumentos financieros que no entiende nadie?

Se ha creado una especie de bola de nieve ininteligible.

¿Hay algún aspecto positivo de la crisis?

Sí, todos aquellos países que pueden comprar más barato y vender más caro. Por ejemplo, ha habido empresas inmobiliarias que aprovechando los bajos precios compran inmuebles en Estados Unidos aprovechándose de la fuerza del euro en este caso.

¿Cuál es su recomendación para que un trabajador promedio pueda obtener más beneficios de su dinero?

El único consejo que puedo darle es que hay que leer algún periódico que otro. Pero también entender perfectamente en qué se invierte. Antes de invertir su dinero, vaya al banco, pregunte las ofertas que tiene y nunca invierta si no las entiende perfectamente bien.

Sólo es necesario hacer preguntas muy simples, como ¿dónde está mi dinero? ¿cuánto me paga al mes en intereses?, pero que se lo digan en dinero cantante y sonante, no en porcentajes. Es posible que el empleado del banco no sepa contestarle.

¿Reducir o aumentar los tipos de interés?

Hay dos posiciones y creo que las dos tienen razón. La Reserva Federal de EE.UU. tiene como misión controlar el crecimiento, el BCE controlar la inflación.

Por eso cuando el Banco Central Europeo (BCE) dice que sube los intereses lo hace bien porque Europa sigue creciendo, a menos ritmo, pero lo que se está disparando es la inflación.

Por su parte, la Reserva Federal evita que el país entre en recesión incentivando crecimiento dando dinero barato. Así que en uno u otro sentido ambas son válidas.

Y finalmente, ¿Cuáles son las perspectivas? ¿Hemos pasado lo peor?

Tengo la sensación de que no. Las perspectivas son malas, porque todavía nadie sabe la dimensión de la crisis. Hace unos meses el Fondo Monetario Internacional decía que la dimensión de la crisis estaba entre US$ 100.000 y US$ 500.000 millones, aquí hay un gran margen de diferencia.

Esto quiere decir que la suma de la "porquería" que tienen estos bancos aún es vaga. Cada día aparecen noticias de tal banco que presenta grandes pérdidas, lo que quiere decir que le han ido venciendo esas hipotecas y no se han ido pagando.

Mientras no se sepa la cantidad exacta no se puede predecir nada. Yo creo que esto va a durar mucho, así que no nos tenemos que hacer a la idea de que esto terminará antes de un año y medio.

http://news.bbc.co.uk

Lo que hay que hacer...


Lógicamente, si hasta ahora la construcción tiraba de la economía, parece que habría que buscar algún otro que tirase. Este otro podría ser:

. El sector exterior. O sea, aumentemos nuestras exportaciones. ¿A dónde?

· A las economías emergentes, que están echando humo (China, India, por ejemplo)

· A Europa o Estados Unidos.

Por lo que dicen, nosotros sabemos exportar a Europa y Estados Unidos, que no están ahora para tirar cohetes. y exportamos peor a China, India, etc., seguramente porque nuestros precios no son los mejores.

Además, el dólar está infravalorado respecto al euro, lo que quiere decir que podemos comprar barato en USA y les vendemos caro. El 17.3.08 llegó a 1,5905 $ por euro. El 28.3.08 estaba en 1,5838 $

Como, además, los chinos han decidido que su moneda va pegada al dólar, con ellos nos pasa lo mismo.

· Dentro del capítulo de Optimismo:

- Renta Corporación ha aprovechado los buenos precios en USA y ha comprado un edificio de oficinas en Broadway.

- Creo que Amancio Ortega también ha comprado edificios por allí.

- Y, aprovechando cualquier puente, todo español que se precie se va de compras a Nueva York.·

Además, si los países emergentes siguen emergiendo, compran muchas materias primas y mucho petróleo y mucho cemento y esto ayuda a que los precios se mantengan altos. (V. SOFT COMMODITIES EN EL CUERPO CENTRAL DEL DICCIONARIO.)

. Bueno, pues que ayude el Estado. Pero resulta que los Estados europeos no tienen una situación fiscal boyante, a excepción de España, que lo puede estropear si inventa compromisos de gasto que hay quien dice que rozan lo populista.

· Además, los Presupuestos Generales españoles para 2008 estaban basados en previsiones muy optimistas de crecimiento e inflación.

· En el vocablo “CRÉDITOS BLANDOS” que está ligado con el vocablo “ICO, INSTITUTO DE CRÉDITO OFICIAL”, se habla de una posible intervención del Estado español para ayudar al sector inmobiliario. Pero me parece que esto es ilegal, desde el punto de vista de la UE, que ve con muy malos ojos las ayudas oficiales al sector privado. Con tan malos ojos que, a veces, obliga a devolverlas.

· El Gobierno inglés ha decidido nacionalizar el Northern Rock, Banco que está en muchísimos apuros.

· Por cierto, incorporo un nuevo vocablo al DICCIONARIO: ROGUE TRADERS, que son los que han ganado varios centenares de millones de libras corriendo en el Reino Unido la noticia de que el Banco HBOS tenía problemas de solvencia. Los rumores casi han provocado su bancarrota (supongo que la gente se ha puesto en cola para sacar su dinero) y han forzado al Supervisor británico (que no sé quién es. Quizá la FSA, que es como la CNMV de España) a llamar personalmente a los Directores de los principales medios de comunicación para desmentir esos rumores. (V. Expansión, 26.3.08, última página, artículo “Canallas vendedores”, de Fernando Fernández.)

. Otra posibilidad: que las empresas inviertan. Pero cuando la gente tiene un poco de miedo, dice: “Bueno, vamos a esperar un poco”.

. Otra posibilidad: que el BCE (Banco Central Europeo) haga algo. “Hacer algo” quiere decir que baje los tipos de interés y se preocupe más del crecimiento y menos de la inflación. Pero el BCE está preocupado por la inflación, que se le dispara y su Presidente, Trichet ha dejado entrever que hasta podría subir los tipos de interés.

El otro día leí que alguien se hacía la pregunta: “¿Quién tiene razón: Bernanke (Reserva Federal USA, que baja los tipos de interés) o Trichet, (BCE, que no los baja)?”

Pues a mí me parece que tienen razón los dos:

Tiene razón Bernanke porque la economía americana ha subido un 0.6 % en el último trimestre de 2007 y quiere evitar que el país entre en recesión (dos trimestres seguidos con crecimiento negativo.)

Tiene razón Trichet porque la economía europea crece, menos que antes, pero crece, mientras que la inflación empieza a enloquecer. (Últimos datos: 3.1 % para la zona euro, 4.4 % para España y 3.1 % para Alemania.) Trichet ha dejado entrever que incluso podría subir los tipos de interés, si la inflación no baja. Alex Weber, Gobernador del Banco Central Europeo, ha dicho que la inflación tiene un nivel “alarmantemente alto”.)

Arrancan los trabajos de la nueva terminal del aeropuerto de Gibraltar

GIBRALTAR.- Los trabajos para la construcción de la nueva terminal del aeropuerto de Gibraltar, que desarrollará la compañía Dragados SA, comenzaron ayer sábado con la demolición de varios edificios pertenecientes al Ministerio de Defensa británico, según "Hosteltur".

El Gobierno de Gibraltar anunció en julio que la compañía Dragados SA sería la encargada de construir la nueva terminal del aeropuerto del Peñón, con un presupuesto de 59 millones de euros.

El contrato se amplía para la construcción de la nueva terminal y las carreteras y edificios, incluyendo la sección de una nueva vía entre el cruce de la frontera y la puerta comercial, la pista del aeropuerto y los aparcamientos, así como nuevas facilidades para el tránsito de mercancías.

Con la puesta en marcha de los trabajos se da por concluido un proyecto que forma parte de los acuerdos adoptados en el Foro de Diálogo sobre Gibraltar. La nueva terminal permitirá la utilización de la infraestructura como aeropuerto Schengen.

El aeropuerto de Gibraltar, a escasos 500 metros del casco urbano de la ciudad y a 450 metros del de la Línea de la Concepción, fue construido durante la Segunda Guerra Mundial e inaugurado en 1949, aunque en un principio sólo servía como base de emergencia para el Ejército Británico.

El 2 de diciembre de 1987, un acuerdo entre los gobiernos español y británico abrió la instalación al uso civil, aunque finalmente dicho acuerdo no fue puesto en práctica.

En 2006, un nuevo acuerdo firmado en Córdoba entre ambos países y las autoridades de Gibraltar terminó con las hasta entonces restricciones en cuanto al uso civil del aeropuerto, permitiendo también vuelos con España, siendo el 16 de diciembre de ese mismo año cuando un avión de Iberia procedente de Madrid-Barajas aterrizó en Gibraltar, poniendo fin así a años de conflictos.

Afluencia de visitantes

Por otra parte, centenares de conductores y ocupantes de vehículos tuvieron que armarse ayer de paciencia para entrar en Gibraltar. Las retenciones de automóviles para entrar en la colonia británica volvieron a ser de envergadura y ocuparon buena parte de la avenida de España, de La Línea.

Los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía adscritos a la Aduana con Gibraltar no estaban de huelga, por lo que las retenciones se debieron a la masiva afluencia de personas que se dirigieron a Gibraltar.

El número de personas que visita Gibraltar se dispara de manera considerable durante el mes de agosto. Muchas de las que veranean en el Campo de Gibraltar y en la Costa del Sol aprovechan su estancia en la zona para conocer la colonia británica. La mayoría accede al Peñón en coche pero también son muchos los que entran en autobús. Ello provoca importantes colas. Sólo el pasado jueves hubo 31 autobuses repletos de turistas que cruzaron la Verja.

Lo lógico es que las retenciones se repitan durante los próximos días y se intensifiquen los martes y jueves, jornadas en las que el Sindicato Unificado de Policía (SUP) tiene convocada una huelga de celo entre los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía. Esta protesta conlleva que en muchos casos las inspecciones a los documentos de conductores, viajeros y peatones sean minuciosas.

Las colas para entrar en Gibraltar el jueves fueron kilométricas. Ese día, a la huelga de celo de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía se sumó la masiva afluencia de visitantes al Peñón.

El comercio de las Olimpiadas / Marcos Roitman Rosenmann

Pekín 2008 continúa la saga inaugurada en los años 80 del siglo XX. Si recordar es un ejercicio intelectual de mal gusto para los pragmáticos del deporte de competición, las Olimpiadas constituyen el mejor ejemplo del abandono de los referentes éticos y la llegada del deporte mercancía en su más alta expresión.

Celebrar Olimpiadas constituye una orgía para el comercio de las grandes marcas deportivas y un escaparate de los deportistas profesionales atiborrados de dinero cuyos domicilios fiscales están en Andorra, Suiza, Mónaco o Islas Caimán. Los mismos que gozan de becas de alto rendimiento y se preparan a costa del erario mostrando su patriotismo en momentos de las Olimpiadas o la Copa Davis. Todo cambia de sitio. Rafael Nadal, Federer, Messi, Sastre, Contador, Gasol, Ronaldinho, son profesionales sin espíritu olímpico, salvo el atribuido simbólicamente para cuantificar el medallero de sus respectivas delegaciones nacionales.

Los principios abandonan las causas. Ello sucede en todo los órdenes de la vida. Por ejemplo, el camino de Santiago Matamoros. En sus orígenes buscó contrarrestar la fuerza de El Corán y el peregrinaje a La Meca. Santiago desenfundó su espada, cortó cabezas y degolló infieles. Una reconquista para la Iglesia. Hoy, el camino de Santiago lo realizan agnósticos, ateos, católicos, cristianos, protestantes, judíos, incluso algunos musulmanes. Se puede iniciar desde cualquier parte del mundo. Es un viaje turístico que transita entre hoteles, paisajes, comidas, buenos vinos, sexo, fotos y recuerdos de viaje. La ruta se hace en función de la Xunta de Galicia y el papado anunciándose en los medios de comunicación social como tours en función del número, edad, del tiempo disponible, el país, el acercamiento a la fe, lo que otorga prioridad en alberges y rango compostelano. Eso sí, hay que llegar, besar el santo y entrar en la Catedral.

En las Olimpiadas de 2008 ocurre algo parecido, todo está decidido de antemano. Los patrocinadores sacan sus cuentas para rentabilizar sus inversiones. Los fabricantes de estampitas están pensando en su agosto. No pueden fallar. Los atletas tienen que cumplir con las expectativas. Incluso deberán producirse descalificaciones por dopaje y alguna que otra anomalía. Las luchas por los derechos humanos y la crítica a China entran en lo previsto, nada está fuera del guión. Incluso algún deportista podrá ser increpado por declaraciones sobre el Tíbet.

Para las grandes marcas deportivas, los atletas son un portaestandarte de sus últimas creaciones. En definitiva, un pie, una mano, un torso, una cabeza o un muslo. Constituyen un maniquí donde exhibir la moda. Incluso algunos irán firmados por alta costura. Jugadores tendrán su propia línea. Gorra, camisa, sudadera, muñequera, calzoncillo, pantalón. Ellos se presentan como un producto. Se venden, ganen o pierdan. En las Olimpiadas se mide el caché, del cual obtienen y se reparten beneficios. Para todos aquellos que pululan a su alrededor, cada uno de ellos desea llevarse una parte. Pero el maniquí, en medio de esta vorágine, se siente un profesional de los pies a la cabeza. Un ser con talento natural, dotado físicamente, cuyo trabajo y constancia lo llevan a transformar su cuerpo en un objeto de deseo del cual sacar provecho.

Ha sido su sacrificio la razón del éxito. Horas y horas de pegarle a la pelota, lanzar la jabalina o saltar vallas. Pero en la actualidad, su actividad, su disciplina, se desnaturaliza. Sólo tiene valor de cambio, un precio, y lo pone el mercado. Él debe ser un buen negociante. Su carrera es corta. Se prepara para llegar a las Olimpiadas y ser poseedor de medalla. Las marcas deportivas deben apostar por él. Si hay suerte y su formación es adecuada, el resultado será optimo. La complicidad con los medios de comunicación asegura la audiencia en los momentos estelares. El corte publicitario preciso justo antes de iniciar la carrera de los 100 metros, tirar el penalti, etcétera.

Si el deporte que practica el maniquí elegido es de masas, la pugna por conseguir la exclusiva puede ser de órdago, llamese como se llame. Las Olimpiadas son escaparates de ventas, sus participantes un producto. En esta lógica se diseña una estrategia de mercadotecnia para lograr objetivos. ¿Y el espíritu olímpico? El mercado lo engulle y lo copa todo. Un agujero negro cuyo centro de gravedad, el dinero, está en todas y ninguna parte.

Las Olimpiadas del amateurismo, creadas para mostrar facultades de los atletas, no perviven en China 2008 ni estarán presentes en Londres ni cualquiera que sea su afincamiento futuro. En los actuales juegos hay tenistas, futbolistas, yudokas, baloncestistas, nadadores profesionales, con cuentas de millones de dólares. Objetos de veneración y culto por las casas comerciales de artículos tan variados como prendas de vestir, condones, coches, bancos, empresas turísticas. Ellas se disputan sus servicios.

Cuando los gobiernos de los países imperialistas deciden enviar como emisarios a los Juegos Olímpicos a profesionales cuyas ganancias superan los dos dígitos en millones de euros no hacen sino mostrar su avaricia y dejar patente cuál es su condición en el orden mundial. Y al revés, cuando otros gobiernos crápulas de países pobres los emulan y despilfarran cientos de miles de dólares en delegaciones para obtener una medalla de oro por la vía de atletas profesionales de dudosa reputación y no invierten en deporte de base es chovinismo lo que aflora. Obtener una mayor cantidad de oro en medallas es sinónimo de codicia. Pan y circo.

Bajo el espíritu de negar el carácter económico de las Olimpiadas modernas se esconde la hipocresía del Comité Olímpico Internacional. Su realidad sería diferente si se celebraran manteniendo como referente el amateurismo y se pusiese en entredicho la política neoliberal y la falta de democracia que son la base de la actual organización del olimpismo internacional. Pero pensar de esta forma es proponer otra manera de entender el deporte. Volver a competir sobre la base de mejorar la condición humana y no buscando el egoísmo individual del éxito asentado en el dinero.

www.jornada.unam.mx

Corruptos y gloriosos / José Vidal-Beneyto

La tesis que preside este análisis es que la corrupción no es un comportamiento ocasional y aberrante de unas personas o grupos sino el cumplimiento del destino actual del orden económico capitalista. De aquí que no se trate de describir prácticas y usos corruptos sino de profundizar en la condición sistémica del fenómeno contemporáneo de la corrupción. Su efecto más patente, su consecuencia más verificable es el volumen total que representan las actividades conjuntas de la economía, que de manera lata podemos llamar paralela, entendiendo por tal la que generan la economía ilícita y la economía criminal.

El contenido principal de la primera lo conforman el fraude y la evasión fiscal; la segunda esta constituida por la dimensión económica de las actividades propiamente criminales tales como tráfico de drogas; comercio de seres humanos o de partes de los mismos (tráfico de órganos); robos con violencia; contrabandos y estafas de todo tipo; producción y venta de moneda falsa y en general todas aquellas cuyo objetivo es apropiarse de bienes o productos que tienen un valor por y en sí mismos o que pueden proporcionar una prestación o un servicio de condición ilícita, retribuidos de manera ilegal. Lo que lleva a distinguir entre actividades entera o parcialmente criminales, casi siempre obra de las mafias; y las de las organizaciones criminalizables, que se atribuyen a la delincuencia de guante blanco.

La cuantía económica derivada de ambos sectores, el ilícito y el criminal, es impresionante. A pesar de la extrema dificultad, por razones obvias, de evaluarlo, puede afirmarse, partiendo de las afirmaciones más fiables, que el volumen del dinero negro en circulación supera el 15% del PIB mundial y que la masa dineraria objeto de blanqueo está entre el billón y medio y los dos billones de dólares. Lo que significa que esta realidad económica, al margen de los circuitos de la vida normal de la economía, es ya superior al tercio de la economía legal mundial. Y ello nos plantea la escandalosa cuestión de intentar explicar cómo ha podido llegarse a esta inmensa porquería y como persiste año tras año en estos tiempos de nuestros tan proclamados valores éticos, primacía del derecho y democracia.

Existe un amplio consenso para atribuirlo a muy efectivas determinaciones estructurales y a la ideología económica dominante. Y así la casi total financiarización de la economía, la informatización y los perfeccionamientos técnicos de su tratamiento, en especial en el sector contable; y la generalización de los intercambios informales con el rol dominante de los mercados inmateriales han producido lo que el magistrado francés Jean de Maillard, vicepresidente de la Audiencia Provincial de Orleans, designa en su libro El informe censurado como monopolio legítimo de la ilegalidad.

Gracias a él, el Estado se arroga la capacidad de enunciar el derecho y al mismo tiempo transgredirlo, en aquellos ámbitos que considera fundamentales para sus intereses. A estos condicionamientos de naturaleza estructural, se agregan el actual orden geopolítico mundial con la indisputada dominación de la potencia norteamericana y sobre todo la absoluta vigencia del credo ideológico liberal, cuya más acabada expresión económica lo representan los 10 preceptos del Consenso de Washington, formulados por John Williamson, senior fellow del IEI de Washington, como quintaesencia en los años ochenta y noventa de la política económica conjunta del Banco Mundial, del FMI y del Departamento del Tesoro de EE UU.

Preceptos que pueden resumirse en los tres grandes principios siguientes: libertad total para los intercambios de bienes, capitales y servicios; estricto control presupuestario del gasto público, y una irrestrictiva desreglamentación pública de la vida económica.

Esta entusiasta incitación sin límites ni reglas a intercambiar, negociar y enriquecerse tenía que generar la masa de indecencias con que nos topamos, de las que las publicaciones de la última década sobre los escándalos financieros -Enron, Worldcom, Tyco, Vivendi, Parmalat, BCCI, Citibank y tantos otros- han dado noticia bastante.

Sin olvidar los ejemplos extremos de los grandes depredadores mundiales, denunciados por el grupo de expertos de la ONU, creado y presidido por el diplomático egipcio Mahmoud Kassen, entre los que destaca el hombre de los 20 nombres (Victor Bout, Victor Vitali, Victor Sergilov, Victor Butle…) y decenas de nacionalidades, con 19 compañías aéreas y más de 80 aviones, implacable depredador de África, principal responsable del desastre de Congo. Claro que el destape de los escándalos ha tenido graves consecuencias para sus principales promotores y beneficiarios, con presidentes de las sociedades afectadas, no sólo destituidos sino en algunos casos en la cárcel.

Pero esto no justifica que algunos responsables del actual orden mundial capitalista como Horst Kohler, director general del FMI de 2000 al 2004, y Kenneth Rogoff, director del servicio de estudios del FMI, se hayan apresurado a hacer una mansa autocrítica con el fin de positivar las capacidades autocorrectoras del sistema. Lo que no parece discutible es que la corrupción autocorregida en sus consecuencias o no, funciona como confirmadora de los grandes propósitos del orden económico dominante. En definitiva, el ejercicio corruptor es la prueba de la eficacia de su funcionamiento: su gloria.

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El reparto de ganancias petroleras fue exagerado en Ecuador, según Correa

QUITO.- El presidente Rafael Correa dijo anoche que la repartición de las utilidades extraordinarias por la venta del crudo que decretó su gobierno -- 99% para el Estado y el 1% para las compañías-- fue "exagerado", pero adujo que se hizo para compensar los años en que las petroleras no pagaron nada.

Ahora, a través de la renegociación de contratos con las empresas que acepten, se establecerá un porcentaje adecuado, en que provisionalmente la relación será de 70% para el estado y 30% para las petroleras.

"Ese 99 a 1 era para compensar los tres a cuatro años que (las petroleras) no nos dieron dos reales porque (el porcentaje) era 0 a 100 a favor las compañías", dijo el mandatario durante el programa radial sabatino "Diálogo con el presidente".

Aclaró que "yo creo que es exagerado (la distribución 99-1). Una adecuada proporción es 70-30", precisó.

Un decreto de 2007 estableció que el estado recibiría el 99% de las utilidades extraordinarias que deja la venta del crudo a precios por encima de los estipulados en los contratos de 25 dólares por barril.

Correa se refirió al actual proceso de renegociación de los contratos petroleros con las transnacionales y señaló que "sabemos que no les conviene irse del país porque están ganando bastante platita".

Las empresas brasileña Petrobras, española Repsol-YPF, y la china Andes Petroleum aceptaron cambiar la modalidad contractual a fin de extender su operación en el país.

"El objetivo es ir a contratos de prestación de servicios ... contratamos a una empresa para que saque nuestro petróleo y nos olvidamos de utilidades extraordinarias porque ahora tienen un pago fijo por barril extraído", explicó el gobernante. Actualmente rigen los contratos de participación.

En el caso de la compañía City Oriente, de capital estadounidense, se acordó terminar el contrato anticipadamente y resta por conocer la respuesta de la empresa francesa Perenco.

Un ministro argentino enfatiza que la economía del país es sólida

BUENOS AIRES.- El ministro del Interior Florencio Randazzo destacó ayer sábado la solidez de la economía argentina y atribuyó a "especulaciones" el desplome en el mercado accionario y la cotización de los títulos de deuda, que llevó al riesgo-país a su máximo en tres años.

"No hay ningún dato de la economía que le dé sustento a eso", dijo Randazzo a Radio 10 sobre la creciente desconfianza de los inversores.

"Hay una puja circunstancial y no creo que eso se pueda sostener en el tiempo, porque la economía argentina está muy fuerte y no hay ningún elemento de los que tradicionalmente generaron inconvenientes", agregó.

El viernes, la deuda pública argentina registró caídas de hasta 6% en algunos bonos y la Bolsa de Comercio cerró con una baja de 2,16% tras perder 3% en la rueda anterior, alcanzando los niveles más bajos desde octubre de 2006.

La caída de los bonos disparó el índice de riesgo-país EMBI+ que elabora el banco J. P. Morgan --un termómetro de la confiabilidad de la economía argentina-- por encima de los 700 puntos básicos tras haber alcanzado los 735 puntos, el mayor registro desde que el país realizó una gigantesca reestructuración de deuda en 2005.

Los inversores señalaron la caída en el precio de la soja y una posible revisión de la calificación del país por parte de Moody's como los factores que provocaron la caída en los mercados.

En 2009 Argentina deberá afrontar mayores compromisos de deuda y si la tendencia de precios se mantiene, tendrá menos recursos provenientes de la venta de soja, principal producto de exportación.

"En la economía argentina históricamente había déficit fiscal, había que salir a buscar endeudamiento y no para desendeudarse sino para pagar los gastos corrientes. Y esto no está ocurriendo en la Argentina, porque tenemos una balanza comercial superavitaria y el nivel de reservas es histórico", dijo Randazzo.

Pese a que la economía creció a tasas superiores al 8% anual en los últimos cinco años, Argentina no ha logrado acceder a financiación en los mercados internacionales, por lo que ha tenido que recurrir a adjudicaciones directas de bonos a su aliado Venezuela para obtener fondos frescos.

La compra de bonos por parte del gobierno de Hugo Chávez es una pieza clave del esquema de financiamiento adoptado por el ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007) y continuado por su esposa, la actual mandataria Cristina Fernández.

Desde 2005 Argentina no toma créditos de los mercados globales ante el temor de que los fondos sean embargados por los acreedores que no participaron del canje de deuda lanzado ese año y que reclaman judicialmente el pago de unos 20.000 millones de dólares.

El gobierno argentino confirmó el viernes una venta reciente de bonos en dólares a Venezuela con vencimiento en 2015 por un valor de 1.461 millones de dólares a una tasa del 15%, muy superior a la de mercado.

"Seguramente que hubiéramos querido pagar mucho menos" de interés, dijo Randazzo. "Fue una venta de bonos al gobierno venezolano por 10.000 millones de dólares para financiar el desaguisado generado por gobiernos anteriores", añadió el ministro.