domingo, 17 de agosto de 2008

Ecologistas en Acción critica las medidas del Gobierno contra la crisis y apuesta por "vivir mejor con menos"

MADRID.- Ecologistas en Acción tachó de "erróneas" las medidas económicas del Consejo de Ministros para paliar las consecuencias de la crisis, y apostó por "vivir mejor con menos".

"El Gobierno demuestra su clara apuesta por la insostenibilidad al aprobar un plan de medidas que promociona el crecimiento en detrimento del entorno", explica la organización en un comunicado. Por ello, considera que la "única opción" de garantizar las necesidades de los ciudadanos sin dañar el entorno es "olvidarse de la obsesión por el crecimiento y avanzar con el decrecimiento".

En concreto, la ONG critica especialmente dos de las medidas. La primera de ellas es la supresión del impuesto de patrimonio, algo que considera "inconcebible" en un gobierno que "presume" de ecologista, ya que supone "recuperar el ritmo destructor del territorio que ha ocasionado la burbuja inmobiliaria".

"Los beneficios del sector inmobiliario fueron privados y sólo beneficiaron a las grandes empresas del ramo y al sector de la población que poseía más de una vivienda", señala Ecologistas en Acción, que afirma que, con la nueva medida, los réditos seguirán siendo privados y las pérdidas públicas.

La segunda medida criticada por la asociación es la agilización de las declaraciones de impacto ambiental para acelerar la puesta en marcha de obras públicas. En este sentido, considera que la medida es "perversa por partida doble", ya que las declaraciones de impacto ambiental son ya, de por sí, un "mero trámite" y teme que bajo el término "agilizar" se reduzca aún más el valor de este documento.

Finalmente, asegura que la aceleración de la puesta en marcha de obras públicas aumentará la fragmentación del territorio y provocará un crecimiento importante de las emisiones de CO2 que alejará aún más a España del cumplimiento del Protocolo de Kioto.

La Reserva Federal presiona a los bancos para asegurar su liquidez

WASHINGTON.- La Reserva Federal de los EEUU está presionando a los bancos para asegurarse que tienen fondos con suficiente liquidez para afrontar un desplome financiero, de forma que no se repita el "pánico en el banco" que ha hundido a Bear Stearns, según informa el 'Financial Times'.

Los banqueros aseguran que en los últimos meses la Fed ha estado pidiendo los balances financieros de estas entidades dentro de una batería de pruebas para ver cómo afrontarían una grave escasez de liquidez o un desplome de los mercados financieros.

Tras las pruebas, que simulaban desde transtornos financieros suaves a catastróficos, el regulador señaló a los bancos cómo mejorar su liquidez y les urgió a revisarla frecuentemente.

Los bancos de inversión y la Fed no hicieron comentarios, pero fuentes conocedoras de la operación aseguran que se realizaron pruebas a todas las grandes firmas de Wall Street.

Estas operaciones podrían ser precursoras de un nuevo régimen regulatorio si los políticos extienden los poderes de la Fed hasta convertirla en el principal regulador de la industria.

Las nuevas medidas han sido bienvenidas por los agentes de peso en Wall Street, que han provisto de líneas de crédito a los bancos de inversión desde marzo. En su opinión, ha ayudado a tener mayor claridad en las posiciones de liquidez y los requerimientos de capital.

S&P rebaja la calificación del crédito a largo plazo de Andorra, con perspectivas negativas

BARCELONA.- Standard and Poor's (S&P) ha rebajado la calificación del crédito soberano a largo plazo de Andorra de 'AA' a 'AA-', y mantiene perspectivas negativas. Con todo, mantiene en 'AAA' la evaluación de la transferencia y convertibilidad y en 'A-1+' la calificación del corto plazo.

Según expuso la agencia de calificación en un comunicado, la rebaja y perspectivas negativas responden a la "evidencia de vulnerabilidades" relacionadas con la dependencia de la economía local del turismo y por las presiones de la competencia en el sector financiero, así como por el debilitamiento de las cuentas públicas y el incremento de la deuda pública y el pago de intereses, lo que ha reducido la flexibilidad fiscal de Andorra.

S&P alerta de los riesgos que comporta la reducción del número de turistas en un 2,7 por ciento de media durante los últimos tres años, así como de las consecuencias negativas que puede tener el declive económico en la práctica de deportes de invierno.

También destaca el gran tamaño del sector financiero en comparación con el tamaño de la economía local y el elevado crecimiento del crédito, por lo que la calidad de los activos en caso de una desaceleración económica puede verse afectada en especial en un sistema bancario que no tiene ni seguro de depósito ni un prestamista de último recurso.

En el apartado positivo, S&P apunta a los elevados niveles de PIB per cápita y a la flexibilidad fiscal, con impuestos directos e indirectos bajos.

Las perspectivas negativas responden a los riesgos de fondo de las finanzas públicas por la estrechez de la economía local y la dependencia de financiación externa del sistema bancario, pero S&P matiza que las calificaciones pueden estabilizarse si el sector financiero andorrano "demuestra su resistencia y muestra una recuperación de la competitividad del Principado".

George Soros propone el modelo danés como solución para la crisis hipotecaria

LONDRES.- George Soros, ex secretario del Departamento del Tesoro en México y presidente de Soros fund Management, afirma en un artículo en el diario 'Financial Times' que el modelo danés hipotecario podría ser la solución a los problemas que vive el mercado en la actualidad.

Para Soros, el mejor recurso ante esta situación reside en el sistema de créditos hipotecarios utilizado en Dinamarca, en virtud del cual, las hipotecas, controladas por un único regulador con gran solidez, se transforman en bonos negociables.

La cobertura de estos bonos se da tanto por las hipotecas como por el crédito de las instituciones financieras que los emiten. Para los bancos emisores poseer estos bonos implica menores requerimientos de capital, ya que estos bonos se venden con una prima frente a los bonos convertibles ordinarios.

Los propietarios de una vivienda pueden amortizar su hipoteca en el momento que deseen mediante la compra de bonos. Puesto que la tasación de la vivienda y la cotización de los bonos tienden a variar casi al mismo tiempo, los propietarios reducen las posibilidades de enfrentarse a una pérdida de valor.

Tras las pérdidas anunciadas por Fannie Mae y Freddie Mac que han llevado al Gobierno estadounidense a adoptar la decisión de financiar con dinero público a estas empresas, no ha habido cambios en los equipos directivos de ninguna de las compañías. Según Soros, los directivos tienen en cuenta que de contar con el dinero que les ofrece ese cheque en blanco perderían con toda probabilidad sus cargos. Por ello harán cuanto puedan por no solicitar más capital.

Las medidas que han tomado ambas hipotecarias suponen la reducción del número de hipotecas, el aumento de las tarifas por sus actividades de compensación de seguros y el endurecimiento de las condiciones de préstamos.

Con todo esto, la posibilidad de recurrir a una hipoteca está siendo cada vez mayor, al tiempo que el número de casas en venta se dispara mientras continúan cayendo los precios de las mismas. Ante esta situación las políticas de las dos mayores hipotecarias respaldadas por el Gobierno estadounidense son contraproducentes, ya que un menor precio de las viviendas redunda en pérdidas, lo que aumentaría su insolvencia.

En opinión de Soros, el remedio dado para la crisis de Fannie Mae y Freddie Mac no supone una solución real, sino solo un aplazamiento de la misma, lo que hace que aumente el riesgo de que la crisis inmobiliaria vaya a peor.

Los embargos hipotecarios en EEUU se disparan un 55% en julio

WASHINGTON.- Las ejecuciones hipotecarias en EEUU aumentaron en julio un 8% respecto a junio y un 55% interanual, afectando a un total de 272.171 hogares, lo que supone un proceso de embargo por cada 464 hogares, según informó la consultora RealtyTrac.

En concreto, el consejero delegado de la firma, James J. Saccacio, destacó que las reposesiones de inmuebles por parte de los bancos crecieron un 184% respecto a julio de 2007, mientras que el incremento de las notificaciones de mora fue del 53% y los avisos de subasta crecieron un 11%.

"El acusado incremento de las reposesiones bancarias, junto con la lentitud de las ventas, ha provocado el hinchamiento de las reservas de viviendas en manos de los bancos para su venta", dijo Saccacio.

Asimismo, la consultora constató que Nevada repitió en julio como el Estado con mayor tasa de embargos con uno por cada 106 hogares, seguida de California (1/182) y de Florida (1/186).

Las ventas de vivienda de segunda mano en EEUU caen un 16% en el segundo trimestre

CHICAGO.- Las ventas de viviendas unifamiliares de segunda mano en EEUU alcanzaron durante el segundo trimestre del año la cifra anualizada de 4,91 millones de unidades, lo que representa un descenso de ocho décimas respecto al primer trimestre y del 16,3% sobre el mismo periodo de 2007, según informó la Asociación Nacional de Promotores Inmobiliarios (NAR).

Asimismo, el precio mediano de venta se situó en 206.500 dólares (138.825 euros), un 7,6% por debajo del registrado hace un año.

Por otro lado, de acuerdo con los datos publicados por la agencia de garantía hipotecaria Freddie Mac, los intereses de los préstamos hipotecarios suscritos a tipo fijo a 30 años alcanzaron el 6,09%, frente al 5,88% del primer trimestre, aunque por debajo del 6,37% del mismo periodo de 2007.

El Gobierno pide a Telefónica y Santander que abanderen la defensa de la imagen exterior de España

MADRID.- El Gobierno ha pedido a las grandes multinacionales españolas, encabezadas por el grupo Telefónica y el banco Santander, que abanderen una campaña para mejorar la imagen de España en el exterior, empañada a raíz del brusco frenazo que está experimentando la economía española, según informaron fuentes gubernamentales.

Además de las medidas anticrisis puestas en marcha por el Ejecutivo para atemperar las consecuencias de la fuerte desaceleración económica y de las iniciativas desplegadas a nivel gubernamental -a través del ICEX- y diplomático en los mercados exteriores para potenciar la marca 'España', el Gobierno considera que no hay nada más efectivo que implicar a los primeros espadas del empresariado español en defensa de la buena imagen del país en el extranjero.

Para el Gobierno, nadie mejor que el Santander, segundo banco de Europa por capitalización y tercero del mundo occidental, y que Telefónica, la cuarta operadora del mundo por valor bursátil, ambos con fuerte presencia exterior --incluidos países de influencia anglosajona--, para poner de manifiesto la solvencia de la economía y de las empresas españolas.

A favor de la iniciativa juega la afinidad personal que el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, tiene con los presidentes de Santander, Emilio Botín, y de Telefónica, César Alierta. Ambos se han mostrado receptivos a la propuesta y partidarios de ejercer como portaestandartes de la buena imagen del país y de su política económica, que ha contribuido en cierta medida a colocarlos en lo más alto del podium del empresariado mundial.

En una segunda línea estarían otras multinacionales españolas también con fuerte y creciente presencia internacional, como BBVA, Repsol, Iberdrola, Endesa, Gas Natural, Inditex o Ferrovial, ejemplos también de la pujanza de las empresas españolas en los mercados exteriores.

Las empresas están de acuerdo con la iniciativa porque, entre otras cosas, ellas sufren directamente el descrédito que algunos líderes de opinión pública mundial están sembrando sobre la imagen de España y la situación de su sistema financiero y sus empresas, poniendo en entredicho el modelo económico y los progresos logrados hasta la fecha y certificando el fin del llamado 'milagro económico español'.

En el Gobierno se tiene la convicción de que, dado que la situación económica real de España es mejor de lo que se cree en el exterior y de lo que publican algunos de los principales medios financieros internacionales, es preciso llevar a cabo una campaña que contribuya a transmitir la verdadera imagen del país y su potencial de crecimiento futuro.

El Ejecutivo considera que a este objetivo no ha ayudado nada los análisis y las críticas vertidas por algunos medios de prestigio internacional, que se han cebado especialmente con la situación española, haciendo hincapié en el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y en el deterioro de todos los indicadores, en especial el empleo, cuando hace unos años alababan el modelo de crecimiento.

El presidente del Gobierno afirmó el pasado jueves en el Consejo de Ministros extraordinario que la economía española resiste mejor los embates de la crisis que el resto de países de la zona euro, e incidió en que las dificultades actuales que atraviesa son consecuencia de la crisis financiera internacional derivada de la crisis 'subprime' estadounidense.

CC.OO. avisa de que el paro no ha tocado techo y de que los próximos trimestres serán "muy duros" en España

MADRID.- El responsable del Gabinete Económico de CC.OO., Miguel Ángel García, advirtió de que la tasa de desempleo, que se situó en el 10,4% al finalizar el mes de junio, el mismo porcentaje que prevé el Gobierno para el conjunto del ejercicio, está lejos de haber tocado su techo, al tiempo que avisó de que los próximos trimestres serán "muy duros" en materia de empleo.

García señaló que la última parte del año y los primeros meses de 2009 serán muy complicados para la economía española, debido a la "fuerte" destrucción de empleo que registrará el sector de la construcción y todas aquellas actividades ligadas al mismo, entre ellas algunas encuadradas en el sector industrial, "que no tomará el relevo" a la construcción.

Las previsiones de CC.OO. apuntan a que este año se superará el objetivo del Gobierno de alcanzar una tasa de desempleo del 10,4% y consideraría afortunado que a mitad del próximo año la tasa de desempleo estuviera por debajo del 13% (el Ejecutivo estima que el paro llegará al 12,5% en 2009).

CC.OO. entiende que, ante la actual situación económica, las prioridades que ahora se presentan son dos, ambas recogidas entre los objetivos del diálogo social.

Una es la de intentar crear nuevos cimientos para el tejido productivo español. Para eso, dijo, es necesario reorientar los recursos públicos hacia la I+D+i, la Educación y el capital humano, entre otras materias, y hacer todo esto en coordinación con las comunidades autónomas.

La otra es la de protegar a las personas que se encuentran en peor situación. Aunque la economía española está en crisis, García opina que la sociedad no es consciente de ese hecho porque las cifras de paro aún no reflejan la gravedad del ajuste.

El Ibex termina la semana en negativo, con un recorte del 0,96%, tras cumplirse un año de la crisis

MADRID.- El parqué madrileño volvió a situarse de nuevo esta semana en el terreno negativo y registró una caída del 0,96% en los últimos cinco días, arrastrado por los malos datos macroeconómicos procedentes de Estados Unidos y España, en una semana marcada por la ausencia de noticias empresariales.

La volatilidad volvió a caracterizar el comportamiento del Ibex, que tras superar el lunes los 12.000 puntos, nivel que no alcanzaba desde el pasado 30 de junio, volvió a instalarse en los 11.600 puntos a lo largo de la semana, llegando incluso a situarse en los 11.500 puntos en algunos momentos.

La falta de confianza de los inversores, que no atisban el final de la crisis justo cuando se cumple un año de su estallido, provocó que el mercado acogiera con temor los datos macro de esta semana y penalizara en algunas sesiones a los sectores más expuestos a las 'subprime', como banca y construcción.

En concreto, esta semana el mercado tuvo que hacer frente a la caída en una décima de las ventas al por menor en Estados Unidos, el primer retroceso en cinco meses; la subida del IPC interanual en España hasta el 5,3%, su valor más alto en casi 16 años, y el menor crecimiento de la economía, que se incrementó en el segundo trimestre nueve décimas menos que en el trimestre precedente.

No obstante, y a pesar de la volatilidad, la mayoría de los valores del selectivo lograron salvar la semana en positivo, mientras que el Ibex 35 logró terminar la semana al borde de los 11.700 puntos (11.686,10).

El mayor repunte de la semana correspondió a Enagás (+3,62%), seguida de Telecinco (+3,50%), Abertis (+2,79%), OHL (+2,69%), Indra (+2,29%), Grifols (+1,44%), REC (+1,38%), FCC (+1,25%), ACS (+1,18%) y Banco Sabadell (+0,93%).

El resto de los valores del sector de la banca, por el contrario, registraron un comportamiento negativo, a excepción de Bankinter, que subió un 0,88%. En concreto, Banesto perdió un 4,22%, seguido de BBVA (-2,10%), Santander (-1,24%), que continúa inmerso en rumores acerca de una posible venta de su filial venezolana, y Banco Popular (-0,81%).

Entre los rebotes también se situaron Ferrovial (+0,74%), Endesa (+0,34%) y Gas Natural (+0,22%). La gasista volvió a ser protagonista esta semana tras anunciar la firma de un acuerdo con la entidad financiera UBS para adquirir en el futuro, a través de un 'equity swap', una participación en Unión Fenosa, que alcanza las 47.070.000 acciones, correspondientes al 5,15% de los derechos de voto.

En el lado de los descensos se situaron, por el contrario, Abengoa (-6,34%), BME (-5,07%), Iberdrola (-3,76%), Técnicas Reunidas (-3,21%), Iberia (-3,21%), Gamesa (-2,53%) y Repsol YPF (-1,84%). Telefónica se dejó un 0,12%.

En el mercado continuo, Puleva Biotech subió un 18,21% en la semana después de que el proyecto 'Pronaos', liderado por la compañía, y centrado en la investigación científica dirigida al desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control del peso y la prevención de la obesidad, haya sido seleccionado dentro del programa Cenit.

El número de órdenes de reposesión de viviendas por impago aumenta casi un 25% en Gran Bretaña

LONDRES.- El número de órdenes para la reposesión de viviendas por impago en Inglaterra y Gales creció un 24% en tan sólo un año, según reveló hoy el Ministerio de Justicia británico, que informó de que los 28.658 documentos emitidos en total en el segundo trimestre de este año superan en casi un cuarto las figuras del mismo período de 2007.

Además, también se ha producido un incremento de hasta un 4% respecto a los tres primeros meses, síntoma de la presión que sobre los propietarios supone el creciente coste de la vida y las deudas contraídas, al igual que las 39.078 demandas de posesión, el paso previo a que el caso sea llevado ante un tribunal. Una cifra que, pese a mantener la tónica del primer trimestre, aumenta en un 17% respecto al pasado ejercicio.

En este contexto, los datos alcanzan mayor seriedad después de que ya 2007 hubiese registrado el más alto número de demandas de reposesión en 15 años, 137.591, una cifra que con toda probabilidad se superará en este 2008. Con todo, los datos no recogen las viviendas de hecho reposeídas por los prestamistas, sino el inicio de acciones legales contra los propietarios.

Al respecto, algunos podrían afrontarlas por parte de más de una entidad, como acontece en los casos en los que los préstamos están acompañados de un seguro sobre la propiedad, si bien la solución puede pasar por un acuerdo sobre plan de pagos. En este sentido, los datos muestran que el 48% de las órdenes de posesión emitidas por la Justicia a lo largo del trimestre se suspendieron para otorgar tiempo a saldar las deudas.

Los datos difundidos hoy confirman la tendencia apuntada la pasada semana por el Consejo de Prestamistas Hipotecarios, que dio cuenta de las 18.900 viviendas incautadas en la primera mitad del año en el Reino Unido, el mayor volumen en 12 años.

Además, estimó en un 50% el incremento en las reposesiones para el 2008 en su conjunto, que supondrá que unas 45.000 personas perderán sus viviendas, un dato, pese a todo, inferior a las 75.500 de la crisis inmobiliaria de 1991.

Por todo, la Financial Services Authority apeló a las entidades crediticias a emplear la figura de las reposesiones sólo como último recurso, en base a antecedentes que muestran que la adopción de acciones legales se acometió demasiado pronto, especialmente en el caso de los prestamistas 'subprime'.

La inversión extranjera en la Bolsa española alcanzó los 1,03 billones de euros en 2007

MADRID.- La inversión neta extranjera en acciones de sociedades cotizadas alcanzó los 1,03 billones de euros en 2007, lo que supone un incremento del 55,1% respecto a la cantidad registrada en 2006, cuando las compras totalizaron 664.757 millones de euros.

Esta cantidad, equivalente al PIB español, representa el 61,89% del total de la inversión en acciones de las firmas que cotizan en Bolsa, frente al 57,78% que suponía la inversión extranjera al cierre del año anterior.

En el mes de julio las compras realizadas por inversores extranjeros alcanzaron 103.467 millones de euros, el 68,8% del total y la mayor proporción del año, mientras que septiembre, un mes después de estallar la crisis 'subprime' fue el mes en el que los extranjeros tuvieron menor peso, con 58.896 millones y el 54,54% del total, según datos de la 'Revista Mensual de Bolsas y Mercados Españoles (BME)'.

En cuanto a las ventas realizadas por los no residentes en 2007, éstas se situaron en 1,02 billones de euros, por lo que la inversión neta fue positiva y se situó en 7.893 millones de euros.

El sector textil español pierde 61.000 empleos y 1.300 empresas en los últimos cuatro años

MADRID.- El sector textil, uno de las industrias que tradicionalmente han generado más empleo y producción en España, sufre un fuerte retroceso en los últimos años en términos de empleo y número de empresas. La liberalización de intercambios internacionales, la irrupción de China y también la deslocalización explican esta evolución.

No obstante el valor de la producción, que en años anteriores había descendido, prácticamente se mantuvo en 2007, lo que se atribuye a que la producción textil de mayor valor añadido se mantiene en las fábricas ubicadas en territorio nacional.

Según datos del Centro de Información Textil y de la Confección (Cityc) la reducción de empleo ha sido constante desde 2003, cuando el sector contaba con unos 257.500 trabajadores, hasta 2007, que cerró con alrededor de 196.500, lo que supone un descenso del 23,68%.

El número de trabajadores disminuyó un 4,61% el pasado año, tres puntos menos que en 2006, cuando se redujo un 7,7%, y casi la mitad que en 2005 (-8,26%). En total se han perdido 61.000 empleos.

En cuanto a las empresas, el sector pasó de sumar aproximadamente 7.200 en 2003 a alrededor de 5.900 en 2007, lo que supone un descenso del 18%, alrededor de 1.300 firmas, en tanto que la facturación cayó un 14% en el mismo periodo, de 13.258 millones de euros a 11.390 millones.

No obstante, el pasado año se contuvo la tendencia descendente de la facturación, dado que, tras caídas del 8,91% en 2005 y del 2% en 2006, el volumen sólo retrocedió un 0,21% en 2007.

Las importaciones se elevaron en esos cuatro años un 41,9%, hasta alcanzar los 13.383 millones de euros en 2007, con China (20,7% del total), Italia (12,9%) y Turquía (8,3%) como principales suministradores. Las exportaciones alcanzaron los 7.814 millones de euros, con un avance del 21,4%, y con Portugal (14%), Francia (12,6%) e Italia (9,9%) como primeros destinos.

Según el estudio, la evolución de esta actividad se ha visto marcada por la creciente globalización del sector, debido al crecimiento registrado en los países en desarrollo, en especial los asiáticos; el surgimiento de China como primer productor y exportador mundial; y, sobre todo, la creciente liberalización de los intercambios textiles internacionales, en enero de 2005.

El presidente de la Federación Española de Empresas de la Confección (Fedecon), Ángel Asensio, señaló recientemente que la caída del empleo en el sector se debe a la deslocalización de la producción hacia países como China, India, Corea, Túnez, Turquía, Marruecos o Bulgaria.

"Deslocalizamos lo que aporta menos valor añadido y dejamos en nuestro país la producción que genera más riqueza, como el diseño", explicó.

Europa farolea y pierde / Inocencio Arias*

El tiempo dirá en breve hasta donde quiere llegar Rusia con su invasión de Georgia. El catálogo de consecuencias es impresionante: destruir el dispositivo militar de Georgia y dejarla inerme durante años, desprestigiar al Presidente goergiano al que Putin detesta,lograr el desgajamiento definitivo de Ossetia y Ajkhbasia convirtiendolas en protectorados rusos, eliminar cualquier posibilidad de que Georgia entre la Otan...

Hay más avisos para navegantes : uno claro para Ukrania cuyo ingreso en la Otan, a pesar de las promesas recibidas de la Organización, es ya problemático. Otro, que nos afecta, para los inversores occidentales. Poner dinero ahora en Georgia, por ejemplo en el gasoducto Nabucco que reduciría la dependencia que Europa tiene del gas ruso dado que lo traería de otra zona, se convierte en arriesgado.

La invasión rusa pilló a Bush en la Olimpiada en Beijing dandose palmaditas en la espalda con Putin. La imagen ha sido recibida con sorna en Estados Unidos y Bush ha tenido que subir el tono al regresar a su país. La invasión se cuela en la campaña electoral de Estados Unidos y da ventaja, en principio,según los comentaristas, a la dialéctica del candidato McCain.

Europa no se luce . Es impotente para contener a Rusia en una región, el Caucaso, a la que debe conceder una enorma importancia tanto por su inmensa riqueza energética, vital para Europa, como por ser un fértil potencial de conflictos(problemas étnicos, movimientos separatistas, proliferación de mafias etc..).

Las limitaciones de la Unión Europea afloran de nuevo. Frente a Rusia, y su creciente matonismo, se reafirman dos posturas que recuerdan la división de la guerra de Irak: Francia y Alemania serían de nuevo las componedoras, las partidarias de no encolerizar a Rusia.

Las naciones antiguamente sometidas al yugo soviético piensan que eso sólo servirá para alimentar el apetito de Moscú. Una vez subyugada Georgia, seguirá Ukrania, luego los bálticos etc..Georgia sería sólo un test de hasta donde puede llegar el Kremlim.

El mundo, no sólo Rusia, se percata de que, enfrentada a un serio desafío, Europa se desinfla. Se marcó el farol de prometer a Ukrania y Georgia que las acogería defensivamente, Otan etc.. y Rusia se lo ha apagado. No es extraño que Polonia, confiando más en el Tio Sam, se haya apresurado a firmar inmediatamente un acuerdo defensivo con Washington. Se siente más segura frente al país que, junto con Hitler, la despedazó hace varias décadas.

* Cónsul General de España en Los Ángeles

www.estrelladigital.es

Bancos centrales: atorados entre inflación y estancamiento

BRUSELAS.- La acelerada inflación y el estancamiento imposibilitan la labor de los bancos centrales. Es culpa suya. Los tipos de interés reales son en general negativos, mientras que muchos países afrontan el estallido de las burbujas patrimoniales. Solucionar esto llevará años, según "El País".

Los bancos centrales están atrapados en un dilema: bajar tipos de interés y estimular la demanda o subirlos y luchar contra la inflación. El banco británico y el Banco Central Europeo (BCE) se han inclinado por luchar contra la inflación, mientras que el estadounidense y el japonés se preocupan más por evitar la recesión.

Eso podría dar a entender que los tipos se acercan al equilibrio, pero no es así. En términos reales, comparados con la inflación de los últimos 12 meses, el tipo básico del BCE es de 0,25%; el del Banco de Inglaterra, de -0,3%; el del Banco de Japón, de -1,5%, y el de la Reserva Federal, de -3,6%.

Las tasas de crecimiento monetario han sido en su mayoría rápidas, porque los bancos centrales se esforzaban por frenar la crisis bancaria. Para tener un efecto neutral sobre la inflación real, la política monetaria debería mantener los tipos de interés reales en el 2%-3%; por ello, en todo el mundo la política sigue siendo excepcionalmente de estimulación.

No obstante, la atonía económica es real. Las perspectivas de crecimiento de EE UU son débiles, tras agotarse en julio el estímulo de las devoluciones fiscales. El PIB de la zona euro y de Japón caía en el segundo trimestre, mientras que el británico sólo crecía un 0,2%. En todo el mundo, el hundimiento inmobiliario actúa como un lastre para el crecimiento, incluso en Alemania y Japón, cuyas burbujas inmobiliarias se produjeron hace una década.

En general, los bancos centrales resuelven su dilema afirmando que la inflación está a punto de retroceder. El descenso en el precio del petróleo y de las materias primas puede dar esa impresión. Sin embargo, dado que aún es fácil obtener dinero, no hay garantía de que los precios actuales del crudo se mantengan. Además, la subida de la inflación parece haberse atrincherado y suben también los precios no atribuibles al crudo.

Con el tiempo, la estabilización de los precios inmobiliarios y la continua inflación harán que los bancos centrales cambien de rumbo y suban los tipos a un nivel restrictivo del 4%-5% por encima de la inflación. Eso provocará una segunda zambullida en la recesión. En cualquier caso, la senda hacia un crecimiento sin una inflación excesiva es larga. Durante unos cuantos años, el presidir un banco central parecerá una tarea poco envidiable.

El final del triunfalismo financiero / Kenneth Rogoff*

Señalará la cada vez más desbocada crisis financiera de hoy el final de la era de triunfalismo financiero? Pidan a cualquier lego que enumere las 10 grandes innovaciones que rigen nuestro mundo actual y probablemente no haya muchos que mencionen la fórmula Black-Scholes para el cálculo de precios futuros.

Pero para la comunidad financiera, a las fórmulas pioneras que abrieron el camino a las modernas estrategias de cobertura les corresponde el mismo crédito por el momentáneo periodo de crecimiento mundial que a los teléfonos móviles, los ordenadores o Internet.

Hasta los últimos 12 meses, los defensores de las finanzas parecían tener una causa sólida. Al ayudar a repartir el riesgo, las finanzas de alta tecnología podían ayudar a las economías a crecer con más rapidez. Los macroeconomistas celebraban la "gran moderación" del ciclo económico mundial, con unas recesiones que parecían más suaves y menos frecuentes. Y, por supuesto, la comunidad financiera ganaba dinero a espuertas, creando cientos de millonarios e incluso multimillonarios en todo el mundo.

Los gobiernos también animaban. En los países anglohablantes, presidentes y primeros ministros, por no mencionar algunos de los principales directivos de los bancos centrales, se jactaban de tener sistemas financieros superiores, que eran la envidia del mundo.

Cuando los dirigentes franceses y alemanes se quejaban de que los tentáculos extendidos e incontrolados de las nuevas finanzas suponían un enorme riesgo para la economía mundial, se los tachaba de perdedores amargados. Pequeños países como Islandia decidieron unirse a la movida, privatizando sus bancos y estableciendo sus propios centros financieros. Si uno no puede ser Silicon Valley, ¿por qué no crear un mini Wall Street?

Ahora los bancos de Islandia, endeudados en una proporción que supera varias veces el PIB nacional, se encuentran en una situación desesperada, con deudas muy superiores a lo que los contribuyentes pueden absorber. Hasta la conservadora Suiza cedió a las tentaciones de las finanzas de alta tecnología y las riquezas que éstas prometían. Hoy, los dos mayores bancos suizos están hundidos en deudas siete veces superiores a la renta del país helvético.

Por supuesto, la madre de todas las ayudas estatales es el absurdo cheque en blanco que el Gobierno estadounidense está concediendo a los gigantes del préstamo hipotecario, Fannie Mae y Freddie Mae, los cuales conservan o garantizan 3,2 billones de euros en hipotecas que parecen cada vez más dudosas.

Es verdaderamente irónico que el secretario del Tesoro estadounidense, Hank Paulson, ex presidente de Goldman Sachs, una empresa que ejemplifica el triunfalismo financiero, esté liderando el esfuerzo para salvar a estos mastodontes avalados por el Estado que tan claramente han sobrevivido a su utilidad.

Los avances en el campo de las finanzas posiblemente han contribuido a aumentar y suavizar el crecimiento mundial. Pero hay también un elemento cíclico en el florecimiento de las finanzas. Cuando los precios inmobiliarios se dispararon, los genios de las finanzas hipotecarias parecían infalibles. Ahora que los precios caen, las estrategias de los genios no parecen tan brillantes.

Es una vieja historia. A comienzos de la década de 1980, los ingenieros financieros inventaron un "seguro de cartera", una elaborada estrategia de cobertura activa para controlar el riesgo de pérdida de valor de las acciones. Ganaron montones de dinero. Por desgracia, cuando los mercados bursátiles se hundieron, en octubre de 1987, el seguro resultó inútil, principalmente porque los mercados de cobertura se hundieron.

A finales de la década de 1990, el fondo de cobertura estadounidense Long-Term Capital Management (LTCM) convenció al mundo de que sus socios eran los amos del universo. Durante un tiempo, obtuvo beneficios siempre superiores a la media, supuestamente debido a que tenía unos asesores financieros que habían ganado el Premio Nobel.

En 1998, cuando LTCM quebró finalmente, quedó muy claro que lo que la empresa estaba haciendo básicamente eran enormes cantidades de simples operaciones de bonos, con un enorme endeudamiento y un enorme riesgo.

En lo que respecta a los gobiernos, la clave del éxito para regular los mercados financieros radica en mantener unas restricciones razonables durante los momentos de auge para evitar someter a un riesgo excesivo a los fondos de los contribuyentes.

Por desgracia, esto es difícil, porque en tiempos de auge quienes advierten de los riesgos parecen pájaros de mal agüero. Por eso es importante que de vez en cuando el Estado permita a las empresas financieras quebrar. Es el único modo de imponer verdadera disciplina a accionistas, propietarios de bonos y directivos empresariales.

¿Ha terminado la actual era dorada del triunfalismo financiero? En muchos países, entre ellos Estados Unidos, se habla de que ha llegado el momento de garantizar que todo el sistema financiero, incluso los fondos de cobertura y los bancos de inversión, sean sometidos a una reglamentación mucho más estricta.

Las empresas financieras han puesto el grito en el cielo, pero no es tan evidente que una reglamentación financiera más amplia y mejor sea algo malo. En nuestra investigación sobre la historia de las crisis financieras internacionales, la profesora Carmen Reinhart y yo llegamos a la conclusión de que las épocas de fuerte reglamentación financiera tienden significativamente a experimentar menos crisis financieras que las épocas de libertad poco reglamentadas, como las relacionadas con el reciente periodo de triunfalismo financiero.

Nadie está insinuando que volvamos a la "represión financiera" de la década de 1950, pero la crisis más reciente ha dejado pocas dudas de que todo el sistema de reglamentación financiera mundial necesita urgentemente una puesta al día. Debería permitirse que florezca la innovación financiera, pero no sin mejorar los frenos y equilibrios.

De lo contrario, nos veremos atrapados para siempre en un marco en el que se obliga a los contribuyentes a rescatar a los bancos en épocas de vacas flojas, mientras que los accionistas ricos cosechan enormes beneficios en las épocas de vacas gordas. Es hora de imponer al triunfalismo financiero cierta humildad y sentido común.

* Kenneth Rogoff es catedrático de Economía y Política Pública en la Universidad de Harvard y ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional.

La segunda profesión más antigua: evasión fiscal

LONDRES.- Paraísos fiscales: lo único seguro en este mundo son la muerte y la evasión fiscal. Un sector mundial de la evasión fiscal atestigua al menos la segunda parte de este aforismo adaptado. Pero el anuncio por parte de Liechtenstein de que cooperará más con otros países para prevenir que se abuse de sus leyes de secreto bancario es una nueva prueba de que los paraísos fiscales ya no son tan seguros. Los Gobiernos con problemas presupuestarios saben, sin embargo, que la evasión fiscal desafía a la muerte, a juicio de "El País".

Muchos Gobiernos, en especial los de los países ricos, llevan mucho tiempo protestando contra los paraísos fiscales. Han ejercido presión de tres maneras. Una ha sido escuchar el mensaje transmitido por los paraísos fiscales: la gente aparca el dinero en el extranjero porque los impuestos de su país son demasiado altos. Los tipos impositivos -en especial los correspondientes a los impuestos sobre el patrimonio y a los impuestos sobre las rentas más altas- han caído en general.

Otra ha sido la de aplicar presión multilateral mediante organismos como la OCDE. La organización mantiene conversaciones periódicas con un grupo de paraísos fiscales que se han "comprometido a establecer un intercambio de información efectivo en materia de impuestos". La diplomacia ha sido eficaz. Y también dar el nombre de los infractores y avergonzarlos. La OCDE publica una lista de 35 jurisdicciones que cooperan y una lista de las tres que no colaboran. Liechtenstein se encuentra entre las reacias.

Por último, se ejerce una presión bilateral. Alemania ha tomado medidas contra Liechtenstein al comprar información sobre cuentas de sus ciudadanos a un soplón. El Senado estadounidense mencionaba a Liechtenstein en una investigación sobre el asesoramiento que el banco suizo UBS proporcionó a clientes de EE UU para eludir impuestos. La medida apaciguadora del principado no es una coincidencia.

El progreso a la hora de recuperar lo que se ha ido al extranjero se debe también a una paradoja. Podría pensarse que en un mundo de libre movimiento de capitales los paraísos fiscales prosperan. Pero la globalización también supone que ser condenado al ostracismo puede salir caro.

A medida que las economías se ralentizan, los Gobiernos querrán reducir más la evasión fiscal. Tienen argumentos tanto morales como prácticos: ¿por qué van los ricos a eludir impuestos si los pobres no pueden? Sin embargo, los Gobiernos saben muy bien que, al igual que la profesión más vieja del mundo, la segunda más vieja tampoco morirá.

Israel resiste (por ahora) a la crisis

JERUSALÉN.- Tras un vistazo a las cuentas de la economía israelí, nadie diría que es un país con 60 años de conflicto a sus espaldas. Ni que las conversaciones de paz con los palestinos han entrado en barrena, ni tan siquiera que el resto del mundo sobrevive como puede a una crisis financiera que dura ya un año, publica hoy "El País".

Las empresas de innovación tecnológica relacionadas con el software o los chips tiran desde hace años de una robusta economía a prueba de grandes crisis. Israel es, después de EE UU, el país con más empresas en el índice de valores tecnológicos Nasdaq, tiene una tasa de paro por debajo del 7% por primera vez desde los noventa y una economía que lleva cuatro años consecutivos creciendo por encima del 5%.

Cierto es que para este año las previsiones de crecimiento son algo menores -en torno al 4,2%-, y que esta ligera caída, junto a la extrema fortaleza del shekel y la inflación, tiene preocupados a los analistas israelíes. Pero no menos cierto es que esa preocupación provoca la risa en las grandes economías europeas o en EE UU, donde las tasas de crecimiento son mucho menores y los problemas en el mercado inmobiliario de gran calado.

En Israel, sin embargo, la ausencia de una burbuja inmobiliaria, la existencia de un sistema bancario a salvo de hipotecas subprime y un crecimiento que depende sobre todo de las exportaciones de productos tecnológicos explican en buena medida que este pequeño país de Oriente Próximo no haya sucumbido, de momento, a la crisis global. No obstante, coinciden los expertos, acabará por llegar. Con retraso y muy amortiguada, pero golpeará.

"Las consecuencias de la crisis en Israel las veremos en la segunda mitad de 2008 o incluso en 2009, pero probablemente se dejarán sentir con menos intensidad que en otros países", vaticina Tal Keinan, el hombre que hace tres años fundó KCPS, el hedge fund (fondo de alto riesgo) con oficinas en Tel Aviv y Nueva York, y asesor del ministro de Finanzas. Keinan explica que el sistema bancario israelí cuenta con una sobreprotección crediticia que evitará vaivenes como los estadounidenses con las hipotecas basura. Habla, además, de un mercado inmobiliario relativamente saneado.

Parecidas predicciones hace el ministro de Finanzas israelí, Roni Bar-On, que ha advertido de que a pesar de que la economía seguirá en buena forma, la crisis global terminará por hacer mella. Por eso, dijo, nada de aumentar el gasto público. En cualquier caso, el presupuesto del año que viene está pendiente de un más que probable cambio en el Gobierno después de que el primer ministro, Ehud Olmert, sucumbiera a uno de los varios escándalos de corrupción que acumula.

En el capítulo económico el saliente Olmert dice preocuparle sobre todo la rampante desigualdad de un país en el que las cifras macro no cuadran con la distribución de la riqueza. Según los datos del Gobierno, hasta un 35% de los niños israelíes vive por debajo del umbral de pobreza. La desigualdad se ceba sobre todo con la población árabe-israelí y con la comunidad haredi, los judíos ultraortodoxos, que acostumbran a tener un ejército de hijos y que en buena parte viven de subsidios estatales y dedican su vida al estudio de la Torá.

Pero a pesar de la desigual distribución y de los temores y predicciones de unos y otros, las exportaciones -suman el 45% del PIB-, sobre todo las de productos de alta tecnología, siguen exhibiendo músculo y contribuyendo al crecimiento. Hoy operan en Israel 3.361 empresas de alta tecnología, según el Instituto de Investigación de capital riesgo. Sólo la hiperfortaleza del shekel podría zarandear las exportaciones, ya que buena parte de ellas tienen como destino final EE UU, con un dólar en horas bajas con el que es muy difícil competir.

¿Cómo es posible tanta fiebre productiva y consumista en un país cuya política interna y externa va de mal en peor? Esta es una de las preguntas que traen de cabeza a los estudiosos del devenir económico del país y a las que sólo algunos se atreven a esbozar tímidas respuestas. "Porque mientras obtengan beneficios, los inversores seguirán poniendo dinero, y porque vienen a Tel Aviv a hacer negocios y apenas tienen contacto con el conflicto", explica Yaakov Fisher, de la consultora I-Biz. Cierto es que la llamada burbuja de Tel Aviv y sus suburbios empresariales conocidos como el Silicon Wadi tienen más que ver con la lejana California que con la vecina y asediada Gaza.

Pero los cerebros se van

El cuidado y la promoción de la materia gris han sido en buena parte responsables de la fortaleza de la economía israelí durante la última década. En los años noventa, los Gobiernos israelíes dedicaron grandes sumas de dinero a la iniciativa privada y reformaron las leyes para crear un ambiente propicio a la innovación y al desarrollo tecnológico. El invento funcionó. Que empresas como Microsoft o Intel hayan abierto en el país uno de sus pocos centros de desarrollo fuera de Estados Unidos no es una casualidad. Hoy, Israel atrae más capital riesgo que ningún otro país al margen de EE UU y son las exportaciones de productos de alta tecnología las que tiran del carro de la economía nacional.

Pero advierten quienes siguen de cerca los movimientos de los jóvenes talentos que algo está cambiando. "La fuga de cerebros es muy alta, sobre todo en el sector público, en las universidades o en los hospitales, donde los sueldos no son competitivos", explica Omer Moav, profesor de economía de la Universidad Hebrea de Jerusalén y de la Royal Holloway de Londres, además de miembro del Shalem Center. Israel considera la fuga de cerebros una amenaza a su propia existencia, porque los científicos y los ingenieros que se van dejan de investigar en el terreno militar y de contribuir por tanto a la seguridad del país.

Según los datos que maneja Moav, en 2005 fueron 25.000 israelíes los que se fueron del país, frente a los 19.000 de los dos años anteriores. Habla este profesor de la enorme desigualdad de la sociedad israelí, que obliga a los que tienen ingresos decentes a costear con sus impuestos a grandes grupos sociales entre los que destaca la población ultraortodoxa. "Aunque los salarios puedan compararse a los de otros países, la carga impositiva es mayor, y al final, los trabajadores no encuentran los servicios en transporte o medio ambiente que ofrecen los países extranjeros porque aquí hay otras prioridades, como el conflicto con los palestinos", dice Moav.

Italia no levanta cabeza y se encamina hacia su cuarta recesión en una década

ROMA.- La peor combinación posible: inflación disparada, crecimiento cero, inestabilidad política y la crisis internacional más dura de la década con los precios de los alimentos y de los combustibles marcando niveles históricos. Es la realidad de Italia, cuarta economía de Europa y uno de los gigantes mundiales por tejido empresarial y por fuerza productiva. Es el duro presente de un país que tiene la deuda pública más elevada del continente -cercana al 110% del PIB- y que no ha sabido adaptarse a la competitividad comercial de la nueva Europa de los Veintisiete, recoge "El País".

La semana pasada conocíamos que el PIB de Italia se había ralentizado un 0,3% durante los meses de abril y junio en relación a la primera parte del año, un crecimiento cero si el cálculo se hacía de forma interanual. El dato -el más bajo desde el tercer trimestre de 2003- ha disparado todas las alarmas, ya que los analistas coinciden en que todo puede ir a peor y que la cuarta recesión de la década es inminente. Pocos dudan de que el próximo trimestre también reflejará una nueva caída en la producción.

La puntilla a esta sensación de inestabilidad la han dado esta semana las cifras de inflación. Los precios crecieron un 4,1% durante julio en comparación con el mismo mes del año precedente, el nivel más alto desde junio de 1996, según los datos del Instituto Italiano de Estadísticas (ISTAT). El problema es que la inflación de productos de uso diario, como alimentos y combustibles, ha crecido un 6,1%, un dato muy perjudicial para el gasto de las familias, estancado desde el comienzo del año.

Son los ingredientes de un explosivo cóctel que mantienen a Italia como una de las economías más débiles del continente. Y todos coinciden en que puede ir a peor. Una crisis que reconocen también los empresarios -la patronal Cofindustria señaló hace unos días que el país "está al borde la de recesión"- y gente de a pie -la confianza está en mínimos y las organizaciones de consumidores auguran un negro comienzo de curso-. Frente a esto, el único que pone paños fríos a la situación es el Ejecutivo de Silvio Berlusconi, que mantiene sus previsiones de crecimiento para este año en un 0,5%.

El Gobierno sigue manteniendo también sus previsiones de déficit fiscal en un 2,5%, después de cerrar 2007 en un 1,9% (primera vez en un lustro que se cumplía el Pacto de Estabilidad de la UE). Los expertos apuntan que reconocer la crisis es la primera forma de comenzar a combatirla. El problema es que los gobiernos de las últimas dos décadas se han caracterizado por la pasividad en materia económica, ante la imposibilidad de alcanzar acuerdos en un ultrafragmentado poder legislativo. Esta situación ha mantenido estancadas las necesarias reformas.

En momentos de bonanza económica -a comienzos de la década- Italia perdió tiempo en ponerse de acuerdo para reducir los elevados gastos del aparato estatal, pero aparcó cualquier debate sobre las pensiones, la competitividad exterior y el sistema laboral. El caso es que en estos momentos es poco lo que se puede hacer para reactivar la economía con una crisis mundial que no amainará hasta bien entrado 2009, un aparato estatal asfixiado por el plan de recortes del gasto y con unos consumidores ahogados por la inflación no elevarán su gasto en más de medio punto durante el año, según los datos de la OCDE.

La banca abre algo la mano a los créditos hipotecarios, pero endurece los de consumo

MADRID.- El 62% de los responsables de los bancos europeos considera que, a lo largo del segundo trimestre del año, ha mantenido los criterios y condiciones que exigen a los particulares en la concesión de préstamos para la compra de vivienda. Hace tres meses, según la última encuesta sobre préstamos bancarios en la eurozona de julio de 2008 del Banco Central Europeo, este porcentaje era del 52%, según cuenta "El País".

El 32% de los banqueros reconoce haber endurecido ligeramente sus exigencias; hace tres meses ese porcentaje era del 37%. En julio de este año tan sólo un 2%, frente al 4% de abril de 2008, afirma haber estrechado considerablemente sus condiciones, pero ya hay un 4% que asume haberlas relajado moderadamente frente al 7% anterior.

De la suma de todos estos porcentajes -de media un 30% de las entidades endureció sus criterios frente al 33% que lo hizo en el primer trimestre- se desprende una cierta mejoría en la concesión de hipotecas, un ligero abrir la mano o más bien un dejar de cerrarla con fuerza.

Para las entidades bancarias consultadas, prácticamente un centenar a este respecto, el hecho de que aún sigan manteniendo severos criterios de aprobación para sus nuevas hipotecas se basa en sus dudas sobre la situación económica general, sus recelos sobre la solvencia de los consumidores respecto a sus créditos y el coste que le supone mantener estos activos en sus balances. En estos momentos parece no importarles nada la competencia de otras entidades, ya sean éstas bancarias o no. Para los tres próximos meses, el 67% de los banqueros coincide en que básicamente mantendrán sus criterios actuales.

De la encuesta del BCE también se desprende que, pese a la muy ligera mejora de las expectativas en lo relativo a los criterios de concesión de hipotecas, el 60% de las entidades bancarias considera que el volumen total de este tipo de préstamos disminuirá aún más en los próximos tres meses. Hace tres meses, esta apreciación sólo la compartían el 53% de los bancos. De hecho, ya hay un 8% de entidades, antes un 3%, que sostiene que la demanda de hipotecas caerá considerablemente. A este respecto en España, cabe señalar que según los últimos datos de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), en mayo de 2008, aumentó un 10% en tasa interanual menos de la mitad de lo ocurrido el año anterior.

Si sobre las hipotecas no parece que se endurecerán más los criterios de concesión, no puede decirse lo mismo sobre los que se aplican a los particulares que demandan préstamos de consumo o para otros fines similares. Según el BCE, el 72% de los responsables de los bancos europeos considera que, a lo largo del segundo trimestre del año, ha mantenido los criterios y condiciones que exigen a los particulares en la concesión de préstamos personales. Hace tres meses, este porcentaje era del 69%. El 23% de los banqueros reconoce haber endurecido ligeramente sus exigencias; hace tres meses ese porcentaje era del 22%.

En julio de este año un 3%, frente al 2% de abril de 2008, afirma haber estrechado considerablemente sus condiciones pero ya hay tan sólo un 2% que asume haberlas relajado moderadamente frente al 6% anterior. Con vistas a los próximos tres meses, de media, el 25% de las entidades financieras estima que se seguirán endureciendo las exigencias para los particulares. Sobre la demanda de este tipo de créditos no parece haber dudas: el 26% de los bancos consultados cree que caerá en los próximos meses; en abril, cuando la situación económica general no se vislumbraba tan complicada, este porcentaje era del 12%.

No es un gran consuelo -el Euríbor sigue negociándose en torno al 5,31%-, pero la realidad es que se ha ido tranquilizando en las dos últimas semanas. A lo largo de todo el pasado mes de julio, esta referencia hipotecaria volvió a vivir un arranque alcista que no sólo sorprendió a particulares y expertos -llegó a negociarse en el 5,432% desde el 5,366% con que había cerrado junio-, sino que generó aún más incertidumbre sobre su posible evolución; de hecho, hubo quien llegó a hablar de niveles cercanos al 6%.

En agosto, pese a que suele ser éste un mes propicio para las grandes turbulencias -la verdadera crisis de las hipotecas subprime se desató hace justo un año-, ha ido recortando posiciones hasta mantenerse prácticamente inalterado en torno al 5,31%, lo que ha relajado sus expectativas alcistas.

Aunque los expertos no se atreven a realizar predicciones concretas respecto al futuro nivel del Euríbor en los próximos meses, la mayoría sostiene que, pese a las tensiones inflacionistas, es posible que éste se sitúe en torno al 5%-5,25% al cierre del año, lo que en cierta medida aliviaría a todos los hipotecados. No hay que olvidar que, según los últimos datos oficiales a marzo de este año, cuando el Euríbor estaba en torno al 4,75%, una familia media destinaba más del 46% de su renta anual disponible al pago de las cuotas de amortización hipotecaria de su primera vivienda.

La tempestad amaina en los mercados de los alimentos básicos

MADRID.- Hace unos meses, los expertos hablaban de la tormenta perfecta: sequías, inundaciones, especuladores, biocombustibles, caída del dólar, crecimiento de la población y del nivel de vida en China y la India... Todos los factores se alinearon para disparar el precio de alimentos básicos. Entre enero y marzo, el trigo dobló su precio en la Bolsa de materias primas de Chicago. El maíz lo hizo en seis meses, y el arroz -alimento básico para medio mundo- llegó a encarecerse un 40% en sólo un semestre. Todo eso, en medio de una crisis alimentaria que ha dejado hambrunas en una treintena de países, dice "El País".

Ahora la tempestad amaina. Tampoco se puede hablar de calma, pero las buenas cosechas y la caída del petróleo -y del dólar- han traído algo de tranquilidad a las bolsas de materias primas. Los últimos datos disponibles del índice de alimentos de la FAO, la Organización para la Agricultura y la Alimentación, muestran cómo en junio los precios de la cesta de la compra básica se congelaron. Mantuvieron un nivel similar al de mayo, tras una subida vertiginosa a lo largo de todo 2007 y los primeros meses de 2008.

"Los precios han abandonado el pico de marzo, pero siguen un 44% por encima de los de junio de 2007", explica en su último informe el organismo. Los perfiles de los precios de los alimentos en julio y lo que va de agosto van claramente a la baja.

Expertos y organizaciones humanitarias coinciden en que se han cumplido sus previsiones. "Cuando los precios subían mucho, ya esperábamos que llegaran a un punto de inflexión en junio y entonces se calmaran. Aun así tampoco podemos hablar de una bajada enorme en los precios reales, porque la inflación está disparada en varios países emergentes. Tal y como dijimos, han abandonado las cotas más altas, pero van a mantenerse en niveles elevados unos años", explica Liliana Balbi, economista jefe del servicio de información y alerta de la FAO.

La bajada del trigo, cuyo precio se ha reducido desde marzo un 30% hasta los 8,32 dólares por bushel (24,5 kilos), tiene que ver, según Balbi, con las buenas cosechas de los últimos meses: "Estados Unidos ha tenido la mejor cosecha en 10 años; la Unión Europea ha aumentado su producción en un 15%, y no ha habido sequías en los países de Europa del Este ni en Australia". Multitud de factores que se suman al hecho de que los mayores precios del año pasado hayan propiciado un aumento de las tierras destinadas a este cultivo.

En el caso del maíz, que también ha visto disminuir su cotización en el mercado de futuros más de un 25% desde junio a estos días, la situación es más inestable. Las lluvias que anegaron campos enteros en EE UU han tenido menos repercusión de lo que se esperaba. "Pero observamos que este cereal es mucho más volátil. Cualquier mal dato, o si la cosecha aún no recogida es mala, podría volver a subir su precio", apunta la FAO.

En el arroz, la desaparición de muchos de los factores que dispararon sus precios ha devuelto algo de calma a los países asiáticos. Tailandia y Vietnam han recogido buenas cosechas. Se trata de un buen augurio, aunque todavía no se ha recolectado en el grueso de los países productores. Además, las fronteras para la exportación, que en abril y mayo quedaron casi cerradas en muchos de los grandes productores por miedo a la escasez, están ahora más relajadas. Tailandia podría incluso elevar sus ventas al exterior en unas 2.000 toneladas.

Como consecuencia, el arroz tailandés más común, y uno de los referentes en Asia, ha pasado de los 835 dólares de julio a los 715 dólares por tonelada esta semana. "Pero no podemos olvidar que el año pasado valía cerca de 335 dólares", puntualiza la economista de la FAO.

A todo esto se añaden otros factores externos. El más importante: el petróleo. Todos los expertos señalan la estrecha relación entre el crudo y los alimentos. "Los precios de los cereales se ven arrastrados por el del petróleo", explica Carlos Galian, responsable de la campaña de agricultura en Intermón Oxfam. El aumento de precio de los combustibles afecta al transporte de alimentos, al coste de los trabajos agrícolas, a los fertilizantes... "Además, no hay que olvidar el vínculo entre biocombustibles y cereales", razona Galian.

Este analista explica que la escalada del crudo anima a los inversores a poner su dinero en energías alternativas como los biocombustibles y, por tanto, en maíz y trigo. Esos movimientos especulativos también contribuyeron al alza. Ahora que el petróleo modera su subida, los biocombustibles parecen menos atractivos y la burbuja del maíz y el trigo se relaja un poco.

"Todavía no sabemos si esa bajada de precio en las bolsas está teniendo un impacto real en la población", afirma Galian. De momento, la mayoría de países en los que los precios causaron revueltas y hambrunas siguen bajo vigilancia. "Ahora que hay algo más de estabilidad en los precios, la revalorización de los productos del campo podría ayudar a que la renta de las zonas agrícolas aumente", esperan en Oxfam.

El repunte del dólar propicia la fuerte caída de las materias primas

MADRID.- El dinero fácil alimentó la burbuja inmobiliaria y crediticia que estalló con la crisis subprime en EE UU. Pero en los últimos años ha habido otra burbuja menos publicitada, si se deja de lado el petróleo: las materias primas -metales, energía, etcétera- han disparado su cotización por un conjunto de razones, entre las que destacan la demanda de los países emergentes, con China y la India a la cabeza, y las dificultades de los países productores por satisfacer esa hambre voraz, además de la debilidad del dólar. Ahora, también esa burbuja se desinfla, según "El País".

Las hipotecas basura le han dado la vuelta a la situación: la actual desaceleración mundial provoca una caída de la demanda, a lo que se añade la ligera revitalización del dólar por la sorprendente buena salud de la economía estadounidense, que está encajando el golpe mejor de lo esperado. Al igual que con el crudo, en las materias primas se dejan sentir esos dos factores. Tanto, que los principales índices registraron en julio la mayor caída en casi 30 años. Eso sí: desde máximos históricos.

Con el petróleo en mínimos de los tres últimos meses, los metales siguen una tendencia similar. El oro está por debajo de los 800 dólares por onza por primera vez en lo que va de año. Desde marzo ha caído más del 20%. La plata y el platino han experimentado recortes en torno al 30%. Y los metales industriales registran también las primeras caídas en meses.

El cobre, muy usado en tareas de construcción y electricidad, tocó a lo largo de esta semana su valor mínimo en el último medio año, al igual que el aluminio. Estos dos productos han caído en torno al 6% en la última semana.

"Aún hay espacio para que el precio del cobre caiga un 10% adicional, y eso se debe en parte a que China crece más despacio", aseguró Dan Brebner, analista de materias primas del banco suizo UBS. "La corrección va a continuar", dijo Michael Lewis, economista jefe de materias primas de Deutsche Bank.

Junto con el dólar o la demanda, los analistas aseguran que las compañías productoras han elevado sus inversiones ante la rentabilidad que ofrecen las minas con precios tan elevados. Y aluden incluso a factores deportivos: la demanda china podría desfallecer tras los Juegos Olímpicos y tener un fuerte impacto sobre las cotizaciones.

Liechtenstein promete relajar el secreto bancario

ZURICH.- Liechtenstein empieza a ceder a la presión internacional que le demanda información sobre las grandes fortunas. El pequeño paraíso fiscal, situado entre Austria y Suiza, ha prometido levantar parcialmente el secreto bancario que ampara a los capitales instalados allí para evadir impuestos u ocultar actividades delictivas. Sin dar demasiados detalles, el príncipe Alois von und zu Liechtenstein, jefe del Estado, prometió mayor cooperación con otros países pero buscando "soluciones sensatas" para los clientes.

En un discurso pronunciado con motivo de la fiesta nacional del principado, Alois von und zu Liechtenstein advirtió de que el país no puede seguir basando su éxito en el secreto bancario, sino que debe desarrollar más la banca convencional: "Debemos aprovechar la oportunidad para mostrarle al mundo que el sector financiero puede ser exitoso cuando estrechemos la cooperación en cuestiones fiscales".

Pese a todo, el príncipe lanzó un mensaje claro sobre la persistencia de privilegios fiscales en ese territorio, cuya economía se basa en los atractivos bancarios: "Aún nos diferenciaremos bastante de otros centros financieros en el futuro".

Fuentes de la banca sugieren que una de las fórmulas para abrir parcialmente el sistema sin quebrar el secreto bancario sería ofrecer una amnistía para clientes fijos. Otra idea, adelantada por el diario Financial Times, consiste en suministrar a los gobiernos interesados información sobre ciudadanos con cuentas opacas siempre que no se les apliquen penas excesivas. Además, los titulares de cuentas recibirían notificación de que sus datos se van a hacer públicos, lo que les daría tiempo para transferir el dinero a otro lugar.

La iniciativa de Liechtenstein se produce meses después de que Alemania destapara su mayor escándalo fiscal, que implicaba a 1.000 ricos con dinero oculto en el paraíso. El fraude se extendió a otros países de la OCDE, entre ellos España, y Alemania instó a la Unión Europea a revisar las reglas contra estos territorios opacos. Pese a todo, el primer ministro de Liechtenstein, Otmar Hasler, quiere evitar falsas expectativas. "No levantaremos el secreto bancario", declaró al Financial Times.

Wachovia da carpetazo al escándalo de la deuda opaca

NUEVA YORK.- Wachovia no tenía otra opción. Y siguiendo el ejemplo de otros colosos de Wall Street, cerró ayer un pacto con las autoridades reguladoras de EE UU por el que recomprará e inyectará liquidez en el polémico mercado de deuda a tipos subastables por un valor próximo a los 9.000 millones de dólares (unos 6.000 millones de euros). Además, es sancionado con 50 millones, según "El País".

El cuarto banco comercial de EE UU se suma a los pactos alcanzados por Citigroup, UBS, JP Morgan Chase y Morgan Stanley con el fiscal general de Nueva York, Adrew Cuomo, que aprovechó para amenazar a Merrill Lynch con emprender acciones legales por sus prácticas, y esto a pesar de que la entidad ha decidido recomprar de forma voluntaria deuda opaca por 10.000 millones.

Cuomo, que lleva la voz de mando en el escándalo de la deuda opaca, reitera que con su acción pretende ayudar a decenas de miles de inversores que se vieron atrapados por las prácticas de sus bancos. Estas cinco firmas garantizaron a sus clientes que los activos que compraban eran seguros y podían canjearse por efectivo, cuando no disponía de liquidez.

El mercado de deuda a tipos subastables está congelado desde febrero, a raíz del colapso de sector hipotecario, lo que impedía a los inversores venderlos ante la espantada de los bancos. Con el pacto de Wachovia, que beneficiará a 40.000 clientes, los reguladores recuperan de momento más de 60.000 millones en un mercado que movió 330.000 millones.

Singapur, el 'modelo' a seguir

MADRID.- Tailandia, Georgia o Mauricio aparecen por delante de España en los 'rankings' internacionales que miden la facilidad para hacer negocios, dice hoy "El Mundo".

Hong Kong, Singapur o las Islas Mauricio son países mucho mejores para hacer negocios que España. Quizás sólo para eso, pues no todos son un ejemplo de virtudes políticas y respeto a los derechos individuales, pero no se trata de una valoración arbitraria, sino del resultado de diferentes clasificaciones internacionales.

La afirmación no tiene trampa semántica ni dobles sentidos políticos.Los rankings económicos colocan a nuestro país muy lejos de la cabeza, independientemente de cuál sea el baremo que escojamos.En el último año, hasta tres estudios diferentes, de entidades privadas y públicas, relegan a España a puestos por encima del 30º en lo que a libertad económica y a facilidad para hacer negocios se refiere y otro la deja fuera de los destinos más atractivos para la inversión extranjera.

Las clasificaciones que colocan a a Singapur, a Hong Kong, a Irlanda y a Estados Unidos al frente no se ajustan a un patrón único. El Indice de Libertad Económica, elaborado por la Heritage Foundation, un think tank conservador norteamericano, define esa libertad en función del respeto al derecho de propiedad privada, a la ausencia de coerción y a la libertad de movimiento, capitales y bienes, valorando especialmente el comercio, la fiscalidad, las inversiones o la corrupción.

A la cabeza de la lista figuran Hong Kong y Singapur, lo que avala la tesis de que libertad económica y libertad política no van necesariamente siempre de la mano. Sin embargo, tras las dos naciones asiáticas, donde se puede ganar dinero con facilidad pero donde la libertad de expresión brilla por su ausencia, se sitúan democracias consolidadas como Irlanda, Australia, Estados Unidos, Nueva Zelanda o Canadá, en las que para fundar una empresa u obtener una licencia no son necesarios trámites burocrático interminables.

Para la revista Forbes los criterios en liza son otros a la hora de configurar su ranking de los mejores países para hacer negocios.La publicación revisa el crecimiento del PIB y la renta per cápita, los niveles de comercio, el número de habitantes y la tasa de desempleo. Esos valores contribuyen a aupar a modelos mucho más clásicos pero, irónicamente, también califican a Dinamarca como el país más interesante para hacer negocios pese a la paradoja de que es el primer caso dentro de la UE en el que se ha registrado recesión.

El tercer ranking corresponde al Doing Business 2008 del Banco Mundial. El documento, el más completo y sistemático de todos, valora tanto el proceso necesario para completar con éxito la apertura de una empresa (analiza el número de trámites solicitados, cuántos días se emplean en realizarlos y el capital mínimo exigido) como el número de licencias, el proceso para la obtención de créditos, el pago de impuestos, el cumplimiento de los contratos o el tiempo requerido para poner fin a una empresa.

Por poner un ejemplo de los resultados: en Estados Unidos, el tercer país de la lista, son necesarios seis días para empezar un negocio. En España, 47. Una diferencia estudiada hace años por el peruano Hernando de Soto para explicar por qué el capitalismo funciona en algunos países y en otros no.

Por delante de España se encuentran países que, a priori, podrían considerarse menos propicios, como Tailandia (13), Estonia (17), Georgia, ahora en guerra, (18), Mauricio (27) o Fiji (36).

Además, en febrero de este año, la consultora AT Kearney dejó fuera de su ranking de países más atractivos para la inversión a España, que sí se encontraba dentro en la edición anterior, por razones, principalmente, políticas.


¿Es tan grave el fracaso de la Ronda de Doha? / Enrique Mora*

En las reuniones internacionales hay mucho teatro. Se escenifica para velar el contenido real del debate. Esto no es necesariamente malo en un mundo, el de la política internacional, en el que las formas son, a veces, tan importantes como el fondo. Pero las reuniones sobre comercio internacional llevan esa escenificación demasiado lejos.

La verdad es que ni siquiera son necesarias. En estas reuniones se desarrolla una complejísima negociación a múltiples bandas en la que el argumento básico es «yo disminuyo el arancel de este producto si tú me rebajas el de aquel otro». Todo es una gigantesca mentira. Cualquier manual básico de economía explica que los países ganan con el comercio en la medida en que abaratan sus importaciones. Ganan cuando bajan sus aranceles, aunque sea de forma unilateral, aunque el otro no «corresponda». Esa es la verdadera ganancia, mucho mayor que la proveniente de aumentar las exportaciones. ¿A qué vienen entonces esas macro-reuniones eternas?

La repuesta está en la política. Disminuir aranceles baja los precios. Se benefician los consumidores, que aumentan su renta disponible, y las empresas en la compra de bienes de inversión.Es decir, nos beneficiamos todos. Bueno, casi todos. Hay un pequeño grupo que sale perjudicado: el que produce ese bien. El problema es que el perjuicio es objetivo, inmediato y cuantificable, mientras que el beneficio se extiende poco a poco por toda la sociedad, pero de forma más difusa, clara sólo en el medio y largo plazo.Los perjudicados reaccionan con virulencia, protestan, escriben editoriales o cortan carreteras. Difícilmente un gobierno puede ignorarlos, aunque sepa que esa reacción contradice el bien común.Se buscan así caminos indirectos, alianzas con otros grupos económicos y proyecciones de intereses comerciales hacia el exterior. Se hace, en definitiva, política para poder orillar un sencillo principio de funcionamiento económico. Hasta ahora, y desde la Segunda Guerra Mundial, en las sucesivas Rondas de desarme arancelario la jugada había funcionado. En Doha, aparentemente, ha dejado de hacerlo. ¿Por qué?

Se ha culpado al capítulo agrícola. Cuando las rentas agrícolas han alcanzado niveles históricos parece casi una broma (y de mal gusto) tratar de descargar la responsabilidad en ese sector.Digamos que ha sido la excusa. Podía haber sido cualquier otra.Y es que las razones no son económicas. El fracaso de esta Ronda tiene un origen más profundo, y no hace sino reflejar que la sociedad internacional ha cambiado, en un proceso sin vuelta atrás. Durante casi 50 años, Estados Unidos y la Unión Europea marcaban el ritmo y fondo de la negociación. La entonces Unión Soviética estaba fuera de ese juego, igual que China, India o Brasil eran actores menores. Es significativo que la razón oficial del fracaso de Doha, el punto de ruptura, haya sido un enfrentamiento entre Estados Unidos de un lado y China e India del otro. Nada como esto anticipa un mundo en el que o buscamos nuevas formas de gobernarlo o estamos abocados a desencuentros de gravedad creciente.

Si las razones del fracaso no han sido económicas tampoco lo van a ser las consecuencias. No va a disminuir el comercio internacional porque esta negociación se muera. Peter Mandelson, el mediador europeo, ha escrito que el precio a pagar serán «oportunidades perdidas» (Daily Telegraph del 30 de julio). Es una forma elegante de decir que en el mundo real nada va a cambiar aunque nos prometiera uno mejor.

El problema es que el fracaso viene en mal momento. Hace dos años ya se dio por concluida la negociación -enterrar la Ronda se ha convertido en un ritual veraniego- y nadie lanzó augurios fúnebres. La situación es ahora muy distinta. A las escalofriantes subidas de precios de los alimentos y materias primas se suma un sistema financiero internacional sumido en una crisis de confianza de las más serias de su historia. En este ambiente, como en todas las crisis económicas, el proteccionismo es una fuerte tentación.En la campaña electoral norteamericana parece haber un concurso para ver quién ataca más el libre comercio. Por ahí puede venir el peligro. Lo último que la economía necesita es poner trabas al comercio. Eso sólo hará la crisis más larga y dolorosa.

*Enrique Mora es diplomático y trabaja en el Consejo de la Unión Europea.

enrique.mora@consilium.europa.eu

www.elmundo.es


El triunfo de los países emergentes

WASHINGTON.- Diez años después de tocar fondo con la suspensión de pagos rusa, las naciones en desarrollo se han convertido en la locomotora de la economía mundial, publica "El Mundo".

Hace 10 años, las tiendas de Rusia se quedaron vacías por exceso de demanda. La gente salía a la calle y compraba lo que encontraba.Particularmente bienes duraderos, como electrodomésticos. ¿Por qué? Porque los rusos asumían que esos productos iban a conservar su valor mejor que el rublo. El razonamiento era simple: el 17 de agosto de 1998, Rusia había anunciado una moratoria unilateral de 90 días en el pago de la deuda externa y el rublo había dejado de ser convertible.

A medida que compraban esos bienes, las tiendas no podían reponer los stocks. Rusia lo importaba todo. Por ejemplo, dos tercios de los alimentos que consumía venían del exterior. Las tiendas se quedaron vacías, incluso el papel higiénico escaseaba. Al mismo tiempo, los precios empezaron a dispararse. La gente ponía la televisión y escuchaba a los presentadores hablar de cosas que no entendían. Era como si el suelo que pisaban se derrumbara.Y también el que pisaban los bancos occidentales, que habían prestado 72.200 millones de dólares a Moscú.

Pero el problema iba más lejos. Todo había empezado un año antes cuando Tailandia había devaluado su divisa, el baht, tras lo que se había desatado una oleada de crisis monetarias en los mercados emergentes. Corea -un país que se consideraba desarrollado- había llevado a cabo una suspensión de pagos encubierta aquel invierno. Indonesia se colapsó. Cinco meses después Brasil también devaluaba. En diciembre de 2001, Argentina llevaba a cabo la mayor suspensión de pagos soberana de la Historia.

Hoy, sin embargo, Moscú es una ciudad cara y con unos abrumadores atascos. Y su poder económico es lo bastante grande como para que, como ha declarado Adam Gopnik, en The New Yorker, «cuando los europeos piensan en tomas de control hostiles de sus empresas, piensan en Gazprom», el gigante energético ruso.


Esta semana, Argentina lanzó un plan de recompra de deuda pública por 700 millones de euros. Los fondos soberanos de China -que había tenido su propia devaluación en 1994-, Singapur y Oriente Medio -entonces por los suelos, con el precio del petróleo a 12 dólares- están salvando de la quiebra a los bancos occidentales.

El problema de China, Kuwait o los Emiratos Arabes no es cómo mantener sus divisas pegadas al dólar con mecanismos de tipo de cambio, sino qué hacer para desembarazarse del billete verde y dejar que sus monedas se aprecien. Es una dinámica que no gusta a todos. Como escribe el economista Nouriel Roubini, el déficit estadounidense está siendo financiado por «rivales estratégicos de EEUU -China y Rusia- y petroestados inestables».

Así que los mercados emergentes que amenazaron con hundir a la economía internacional hace 10 años la están salvando hoy. ¿Por qué? Según los expertos, por una combinación de suerte y de políticas adecuadas. Por un lado, una serie de países -como Rusia, los productores de petróleo y Argentina- se han visto beneficiados por la subida del precio de las materias primas. Pero esa subida se ha debido en parte al crecimiento de Asia.


Eso, a su vez, está relacionado con el hecho de que muchos de estos países se han jurado no volver a experimentar una crisis de la cuenta corriente.La consecuencia ha sido una masiva acumulación de divisas que, en cierto sentido, ha dejado sin razón de ser al Fondo Monetario Internacional (FMI), ya que ahora los bancos centrales de esos países tienen reservas más que suficientes para hacer frente a cualquier crisis de la balanza de pagos. Esto se ha combinado con superávit fiscales, que reducen la dependencia del capital extranjero.

Como explica Douglas Cairns, de la gestora de activos Treadneedle, «es destacable que, incluso considerando los grandes superávit de que disfrutan la mayoría de los países emergentes, siguen manteniendo la disciplina fiscal». Eso choca particularmente con la situación de los países desarrollados, a muchos de los cuales alcanzar superávit les supone un esfuerzo heroico.


Y, a su vez, explica por qué en la actual crisis inmobiliaria y financiera de EEUU y Europa, los países asiáticos y de Oriente Medio lo están comprando todo. No sólo los bancos. A veces, hasta las casas. Esta semana ha habido rumores en EEUU de que un fondo soberano tiene 19.400 millones de euros para comprar viviendas cuyos propietarios han sido desahuciados en la Costa Oeste del país.

En realidad, no todos los mercados emergentes van igual. A pesar de su recompra de deuda, Argentina se ha encontrado esta semana con una bajada de la calificación de su deuda por Standard & Poor's que vuelve a despertar el fantasma de la suspensión de pagos. Y Rusia ha visto cómo la bolsa de Moscú caía un 22% en seis semanas. En ambos países, los problemas, al contrario que en Asia, se deben, según los analistas, al hecho de que su expansión se fundamenta en los precios de las materias primas: agrícolas en Argentina y energéticas en Rusia.

Sin embargo, y aún con todos esos matices, los mercados emergentes se han convertido hoy en el eje de la economía mundial, en detrimento de Occidente. Esta misma semana, Goldman Sachs ha pronosticado que los países más ricos entrarán 2009 en recesión y serán los emergentes los que comandarán la recuperación económica mundial.Los rusos hoy ya no necesitan comprar lavadoras porque no se fían del rublo.


La impensable caída de la casa Andersen

MADRID.- Arthur Andersen, la compañía norteamericana de auditorías fundada en 1913, desapareció en agosto de 2002 tras tocar el olimpo empresarial. El 'caso Enron', el mayor pero no el único de sus grandes errores, precipitó el final de una empresa con 85.000 empleados que crecía un 10% al año, según "El Mundo".

Imaginen que ustedes son alumnos de una escuela de negocios y les cuentan la siguiente historia: en 2001, una de las empresas más prestigiosas del mundo tuvo unos ingresos de 9.336 millones de dólares. Era un negocio tan boyante que crecía un 10% al año.Se ganaba mucho dinero. La firma era una de las más apreciadas del mundo entero. Tenía 85.000 empleados. Al año siguiente no existía.

Dios santo, ¿qué había pasado en esos meses para que desapareciera del mapa esa firma? Por cierto, ¿cómo se llamaba? Arthur Andersen. Era la número uno en el universo de la auditoría porque la mayor parte de los grandes bancos y empresas del mundo le cedían sus cuentas para certificar que eran entidades de fiar y atraer inversores.Una auditoría de Arthur Andersen era como tener la denominación de origen de La Rioja.

Cierto que el lenguaje de los auditores era una interlingua que sólo comprendían ellos, pero unas palabras mágicas estampadas en las cuentas públicas podían suponer la consolidación de una firma o su hundimiento. Esas palabras bajaban de escala desde «opinión favorable» (nos fiamos de los estados financieros de esta compañía), «salvedades» (una pequeña irregularidad), «opinión desfavorable o negativa» (aquí hay algo que huele a chamusquina), y «opinión denegada» (no tengo datos para emitir una opinión porque la empresa no me los ha proporcionado). El auditor era un ser insobornable que cumplía con el principio emitido por el señor Arthur Andersen de «think straight, talk straight», es decir, «piensa correctamente y habla sin tapujos».

Llegó un momento en que los auditores sabían tanto de una empresa que no sólo se limitaban a firmar informes limpios sino que deslizaban buenos consejos sobre cómo mejorar la eficiencia de la compañía.¿Hemos dicho consejos? Así es: esos consejos se convirtieron en un departamento que se llamó consultoría y creció con tal vigor que Andersen ganaba más dinero por ahí que con la auditoría.

«Los consultores representaban la modernidad, la inteligencia, las técnicas just in time, la ingeniería», afirma Francisco López, ex socio de la firma. Los auditores eran unos señores con manguitos que disfrutaban haciendo sumas y restas, en fin, el pasado. Y llegó el deep impact. Los consultores declararon la guerra de independencia.

Arthur Andersen se dividió en dos pedazos en 1989. Por una parte, la división de consultoría (Andersen Consulting), y por otro, la de auditoría. Aquello era como un terremoto porque desde su fundación en Chicago en 1913 por el recto señor Arthur Andersen, la compañía se había convertido en la una firma seria y creíble.Las disputas entre auditores y consultores se hicieron tan crudas que en 2000 el Tribunal Internacional de Comercio decidió que los consultores se fueran por su lado, pero no podrían usar más el nombre de Andersen. Fue entonces cuando nació Accenture.

Arthur Andersen se quedó compuesto y sin su novia. Se consoló pensando que los disgustos habían acabado, pero solo acababan de empezar. En 2001, uno de los mayores gigantes americanos se declaró en quiebra y arruinó a miles de pequeños inversores.Se llamaba Enron y lo sorprendente era que en los años anteriores había sido considerado por Harvard como un ejemplo de empresa innovadora.

Enron poseía plantas de energía y tuberías de gas prodigiosas que recorrían EEUU de punta a punta. Con la liberalización de la energía, en 1990, la compañía presidida por Kenneth Lay creó negocios nunca vistos como una web para comprar y vender energía («No necesitamos más instalaciones», decían los ejecutivos), y hasta para comerciar con el tiempo meteorológico, es decir, apostando a si iba a llover, nevar o hacer calor en los meses futuros. La idea emocionó tanto a los directivos que continuaron traficando con todo lo que se les pusiera por delante: papel, acero, plástico, y anuncios en televisión. Así hasta 500 productos.

Los periodistas seguían embelesados por las evoluciones de este gigante y Fortune le dio durante seis años el premio a la empresa «más innovadora». Pero allí se escondía un mar de pérdidas que no aparecía por ningún sitio gracias a que el director financiero, Jeff Skilling («Soy jodidamente listo», decía en Harvard), las había traspasado a las Special Purpose Entities, unas sociedades radicadas en paraísos fiscales. Cuando por fin se supo que Enron era peor que el Titanic, todo el mundo buscó al auditor: Arthur Andersen.

Los auditores que habían firmado las cuentas de Enron se pusieron tan nerviosos que empezaron a destruir documentos. Por ese error se les acusó de obstrucción a la Justicia en 2002. Siguieron las bancarrotas de Waste Management, Sunbeam y WorldCom lo que conformó la mayor bancarrota en serie de la historia de EEUU.Todas estaban auditadas por Arthur Andersen. La firma más prestigiosa del mundo de la auditoría sufrió además la persecución del Gobierno americano que quería entregar al pueblo un cabeza de turco para desviar la atención.

Dado que la Securities and Exchange Commission no permite ejercer a personas acusadas de felonía, Arthur Andersen tuvo que entregar sus credenciales oficiales y desaparecer en agosto de 2002. Ironías de la historia: en 2005 el Tribunal Supremo tomó la última decisión sobre el caso de Arthur Andersen contra el pueblo de EEUU, y el juez William Rehnquist concluyó que el veredicto del jurado no era correcto por falta de información. Pero el rescate había llegado muy tarde.

Los arturos se integraron en Deloitte y hasta tomaron el control de la compañía. Hoy sólo quedan algunos blogs donde viejos empleados prometen escribir un libro para reverenciar a la firma que les hizo tan poderosos. (www.pacolopez.biz)

Cambio de ideas

En España, Arthur Andersen empezó a conocerse cuando Miguel Boyer, ministro de Economía y Hacienda, revisó las cuentas de un pulpo gigante trufado de bancos y empresas, y lo intervino en 1983.Encargó una auditoría y fue entonces cuando los españoles supieron qué era Arthur Andersen. Tras meses de inmersión en las cuentas de uno de los mayores grupos empresariales de entonces, cuyo propietario era José María Ruiz Mateos, los auditores determinaron que estaba en quiebra porque debía más de un billón de pesetas, pero sólo valía 822.000 millones.

Hasta entonces muchas grandes compañías y bancos españoles no tenían cuentas financieras sino apaños. Boyer y Arthur Andersen les cambiaron de ideas. En los años 90 era la firma que auditaba a la mayoría de las empresas del Ibex 35.

También en esos años, el bufete Garrigues Walker se alió con Andersen para fusionar su negocio fiscal en Garrigues Andersen, pero tras el fin de la firma en 2002, tuvo que eliminar el nombre.Los auditores se integraron en Deloitte con tal fuerza que de hecho la absorbieron y hoy su presidente es un ex arturo.



Las economías de Alemania y Francia retroceden por la crisis

MADRID.- Los principales motores económicos europeo sufren los rigores de la crisis. La economía alemana retrocedió en el segundo trimestre del año en un 0,5%, algo que no sucedía desde el otoño de 2004, según la oficina federal de estadísticas. Mientras, el PIB francés cayó un 0,3% en el mismo periodo

De acuerdo con los datos actuales, el crecimiento real de la economía en Alemania en el primer trimestre fue, asimismo, menor de lo anunciado y se situó en el 1,3%, en lugar del 1,5% anteriormente publicado, un dato que había sorprendido.

La última vez que la economía alemana sufrió un retroceso fue en el tercer trimestre de 2004, en que el PIB alemán bajó un 0,2%.

El retroceso económico había sido pronosticado por los expertos hace unas semanas y el Gobierno contaba con ello, pese a lo cual ha mantenido hasta ahora sus pronósticos de crecimiento para este año y el siguiente, que sitúa en el 1,7%, este 2008, y en el 1,2%, para 2009.

Después de haber resistido sorprendentemente bien a las turbulencias de la economía mundial durante los primeros meses del año, sobre todo gracias a la fortaleza de su industria y el mantenimiento de los pedidos, la economía alemana ha terminado por verse atrapada por la crisis.

Francia tampoco se libra de los efectos de esta crisis mundial. El producto interior bruto de Francia se redujo en un 0,3% también en el segundo trimestre de 2008, anunció el Ministro de Economía, Christine Lagarde, en declaraciones a la cadena de radio France Inter. En el primer trimestre del año, el Producto Interior Bruto (PIB) francés había aumentado un 0,4%.

Según datos todavía provisionales, el crecimiento del país entra así en números rojos, siguiendo la estela de la desaceleración que registran ya otros países industrializados como Alemania, Italia y Japón.

En declaraciones recogidas por la emisora, la ministra ha atribuido el decrecimiento a los efectos de la crisis que afecta a los mercados financieros desde hace un año y descartó que pueda hablarse de recesión.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INSEE), la formación bruta de capital fijo descendió en el segundo trimestre (-1,5%) después de haber registrado una subida en el trimestre anterior (+0,7%).

Las exportaciones también disminuyeron (-2,0%) después de crecer en el primer trimestre (+2,4%), lo mismo que las importaciones, aunque éstas retrocedieron en menor medida (-0,3% frente al +1,8% del trimestre precedente). Por otro lado, el INSEE ha anunciado también que el empleo asalariado en las empresas del sector comercial bajó en el segundo trimestre (-0,1%), lo que sitúa su crecimiento interanual (respecto a igual periodo de 2007) en +1,1%.

El salario mensual de base aumentó en Francia en el segundo trimestre (+0,9% respecto al primer trimestre, y +3,1% frente al segundo trimestre de 2007), por debajo de la subida de los precios en ambos casos.

La recesión acecha a Europa y agita el fantasma de la "estanflación"

BRUSELAS.- La Eurozona se acercó esta semana un poco más a una recesión tras la noticia de que su economía se contrajo un 0,2% en el segundo trimestre del año por primera vez en su historia, un escenario que sumado a la inflación récord vuelve a agitar el fantasma de la 'estanflación'.

La contracción de la economía europea, anunciada el jueves, contribuyó a arrastrar al euro a su menor nivel en seis meses frente al dólar: 1,4698 dólares.

Las economías más poderosas de los 15 países de la zona euro cayeron en el segundo trimestre en relación al primero: el PIB de Alemania retrocedió un 0,5%, Francia un 0,3% e Italia otro 0,3%. España creció apenas un 0,1%, salvándose por un pelo del crecimiento negativo.

La noticia hizo sonar la alarma en las capitales europeas y arruinó las vacaciones de muchos.

El gabinete de ministros de España interrumpió sus vacaciones anuales el jueves para aprobar un paquete de 24 medidas destinadas a reactivar la economía, en rápido deterioro. El primer ministro francés, François Fillon, se reunirá este lunes con varios ministros para buscar una salida a la crisis.

A esto se suma la escalada inflacionaria que azota a la Eurozona, donde el índice de precios al consumo permaneció en un récord de 4% en julio, más del doble del objetivo del Banco Central Europeo (BCE) de una inflación ligeramente inferior a 2%.

Esta ecuación peligrosa de fuerte inflación y crecimiento estancado o negativo agita el fantasma de una 'estanflación' (estancamiento sumado a elevada inflación) y es particularmente delicada para el BCE.

El banco central puede intentar contrarrestar el alza de los precios al consumo aumentando sus tasas, pero corre el riesgo de hundir aún más la economía.

Datos económicos recientes difundidos en Gran Bretaña y Japón sugieren también que estas dos grandes economías pueden entrar en recesión, y la Agencia Internacional de Energía (AIE) sostiene que probablemente la economía estadounidense seguirá el mismo camino.

El dólar subió el viernes a su máximo nivel en casi seis meses frente al euro por especulaciones de que el BCE comenzará a recortar las tasas de interés a comienzos de 2009 para estimular el crecimiento económico, según analistas.

Si bien es poco probable que el BCE salga de su statu quo este año, "eventualmente comenzarán a recortar los tipos desde inicios del año próximo y eso será un factor clave que contribuirá a una mayor debilidad del euro", predijo David Mann, estratega de divisas del Standard Chartered en Hong Kong.

"Probablemente vimos al euro en su cima en los 1,60", pero es poco probable que caiga más allá de los 1,40 dólares en el futuro cercano, añadió.

La economía europea podría tener un respiro si el precio del petróleo, cuyo precio ha bajado desde comienzos de julio, prosigue su caída, y si su divisa sigue cayendo en relación al billete verde, pronostican los más optimistas.

Técnicamente, la recesión se define como dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo.

La posibilidad de una recesión en la zona euro "ha aumentado probablemente a más de 50%", dijo el economista Sunil Kapadia, de UBS Investment Research.

"Empezó la recesión", pronosticó por su lado Marc Touati, de Global Equities.

Más prudente, el economista Aurelio Maccario, de Unicredit, afirmó que "la distancia que separa la economía de una verdadera recesión se ha agotado".

No sé "si hemos visto lo peor, o si los indicadores seguirán retrocediendo", añadió.