domingo, 25 de enero de 2009

Los 'vigilantes' de la deuda

MADRID.- Nunca una sola vocal había tenido tanta importancia en la economía de un país. Basta con restarle una 'A' a la deuda que emite el Tesoro español para aparecer en los periódicos económicos de todo el mundo como una economía en auténtico declive, más incluso que la de Estados Unidos, Reino Unido o Francia, a juicio de "El Mundo".

Todo por una letra. O mejor, por la agencia que la ha quitado.Es Standard&Poor's, una de las tres mayores empresas del mundo dedicadas a emitir calificaciones crediticias. Esta compañía, que pertenece a McGraw-Hill -el séptimo editor del mundo-, ostenta junto a Fitch y Moody's el privilegio de poner nota a todo lo que sea susceptible de ser negociado en los mercados financieros del mundo. Bueno, a casi todo, porque todavía quedan algunos activos que no tienen la obligación de estar calificados por una agencia de rating, como los bonos, los préstamos titulizados y el capital riesgo.

Sin embargo, una cosa es lo que diga la ley y otra lo que exija el mercado. Y hoy por hoy nadie está dispuesto a comprar un activo sin que tenga una nota puesta por alguna de estas compañías, que se crearon a comienzos del siglo XX con el objetivo de «unificar criterios entre instituciones y compañías de diferentes países y con sistemas contables de difícil acceso para el inversor», aclaran en Fitch.

El gran negocio de estas empresas salta a la vista con sólo mirar sus resultados. En 2007, las tres grandes -en realidad existen muchas más, pero con menor credibilidad y penetración en todo el mundo- ganaron 5.350 millones de dólares (unos 4.100 millones de euros) debido especialmente a dos unidades de negocio: la emisión de calificaciones y la venta de análisis a inversores institucionales.

Moody's, Fitch y S&P emiten periódicamente calificaciones a la deuda de más de 100 naciones soberanas y más de 180.000 emisiones privadas de toda índole, como finanzas estructuradas o deuda corporativa. En total, ponen su rating a deuda por importe de más de siete billones de euros. Para ello, utilizan una escala más o menos estandarizada que fue creada en 1923 y que va desde la triple A (máxima calidad crediticia) hasta la D (en mora en sus obligaciones con los inversores). Además, dentro de la calificación se mide la deuda a largo plazo, a corto y la perspectiva a futuro.Actualmente cuentan con la máxima calificación, AAA -equivalente a una probabilidad de impago de 4 entre 10.000- países como EEUU, Suiza o Alemania. En el lado opuesto, Ecuador es hoy por hoy el país con peor rating, con una calificación de su deuda a largo plazo de CCC+ y una perspectiva negativa, es decir, con alta probabilidad de default o quiebra.

Esta misma semana S&P rebajó el rating de España desde la máxima nota hasta el AA+ con perspectiva estable. Esto supone, según recuerda el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, un riesgo de impago de sus obligaciones de 5 entre 10.000. «España ha pasado de la matrícula de honor al sobresaliente. No hay que alarmarse por este recorte», explica.

El mercado de las agencias de rating dio un vuelco importante en 1975, cuando Estados Unidos creó la Agencia de Calificación con Reconocimiento Nacional (NRSRO por sus siglas en inglés), un organismo que actúa como regulador de estas compañías. Hasta entonces se seguía el modelo investor-pays, es decir, un inversor pagaba a la agencia si quería obtener un informe de riesgo sobre una determinada compañía o país. El problema era que de este modo se creaban grandes diferencias en el mercado, facilitando la información privilegiada para determinados inversores. Por eso, se cambió al actual modelo, el issuer-pays, en el que es el emisor de deuda quien paga estas calificaciones, lo que hace que lleguen gratuitamente a todo el mercado.

Además de la agencia NRSRO, estas compañías están reguladas en todos los mercados donde operan y cuentan con fuertes controles de auditoría para garantizar su independencia. No obstante, a raíz de la crisis subprime -cuyo origen partió de una calificación excesivamente buena a activos contaminados-, estas empresas han quedado en el punto de mira de gobiernos e instituciones regulatorias supranacionales.

Ese es el gran reto para 2009, lograr una mayor independencia y supervisión de estas compañías a través de normas más estrictas.Así se intentarán evitar nuevos casos como los de Enron o Worldcom, dos gigantes que acabaron en quiebra tras manipular sus estados contables con el visto bueno de auditorías externas.

FITCH

La agencia europea de mayor renombre internacional

Fundada en 1913 como Fitch Investor Service, la actual agencia de calificación de riesgo dista mucho de lo que fue en sus orígenes.Esta compañía ha crecido a lo largo de casi 100 años de vida a través de fusiones y adquisiciones. La última fue en 2000, cuando compró la unidad de calificación de Thomson Corporation para dar lugar a la actual Fitch Ratings, un gigante con más de 2.300 empleados repartidos por 39 países. El mayor accionista de Fitch es Fimalac, una compañía francesa de servicios de inversión que cotiza en la Bolsa de París y cuyo presidente es Marc Ladreit de Lacharrière. Este empresario, consejero de L'Oreal y Renault, es una de las mayores fortunas de Francia y ocupa el puesto número 437 de mayores patrimonios del mundo, según Forbes. Fitch obtuvo en 2007 un beneficio de 623,4 millones de euros y emite calificación de deuda por importe superior a 5,3 billones de euros.

STANDARD&POOR'S

Un gigante financiero en manos de un grupo editorial

Si la editora estadounidense McGraw-Hill se cuenta entre una de las mayores empresas del mundo es porque entre sus activos cuenta con la agencia de calificación de riesgo Standard&Poor's (S&P).Realmente S&P es mucho más que una simple agencia de rating.Sus tres grandes áreas de negocio son la emisión de calificaciones, el servicio de estudios y análisis y la creación de índices bursátiles.A esta editora especializada en educación y economía pertenece el famoso índice neoyorquino S&P 500, que se encuentra entre los más negociados del mundo diariamente. También cuenta con el S&P Global 1200, que cubre 31 mercados de todo el mundo y aproximadamente el 70% de la capitalización bursátil global.

En 2007 el beneficio total de Standard&Poor's alcanzó los 2.340 millones de euros, de los que la mayor parte proviene de su área de mercados de crédito.

MOODY'S

Proveedor de estadísticas y análisis a más de 11.000 clientes

Moody's conforma junto con Fitch y S&P las tres mayores agencias de calificación de riesgo del mundo. Cuenta con más de 3.000 empleados, de los que una tercera parte son analistas. La compañía matriz, Moody's Corporation, cotiza en la Bolsa de Nueva York y da servicio a más de 9.300 clientes y 2.400 instituciones en el mundo. Los beneficios del grupo alcanzaron 1.769 millones de euros en 2007, repartidos entre sus áreas de rating, análisis y bases de datos. El presidente de Moody's es Raymond W. McDaniel, la fortuna número 329 en el mundo, según la última lista de Forbes.En España Moody's abrió sus oficinas en 1993 tras la aprobación de la Ley sobre Fondos de Titulización Hipotecaria en España, aunque presta servicio de rating desde 1987. La cuota de mercado de titulizaciones de bancos y cajas españoles supera el 95% en los últimos tres años.

Viaje sin retorno para 10 millones de trabajadores chinos

SHANGHAI.- El frío de las caras refleja otro menos evidente que va por dentro.En el alma y también en los bolsillos. Muchos de los rostros que deambulan estos días a la espera de un tren en la estación del norte de Shanghai no volverán a la gran ciudad cuando terminen las vacaciones. Llega el Año Nuevo lunar, la mayor festividad de China. Fechas que provocan el mayor desplazamiento de seres humanos que se conoce en el mundo. Este año, se volverá a batir el récord: 2.320 millones de viajes, en tren, autobús o avión, para volver a casa con los suyos. Pero muchos serán sólo billetes de ida. Sin retorno, según "El Mundo".

En cuestión de meses, la dependencia económica de una demanda exterior que se ha desplomado ha dejado a más de 10 millones de trabajadores en la calle. La mayoría son gente que abandonó el campo porque pensaba que en la ciudad les iría mejor. Como los Wu. Dos compañeros de andamio, que además de las horas sobre el bambú, comparten apellido a pesar de no ser familia. El más joven, de 48 años y nombre Chen, cuenta que han pagado 5 euros cada uno por sendos asientos para viajar en un tren que tardará 17 horas en llevarles hasta su provincia natal, Jiangxi. El tren rápido, en «litera dura», algo así como una segunda clase, cuesta cinco veces más. En Shanghai, donde trabajaban los Wu, el jornal de un albañil es de unos 6,6 euros por cada diez horas de curro.

Hezhong, el mayor, que lleva todas esas jornadas en la obra marcadas en el rostro, las manos y los dientes ennegrecidos por el tabaco, dice que «trabajo todavía hay mucho, aquí se sigue construyendo».«Pero los sueldos están bajando», afirma. ¿Volverán entonces tras las vacaciones? Chen dice que «si no es Shanghai será otro lugar». Pero Hezhong niega con un chasquido. Ha decidido que montará una pequeña tienda en su ciudad natal.

El fenómeno de la inmigración interna de China, una población flotante de alrededor de 200 millones de personas, ha generado la transformación social y económica más importante de la historia reciente del país. Su existencia se suele explicar por la ley de la oferta y la demanda: empresarios que buscaban mano de obra barata y peones que hacían cola en la puerta de las factorías porque eso salía más a cuenta que trabajar la tierra. Huang Yasheng, catedrático del Massachussets Institute of Technology, amplía la explicación: «No surgió por generación espontánea». Huang afirma que el fenómeno fue más bien «creado por una serie de políticas de mediados de los 90 que perseguían atraer inversión extranjera». Ahora que los líderes chinos habían comenzado a enderezar esta tendencia, según Huang, la crisis puede revertir este proceso.

2008 se cerró con una tasa de desempleo urbano del 9,4%. Y habría que tener en cuenta que la fuente, la Academia china de Ciencias Sociales, es oficial. En la base manufacturera de Guangdong (Cantón), la más azotada por el descenso de la demanda, 600.000 trabajadores habían hecho ya las maletas antes incluso de comenzar las vacaciones.Li Chenwu, que espera a su hijo en la estación, ha podido observar este proceso desde su mesa en un negocio de camisas: «Nuestros clientes europeos están retrasando pagos. Así que tenemos que arriesgarnos a adelantar para la compra de materias primas...o cerrar».

Toda la cadena se está congelando por esta implosión. China exportó un 2,8% más hace un año que el pasado mes de diciembre. Las exportaciones vienen decreciendo desde noviembre, un fenómeno que la gran fábrica del mundo no veía desde hacía una década. Pero hay que irse a las importaciones para entender la que se avecina. Estas cayeron en diciembre un 21,3% (17,9% en noviembre) por algo que apuntaba Li: un alto porcentaje de las mismas son materias primas o componentes que, una vez procesados o ensamblados, se exportaban.

El Gobierno chino, que tanto teme una explosión de revueltas por razones económicas, está achicando agua: anunció un paquete de estímulo de 443.000 millones de euros, además de inyecciones de capital o una reducción de impuestos para la industria exportadora y la del automóvil. La prioridad, han dicho los dirigentes, es la creación de empleo y evitar la inestabilidad social. Quieren lograr, al menos, un 8% de aumento del PIB en 2009, un crecimiento necesario para asegurar un empleo para el conjunto de la población activa.

Pero varios dirigentes, incluido el gobernador del Banco Central, han admitido que resultará difícil, y algunas agencias de análisis hablan de un crecimiento cercano al 5%, menos de la mitad del 13% que se alcanzó el 2007, según los últimos datos revisados.«Lo peor para China todavía no ha llegado», resume Li, el de las camisas. El 2009 será, según el calendario chino, el año del Buey, un animal que por aquí se equipara con los logros importantes.Exito, sí, pero logrado con grandes dósis de esfuerzo y tesón.

Cotas históricas de desigualdad

En 'Capitalismo con características chinas', un libro que desmonta los espejismos del 'milagro económico chino', el profesor Huang muestra cómo en los 90, los ingresos en el campo se ralentizaron en comparación al 'boom' de los 80. La llegada de los inmigrantes a las ciudades animó las exportaciones y atrajo capital de fuera.El PIB se disparó en beneficio, sobre todo, de las empresas estatales.

Hoy, la diferencia de ingresos entre los chinos urbanitas y rurales supera los 1.100 euros. Según la Comisión Central de Trabajo Rural, una asociación que trabaja con el Gobierno, el chino campesino ingresa 520 euros anuales mientras que el urbano medio puede llegar a los 1.600. «El paquete de estímulo del Gobierno busca aumentar el PIB», explica Huang, «pero no implica formas innovadoras de transferir el dinero del Gobierno a los ciudadanos».

Cuando España ganó la Triple A / Luis de Guindos

Ocurrió hace ahora siete años. Moody's otorgó a la deuda del Reino de España la máxima calificación crediticia. Standard&Poor's, la otra gran agencia de rating, lo haría en 2004. El contexto en que se produjo venía marcado por una fuerte desaceleración económica internacional -Estados Unidos entró formalmente en recesión en 2001- y la Unión Europea tuvo un crecimiento prácticamente cero en 2002. Ello era consecuencia del estallido de la burbuja tecnológica y de la aparición de escándalos de gobierno corporativo como el caso Enron.

En dicho entorno, el comportamiento de la economía española fue francamente positivo, con un crecimiento económico de más del 2,5%, lo que permitió acelerar el cierre de la brecha de renta per cápita con nuestros socios del euro, pero sobre todo romper con la elevada prociclicalidad de la economía española, que nos llevaba a crecer más que la media europea en los tiempos de bonanza y a perder ese diferencial en los de vacas flacas ya que entonces nosotros caíamos siempre más que dicha media.

El rating de la deuda soberana constituye el resumen más simple, pero también el más observado y ponderado, de la solvencia económica de un país y de sus cuentas públicas. En el caso de España, varios fueron los factores que sin duda influyeron en la obtención de la Triple A. En primer lugar, la fortaleza de nuestro crecimiento en los años previos y los avances en todos los indicadores del mercado laboral, como creación de empleo, aumento de población activa y reducción de la tasa de paro.

En segundo lugar, la mejora espectacular de los ratios fiscales y presupuestarios, principalmente la práctica eliminación del déficit público y la vertiginosa caída del ratio de deuda pública/PIB.Sin embargo, y esto es algo que en ocasiones se olvida, las decisiones sobre la calificación crediticia de la deuda pública se basan fundamentalmente en lo que es la sostenibilidad de las finanzas públicas en el medio y largo plazo, puesto que se están valorando bonos cuya vida puede llegar a ser de 30 años.

Por ello, en la concesión del máximo rating a la deuda española tuvieron que ver no sólo los meros datos de mejora presupuestaria, sino que incluso jugó un papel más fundamental la percepción de que la economía española, como consecuencia de las reformas realizadas, había elevado su potencial de crecimiento, es decir, el crecimiento alcanzable sin generar desequilibrios inflacionistas o de déficit exterior. Además, seguramente, un factor especialmente relevante en la decisión de otorgar la máxima calificación fue nuestra incorporación al euro y la necesidad de cumplir las condiciones impuestas en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento que gobierna la Unión Económica y Monetaria.

La concesión de la Triple A tuvo consecuencias importantes para la economía española. Por primera vez en mucho tiempo, España carecía de riesgo de tipo de cambio -por nuestra incorporación al euro- y el riesgo crediticio diferencial se esfumó por la obtención de la máxima calificación. Derivado de lo anterior, los agentes económicos españoles -entidades bancarias, familias y empresas y el propio Estado- consiguieron una financiación sin límite y a un coste muy reducido, lo que sin duda facilitó no sólo el crecimiento de nuestro país, sino también la internacionalización de nuestras empresas, que realizaron abundantes adquisiciones en el exterior aprovechando al máximo el nuevo marco financiero.

¿Qué supone que S&P nos haya rebajado la calificación crediticia de Triple A? Independientemente de que resulta evidente que las agencias de rating han sufrido en su prestigio como consecuencia de las calificaciones otorgadas a los bonos estructurados y por potenciales conflictos de interés en su actuación reciente, no se trata de una buena noticia. El problema no es tanto que estén previendo un deterioro notable de los parámetros presupuestarios, lo cual ya constituye una realidad reconocida por el propio Gobierno, como que plantean dudas sobre el comportamiento futuro de la economía española y sobre nuestras posibilidades de recuperar tasas de crecimiento próximas a las que de media hemos vivido en los últimos 12 años.

Se considera que el ajuste de nuestra economía va a ser muy brusco por culpa de la crisis financiera internacional en conjunción con unos desequilibrios específicos de España. El alto nivel de endeudamiento de las empresas y familias españolas, nuestra elevada exposición al sector inmobiliario y la pérdida de competitividad acumulada son elementos que van a desencadenar en su proceso de corrección un ajuste muy intenso y que van a dañar con profundidad diferencial a nuestro mercado de trabajo.

Y la rebaja de calificación se produce a pesar de que España contaba con una mejor situación de partida desde el punto de vista presupuestario tanto en términos de superávit en 2007 como de ratio de deuda pública -uno de los más bajos de Europa- que muchos de nuestros socios del euro. Creo que en esta reconsideración ha influido también la rapidez del deterioro del saldo presupuestario a lo largo de los últimos meses, lo que puede llevar a pensar que más allá del juego de los estabilizadores automáticos y las medidas discrecionales tomadas por el Ejecutivo, existía un cierto espejismo en el aumento de los ingresos tributarios que derivaba de circunstancias bastante extraordinarias de nuestro modelo de crecimiento que difícilmente se volverán a repetir en un futuro próximo.

¿Cuáles son las consecuencias de la decisión de Standard&Poor¿s? La más evidente ha sido la ampliación del diferencial de tipos de interés entre el bono español y el alemán. Esto lógicamente no se circunscribe a lo que es la deuda pública, sino que se va extender al coste de financiación de la totalidad de las empresas y familias españolas que van a tener que pagar una prima superior a partir de ahora. Pensemos simplemente en que los avales que el Tesoro español va a extender a las emisiones que realicen bancos y cajas en los mercados internacionales no van a ser tan atractivos como en principio pensábamos. Pero, tal vez, las consecuencias de la decisión de S&P van más allá de nuestras fronteras, y se reflejan en la caída del euro en los instantes posteriores al anuncio de la agencia de rating. Pero de esto hablaremos otro día.

La banca vuelve a sus orígenes

MADRID.- Lehman Brothers, Fortis, Northern Rock y una larga lista de gigantes de la banca han tenido que ser rescatados por las autoridades estatales para no ir a la quiebra. Esta crisis ha abierto un debate sobre los cambios necesarios en el sistema para que este tipo de situaciones no se repitan en el futuro. El sector atraviesa un periodo de profundos cambios no sólo coyunturales, sino estructurales, y numerosas voces piden un nuevo orden financiero internacional y la creación de organismos supervisores que aseguren la transparencia en los mercados.

Esta dinámica, como no podía ser de otra forma, ha provocado un rápido y brusco volantazo en la dirección y estrategia de las firmas del sector, que lógicamente tiene unas consecuencias directas sobre la organización del trabajo, el empleo, las políticas de recursos humanos y el día a día de los profesionales del entorno financiero, a juicio de "El Mundo".

Un ejercicio de gestión del cambio que muchos nunca habían tenido que afrontar porque sólo habían conocido tiempos de vacas gordas.Las entidades han comenzado a transmitir un cambio de chip a sus plantillas en la forma de vender productos financieros y de dirigirse al cliente, para que aprendan a decir «no». Y la formación es una de las herramientas para lograr este tipo de transformaciones.

Sin duda, el actual contexto internacional está marcando las demandas de formación de los departamentos financieros de las empresas, de las firmas del sector y de las entidades bancarias.Javier Pelegrí es el director del área de empresas del Centro Internacional de Formación Financiera (CIFF), una escuela de negocios especializada en esta materia, puesta en marcha por el Banco Santander y la Universidad de Alcalá de Henares. «Este año, las entidades financieras están centrando todos sus esfuerzos en los riesgos, fundamentalmente en dos cuestiones. En cuanto a la concesión de riesgos a las empresas, están demandando cursos para formar a sus profesionales en el análisis cuantitativo, es decir, la interpretación de los estados financieros y los balances, que este año son diferentes por la entrada en vigor del nuevo Plan General Contable; y en el análisis cualitativo: conocer la dirección, los recursos humanos, las fábricas, los productos, etcétera de las compañías», explica Pelegrí. Pero, sobre todo, añade, «están solicitándonos formación sobre el seguimiento del riesgo, lo que se denomina en el argot gestión de irregulares y moras. Esto es, vigilar y controlar que el cliente no entra en situaciones de dificultades económicas y financieras. Además, nos piden algo de formación sobre la nueva Ley Concursal, lo que antes eran las quiebras y suspensiones de pagos. Y las empresas que no son entidades financieras se están interesando por la gestión de cobros, el control de gestión y el nuevo Plan General Contable», destaca el responsable del CIFF.

Regreso a lo técnico

Por su parte, Manuel Romera, director del sector financiero de IE Business School, añade que, en general, los contenidos por los que se interesan ahora las firmas del sector, tienen un componente más técnico: «La planificación financiera, la gestión de inversiones coherentes, cómo formular el plan de negocio -que es algo que los bancos están pidiendo a las pequeñas y medianas empresas-, la gestión macroeconómica de la crisis, mercados financieros, refinanciaciones y estructuraciones de deuda, la viabilidad por encima de la rentabilidad. Se han abandonado temas como las habilidades, el coaching, la venta consultiva, la cadena de valor y la motivación y han entrado en juego los números, el plan de viabilidad, la valoración de empresas, las operaciones fiscales o el cash flow».El responsable del Instituto de Empresa subraya que, en definitiva, lo que ha provocado la tormenta es la vuelta a la esencia de lo que es el mundo financiero. «Ahora se trata de sobrevivir e intentar ganar dinero».

Una de las primeras consecuencias de los problemas de las entidades bancarias han sido los recortes en los presupuestos de formación, que se traduce en una mejor formación, con la participación de menos empleados y, como ya se ha comentado, un cambio en la temática de los cursos impartidos a la plantilla. «En España no se piensa aún que la formación sea algo que añade valor», reconoce Romera.Por su parte, el director del área de empresas del CIFF, explica que, «al reducirse la inversión en formación, ésta se focaliza en temas más tangibles, de negocio, y menos en cuestiones como las habilidades». Pere Fernández, director general de la consultora de formación Epise, va más allá. «La inversión en formación ha descendido en la banca española un 30%. Y del dinero que se mantiene, el 60% se está haciendo de forma interna y tan sólo un 10% está siendo utilizado para contratar cursos externos. Se está dando un frenazo que produce atonía».

Fernández explica que, desde finales del pasado año, las entidades financieras han dejado de contratar personal. Grandes organizaciones, como BBVA, La Caixa o Caja Madrid han pasado de incorporar entre 1.000 y 2.000 personas por año a no realizar incorporaciones.Por este motivo, entre el 90% y el 100% de la formación de acogida en el puesto de trabajo se ha anulado. «Ahora nos están pidiendo cursos sobre análisis de riesgos y, sobre todo, recuperaciones de impagados. También algo sobre operaciones de pasivo, las de toda la vida. La banca está volviendo a sus orígenes», concluye el directivo de Epise.

Nuevas asignaturas

Los cambios en la orientación de la formación de estos profesionales no sólo están incidiendo en los programas a medida o in company que solicitan las empresas, sino que los propios centros de formación intentan adaptar los contenidos de sus cursos a las demandas del mercado. Ignacio de la Torre, director de los másteres de finanzas del IE, destaca que "la inquietud de los responsables financieros de las empresas es que los recortes en el crédito no van a ser coyunturales, sino estructurales. Por eso hemos introducido en nuestros tres másteres en finanzas una asignatura sobre diversificación de las fuentes de financiación, dirigida sobre todo a que las empresas medianas no dependan sólo de los bancos. Pueden titulizar activos, emitir bonos, utilizar el capital riesgo, vender deuda o pedir préstamos a fondos de pensiones.También hemos desarrollado una asignatura obligatoria sobre financiación islámica, porque hay en el mundo 800.000 millones de dólares de dinero para invertir en negocios que cumplan con los preceptos del Corán».

Las recetas de los cinco grandes banqueros españoles

MADRID.- El Grupo de Responsables de Formación de Entidades Financieras (GREF) es una organización que cumple ahora 35 años de historia y que aglutina a los directores de formación de los principales bancos, cajas de ahorros y compañías de seguros del país, 100 entidades diferentes en total.

Su presidente, Francisco Segrelles, ha elaborado un documento bautizado como Plan de formación para la crisis, siguiendo las recetas que los presidentes de las cinco mayores entidades del país expresaron tras su comentada aparición en los televisores de toda España, para atacar las dificultades actuales del sector, según "El Mundo".

Se trata de toda una lección que, según Segrelles, estos responsables de formación deberían tratar de trasladar a sus programas.

«Hacer banca es fácil, pero hay que dedicarle mucho tiempo. Y, sobre todo, como digo a mi equipo, hay que trabajar, trabajar y trabajar.No hay secretos. Hacer lo de siempre: dar créditos, tomar depósitos, conocer muy bien a los clientes y ser muy prudentes en el riesgo.Eso es lo que se tiene que hacer», recoge Segrelles de las palabras textuales del presidente del Santander, Emilio Botín.

Su homónimo en BBVA, Francisco González, añade Segrelles, nos recordaba que lo importante son los principios, en el sentido de tener un buen código de conducta, buenas prácticas comerciales, relaciones a largo plazo con los clientes y una regulación adecuada e igual para todos.

Isidro Fainé, el máximo responsable de La Caixa, continúa el presidente del GREF, destacó que hay que aprender que es mucho mejor un crecimiento sostenido que las burbujas que a veces se producen. En gran parte aparecen cuando se pierde el miedo al riesgo.

El de Caja Madrid, Miguel Blesa, coincidía en que el origen está en el desprecio por el riesgo: ponerle precio, que lo tiene y es distinto según los casos. Eso tenemos que aprender a hacerlo unos y otros.

Por su parte, el presidente del Popular, Angel Ron, confesaba que sería un error imperdonable si no extraemos lecciones de la crisis.

Un plan de estímulo para el mundo / Robert B. Zoellick *

Durante sus primeros 100 días en el cargo, el presidente Obama asistirá a su primera reunión en una cumbre de ámbito mundial, un encuentro del grupo de los 20 países industrializados y en vías de desarrollo, que se celebrará durante el próximo mes de abril en Londres. El presidente, con el apoyo de los dos partidos en el Congreso, debería enviar una señal inequívoca de esperanza.Empezando por EEUU, Obama debería hacer un llamamiento a todos los países desarrollados para que destinen un 0,7% de sus planes de estímulo de la economía a un fondo de vulnerabilidad con el que ayudar a los países en vías de desarrollo.

Estados Unidos podría empezar por destinar unos 6.000 millones de dólares de su propio plan de estímulo, con un montante de 825.000 millones de dólares que, por otra parte, no es más que un 4% de lo que ha facilitado al American International Group (AIG). Con este modesto paso, Estados Unidos aceleraría la recuperación de la economía global, ayudaría a los pobres del mundo y reforzaría su influencia en el ámbito de la política exterior.

No hay tiempo que perder. La crisis económica ya ha arrojado, según se estima, en torno a unos 100 millones de personas a la pobreza. El hundimiento de las exportaciones ha contribuido a poner en peligro el empleo de trabajadores en todo el mundo.En muchos lugares se han congelado las inversiones, tanto extranjeras como nacionales. Hasta ahora se han evitado depreciaciones bruscas y brutales de las divisas como en 1997 y 1998, pero 2009 va a ser un año peligroso.

Lo bueno del caso es que si Obama envía la señal adecuada es probable que muchos países hagan aportaciones a ese fondo de vulnerabilidad. El primer ministro británico, Gordon Brown, ha expresado su interés en la idea. El año pasado, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, hizo un llamamiento a que se incrementara la ayuda y ha demostrado un interés muy especial en Africa. La canciller alemana, Angela Merkel, tiene intención de contribuir a financiar proyectos de construcción en países pobres.

Japón ya se ha comprometido a ayudar al Banco Mundial a recapitalizar bancos en países pobres. Australia y Rusia han apoyado un fondo de vulnerabilidad alimentaria que se creó el año pasado. Canadá ha incrementado su ayuda; la Comisión Europea ha debatido la posibilidad de aportar más fondos. El año pasado, Arabia Saudí realizó una donación de 500 millones de dólares a fondo perdido en favor del Programa Mundial de Alimentación.

Italia, en su condición de anfitriona de la reunión de los ministros de finanzas del grupo de los 8 países más industrializados del mundo, que se celebrará en febrero, debería ir preparando el terreno de cara a la reunión del G-20 con una propuesta en favor de que el fondo de vulnerabilidad se considere una prioridad.El Banco Mundial, junto con Naciones Unidas y los bancos de desarrollo regional, podría encargarse de administrar el fondo para facilitar el reparto de la ayuda de manera rápida y flexible, siempre con las salvaguardas correspondientes para garantizar que ese dinero se gasta adecuadamente.

Tres serían las prioridades de las inversiones del fondo de vulnerabilidad.En primer lugar, necesitamos programas de redes de seguridad que se ajusten a las capacidades de los países en vías de desarrollo para que hagan un buen uso de ellos.

En segundo lugar, las inversiones en infraestructuras pueden proporcionar unos beneficios enormes. No hay más que fijarse en China, que hace 10 años demostró que, mediante unos proyectos acertadamente escogidos de infraestructuras, pueden crearse puestos de trabajo al mismo tiempo que se echan los cimientos de la productividad y el crecimiento económicos.

En tercer lugar, el fondo de vulnerabilidad debería contribuir a apoyar pequeñas y medianas empresas e instituciones gestoras de microfinanciación. Las pequeñas empresas son las creadoras de empleo más dinámicas y flexibles, y la mejor red de seguridad es un puesto de trabajo. El Banco Mundial ya ha dado respuesta a la crisis global con planes para recapitalizar bancos de pequeño tamaño en países en vías de desarrollo, así como para facilitar líneas de crédito a instituciones de microfinanzas que prestan servicio a las poblaciones más pobres. El fondo de vulnerabilidad daría continuidad a estas iniciativas.

El objetivo de Naciones Unidas en concepto de ayuda es del 0,7% de la economía. La aportación de EEUU es del orden del 0,2%, aunque los sondeos muestran que la opinión pública norteamericana está dispuesta a aportar más.

El apoyo a un fondo de vulnerabilidad puede ayudar a limitar la duración de la recesión internacional, impedir el contagio del malestar social y ayudar a salvar de caer en la pobreza a toda una generación. Por menos del 1% del plan norteamericano de estímulo de la economía, Obama tiene la posibilidad de liderar el G-20 en Londres y volver a integrar a EEUU en el mundo.

* Robert B. Zoellick es el presidente del Banco Mundial.

Los gobiernos de Europa rescatan, pero sus bancos no prestan

BRUSELAS.- Desde que en agosto de 2007 comenzara la que ya casi todo el mundo considera como la crisis financiera más importante de Occidente desde la Segunda Guerra Mundial, los bancos europeos han reiterado que los problemas nacieron en EEUU, en unos productos generados en Wall Street y de los que ellos habrían sido unas víctimas.Lo que no han podido mantener es que su situación sea mucho mejor que la de sus colegas del otro lado del Atlántico.

Los gobiernos del Viejo Continente han tenido que salir al rescate de sus entidades en numerosas ocasiones y sus respuestas no han sido siempre coordinadas. Desde el constante intervencionismo de Gordon Brown en el Reino Unido, hasta la (casi) inacción de Berlusconi en Italia (el país que hasta ahora parece menos expuesto a los problemas), éstas han sido las soluciones de los ejecutivos de los cuatro grandes socios de la UE para salir de la crisis recogidas por "El Mundo".

REINO UNIDO

Los dos planes de Brown

Gordon Brown fue saludado en octubre, dentro y fuera de Europa, como el salvador del sistema bancario. Acababa de dar con la fórmula mágica para asegurar la supervivencia de las entidades: recapitalizarlas con nacionalizaciones parciales que les permitieran pasar el terremoto bursátil y a la vez abrir el grifo del crédito a las empresas. Tres meses después, se puede decir que su plan de rescate no funciona. Al menos, en la segunda de sus premisas: los créditos no terminan de fluir a los pequeños negocios.

He aquí la razón por la que el premier británico se ha sometido esta semana a la humillación de presentar un segundo plan de rescate que puntualiza y corrige al enunciado en otoño. Aquél logró que los grandes bancos británicos no quebraran. Este se propone que vuelvan a prestar dinero a los ciudadanos.

Entre los apartados del plan, el más novedoso es el anuncio de que el Estado asegurará las pérdidas que declaren los bancos desde ahora. Una propuesta que busca terminar con la desconfianza entre las entidades y que Brown espera refrendar en la cumbre del G20.

El segundo plan de rescate de Brown incluye una rectificación muy embarazosa para el primer ministro, que tiene que ver con el nacionalizado Northern Rock. Se suponía que el Estado tenía previsto cerrarlo para reponer cuanto antes el dinero de los contribuyentes. Brown dice ahora, sin embargo, que aplazará su cierre y lo utilizará como una herramienta para inyectar efectivo en la economía. El plan autoriza además al Banco de Inglaterra a que compre 50.000 millones de libras en activos a las empresas con el fin de reactivar la economía.

Los inversores recibieron este segundo plan con caídas descomunales de los dos bancos más vulnerables -Lloyds y Royal Bank of Scotland-, que ya tienen capital del Estado pero que podrían acabar siendo completamente nacionalizadas, según algunos analistas.

ALEMANIA

¿Nacionalizaciones?

Alemania ya ha confirmado que en 2009 sufrirá la peor recesión desde la II Guerra Mundial, con una contracción del 2,25% del PIB. Además, esta semana han crecido los rumores de que el Gobierno prepara un segundo plan de salvamento para entidades financieras después del que aprobó en noviembre por valor de 470.000 millones de euros.

El diario económico Handelsblatt recogía la noticia citando fuentes de la negociación entre el Ejecutivo, el Bundesbank (el Banco Central alemán) y el Soffin, que controla el fondo público de ayudas coyunturales, aunque el Gobierno de Angela Merkel ha negado este extremo y lo atribuye a «especulaciones».

En cualquier caso, el periódico alemán recoge la negativa estatal por «costosa» a crear un bad bank light, es decir, una entidad que asuma todos los activos de riesgo. El modelo elegido por Berlín sería un sistema de compensaciones aplicado durante la Unificación, en el que el Estado recibiría beneficios durante 50 años.

En el plan aprobado en noviembre se establecían 400.000 millones en garantías públicas para créditos interbancarios y 70.000 para inyecciones de capital. Aunque al principio bancos como el Deutsche Bank se negaron a aceptar este apoyo por la posible «pérdida de credibilidad», a día de hoy el Estado dispone de participación accionarial en dos de los más importantes, aunque niegue que busque una «nacionalización». Hypo Real State, una de las grandes hipotecarias, ha necesitado un rescate de 80.000 millones, y en Commerzbank tiene el 25% del capital y derecho de veto. Además, Bayern LB, una entidad pública de Baviera, necesitó una inyección de capital de 30.000 millones para asegurar su supervivencia.

Esta semana ha sido el propio Deutsche Bank el que ha acudido al Estado tras anunciar pérdidas de 4.900 millones en el cuarto trimestre. El primer banco alemán ha tenido que dar entrada en su capital a Deutsche Post (participado en un 30% por el Estado) para cerrar la compra de Postbank. Con ello el 8% de las decisiones de Deutsche Bank queda en manos públicas.


FRANCIA

Beneficios y estabilidad

Las primeras informaciones oficiosas indican que los grandes bancos franceses van a obtener beneficios en 2008, pese a la crisis. Incluida la Société Générale, antecedente del caos financiero a cuenta del agujero de 5.000 millones de euros que provocó el broker Jérôme Kerviel a comienzos del año pasado. Es una prueba de la estabilidad de su sistema financiero y una razón que ahuyenta la hipótesis de las nacionalizaciones, aunque la buena nota de los bancos nacional abre una cuestión embarazosa: ¿Necesitaban el paternalismo del Estado y la inyección de liquidez administrada por el doctor Nicolas Sarkozy? Sólo la entidad franco-belga Dexia tuvo que ser rescatada en una inyección conjunta de los gobiernos galo, belga y luxemburgués de unos 6.400 millones.

Francia se encuentra ahora en la segunda fase del plan de rescate.En la primera, éste constaba de 320.000 millones para avalar los préstamos interbancarios galos y 40.000 millones para recapitalizar entidades en dificultades. Ahora, el presidente ha aprobado ayudas directas por valor de 10.000 millones. Se trata de una cantidad destinada a reforzar el capital de manera «preventiva», aunque los bancos tienen que responder, cuanto menos, a dos cláusulas.

La primera consiste en flexibilizar su política de créditos a empresas y particulares. La segunda radica en que Sarkozy ha exigido a los directivos de los bancos renunciar a los bonus que tenían previsto asignarse en el ejercicio de 2008. Es un mensaje de sobriedad y de rigor cuya envergadura puede contabilizarse con algunos ejemplos concretos. Georges Pauget, consejero delegado de Crédit Agricole, tenía un sueldo de 920.000 euros en 2007 y un bonus añadido de 607.000 del que ahora no podrá beneficiarse.

Además, el Estado francés trata de ejercer todas las presiones para que se lleve a efecto la fusión entre las cajas de ahorros y los bancos populares. Una fusión que generaría una entidad saliente más sólida y arraigada, aunque todavía no se han ultimado los extremos del acuerdo.


ITALIA

«Ningún banco quebrará»

El Gobierno italiano aprobó en octubre la creación de un fondo destinado a ayudar a los bancos en apuros a través de la compra de acciones privilegiadas. En un principio, Italia iba a destinar 40.000 millones a ese fondo. Sin embargo, el Ejecutivo transalpino optó finalmente por no ceñirse a ninguna cifra precisa. «Ningún banco italiano quebrará y ningún ahorrador italiano perderá ni un solo euro de su dinero», declaró Silvio Berlusconi al presentar la iniciativa.

El plan puesto en marcha por el Ejecutivo está dirigido a ayudar a entidades financieras descapitalizadas y a las que ni sus accionistas ni el mercado les suministran la inyección de capital necesaria.En esos casos, será el Estado el que correrá en su auxilio, administrando al banco en aprietos una buena dosis de dinero con el que pueda capear el temporal. Con una precisión: la gestión del banco seguiría en manos privadas.

Por el momento, ningún banco italiano se ha visto en graves aprietos y el plan de ayuda no ha tenido que ser activado. Al fin y al cabo, el sistema bancario italiano es bastante estable y por el momento se encuentra suficientemente patrimonializado.

Además, el Gobierno ha respaldado con una garantía pública las nuevas obligaciones emitidas por los bancos y los títulos del Estado a disposición de los institutos de crédito, así como a las operaciones de préstamo de títulos. El decreto aprobado en ese sentido por el Ejecutivo contempla la garantía del Estado durante cinco años para nuevas emisiones de títulos realizadas por las entidades antes de que concluya este año.


LAS CLAVES DE CADA PLAN

Reino Unido: Gordon Brown acaba de anunciar su segundo plan de rescate. Con el primero buscaba evitar las quiebras, ahora quiere que el dinero fluya a las familias. Además, el Gobierno utilizará el nacionalizado Northern Rock para inyectar liquidez a los mercados.

Alemania: El Ejecutivo de Angela Merkel ya ha aprobado la compra de acciones de Hypo Real State y del Commerzbank. Esta semana, el propio Deutsche Bank ha aceptado la entrada en su capital del Deutsche Post, participado en un 30% por el Estado.

Francia: Los bancos galos anunciarán beneficios en 2008. A pesar de esto, Sarkozy aprobó un plan de ayudas directas por valor de 10.000 millones de euros. Para acogerse al mismo, las entidades debían flexibilizar su política de créditos a los particulares y sus directivos debían renunciar a sus 'bonus'.

Italia: Berlusconi ha asegurado que «ningún banco» de su país «quebrará». Hasta ahora no ha sido necesario que el Gobierno acuda al rescate de ninguna entidad, aunque si ha aprobado la creación de un fondo de 20.000 millones para salvar a bancos en apuros.

España llega sin aire al segundo 'tsunami' del sector financiero

MADRID.- La banca española ha sobrevivido a la primera ola del tsunami financiero desatado en agosto de 2007 con el estallido de la crisis de las hipotecas basura. Por el momento, en contra de lo ocurrido en otros países, ninguna entidad nacional ha quebrado, ni ha necesitado ser rescatada con fondos públicos ni se ha fusionado con un competidor para evitar lo anterior.

Pero ahora que se ha desatado la segunda ola del tsunami, ¿conseguirán los bancos y cajas nacionales aguantar con la misma fortaleza?, se pregunta "El Mundo".

La impresión que, en privado, trasladan los responsables de varias entidades es que, en términos de riesgo para el conjunto del sistema, no hay por qué temer, pero dan por hecho que algún banco o caja caerá.

El PP dice públicamente que el Gobierno está «presto» para intervenir alguna caja, mientras que el Gobierno, a través de su secretario de Estado de Economía, David Vegara, admite que el artículo del decreto de ayudas que permite al Estado entrar en el capital de las entidades financieras está listo para ser usado: «Si hay que hacerlo, se hará, porque ya tenemos las herramientas».

Superados los problemas con los activos subprime, el riesgo para bancos y cajas es la recesión. Hasta este momento pertenecer a España, gracias a la labor del supervisor, era una ventaja.A partir de ahora es un inconveniente, porque no hay ninguna previsión que no sitúe a nuestro país como el último en salir de la crisis.

El problema para el sector es la morosidad. Ha cerrado 2008 ampliamente por encima del 3% y la tasa de cobertura está por debajo del 70%. La hucha para fallidos tiene menos de 70 euros por cada 100 de riesgos.

A la vista de que la cifra de parados no tiene visos de frenar su subida, lo que se traduce inmediatamente en más morosidad, las entidades admiten que, en el mejor de los casos, la tasa de créditos malos se duplicará en 2009, hasta cerca del 7%.

La consecuencia, según explicaba a este diario el consejero delegado de una de las grandes entidades españolas, es que la cobertura caerá, al menos, a la mitad de sus niveles actuales, esto es, al entorno del 30%. Y eso será la media.

Los cálculos en el sector financiero establecen que, como poco, el 20% de los morosos acaba en fallido, es decir, genera pérdidas.Y para salir de esta crisis España no cuenta con la palanca de su propia moneda (para devaluarla) ni de socios fuertes como en el 93 (hoy todo el mundo desarrollado está en recesión).

Así, ese 20% de pérdida (15.000 millones de euros sobre la morosidad actual) agotaría las provisiones de alguna entidad. A partir de ahí, el sufrimiento se traslada a la cuenta de resultados.El director general de La Caixa, Juan María Nin, dijo este jueves que la crisis «terminará afectando las ratio de solvencia y, por tanto, la capacidad de dar crédito» de las entidades, informa Dani Cordero.

El Banco de España calcula que una morosidad del 7% se llevaría el beneficio de todo un año, mientras con un 9% de tasa de dudosos el coste sería de año y medio de ganancias. Desaparecido el beneficio, hay que recurrir a las reservas, el capital de las entidades empieza a reducirse y, si cae por debajo de los niveles mínimos aceptados (un 8% de Tier 1), la entidad debe recabar capital o está abocada a la quiebra.

Es un escenario indeseado, pero que el sector asume que sucederá inexorablemente. Es más, apunta que no se debería esperar hasta el último momento, sino que, antes de que la quiebra esté a la vuelta de la esquina, se busque la mejor solución: inyección de capital público o adquisición por un competidor.

Porque la captación de fondos en los mercados se anticipa imposible.¿Quién va a querer meter su dinero en el rescate de un banco o caja en quiebra? Además, las cajas tienen el problema añadido de cómo conseguir capital vía mercado, toda vez que la emisión de cuotas participativas se prolonga varios meses. Habría que recurrir a instrumentos como las participaciones preferentes.Es cuestión de meses el comprobar cómo se soluciona el deterioro de la solvencia de la banca nacional.

El 'plan Paulson' no entra en los hogares norteamericanos

El Capitolio dio luz verde esta semana a la provisión de la segunda mitad de los fondos incluidos en el plan de rescate de los mercados financieros -el 'plan Paulson'- de octubre. Y lo hizo a regañadientes.Hay un gran descontento sobre cómo el anterior Departamento del Tesoro gestionó los fondos y muchas dudas de que hayan tenido un impacto notable para la economía norteamericana.

La mayoría de los fondos dispensados, 350.000 dólares -265.000 millones de euros, la mitad del total del plan- ha servido para comprar activos en bancos con problemas de viabilidad, incluyendo a gigantes del sector como Bank of America. Los fondos han servido para apoyar a sectores ajenos a las finanzas, como la aseguradora AIG o las tres grandes automovilísticas de Detroit: Chrysler, Ford y General Motors.

El plan, en teoría, debía servir para aportar liquidez a unos mercados que se habían quedado paralizados por el miedo a que sus préstamos a otras entidades no fueran devueltos. Además, debía facilitar la apertura de líneas de crédito a particulares y empresas.

Sin embargo, a su salida del Departamento del Tesoro, Paulson ha sido incapaz de ofrecer datos claros sobre el destino de los 350.000 millones de dólares. De acuerdo con un informe del Congreso, aunque es cierto que algunos bancos han usado los fondos para renegociar hipotecas y dar nuevos créditos, la mayoría los ha utilizado para pagar sus deudas, dar dividendos, equilibrar las cuentas e, incluso, adquirir otras entidades a precio de ganga.Una situación que se explica por la vaga definición que hacía el plan acerca del destino de los fondos. Para acabar de enfadar a los congresistas, esta semana se ha sabido que Citigroup y Bank of America se encuentran aún en una situación delicada, lo que significa que los fondos no han atajado sus problemas.

El dividendo, primera víctima de la menor solvencia

El dividendo, léase obra social en el caso de las cajas de ahorros, se ha convertido en la primera víctima del deterioro de los balances de las entidades financieras españolas.

De momento, ninguna gran entidad se va a atrever a ofrecer incrementos de su beneficio en el año 2008 por encima del 10% y, en la mayor parte de los casos, lo que se registrarán serán caídas.

En parte, porque la banca va a ser prudente y a guardarse parte de los resultados para afrontar el duro año 2009 que se avecina.Y al congelarse o reducirse las ganancias, el dividendo cae.De momento, Banesto -el primer banco en anunciar resultados y fijar su dividendo para todo 2008- va a repartir a sus accionistas el mismo dinero que en 2007. Y en el Popular, el Sabadell, el Santander, BBVA y Bankinter el camino será, en el mejor de los casos, el mismo, según admiten fuentes financieras.

Hay entidades, como el Santander, con complicaciones añadidas.Las sucesivas ampliaciones de capital acometidas por el banco que preside Emilio Botín (mañana se aprueba otra para adquirir el estadounidense Sovereign) han puesto un 30% más de acciones en el mercado, lo que dificulta notablemente el cumplimiento de la promesa del banco de mantener el dividendo por acción.

Hasta este año la banca repartía alrededor de la mitad de su beneficio entre sus accionistas. Mientras, las cajas dedicaban a obra social (su particular dividendo) el 20% de sus ganancias.Esa prudencia ha permitido a estas entidades acumular importantes reservas, pero eso no va a impedir que los fondos dedicados a obra social experimenten un retroceso respecto a las cantidades aportadas en los últimos ejercicios. Otra forma más de sufrir la crisis para las familias.

¿Dónde invierte Obama su dinero?

NUEVA YORK.- Según el viejo dicho, la mujer del César, además de ser honrada, debe parecerlo. Algo muy similar, pero sin regusto machista, podría aplicarse perfectamente al caso de los políticos, pero al revés. No sólo es importante que parezcan honrados, sino que lo sean. Y ése va a ser el gran cometido de Obama en esta legislatura.

Las cuentas del nuevo presidente de Estados Unidos están muy saneadas. Aunque haya sido senador, Obama no acumula una fortuna personal inmensa, como John Kerry o John McCain, ex candidatos a la Presidencia. Ni está casado con una millonaria heredera o un exitoso conferenciante, como Hillary Clinton. Sus ingresos como abogado o político hasta el año pasado fueron modestos, pero con el inicio de la carrera presidencial, todo cambió, revela "El Mundo".

En 2007, Obama tuvo unos ingresos de algo más de cuatro millones de dólares (alrededor de 3.183.308 euros al cambio actual). Curiosamente, la mayor parte de ellos procedía de los derechos de autor de sus libros o de los adelantos de los mismos. En concreto, la editorial Random House le pagó más de tres millones por sus obras Sueños de mi padre y La audacia de la esperanza: opiniones sobre la reivindicación del sueño americano, ambos best sellers mundiales.

Gestión. Ser capaz de ganar varios millones de dólares gracias a libros publicados (y alguno por publicar todavía, como uno infantil) podría ser una demostración de valía, tanto como escritor como negociador. Pero la realidad es que se deben, sobre todo, a su nuevo cargo.

Una vez ganado, ¿dónde pone su dinero un presidente? El balance de sus operaciones en 2008 es ambiguo. Algunos de sus fondos han logrado ganancias y otros se han estrellado estrepitosamente.Su mayor apuesta, unos 150.000 dólares, fue con el fondo Vanguard FTSE del índice social, que en pocos meses se ha desplomado un 42%.

La misma suerte corrió su inversión en el fondo Large Cap Value, de Goldman Sachs, que perdió un 37%, pero en ese caso su aportación fue pequeña, entre 1.000 y 15.000 dólares únicamente. No todo fueron malas decisiones. El capital invertido por Obama en el fondo PIMCO Total Return (entre 1.000 y 15.000 dólares) se revalorizó un 4% en 2008. No es una fortuna, pero viendo el balance de todos los vehículos de inversión, tampoco es un mal resultado.

El mensaje que se puede extraer de sus aportaciones es que Obama arriesga, pero no demasiado. Tiene arrojo como para poner su dinero en frentes abiertos, pero ni se lo juega todo ni lo hace en las opciones más tentadoras. Y, sobre todo, es previsor, pues ha destinado la nada desdeñable cantidad de 200.000 dólares a una cuenta de estudio para pagar la universidad de sus hijas en el futuro. Una cantidad que parece exagerada en Europa, pero que es bastante apretada en EEUU si se trata de pagar la matrícula en las mismas universidades de prestigio en las que estudió Obama.

El balance general es que el nuevo presidente de Estados Unidos, sin contar con la misma fortuna familiar que Bush, por ejemplo, ha sabido gestionar muy bien sus finanzas. Con 47 años y el cargo público más relevante del mundo, Obama tiene un patrimonio que David Budworth, de The Times, ha fijado entre dos y siete millones de euros, aunque la cifra real esté probablemente cerca de la mayor. Está muy lejos de los 236 millones de dólares que acumula la senadora más rica del país, Jane Harman, del Partido Demócrata, pero no es nada desdeñable.

Su experiencia ejecutiva es mínima, por lo que nunca ha tenido que gestionar presupuestos. ¿Pero qué sabemos de la forma de administrar sus propios ingresos de Obama? ¿Sirven los números de Obama para saber si será un buen gestor? David Budworth se preguntaba eso mismo hace pocos días, sugiriendo que las actividades económicas del ex senador podrían utilizarse para saber cómo responderá al enorme desafío en el que se acaba de embarcar: sacar a Estados Unidos de la crisis.

Budworth resaltaba en su escrito que la mayor laguna en la legislación norteamericana es la referente a hipotecas, puesto que los políticos no están obligados a detallar la cuantía y los detalles de sus préstamos. Obama compró en 2005 una casa en Chicago, cerca de la Universidad en la que daba clases, que le costó algo más de un millón y medio de dólares. Para pagarla, obtuvo una hipoteca del Northern Trust de 1.320.000 dólares. ¿Qué quiere decir? Que Obama, en su vida personal, no teme a los números rojos si cree que el proyecto merece la pena. ¿Hará lo mismo con el país?

Deudas. Una buena noticia para el presidente, y quizá para todos los ciudadanos, es que no hay registro de deudas importantes en las cuentas de Obama. Cuando los débitos superan los 10.000 dólares (por ejemplo en tarjetas de crédito), deben ser declarados, y éste no es el caso. Teniendo en cuenta que gran parte de la crisis internacional actual se debe a los endeudamientos, es positivo saber que Obama, al menos con su dinero, no es proclive a gastar más de lo que tiene.

Es verdad que los excesos de la política y el despilfarro del dinero público es una constante, independientemente del país y del signo ideológico de los dirigentes. Pero, a pesar de las semejanzas, existe una gran diferencia entre los sistemas de control vigentes a ambos lados del Atlántico.

A diferencia de la mayoría de los europeos, los políticos norteamericanos están obligados a hacer público cada año su estado financiero, incluyendo el patrimonio familiar, la cuantía de sus inversiones y las posibles deudas. Lo que vale para gobernadores, congresistas y senadores vale también para el hombre más poderoso del mundo, el presidente.

De cara al futuro, Obama no debe preocuparse por sus finanzas.Hillary Clinton, ahora secretaria de Estado, en 2007 declaró unos ingresos de 10 millones de dólares, procedentes, en su mayoría, de las conferencias de su marido, el ex presidente Bill Clinton.A Obama, con su fama de buen orador, ofertas para hablar en público no le faltarán.

Nadie se salva


En la Edad Media, cuando se propagaba una epidemia de peste, las clases más desfavorecidas se consolaban recordando que, por una vez, nadie estaba a salvo. Ni reyes ni campesinos, ninguno tenía opciones de esconderse o evitarla. Lo mismo ocurre con las crisis financieras. Aunque los muy ricos estén mejor preparados y no sufran en el mismo grado las consecuencias de las pérdidas, nadie está a salvo. El mejor ejemplo puede que sea el del presidente saliente de Estados Unidos, George W. Bush, quien confesó la pasada semana en una entrevista en la CNN con Larry King que él mismo ha sido una víctima del 'tsunami' financiero. El republicano admitió, con una increíble tranquilidad, que no tenía idea de cuánto había perdido. Sin duda, Bush no está ni tendría por qué estar preocupado. De hecho, tenía invertido su dinero en un fideicomiso ciego, es decir, un fondo sobre el que él no tenía control durante la Presidencia, para evitar posibles intervenciones irregulares durante su mandato. Los gestores lo hacían todo por él.

Los tres grandes desafíos que esperan al nuevo presidente de EE UU

WASHINGTON.- Obama se enfrenta al colapso del sistema financiero, a la recesión y al desequilibrio fiscal, pero cuenta para ello con más de un billón de dólares, según "El Mundo".

El ex presidente del Gobierno español José María Aznar ha declarado que con Obama Estados Unidos se enfrenta a «un previsible desastre económico». En realidad, el desastre económico ya está en marcha.Y a un ritmo aparentemente imparable. De hecho, la magnitud de la catástrofe es tal que los 1,175 billones de dólares que Obama tiene para reactivar la economía este año parecen ya insuficientes para frenar la mayor recesión en siete décadas. El propio Obama ha reconocido la gravedad de la situación con una medida que es a la vez simbólica y de una importancia práctica enorme: un cambio de su agenda.

Desde hace seis décadas, el presidente de EEUU recibe, a las 8 de la mañana, lo que en el argot político de EEUU se denomina la Matriz de Amenazas: un informe elaborado por las agencias de inteligencia de EEUU sobre el estado del mundo. A partir de ahora, ese documento también va a contener información económica.Obama también quiere que las reuniones diarias que mantendrá con su consejero de Seguridad Nacional y con el director de la CIA se complementen con un encuentro con su director del Consejo de Asesores Económicos, el ex secretario del Tesoro con Clinton (y sobrino de dos Premios Nobel de Economía), Larry Summers.

Así que Obama se ha tomado la crisis muy en serio. Es algo lógico, dada la magnitud del problema al que se enfrenta. Para entender la muralla ante la que se encuentra el nuevo presidente de Estados Unidos bastan tres cifras. La primera es 2,6 millones. Ese es el número de estadounidenses que perdieron su empleo en 2008.La segunda cantidad es medio millón: ése es el ritmo de destrucción de empleos mensual sólo en noviembre y diciembre del año pasado, cuando Obama ya era presidente electo. Finalmente, la tercera cifra es 210: el número de años que al Estado de EEUU le costó crear la deuda pública que ha generado en los últimos tres meses.

El colapso del sistema

El autor de esa última estimación es John Dearie, vicepresidente del Foro de los Servicios Financieros, una organización empresarial formada por las 17 mayores aseguradoras y bancos estadounidenses, más los suizos UBS y Credit Suisse y el británico HSBC. Si alguien sabe de la extrema gravedad de la economía de EEUU es Dearie.De hecho, de los 20 miembros del Foro, uno -la aseguradora AIG- está nacionalizado, y otros dos -Citigroup y Bank of America- están, de facto, en manos del Estado. Como escribió en una nota a sus clientes el consultor Ed Yardeni, de la empresa del mismo nombre, el miércoles, después de la jura del cargo de Obama, «descanse en paz el sector bancario de EEUU».

Esos problemas -el colapso del sector financiero, la recesión y el desequilibrio fiscal- son las tres bestias a las que Obama deberá hacer frente. Para ello tiene una munición de 900.000 millones de euros, o 1,175 billones de dólares, divididos en dos partes. Por un lado, están los 350.000 millones de dólares (270.000 millones de euros) del plan de rescate de los bancos que aún no se han utilizado, y cuyo uso fue autorizado por el Congreso la semana pasada. Por otro, 825.000 millones de dólares (630.000 millones de euros) del programa de estímulo económico que el Congreso ya está debatiendo. A esos dos elementos se suma otro factor, difícil de cuantificar: la varita mágica que supone el cambio regulatorio, que se va a aplicar en un momento en el que el sector financiero depende del Estado para sobrevivir.

De hecho, ese último factor va a jugar un papel esencial en los próximos meses. Y lo va a hacer a la hora de determinar a quién y cómo los bancos dan dinero. El jueves, el nuevo secretario del Tesoro, Tim Geithner, entregó un documento al Congreso explicando que la generosidad con la que la Administración Bush había rescatado a los bancos se ha terminado. A partir de ahora, todas la entidades que reciban dinero público en forma de inyecciones de capital deberán reducir su dividendo a un centavo de dólar hasta que devuelvan todo el dinero al Estado.

Además, el Tesoro exigirá a esas entidades que le detallen, de forma mensual, su política crediticia. Con esta medida, el equipo de Obama quiere que los bancos concedan créditos, aunque parece una decisión más de cara a la galería que otra cosa, pues la economía está en caída libre. Y eso, como explica Yardeni, hace que no den dinero. «¿Prestaría usted dinero en mitad de una recesión?», se preguntaba el economista el miércoles.

Por el lado del Congreso, además, llegan más cambios. De los tres grandes bancos de EEUU, sólo JP Morgan Chase se opone a un proyecto de ley que permitirá a los jueces modificar los términos de las hipotecas en caso de que haya riesgo de desahucio. ¿Por qué solo JP Morgan ha puesto el grito en el cielo por esa medida? Porque los otros dos, Citigroup y Bank of America, siguen existiendo gracias al dinero público.

El final de la barra libre

Así que se terminó la barra libre del rescate bancario. Es algo que ha irritado a los economistas liberales, como Vincent Reinhart, del think-tank republicano American Enterprise Institute, que durante más de 10 años fue secretario del Comité Abierto de la Reserva Federal, es decir, del organismo que fija los tipos de interés en EEUU. «Es muy preocupante que el Estado tenga tanto poder en los bancos», ha declarado Reinhart a MERCADOS.

Todo indica, sin embargo, que el papel del Estado en los bancos de EEUU va a seguir creciendo. En Washington se está empezando a considerar la posibilidad de una nacionalización temporal del sector financiero, similar a la realizada en Suecia a principios de los noventa.

La Administración, por ahora, no ha planteado esa opción, pero Geithner ha señalado otras vías, entre ellas que el Tesoro cree un banco que compre los activos tóxicos, es decir, los bonos que en la práctica no encuentran comprador a las entidades. Todo eso dispararía el coste del ajuste. Pero parece que no quedan muchas opciones. Como ha declarado Mark Zandi, economista jefe de la empresa Economy.com, propiedad de la agencia de calificación de riesgos Moody's, Obama «va a tener que ir de un gran problema a otro gran problema. Eso es lo que hace a los presidentes grandes».


La consolidación bancaria en Europa / José Manuel Campa *

La crisis bancaria que estamos viviendo llevará sin dudas a una reforma amplia del sector bancario europeo. La reestructuración ya se produjo en los mercados anglosajones durante el año pasado, y la que tendrá lugar en Europa no será distinta. Resultará en un proceso de concentración de la industria. Bancos desaparecerán.Algunos de ellos serán liquidados y otros serán comprados, de forma explícita o implícita, a través de fusiones o compra-ventas más o menos ordenadas de sus activos por otras instituciones financieras.

Este proceso es no sólo inevitable, sino la consecuencia típica de toda crisis sectorial. Después de un impacto negativo en una industria siempre se produce una reestructuración. El resultado, generalmente, es que las empresas más fuertes salen fortalecidas y las menos, se quedan por el camino.

La Historia ha demostrado una y otra vez que los cambios que se avecinan no serán pequeños. El Fondo Monetario Internacional ha estudiado más de 120 crisis bancarias que se han producido en los últimos 35 años. Su conclusión es ilustrativa. De media, más del 30% de los bancos existentes con anterioridad a la crisis terminan desapareciendo de una u otra forma.

En la crisis americana de los 80 desaparecieron unos 1.000 bancos; en la asiática de los 90 similar fortuna tuvieron más del 40% de los bancos de Indonesia y Corea del Sur; en Rusia, el 30% también cerró después de su crisis de 1998. La Historia también nos dice que generalmente son bancos pequeños y regionales los más afectados.

Dos son las complicaciones específicas que se plantearán en la reforma en Europa con respecto a experiencias anteriores. Una es regulatoria. En el pasado, todas las crisis eran esencialmente nacionales, con soluciones coordinadas por autoridades de un país y, cuando fuera necesario, pagadas con fondos fundamentalmente nacionales (o provenientes de organismos como el FMI).

La segunda es de integración. Estas crisis se producían dentro de mercados esencialmente únicos e integrados. En contra, el mercado bancario europeo no es ninguna de las dos cosas. Peor aún, en los últimos meses se ha segmentado mucho más por fronteras nacionales, incluso dentro de la zona euro y los gobiernos nacionales han tomado importantes participaciones accionariales en un amplio número de ellos.

Mirando hacia el futuro, la reestructuración del sector bancario debería seguir unas pautas muy claras. En primer lugar, debe buscar el mejor proyecto a futuro. El objetivo no es salvar ninguna entidad concreta, sino conseguir las mejores empresas financieras. Las concentraciones y adquisiciones deben regirse por criterios de solvencia y rentabilidad. No es hora de amiguismos, localismos, ni favoritismos. Toca buscar el mejor proyecto empresarial de futuro. Tampoco es hora de nacionalismos.

Esto nos lleva al segundo criterio: debe ser no discriminatorio.El sector bancario europeo está aún muy fragmentado. Existe concentración doméstica en alguno de los pequeños países, pero hay mucho margen para su consolidación en banca comercial, sobre todo en los países grandes, incluido España, y por supuesto más allá de las fronteras nacionales en Europa. Un proceso de consolidación debe producirse.

La consolidación deber realizarse sin discriminaciones, y menos por la nacionalidad de los compradores. Es más importante que el comprador y el proyecto futuro sea el mejor posible que la nacionalidad. La entrada de capital público en muchas entidades levanta más dudas sobre la aplicación de ese criterio. Si, como ya hemos dicho, las crisis bancarias se garantizan por una alta intermediación pública, cuando los gobiernos son adicionalmente accionistas estas dudas se multiplican.

Tercero, deben realizarse con criterios de transparencia hacia depositantes, prestamistas, accionistas y la sociedad en su conjunto.Incluso en las transacciones privadas debe existir una transparencia adicional. Al fin y al cabo, los depósitos están garantizados por todos nosotros. En estos procesos, tiene una obligación especial el supervisor para velar por la seguridad del sistema y de los involucrados.

Cuarto, se debe hacer con responsabilidades para los gestores. Ya hemos reconocido que probablemente en algunos de los procesos de consolidación se tenga que recurrir al apoyo de las autoridades e incluso a la inyección de dinero público. Esto hace aún más necesaria la transparencia. Pero también la exigencia a los responsables anteriores. A los gestores, en la medida que hubiera negligencia; a los prestamistas, por no medir bien su riesgo; y, por supuesto, a los administradores y accionistas, sean quienes sean.

La confianza es la esencia del sistema bancario y su buen funcionamiento es esencial para el de la economía. Durante este proceso de reestructuración que se avecina no debemos olvidar estos dos principios que tanto hemos echado de menos en el último año.Por su relevancia en nuestro sistema económico es particularmente importante asegurarnos de que la reforma del sector bancario para el futuro se hace cumpliendo esos criterios.

*José Manuel Campa es profesor en la IESE Business School

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El Foro de Davos, menos glamuroso y más económico

GINEBRA.- En un momento en que el capitalismo se encuentra en crisis, los 2.500 líderes empresariales y políticos reunidos esta semana próxima en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, estarán rodeados de un ambiente menos glamuroso.

Los organizadores dicen que el encuentro de cinco días que comienza el miércoles se enfocará en el trabajo y en vislumbrar la forma que tendrá el mundo después de que termine la crisis actual.

En vista de que asistirán decenas de líderes y ministros de finanzas del mundo, así como los jefes de algunas de las mayores empresas, la reunión de este año difícilmente podrá mirar más allá de los problemas económicos actuales. Pero el líder organizador del foro aseguró que al menos, los participantes tratarán de mirar a un futuro más lejano.

"Estamos todavía a la mitad de una crisis; hay que enfrentarlo", dijo Klaus Schwab, fundador del foro que se realiza desde hace 39 años. "Pero miraremos también al mundo posterior a la crisis, porque ésta es una crisis transformacional y el mundo ciertamente será distinto después".

Seguirá habiendo recepciones con canapés y champaña, pero no habrá superestrellas de Hollywood como Jolie o Sharon Stone, invitadas en ediciones anteriores.

Ni siquiera acudirá Bono, el vocalista de U2 que durante años ha instado a los acaudalados en Davos a dar más ayuda a los pobres.

"También Bono tiene trabajo", dijo Mark Adams, portavoz del foro. "Está terminando un álbum".

Adams dijo que habrá sin embargo algunos músicos, actores, escritores, diseñadores y arquitectos invitados. Entre ellos figurarán el cantante Peter Gabriel, el artemarcialista chino Jet Li y el actor Amitabh Bachchan, estrella del cine indio.

"Si hay un cambio, será hacia el oriente, y estamos trayendo a artistas de culturas distintas en el mundo", dijo Adams. "Estoy seguro de que habrá este año un tono distinto y una percepción de que necesitamos ponernos a trabajar. Hay 230 sesiones de trabajo, y a eso es a lo que viene la gente".

La crisis económica derivada del colapso de los valores que se basaban en los créditos hipotecarios de alto riesgo en Estados Unidos plantea cuestionamientos para un foro que ha defendido férreamente las estrategias de libre mercado combinadas con estrategias globales para atender los problemas del mundo, desde el cambio climático hasta el terrorismo.

Algunos participantes en el foro están de hecho metidos en el problema. Sin embargo, también ellos propondrán soluciones.

El vapuleado Citigroup Inc. perdió miles de millones de dólares en valores riesgosos. No obstante, ayudó a que el foro redactara un reporte de evaluación de riesgos para el encuentro anual y ha informado que enviará al menos a cuatro ejecutivos a Davos.

Marcel Rohner, jefe del banco suizo UBS AG, y Daniel Bouton, presidente de la junta de Societe Generale, figuran entre los otros líderes bancarios que reciben ayuda de los fondos púbicos pero que asistirán al foro. La lista de participantes más reciente, del 22 de enero, menciona también a cuatro representantes de Bank of America Corp.

La recesión llega a Silicon Valley acumulando despidos

SAN FRANCISCO.- La recesión ha tardado en llegar a Silicon Valley, pero es probable que se quede un tiempo. Las empresas tecnológicas recortan miles de empleos y reducen costes para compensar sus menguantes ingresos y a los clientes de presupuesto ajustado.

En las últimas semanas, las reducciones de empleo seguían siendo menores a las de otros sectores. Pero ahora llegan a toda marcha según la desaceleración económica se va asentando en el valle, una región del norte de California donde tienen su sede grandes marcas como Google y Amazon.com.

Los gigantes tecnológicos como Intel y Microsoft están despidiendo a miles de empleados, mientras las nuevas empresas despiden en números más pequeños y luchan por sobrevivir con menos clientes y menos dinero de capital riesgo.

Y esto es sólo el principio, según los analistas, que esperan que miles de personas pierdan aún su empleo este año, cuando la recesión obligue a la industria a reducir drásticamente sus gastos.

"Las organizaciones están diciendo: '¿Qué es el invierno nuclear absoluto? Vamos a planear para eso'", dijo Adam Charlson, socio senior de la empresa de investigación Korn/Ferry International, que trabaja estrechamente con las divisiones de contratación de grandes empresas tecnológicas. "Lo que estás viendo ahora es a las organizaciones haciendo realidad esos planes".

El año pasado se perdieron en Silicon Valley 11.700 trabajos, según Steve Levy, economista senior del Centro de Estudio Continuado de la Economía de California (CCSCE, en sus siglas en inglés). El número es pequeño, comparado con los 200.000 empleos perdidos cuando estalló la burbuja de las "puntocom" en 2000, pero eso es porque las cifras de 2008 no reflejan los últimos despidos, indicó.

Algunos analistas ven en los despidos masivos medidas preventivas de las empresas. Cuando se produjo la última recesión, las tecnológicas tardaron demasiado en reducir costes y prescindir de sus trabajadores, comentó Andy Miedler, analista senior de tecnología en Edward Jones.

Además, la financiación de capital riesgo se redujo un 71 por ciento en el último trimestre de 2008, respecto a las cifras del año anterior, de modo que las nuevas empresas podrían verse obligadas a cerrar si no logran mantener el negocio y sus inversores ya no pueden sostenerlas.

Sin embargo, los despidos masivos del sector podrían no ser completamente negativos. De hecho, podría impulsar la innovación si los ingenieros, científicos y otros trabajadores expertos sin trabajo decidieran trabajar en sus propias ideas.

Llamándolos "emprendedores forzosos", el profesor de la Universidad de California Mark Cannice se mostró optimista de que los despidos "liberen a la próxima ola de emprendedores inteligentes y creativos".

El FMI recortará el pronóstico de crecimiento mundial

WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) volverá a recortar su previsión de crecimiento mundial de 2009, en esta oportunidad a entre un 1 y un 1,5 por ciento, dado que las condiciones económicas siguen deteriorándose, aseguró el domingo un responsable de la entidad.

El último pronóstico del FMI, hecho en noviembre, hablaba de un crecimiento del 2,2 por ciento.

"Será modificado a entre un 1 y un 1,5 por ciento en 2009, lo que es enorme", dijo Axel Bertuch-Samuels, subdirector del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital del FMI, en el marco de una conferencia en Emiratos Árabes Unidos.

"Las perspectivas económicas mundiales se han deteriorado en los últimos meses, la confianza del consumidor y las empresas ha caído a niveles que no habíamos visto en décadas y la actividad también ha bajado con fuerza", explicó.

El 2009 será enormemente exigente para la economía mundial, anticipó.

En noviembre, el FMI redujo fuertemente las proyecciones para el crecimiento mundial de 2009 a un 2,2 por ciento, 0,8 puntos porcentuales menos que una estimación de octubre, notando que las economías industrializadas se encaminaban hacia la primera contracción anual desde la Segunda Guerra Mundial.

Para el miércoles se espera una publicación oficial de las previsiones económicas actualizadas del FMI, señaló, e incluso los pronósticos para mercados emergentes como China e India tendrán modificaciones negativas.

La fusión BA-Iberia, amenazada por la caída en Bolsa de British Airways

LONDRES.- La caída en la Bolsa de British Airways (BA), cuya capitalización bursátil ya es inferior a Iberia, amenaza el proyecto de fusión entre las dos compañías aéreas, advirtió el director general de BA Willie Walsh en una entrevista publicada por el Financial Times.

"La valorización actual es inaceptable. Nuestros accionistas no lo aceptarán", indicó Walsh. La acción de Iberia "se ha comportado bien recientemente. Yo diría que está sobrevalorada. Lo examinaremos durante las negociaciones", añadió.

Los títulos de BA han sufrido una fuerte caída en la Bolsa y también han acusado el golpe de la depreciación de la libra esterlina con respecto al euro.

Al inicio de las negociaciones para la fusión de ambas aerolíneas, en julio pasado, la valorización bursátil de las dos compañías sugería un ratio de intercambio de acciones del 65% de BA y el 35% para Iberia. Pero con el valor actual de las acciones de los dos grupos, el ratio ha caído al 49,6% para BA y el 50,4% para Iberia.

BA valía 1.690 millones de libras (1.790 millones de euros, 2.300 millones de dólares) al cierre de la sesión bursátil del viernes, por los 1.720 millones de libras (1.830 millones de euros, 2.340 millones de dólares) en que estaba valorada Iberia.

Walsh aseguró que no está "en absoluto inquieto por el hecho de no finalizar" la fusión con Iberia. "Abandonaré si no tiene sentido. No siento ninguna presión", añadió.

BA anunció a mediados de diciembre el fracaso de las negociaciones con la compañía australiana Qantas para una fusión.

Una pareja chilena estafó a empresas de España, Rumanía, Singapur y Rusia

SANTIAGO DE CHILE.- Una pareja chilena estafó a grandes empresas de España, Rumanía, Singapur y Rusia, simulando ser propietaria de una industria exportadora de productos del mar, según informó la prensa local.

Los esposos María Angélica Jiménez y Alex Villanueva simularon ser dueños de la empresa Oxean Fish, con oficinas en la ciudad chilena de Puerto Montt, 1.000 km al sur de Santiago, por la que ofrecieron a las empresas extranjeras embarques falsos de mariscos y pescados que éstas debían pagar con anticipación.

La pareja contactaba con las firmas a través del portal de internet www.fis.com, reconocido internacionalmente por ser una página web dedicada al intercambio comercial.

Sin embargo, desde el 2007 comenzaron a sumarse querellas de las distintas empresas, quienes al no tener respuestas del embarque del producto solicitado y por el cual depositaban un anticipo, solicitaban la devolución del dinero, lo que nunca ocurrió.

Ernesto González, abogado de la firma rusa Baltref Service, una de las empresas afectadas, señaló que el monto del embarque era de 97.000 dólares, pero que sólo se alcanzaron a depositar 27.000 dólares del total, antes de detectar el fraude.

Los concesionarios de vehículos intentan sobrevivir en EE UU

NUEVA ORLEANS.- Este año, durante la convención anual de la Asociación Nacional de Concesionarios de Automóviles, el lema no fue cómo acrecentar las ganancias, sino simplemente cómo sobrevivir.

Miles de concesionarios de todo Estados Unidos se congregaron este fin de semana en Nueva Orleáns, donde observaron abundantes talleres de trabajo con títulos como "Aumentando las ventas en una economía declinante", o "Tiempos duros, concesionarios aún más duros: cómo salvar sus bienes".

De acuerdo a lo que se escuchó en la convención, 2009 será uno de los años más difíciles que enfrentarán en Estados Unidos unos 20.000 concesionarios de vehículos flamantes.

Se estima que la venta de automóviles y camionetas se reducirá en seis millones, frente a los 16,1 millones vendidos en 2007. Las ventas de 2008 cayeron a 13,2 millones de vehículos, 18% menos que en 2007. Las ventas de diciembre tuvieron una proyección anual de 10 millones. Las ventas del año pasado fueron las peores de los últimos 26 años y este año, el panorama es mucho más sombrío.

Jeff Carlson, presidente de la convención, dijo que los talleres de trabajo tienen como propósito ayudar a los concesionarios a enfrentar el 2009 y llegar ilesos al momento en que el mercado de vehículos recupere sus fuerzas.

"Nuestra tarea es servir a los concesionarios y ayudarlos de todas las maneras posibles para que sigan siendo viables", dijo Carlson, que tiene dos concesionarias de Ford Motor Co. en Colorado.

Según la Asociación Nacional de Concesionarios de Automóviles, unas 900 concesionarias cerraron en 2008, en buena parte debido a la crisis económica. Otras 200 concesionarias fueron inauguradas, dijo la asociación.

Los concesionarios que venden vehículos fabricados por Chrysler LLC, General Motors Corp. y Ford Motor Co. están sometidos a presiones adicionales debido a la declinación de las ventas de productos estadounidenses.

Starbucks podría recortar 1.000 empleos más

SEATTLE.- La cadena de cafeterías Starbucks Corp podría recortar otros 1.000 empleos en las próximas semanas, según una información publicada en el diario Seattle Times.

Los recortes más recientes podrían incluir empleados de sus oficinas centrales en Seattle, gerentes de distrito y empleados de campo, pero no a los trabajadores que atienden directamente a los clientes, señaló el diario, que citó un informe de un analista de McAdams Wright Ragen.

Un representante de Starbucks no estaba disponible de inmediato para realizar comentarios.

La cadena de café, que ha estado luchando para revivir el crecimiento en Estados Unidos, está cerrando 600 cafés y ya ha reducido empleos en tiendas y en sus oficinas centrales.

La compañía tiene previsto divulgar sus resultados financieros del primer trimestre el miércoles.

Starbucks dijo esta semana que sus principales ejecutivos no recibirían bonos en 2008 y que el consejero delegado, Howard Schultz, y otros altos gerentes no obtendrán incrementos salariales en el ejercicio fiscal 2009.

Uribe y Chávez acuerdan una mayor cooperación económica frente a la crisis

BOGOTÁ.- Los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe, y de Venezuela, Hugo Chávez, acordaron el sábado medidas para afrontar la crisis económica mundial, durante una reunión en el puerto Cartagena de Indias que marca un nuevo rumbo para las relaciones bilaterales.

Los mandatarios, en un ambiente de camaradería, anunciaron el establecimiento de una comisión económica y la constitución de dos fondos comunes para otorgar crédito a microempresarios y financiar obras de infraestructura en la frontera común, de 2.219 km.

"Hemos acordado instalar de inmediato una comisión económica, con sus distintas ramas técnicas, que ha comenzado a trabajar hoy con reuniones sectoriales", dijo Chávez en una rueda de prensa con Uribe en la Casa de Huéspedes Ilustres de Cartagena (1.100 km al norte de Bogotá).

Según el presidente venezolano, el comité tendrá la misión de "diseñar un conjunto de nuevos instrumentos, revisar los ya existentes y fortalecerlos", con miras a "resistir" la depresión económica.

Chávez señaló haber analizado con Uribe el contexto de crisis que, dijo, "es una amenaza para el mundo y comienza a golpear con dureza a los cinco continentes".

"Dialogamos sobre cómo hacer para que entre ambas economías, si no blindarnos, al menos establecer mecanismos que nos permitan resistir esa crisis que tiene horizontes impredecibles", sostuvo, en un balance de la visita de siete horas.

El gobernante destacó que el comercio bilateral alcanzó en 2008 unos 7.200 millones de dólares, y confió en llevarlo a 10.000 millones de dólares "en poco tiempo". La balanza es ampliamente favorable a Colombia, cuyas exportaciones sumaron unos 6.000 millones de dólares en 2008 -consolidando al país vecino como su segundo socio después de Estados Unidos-, contra 1.200 millones de ventas venezolanas.

Chávez precisó que el fondo para microempresarios tendrá un capital inicial de 200 millones de dólares, que serán aportados a partes iguales, mientras que el de infraestructura será "de largo plazo y gran peso" y lo comparó con uno constituido entre Venezuela y China por 12.000 millones de dólares.

Uribe resaltó que fue una reunión "muy productiva" en cuanto a "solidaridad" para paliar la crisis, en tanto que el gobernante venezolano dijo que "fortaleció la confianza" entre los dos países.

Los mandatarios, que acordaron reunirse nuevamente en abril en Venezuela, también presentaron a sus dos nuevos embajadores: el ex ministro venezolano de Comercio Exterior e Integración, Gustavo Márquez, y la ex directora de la Cámara Colombo Venezolana, María Luisa Chiappe.

Chávez y Uribe acudieron a la cita con nutridas delegaciones conformadas, la primera, por ocho ministros del área económica, y la segunda por seis.

Los presidentes, que tuvieron una reunión privada y un encuentro con sus comitivas, se dieron cita seis meses después de hacerlo en la ciudad venezolana de Punto Fijo, donde zanjaron la crisis que estalló en noviembre de 2007 y que incluyó la retirada de embajadores y el envío de tropas venezolanas a la frontera.

El deterioro surgió después de que Uribe cesara abruptamente a Chávez como mediador por la liberación de los rehenes de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas).

Sin embargo, en Punto Fijo proclamaron el inicio de una "nueva etapa" en sus vínculos y se plantearon la construcción de un ferrocarril transfronterizo y la firma de acuerdos en el ámbito comercial, energético y de infraestructura.

Pese a su antagonismo político, los mandatarios se han reunido 13 veces desde noviembre de 2002, concretando proyectos de envergadura, como un gasoducto binacional inaugurado en octubre de 2007.

Obama busca acciones rápidas en la regulación financiera

WASHINGTON.- El Gobierno de Obama planea hacer más riguroso el sistema regulador financiero del país, incluyendo normas federales más estrictas para los fondos de cobertura, las agencias de calificación de riesgo y las hipotecas, informó el New York Times en su edición del domingo.

Los amplios cambios incluyen la supervisión de complejos instrumentos financieros que ayudaron a crear la actual crisis económica, dijo el periódico en su sitio en Internet.

El diario basó su historia en entrevistas con altos cargos, así como las audiencias de confirmación de nominados de alto rango del Gobierno, y un reporte reciente de una comisión internacional liderada por Paul Volcker, uno de los principales asesores económicos del presidente Obama.

Estos altos cargos quieren normas que eliminen los conflictos de interés en las agencias calificadoras de riesgo que dieron la máxima categoría de instrumentos financieros débiles que han sido una de las fuentes de la crisis financiera.

Los responsables apuntaron que bajo el actual sistema, las agencias son pagadas por las compañías para que las ayuden a estructurar los instrumentos financieros, que posteriormente son calificados por las mismas agencias.

"Hasta que lidiemos con el modelo de compensación, no vamos a lidiar con el conflicto de interés y las personas no van a tener confianza en las calificaciones", citó el periódico a la recientemente confirmada jefa de la Comisión Nacional de Valores (SEC, por su sigla en inglés), Mary Schapiro.

El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, hizo comentarios verbales y escritos similares ante la Comisión de Finanzas del Senado, dijo el diario.

Los alto cargos dijeron que el Gobierno de Obama ha asumido uno de los temas del informe de Volcker como un principio guía -el que las grandes compañías y los instrumentos financieros que no son supervisados deben ser puestos bajo un mayor marco regulatorio.

Si bien algunas acciones requerirán de leyes, otras podrían lograrse mediante normas adoptadas por las agencias federales, dijo el Times.

El Gobierno planea proponer nuevos parámetros para los operadores de hipotecas que emitieron préstamos inadecuados, pero que se encontraban bajo normas de los estados. También están considerando que la SEC se involucre más en la supervisión de los criterios de financiamiento de los valores apoyados por hipotecas, agregó el diario.

Obama redobla presión

Obama apremió con firmeza la aprobación de su abultado paquete de estímulo económico, al enviar el domingo a su vicepresidente y su principal asesor económico para que promuevan la aplicación urgente del gasto gubernamental contra la crisis financiera, durante programas de televisión.

El consejero económico Larry Summers dijo el domingo en un programa de entrevistas que el presidente buscaba un equilibrio en el paquete de recuperación entre un nuevo gasto y las reducciones fiscales.

El plan de estímulo económico es criticado por legisladores opositores, al considerar que proyecta una desmedida intervención del gobierno en la economía.

En declaraciones a la televisora NBC, Summers indicó que Obama tiene la intención de alcanzar un punto medio entre las objeciones de los republicanos y la inclinación de algunos demócratas que desean un paquete con mayor gasto federal.

El vicepresidente Joe Biden coincidió con Summers en subrayar el mensaje trazado por Obama en su primer mensaje por radio e internet desde la Casa Blanca.

El nuevo mandatario dijo que, entre los beneficios de gastar 825.000 millones de dólares, los estadounidenses tendrían mejores escuelas, menor pago por electricidad y cobertura del sistema de salud pública para millones de personas que perdieron o pueden perder sus empleos en el peor colapso económico desde la década de 1930.

Aunque Biden expresó que esperaba avanzar en los acuerdos con el Congreso, señaló que el gobierno "trata de sacar el dinero tan rápido como sea posible. ... Tiene que empezar a estimular el crecimiento económico".

En declaraciones a la cadena de televisión CBS, el vicepresidente consideró que las exigencias de los republicanos de aplicar reducciones fiscales no funcionarían con la rapidez necesaria.

Los demócratas, al igual que el presidente, aguardan la aprobación legislativa del paquete de estímulo para mediados de febrero, pero el líder republicano en la Cámara de Representantes, John Boehner, dijo a NBC que sin cambios significativos no habrá un gran apoyo de los republicanos.

La presidenta de la cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi, dijo el domingo que podría anticipar la entrega de más dinero al sector financiero una vez que el gobierno, a nombre de los contribuyentes, adquiera partes de los bancos que reciben dinero. No mencionó cifras.

Obama y sus principales asesores económicos abordaron el sábado en la Casa Blanca la situación de la economía nacional.

Estados Unidos perdió 2,6 millones de empleos el año pasado, la peor cantidad anual desde al Segunda Guerra Mundial y la producción industrial cayó a su más baja producción en 28 años, entre otros datos sombríos que ha presentado la economía estadounidense.