BRUSELAS.- El debate sobre la posibilidad de crear un presupuesto aparte para los países de la eurozona se está intensificando antes de la cumbre de la Unión Europea que tendrá lugar este mes, con menos oposición a la propuesta de lo que muchos responsables esperaban inicialmente, según diplomáticos.
En una cena privada celebrada la semana pasada entre embajadores
de varios países del norte de Europa, entre los que estaban Reino Unido,
Dinamarca, Holanda y Finlandia, los presentes se vieron sorprendidos al
encontrar un cierto grado de consenso a la propuesta.
"No diría que hubo un fuerte apoyo, pero desde luego hubo una
sensación de que esta es una idea que debería ser explorada con más
detalle", dijo uno de los diplomáticos sobre la discusión que tuvo
lugar.
La propuesta de un presupuesto único fue planteada por el
presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en un documento que
circuló en septiembre como parte de un intento de estimular el debate
sobre cómo podría mejorar la unión monetaria europea.
En el documento, Van Rompuy dijo que "una unión con todas las de
la ley" entre los 17 países que comparten el euro podría suponer la
creación de una tesorería única, así como "un presupuesto central cuyo
papel y funciones necesitarían definirse más".
Esas sugerencias se refinaron en unas guías que formarán parte de
la base del debate entre los dirigentes europeos en el Consejo Europeo
del 18 y 19 de octubre. La idea también será abordada en la reunión de
ministros de Finanzas de la eurozona que tendrá lugar el lunes en
Luxemburgo.
Aún no hay una definición clara de qué supondría un presupuesto
único y central, pero Alemania la apoya con fuerza y Francia también, lo
que supone que tiene un impulso sustancial.
El apoyo británico, puesto de manifiesto el domingo por el primer
ministro, David Cameron, también es significativo, aunque derive más de
un deseo de distanciar a Reino Unido de los problemas de la eurozona
que de la solidaridad con el club de la moneda única.
"Habrá un momento en el que habrá que tener dos presupuestos
europeos, uno para la moneda única, porque van a tener que apoyarse unos
a otros, y quizá uno más amplio para todos los demás", manifestó
Cameron en la BBC el domingo, primer día de la conferencia anual del
Partido Conservador.
"No creo que lo vayamos a lograr esta vez, pero es un indicador de hacia dónde va Europa", agregó.
Aunque conceptualmente el presupuesto único tenga sentido,
inmediatamente plantea dudas espinosas sobre la soberanía, la disciplina
presupuestaria y las ambiciones de cada país a largo plazo.
Sin embargo, sí hay unas ideas generales circulando, entre ellas
la propuesta apoyada por Francia de financiar el presupuesto con un
impuesto a las transacciones financieras. Alemania y Francia ya están
intentando que se apruebe en nueve países de la eurozona, el mínimo
permitido para hacerlo solos. Ya tienen el apoyo de ocho, y el noveno
podría incorporarse la próxima semana, dando ímpetu al plan.
Pero otros países que sí podrían favorecer el presupuesto único,
como Finlandia, no se muestran tan entusiastas con el impuesto a las
transacciones financieras, lo que pone de manifiesto la complejidad de
las negociaciones.
Alemania ve el presupuesto único como un modo de reforzar la
solidaridad y las normas presupuestarias sin llegar al extremo de
mutualizar la deuda de la eurozona. Francia, por su parte, lo ve como un
modo de reducir las divergencias en política social y de empleo.