MADRID.- El Banco Central Europeo podría haber acortado la
crisis de deuda de la zona euro que comenzó en 2008 si hubiera adoptado
una política monetaria expansiva a imagen de la Reserva Federal de
Estados Unidos, dijo el martes el ex presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
Durante la presentación de su libro "El Dilema", en el que repasa
los últimos meses de su mandato -desde mayo de 2010, cuando decidió
duros recortes en España, hasta su salida del poder a finales de 2011-,
Zapatero se mostró contundente con el papel del BCE en los primeros
compases de la crisis, con una política monetaria que definió como
"hecha a imagen y semejanza del Bundesbank".
El político socialista, que entre otras cosas relata en el libro
cómo dijo tres veces que no a un posible rescate a España -una de ellas a
la canciller alemana, Angela Merkel, durante una cumbre del G20-
explicó que los gobiernos no tenían en su mano frenar la crisis porque
se trataba de un problema de liquidez.
"Si el BCE hubiera sido más favorable a una expansión monetaria, a
dotar de más liquidez y a tener algo menos pánico a la inflación (...)
seguramente la recuperación ya se hubiera producido", declaró Zapatero
durante su primera rueda de prensa desde que abandonó La Moncloa en
diciembre de 2011.
"Seguramente cuando se haga repaso de lo que ha sido esta crisis,
surgirá como factor determinante la apuesta mayor o menor por la
expansión monetaria en Europa o en Estados Unidos", afirmó, comparando
el actual ritmo de recuperación en ambos.
El ex jefe del Gobierno español dijo que las decisiones que habían
generado tranquilidad y despejado incógnitas a los mercados siempre
habían surgido del BCE, como cuando su presidente, Mario Draghi, anunció
en agosto de 2012 que haría "todo lo necesario" para respaldar al euro.
Aunque recalcó que no estaba tratando de eludir responsabilidades,
Zapatero dijo que ni los recortes ni las medidas que adoptaban los
gobiernos servían entonces para aplacar las amenazas procedentes del
mundo financiero.
"Una crisis de liquidez sólo se combate con liquidez, y sólo tiene
liquidez el banco central, y el BCE actuó con mucha prudencia comparado
con la Reserva Federal", declaró, subrayando que lo que era bueno para
Alemania no tenía por qué serlo para otros países de la zona euro.
Zapatero describió el libro como un "deber" suyo ante la ciudadanía,
y señaló que esperaba que tuviera alguna utilidad para analizar los
acontecimientos que seguían sucediéndose en la escena económica
internacional.
"En el libro aparece en más de una ocasión y en momentos
trascendentes, las limitaciones de la política (...), de los gobiernos,
ante ese fenómeno imparable que ha consistido la globalización
económica, la globalización comercial y de manera singular la libertad
de movimiento de capitales", declaró.
Zapatero recordó que las situaciones más duras durante la crisis de
deuda, cuando se disparaba la prima de riesgo española, se debieron
siempre a factores externos: el rescate griego, la implicación de
participantes privados en la reestructuración de su deuda o el rescate
de Irlanda.
El ex presidente también realizó una autocrítica de algunos aspectos
de su gestión, como su decisión de retrasar la utilización de la
palabra crisis hasta julio de 2008, que atribuyó a un "error de
apreciación", y no a un intento de "engaño u ocultamiento".
"Ya había sensación de crisis en la calle, es evidente que un
responsable político tiene que estar más en la percepción de la
sociedad", dijo Zapatero, que atribuyó esta decisión a su afán de
mantener la confianza y enviar un mensaje positivo sobre España y al
hecho de que aún había crecimiento económico.
Respecto a los recortes que aprobó en mayo de 2010 -la supresión del
llamado cheque bebé, la reducción de sueldos a los empleados públicos y
la congelación de las pensiones-, Zapatero dijo que eran
imprescindibles para ayudar a Grecia y poder crear el fondo de rescate
europeo.
Como logros de su mandato, reivindicó el hecho de que no tocara ni
la sanidad ni la educación, en clara referencia a las medidas adoptadas
por el Gobierno de Mariano Rajoy.
"No era tan fácil como algunos pensaban", dijo a este respecto.
De cara al futuro, quiso seguir mandando un mensaje de confianza,
pero consideró fundamental recuperar a los que se hubieran quedado en el
camino en pro del mantenimiento de la cohesión social.