MADRID.- España cuenta con "todos los elementos" para despuntar en la
"revolución" de la industria de la navegación hacia el uso del gas
natural licuado (GNL) como combustible, aunque necesita "ponerse en
marcha", según el coordinador español del proyecto Costa, José Luis
Almazán.
"Estamos ante una revolución parecida a cuando los buques
pasaron del carbón al petróleo", explica Almazán, porque "ahora estamos a las puertas de un nuevo cambio tecnológico
para pasar del petróleo líquido al gas", un combustible menos
contaminante.
En este contexto, el proyecto Costa pretende
impulsar una iniciativa europea que desarrolle las infraestructuras
necesarias para la recarga de barcos que funcionen con gas en los
puertos del Mediterráneo, en línea con lo que ya sucede en el norte del
continente.
Con ese mismo objetivo, el Senado ha aprobado
recientemente una ponencia por la que se fija una posición de Estado que
"si el Gobierno y los gobiernos sucesivos siguen en esa línea permitirá
mantener esa posición de cabeza tecnológica que ahora mismo tiene
España".
Según Almazán, España cuenta con una "posición magnífica"
de partida, gracias a su ubicación "geoestratégica única" y al
desarrollo de la tecnología asociada al manejo, uso y distribución de
GNL "que ningún otro país europeo tiene".
Sin embargo, "hay que
trabajar, investigar, formar a la gente, ocuparse de la cosas, dedicar
recursos, dedicar tiempo", porque "esa posición magnífica se pierde si
no se hace nada".
Almazán aboga por comprometer a la industria, la
administración y el sector educativo en un programa de inversión a
largo plazo que desarrolle esta industria, donde las subvenciones se
entiendan como "una ayuda para arrancar e iniciar acciones que sean de
verdad rentables".
En el caso español, donde ya existen
instalaciones gasistas, el reto es desarrollar las instalaciones
portuarias, porque "hay un montón de cosas por hacer".
"No hay
todavía ningún barco con bandera española navegando con gas", lamenta el
profesor, "es el problema del huevo y la gallina: si no hay barcos en
gas, ¿cómo se van a hacer gasolineras de gas en los puertos? Y los
navieros dicen que si no tienen dónde repostar de gas, ¿cómo van a ir
con gas?".
Aunque todavía no existen cálculos de inversión,
Almazán estima que para un "estado muy inicial" serían necesarios tres o
cuatro puertos con suministro de gas en España, más uno o dos en
Portugal, con un coste de adaptación de cada instalación de unos 15
millones de euros.
Tampoco hay cifras de empleo potencial, pero
este se desarrollaría tanto en los astilleros, donde hay que hacer
transformaciones de motores, como "en los puertos, en las terminales, en
las distribuidoras" de hidrocarburos, etc.
"Estamos hablando de
la creación de muchísimos puestos de trabajo, pero además altamente
preparados", advierte, ya que el GNL es un producto que se maneja a 164
grados bajo cero en su forma líquida, lo que requiere un elevado nivel
de formación.
Los puertos candidatos a estas primeras
instalaciones son los que cuentan con plantas regasificadoras, es decir,
Barcelona, Valencia, Cartagena, Huelva, Ferrol, Bilbao y Gijón, aunque
"el primer abastecimiento (de España) no se ha hecho en ninguno de estos
puertos, se ha hecho en Algeciras" a través de una "gasolinera
flotante".
Además, "la posición de la Península Ibérica en la
navegación con el Atlántico es muy importante con las Islas Canarias,
con Madeira y con Azores".
"El Atlántico es la autopista del mar
que conecta Europa con América y Europa con África", añade, lo que unido
al acceso al Mediterráneo, "que es la llave de paso con Suez" y, por
tanto, con Asia, concede a la Península "una posición geoestratégica en
el tráfico marítimo mundial excepcional".
España
cuenta con "todos los elementos" para despuntar en la "revolución" de
la industria de la navegación hacia el uso del gas natural licuado (GNL)
como combustible, aunque necesita "ponerse en marcha", según el
coordinador español del proyecto Costa, José Luis Almazán.
"Estamos
ante una revolución parecida a cuando los buques pasaron del carbón al
petróleo", explica Almazán en una entrevista, porque "ahora estamos a
las puertas de un nuevo cambio tecnológico para pasar del petróleo
líquido al gas", un combustible menos contaminante.
En este contexto,
el proyecto Costa pretende impulsar una
iniciativa europea que desarrolle las infraestructuras necesarias para
la recarga de barcos que funcionen con gas en los puertos del
Mediterráneo, en línea con lo que ya sucede en el norte del continente.
Con ese mismo objetivo, el Senado ha aprobado recientemente una
ponencia por la que se fija una posición de Estado que "si el Gobierno y
los gobiernos sucesivos siguen en esa línea permitirá mantener esa
posición de cabeza tecnológica que ahora mismo tiene España".
Según Almazán,
España cuenta con una "posición magnífica" de partida, gracias a su ubicación "geoestratégica única" y al desarrollo de la tecnología asociada al manejo, uso y distribución de GNL "que ningún otro país europeo tiene".
Sin embargo, "hay que trabajar, investigar, formar a la gente,
ocuparse de la cosas, dedicar recursos, dedicar tiempo", porque "esa
posición magnífica se pierde si no se hace nada".
Almazán aboga por comprometer a la industria, la administración y el
sector educativo en un programa de inversión a largo plazo que
desarrolle esta industria, donde las subvenciones se entiendan como "una
ayuda para arrancar e iniciar acciones que sean de verdad rentables".
En el caso español, donde ya existen instalaciones gasistas, el reto
es desarrollar las instalaciones portuarias, porque "hay un montón de
cosas por hacer".
"No hay todavía ningún barco con bandera española navegando con gas",
lamenta el profesor, "es el problema del huevo y la gallina: si no hay
barcos en gas, ¿cómo se van a hacer gasolineras de gas en los puertos? Y
los navieros dicen que si no tienen dónde repostar de gas, ¿cómo van a
ir con gas?".
Aunque todavía
no existen cálculos de inversión, Almazán estima
que para un "estado muy inicial" serían necesarios tres o cuatro puertos
con suministro de gas en España, más uno o dos en Portugal, con un
coste de adaptación de cada instalación de unos 15 millones de euros.
Tampoco hay cifras de empleo potencial, pero este se desarrollaría
tanto en los astilleros, donde hay que hacer transformaciones de
motores, como "en los puertos, en las terminales, en las distribuidoras"
de hidrocarburos, etc.
"Estamos hablando de la creación de muchísimos puestos de trabajo,
pero además altamente preparados", advierte, ya que el GNL es un
producto que se maneja a 164 grados bajo cero en su forma líquida, lo
que requiere un elevado nivel de formación.
Los puertos candidatos a estas primeras instalaciones son los que
cuentan con plantas regasificadoras, es decir, Barcelona, Valencia,
Cartagena, Huelva, Ferrol, Bilbao y Gijón, aunque "el primer
abastecimiento (de España) no se ha hecho en ninguno de estos puertos,
se ha hecho en Algeciras" a través de una "gasolinera flotante".
Además, "la posición de la península Ibérica en la navegación con el
Atlántico es muy importante con las Islas Canarias, con Madeira y con
Azores".
"El Atlántico es la autopista del mar que conecta Europa con América y
Europa con África", añade, lo que unido al acceso al Mediterráneo, "que
es la llave de paso con Suez" y, por tanto, con Asia, concede a la
Península "una posición geoestratégica en el tráfico marítimo mundial
excepcional".
Leer más:
España tiene elementos para despuntar en la navegación con gas - elEconomista.es http://www.eleconomista.es/economia/noticias/5716319/04/14/Espana-tiene-elementos-para-despuntar-en-la-navegacion-con-gas.html#Kku8YDIVgxq8VDGL
España
cuenta con "todos los elementos" para despuntar en la "revolución" de
la industria de la navegación hacia el uso del gas natural licuado (GNL)
como combustible, aunque necesita "ponerse en marcha", según el
coordinador español del proyecto Costa, José Luis Almazán.
"Estamos
ante una revolución parecida a cuando los buques pasaron del carbón al
petróleo", explica Almazán en una entrevista, porque "ahora estamos a
las puertas de un nuevo cambio tecnológico para pasar del petróleo
líquido al gas", un combustible menos contaminante.
En este contexto,
el proyecto Costa pretende impulsar una
iniciativa europea que desarrolle las infraestructuras necesarias para
la recarga de barcos que funcionen con gas en los puertos del
Mediterráneo, en línea con lo que ya sucede en el norte del continente.
Con ese mismo objetivo, el Senado ha aprobado recientemente una
ponencia por la que se fija una posición de Estado que "si el Gobierno y
los gobiernos sucesivos siguen en esa línea permitirá mantener esa
posición de cabeza tecnológica que ahora mismo tiene España".
Según Almazán,
España cuenta con una "posición magnífica" de partida, gracias a su ubicación "geoestratégica única" y al desarrollo de la tecnología asociada al manejo, uso y distribución de GNL "que ningún otro país europeo tiene".
Sin embargo, "hay que trabajar, investigar, formar a la gente,
ocuparse de la cosas, dedicar recursos, dedicar tiempo", porque "esa
posición magnífica se pierde si no se hace nada".
Almazán aboga por comprometer a la industria, la administración y el
sector educativo en un programa de inversión a largo plazo que
desarrolle esta industria, donde las subvenciones se entiendan como "una
ayuda para arrancar e iniciar acciones que sean de verdad rentables".
En el caso español, donde ya existen instalaciones gasistas, el reto
es desarrollar las instalaciones portuarias, porque "hay un montón de
cosas por hacer".
"No hay todavía ningún barco con bandera española navegando con gas",
lamenta el profesor, "es el problema del huevo y la gallina: si no hay
barcos en gas, ¿cómo se van a hacer gasolineras de gas en los puertos? Y
los navieros dicen que si no tienen dónde repostar de gas, ¿cómo van a
ir con gas?".
Aunque todavía
no existen cálculos de inversión, Almazán estima
que para un "estado muy inicial" serían necesarios tres o cuatro puertos
con suministro de gas en España, más uno o dos en Portugal, con un
coste de adaptación de cada instalación de unos 15 millones de euros.
Tampoco hay cifras de empleo potencial, pero este se desarrollaría
tanto en los astilleros, donde hay que hacer transformaciones de
motores, como "en los puertos, en las terminales, en las distribuidoras"
de hidrocarburos, etc.
"Estamos hablando de la creación de muchísimos puestos de trabajo,
pero además altamente preparados", advierte, ya que el GNL es un
producto que se maneja a 164 grados bajo cero en su forma líquida, lo
que requiere un elevado nivel de formación.
Los puertos candidatos a estas primeras instalaciones son los que
cuentan con plantas regasificadoras, es decir, Barcelona, Valencia,
Cartagena, Huelva, Ferrol, Bilbao y Gijón, aunque "el primer
abastecimiento (de España) no se ha hecho en ninguno de estos puertos,
se ha hecho en Algeciras" a través de una "gasolinera flotante".
Además, "la posición de la península Ibérica en la navegación con el
Atlántico es muy importante con las Islas Canarias, con Madeira y con
Azores".
"El Atlántico es la autopista del mar que conecta Europa con América y
Europa con África", añade, lo que unido al acceso al Mediterráneo, "que
es la llave de paso con Suez" y, por tanto, con Asia, concede a la
Península "una posición geoestratégica en el tráfico marítimo mundial
excepcional".
Leer más:
España tiene elementos para despuntar en la navegación con gas - elEconomista.es http://www.eleconomista.es/economia/noticias/5716319/04/14/Espana-tiene-elementos-para-despuntar-en-la-navegacion-con-gas.html#Kku8YDIVgxq8VDGL