DUBAI.- El líder supremo de
Irán, el ayatolá Ali Jamenei, dijo este sábado al presidente venezolano,
Nicolás Maduro, que apoyará una toma de acciones coordinadas entre ambos
países para revertir la rápida caída de los precios del petróleo, a la
que describió como "un complot político fraguado por enemigos comunes".
Maduro se encuentra de gira por algunos países aliados
miembros de la OPEP en busca de respaldo a medidas que apuntala los
precios del crudo, que han tocado nuevos mínimos por debajo de los 50
dólares el barril, casi la mitad del valor registrado en junio de 2014.
El desplome de los precios del petróleo ha afectado
gravemente a las finanzas públicas de Irán y Venezuela, cuyas economías
dependen en gran medida de las exportaciones de combustible.
"La extraña caída de los precios del petróleo en tan
corto tiempo es un complot y no está relacionado con el mercado.
Nuestros enemigos comunes están usando el petróleo como un complot
político y definitivamente tienen un papel en la abrupta bajada de los
precios", dijo Jamenei durante una reunión con Maduro, según un informe
de una agencia de noticias local.
"(Jamenei) apoyó un acuerdo entre los presidentes de
Irán y Venezuela para realizar una campaña coordinada contra el descenso
de los precios del petróleo", indicó la agencia oficial IRNA.
La economía de Venezuela se contrajo en los primeros
tres trimestres del 2014 y sus reservas internacionales se han
deteriorado con fuerza debido al desplome de los precios del barril.
El declive ha avivado la preocupación de que Venezuela
pueda caer en moratoria del pago de sus bonos en el exterior, lo que
además ha empujado los rendimientos de su deuda a los máximos niveles de
una nación emergente. Maduro ha negado que su país vaya a llegar a la
suspensión de pagos.
Previamente el sábado, el presidente iraní, Hassan
Rouhani, dijo que Irán y Venezuela "pueden indudablemente cooperar para
frustrar las estrategias de las potencias mundiales (...) y para
estabilizar los precios hasta llegar a un nivel razonable en 2015".
Sumamente impactado por las sanciones globales por su
supuesto programa nuclear, Irán se ha visto particularmente frustrado
por la decisión de las naciones de la OPEP -lideradas por su rival
regional Arabia Saudí- de no reducir la cuota de producción del grupo
para disminuir el exceso de suministro en el mercado global.