La moneda única caía esta semana cuatro centavos de dólar o un 3,2 %,
hasta caer por debajo de 1,05 dólares, el nivel más bajo desde hace
doce años, si mantiene este ritmo de bajada podría alcanzar la paridad
en abril.
Un euro débil ayuda a las empresas exportadoras a vender en América y en Asia, porque abarata los productos.
Alemania exporta casi un 40 % a sus vecinos de la zona del euro y el resto fuera del área.
Que algunas empresas exportadoras alemanas se van a beneficiar de
esta fuerte depreciación del euro se ha reflejado en las subidas que han
registrado esta semana en bolsa.
Las empresas que más se benefician son las que pagan facturas y salarios en euros pero facturan en dólares.
Sin embargo, la factura del petróleo -que se paga en dólares- se
encarece si el euro se debilita, por lo que la zona del euro no nota
tanto la actual caída de los precios del crudo.
En Alemania, los precios de la gasolina han subido desde comienzos de
año ocho céntimos, hasta 1,37 euros el litro y del gasóleo en cuatro
céntimos, hasta 1,21 euros, según cifras de la Asociación Comercial del
Petróleo en Alemania.
Añade que esta subida responde sólo al tipo de cambio del euro frente al billete verde.
El euro se ha depreciado un 13,3 % frente al billete verde desde
comienzos de año, lo que se traduce en una subida del precio del
petróleo del 14 %.
Otras empresas importadoras de materias primas también tendrán costes más elevados.
La diferente dirección de la política monetaria en la zona del euro y
en EE.UU. es la causa de la fuerte depreciación del euro y en el
mercado muchos esperan que llegue de forma inminente a la paridad, algo
dependerá también de la rentabilidad del Bund (deuda alemana a diez y 30
años).
La rentabilidad del Bund a diez años se sitúa ahora por debajo del 0,20 %, lo que hace al euro menos atractivo.
El BCE quiere comprar deuda pública y privada por valor de 60.000
millones de euros mensuales, hasta como mínimo finales de septiembre de
2016.
El BCE y los bancos centrales nacionales comenzaron el lunes la
compra de grandes cantidades de bonos del sector público de la zona del
euro, con la adquisición en los tres primeros días de títulos por valor
de 9.800 millones de euros, con un vencimiento medio de nueve años.
"Parece que el ritmo de compra ha sido constante en los tres primeros
días (el primero compró bonos por valor de 3.200 millones de euros" y
los vencimientos diferentes, según el banco UniCredit.
Hasta ahora el BCE ha comprado deuda privada -bonos garantizados
(cédulas) y bonos de titulización- por valor mensual de 13.000 millones
de euros.
Si se mantiene este ritmo, el volumen del programa de compras del
sector público será de unos 47.000 millones de euros, prevé el BCE.
La entidad monetaria ha incrementado más los estímulos monetarios en
la zona del euro con este programa, mientras que la Fed se prepara para
subir su tasa de interés rectora.
Los sólidos datos macroeconómicos de EE.UU. dejan pocas dudas de que
la Fed subirá las tasas de interés significativamente este año.
Los mercados prestarán atención a la reunión de la Fed de la próxima
semana, en la que dará señales sobre el momento en que subirá los tipos
de interés.
La rueda de prensa de la Fed la próxima semana no sólo se centrará en
el momento de la primera subida de la tasa de interés rectora, sino en
el alcance de subidas posteriores.
Un dólar fuerte no ha evitado que la Fed subiera los tipos de interés
en el pasado, consideran los analistas de Commerzbank Bernd
Weidensteiner y Christoph Balz.
La depreciación del euro se ha acelerado por la espectacular caída de
la rentabilidad de la deuda soberana europea después de que el BCE
comenzara a intervenir en el mercado.
Los expertos en divisas de Commerzbank prevén que el euro se moverá entre 1,0300 y 1,0900 dólares la próxima semana.