MADRID.- La expansión de la economía española se acelerará en la segunda mitad
del año, lo que permitirá cerrar 2015 con un crecimiento del Producto
Interior Bruto (PIB) del 3,2%, más del doble que el 1,5% previsto para
Alemania y el conjunto de la eurozona por BBVA Research, que confía en
que España genere un millón de empleos entre este año y el siguiente.
De este modo, España se destacará en 2015 como la economía con mayor crecimiento entre los grandes países de la eurozona, donde Alemania crecerá un 1,5%, Francia un 1,3% e Italia un 0,7%.
No obstante, este diferencial de crecimiento favorable a España se
estrechará ligeramente en 2016, cuando la expansión de la economía
española se espera sea del 2,7%, frente al 1,9% previsto para Alemania,
el 1,7% de Francia y el 1,3% de Italia.
Por su parte, el pronóstico de BBVA Research para el conjunto de la
zona euro anticipa un crecimiento del PIB del 1,5% en 2015 que se
acelerará el próximo ejercicio al 1,9%.
Tanto en 2015 como en 2016, la actividad de la economía española
“crecerá notablemente”, apoyada en factores internos, destaca la
entidad, señalando que la recuperación de los fundamentos y el cambio en
el tono de la política fiscal contribuirán a la recuperación sostenida
de la demanda doméstica.
Por contra, los analistas de BBVA Research apuntan que la
contribución de la demanda exterior neta al crecimiento de la economía
de España “será prácticamente nula”.
La mejora de la economía española permitirá crear un millón de
puestos de trabajo entre los años 2015 y 2016, según la entidad, que
considera que la mayor parte de las ganancias en la productividad del
trabajo se debe a la destrucción de empleo y recuerda que las rentas
siguen todavía muy por debajo del promedio de la eurozona.
En cuanto a la situación de Europa, el informe de BBVA Research destaca el “contagio limitado” de la crisis griega gracias al BCE y a la mejora de gobernanza europea,
aunque advierte de que, a pesar de haberse evitado el ‘Grexit’, la
incertidumbre podría lastrar el rebote previsto de la inversión.
La entidad destaca que, ante un entorno global de recuperación más
suave, heterogénea y con riesgos bajistas, la eurozona cuenta con
factores domésticos favorables, incluyendo una sólida demanda doméstica,
la baja inflación y la intervención del BCE a través de su programa de
compra de deuda en vigor hasta septiembre de 2016, además de las
perspectivas de un menor aumento del precio del petróleo.
Asimismo, BBVA Research valora una política fiscal en la región más
favorable que en años anteriores, puesto que la Comisión Europea es más
prudente para no forzar un ajuste procíclico, permitiendo relajar el
esfuerzo fiscal a cambio de llevar a cabo reformas estructurales.
No obstante, la entidad advierte de la existencia de riesgos para
Europa, centrados particularmente en China y en menor medida en la
crisis aún abierta en Grecia, así como en los efectos de la
desaceleración china en las economías emergentes exportadoras de
materias primas y en menor medida los potenciales retos que pueden
aparecer por la primera subida de tipos en EEUU o las repercusiones
derivadas de la crisis rusa.