miércoles, 12 de agosto de 2015

Varoufakis critica el nuevo acuerdo de Grecia con los acreedores

ATENAS.- El exministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis ha dicho a la BBC que el nuevo acuerdo entre los acreedores y el gobierno de Grecia del que formó parte hasta hace poco "no funcionará". 

Varoufakis sostiene además que su sentimiento es compartido entre muchos de los negociadores, incluyendo su sucesor en el cargo, Euclides Tsakolotos, y su viejo rival, el ministro de Finanzas alemán Wolfgang Schauble.
El ministro griego de Finanzas "dice más o menos lo mismo" que yo, explicó Varoufakis, un político que fue apartado del gobierno de Alexis Tsipras y que defendía una importante rebaja de la deuda griega que los acreedores no están dispuestos a aceptar. 
El nuevo programa económico para Grecia contemplado en el acuerdo "se basa simplemente en un nivel de deuda insostenible", y "sin embargo es el programa que todo el mundo trabaja para poner en práctica".
 "Habla con cualquiera que sepa de las finanzas griegas y te dirá que este acuerdo no funcionará", sentenció.
Grecia alcanzó el martes un acuerdo técnico con sus acreedores para recibir un tercer plan de asistencia financiera que puede alcanzar 86.000 millones de euros" (95.000 millones de dólares), y que ya se presentó ante el parlamento griego para su aprobación en los próximos días.
 A cambio, Grecia tendrá que emprender una reforma del mercado gasístico, de los transportes, suprimir la mayoría de los dispositivos de jubilación anticipada y rebajar impuestos, entre otras cosas.

China, de rebajas / Primo González *

La mayor economía del mundo (o la segunda mayor, según el baremo que se utilice) no está satisfecha con su divisa, el yuan. Y el Banco Central ha decidido rebajar su paridad frente al dólar en un 1,86% para tratar de frenar el descalabro comercial que reflejaron sus cuentas del pasado mes de julio, cuando las exportaciones registraron un retroceso del 8,3%.

Los movimientos que está protagonizando China en las últimas semanas, los más importantes en torno a la actividad bursátil y la gestión de sus empresas públicas, ponen de relieve un creciente nerviosismo de las autoridades de este país ante el gradual recorte de sus expectativas de crecimiento económico. La dirección en la que están actuando las autoridades chinas apunta en principio a una creciente liberalización, pero la gestión de la economía parece sometida a tensiones inesperadas, que el Gobierno del país está afrontando con un cierto grado de precipitación. Este hecho ha llevado a algunos a temer que China esté incubando una crisis de alcance global que podría tener consecuencias considerables para el resto del mundo.

Con este último movimiento de reducción del valor de su divisa, China se une a otros dos importantes competidores mundiales que aplicaron políticas depreciatorias en los últimos meses, Japón con el yen y la Eurozona con el euro, aunque el movimiento de este martes apenas compensa a China de su apreciación de los últimos meses frente a ambas divisas, ya que el yuan frente al yen se había apreciado más del 20% y frente al euro en torno a un 17%. Los productos chinos se habían encarecido de forma notable en estos mercados.

Estamos, por lo tanto, ante un nuevo episodio de la guerra de las divisas, en la medida en que China pretende recuperar fuerza en el comercio mundial, para remediar el deterioro de sus exportaciones, de las que dependen muchos millones de empleos en este país. Dado que China conserva un apreciable superávit comercial, a pesar de la caída de sus exportaciones en julio pasado, la devaluación de su tipo de cambio no parece que vaya a lograr avances importantes en la corrección de su mermada competitividad. Un escaso 2% de depreciación frente al dólar deja al yuan en una posición todavía de notable fortaleza frente a las demás divisas de otros países competidores, como Corea del Sur, que había mejorado su posición cambiaria frente al yuan chino en torno a un 11% en los últimos meses, dañando de este modo las expectativas y las posibilidades comerciales del gigante chino.

Las autoridades chinas han defendido su decisión como un intento de dotar a la divisa doméstica de una mayor autenticidad en su valor en relación con lo que demanda el mercado. Pero China ha tenido siempre muy controlada su divisa por parte del banco central y generalmente ha fijado un tipo de cambio que favorece sus intereses comerciales con objeto de apoyar las exportaciones y en suma el crecimiento económico. La medida adoptada este martes tiene en todo caso un significado también diplomático, ya que China pretende que el yuan sea incluido en el paquete de divisas internacionales que conforman el valor de los DEG (Derechos Especiales de Giro), la divisa teórica que gestiona el Fondo Monetario Internacional para sus operaciones entre países. Entrar en esta cesta de divisas es un importante paso para Pekin porque situaría a China en la élite de las finanzas globales, aunque para llegar a esa admisión, la liberalización de la divisa china debe mostrar una mayor autenticidad, como le están exigiendo tanto desde el Fondo Monetario como desde algunos países desarrollados y otras organizaciones internacionales.

La actual fase de debilitamiento de la economía de China puede ser el origen de importantes medidas liberalizadoras. China hará todo lo que sea necesario para preservar su ritmo de crecimiento económico por encima cuando menos del 7%.

(*) Periodista y economista

http://www.republica.com/retablos-financieros/2015/08/11/china-de-rebajas/

España crecerá este año más del doble que Alemania y el conjunto de la eurozona

MADRID.- La expansión de la economía española se acelerará en la segunda mitad del año, lo que permitirá cerrar 2015 con un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 3,2%, más del doble que el 1,5% previsto para Alemania y el conjunto de la eurozona por BBVA Research, que confía en que España genere un millón de empleos entre este año y el siguiente.

De este modo, España se destacará en 2015 como la economía con mayor crecimiento entre los grandes países de la eurozona, donde Alemania crecerá un 1,5%, Francia un 1,3% e Italia un 0,7%.
No obstante, este diferencial de crecimiento favorable a España se estrechará ligeramente en 2016, cuando la expansión de la economía española se espera sea del 2,7%, frente al 1,9% previsto para Alemania, el 1,7% de Francia y el 1,3% de Italia.
Por su parte, el pronóstico de BBVA Research para el conjunto de la zona euro anticipa un crecimiento del PIB del 1,5% en 2015 que se acelerará el próximo ejercicio al 1,9%.
Tanto en 2015 como en 2016, la actividad de la economía española “crecerá notablemente”, apoyada en factores internos, destaca la entidad, señalando que la recuperación de los fundamentos y el cambio en el tono de la política fiscal contribuirán a la recuperación sostenida de la demanda doméstica.
Por contra, los analistas de BBVA Research apuntan que la contribución de la demanda exterior neta al crecimiento de la economía de España “será prácticamente nula”.
La mejora de la economía española permitirá crear un millón de puestos de trabajo entre los años 2015 y 2016, según la entidad, que considera que la mayor parte de las ganancias en la productividad del trabajo se debe a la destrucción de empleo y recuerda que las rentas siguen todavía muy por debajo del promedio de la eurozona.
En cuanto a la situación de Europa, el informe de BBVA Research destaca el “contagio limitado” de la crisis griega gracias al BCE y a la mejora de gobernanza europea, aunque advierte de que, a pesar de haberse evitado el ‘Grexit’, la incertidumbre podría lastrar el rebote previsto de la inversión.
La entidad destaca que, ante un entorno global de recuperación más suave, heterogénea y con riesgos bajistas, la eurozona cuenta con factores domésticos favorables, incluyendo una sólida demanda doméstica, la baja inflación y la intervención del BCE a través de su programa de compra de deuda en vigor hasta septiembre de 2016, además de las perspectivas de un menor aumento del precio del petróleo.
Asimismo, BBVA Research valora una política fiscal en la región más favorable que en años anteriores, puesto que la Comisión Europea es más prudente para no forzar un ajuste procíclico, permitiendo relajar el esfuerzo fiscal a cambio de llevar a cabo reformas estructurales.
No obstante, la entidad advierte de la existencia de riesgos para Europa, centrados particularmente en China y en menor medida en la crisis aún abierta en Grecia, así como en los efectos de la desaceleración china en las economías emergentes exportadoras de materias primas y en menor medida los potenciales retos que pueden aparecer por la primera subida de tipos en EEUU o las repercusiones derivadas de la crisis rusa.