sábado, 5 de marzo de 2016

Las exportaciones de petróleo y gas condensado de Irán alcanzarán los dos millones de bpd a finales de marzo

TEHERÁN.- Las exportaciones de crudo y gas condensado de Irán alcanzarían los dos millones de barriles por día (bpd) para fin de marzo, dijo el director de asuntos internacionales de la estatal Compañía Nacional de Petróleo (NIOC, por sus siglas en inglés), según fue citado el sábado por la agencia oficial de noticias Shana.

"El gas condensado se vende más lentamente que el petróleo, pero esperamos que incluso supere a las ventas de crudo en el futuro", agregó Mohsen Ghamsari.
Irán, el tercer productor de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), está trabajando para recuperar cuota de mercado, sobre todo en Europa, tras el fin de las sanciones internacionales en enero.
Dos fuentes de la industria dijeron el jueves que Teherán preveía aumentar sus exportaciones de petróleo en marzo hasta cerca de 1,65 millones de bpd, frente a los 1,5 millones de bpd del mes previo, apoyado en el aumento de los envíos de crudo a Europa.

La comisaria de Empleo de la Unión Europea presentará el martes la reforma de la ley de trabajadores desplazados

BRUSELAS.- La comisaria europea de Empleo y Asuntos Sociales, Marianne Thyssen, presentará el próximo martes su proyecto para reformar la directiva sobre trabajadores desplazados para intentar reducir la competencia desleal, informó hoy el diario "Le Soir".

La comisaria belga, que buscará el apoyo del Colegio de comisarios a su proyecto, pretende alinear las estructuras salariales y que el sistema sea "más equitativo, transparente y justo", según dijo a ese periódico, en lo que se refiere al envío por un periodo determinado de trabajadores por parte de empresas que prestan un contrato fuera de su Estado miembro de origen.
Mientras que la directiva en vigor, de 1996, prevé únicamente la obligación por parte de la empresa extranjera de respetar el salario mínimo del país de acogida (si existe), la comisaria propone que todas las reglas relativas a la estructura social, ya sean establecidas por la ley o por convenciones colectivas, beneficien también al trabajador desplazado, según "Le Soir".
El proyecto también prevé ampliar las reglas de igualdad de trato a los trabajadores temporales desplazados y fijar un periodo máximo de dos años para los trabajadores desplazados de larga duración, a cuyo término tendrán que depender enteramente del régimen local.
"No será fácil" llevar a cabo estos cambios, según la propia Thyssen, ya que previsiblemente abrirán el debate entre los países del este y oeste de Europa y teniendo en cuenta que ya han suscitado críticas de la Confederación Europea de Sindicatos, que esta semana dirigió una carta a la Comisión Europea en la que le pidió aplazar la adopción del texto.
Tras la directiva aprobada en 1996 la UE pasó de quince miembros a 28 con un mercado laboral cada vez más integrado.
Según "Le Soir", el número de trabajadores desplazados repuntó un 45 % entre 2000 y 2010 hasta los 1,9 millones (de los que un cuarto son polacos), con salarios muy dispares.
Aunque estos trabajadores sólo representan el 0,7 % del empleo total en la Unión Europea, sí que están fuertemente concentrados en algunos sectores, como el de la construcción, y en ciertos países, como Alemania, Francia o Bélgica.
Históricamente, los sectores más afectados de esos países son los que más se han quejado de "dumping social" a causa de los empleados desplazados.
Polonia, pero también Alemania y Francia, son los Estados miembros que más desplazan a trabajadores a otros países de la UE.
"Le Soir" recuerda que Thyssen había anunciado que presentaría a finales de 2015 un paquete de propuestas legislativas sobre la movilidad de los trabajadores en la UE que incluyera un examen de la directiva de desplazamiento.
En cambio, considera que la negociación iniciada en diciembre entre la Unión y el Reino Unido de las reformas solicitadas para garantizar su permanencia en el club comunitario, que incluyó ciertas restricciones a la libre circulación de los trabajadores, ha "congelado" el desarrollo de ese paquete de legislación.

Japón y la Unión Europea discrepan en torno al vino nipón en sus negociaciones del TLC

TOKIO.- Japón y la Unión Europea (UE) mantienen discrepancias en sus negociaciones para la firma de un tratado de libre comercio (TLC) sobre el formato de botella que Tokio quiere mantener para las exportaciones de sus vinos a Europa, informó hoy la agencia de noticias Kyodo.

Según han explicado a Kyodo fuentes cercanas al asunto, que además han tenido acceso a documentos internos de la UE, Bruselas se niega a permitir la importación de caldos en botellas de 720 mililitros, más pequeñas que las de 750 que se emplean en Europa y en la inmensa mayoría de mercados.
Las bodegas y embotelladoras niponas utilizan este formato de menor tamaño, algo que la UE considera que supone una ventaja competitiva en precios.
Según el documento, Bruselas espera que los productores nipones "se adapten de manera uniforme al tamaño estándar internacional" de botella y se niega a aceptar la propuesta de Tokio, que por su parte tacha las exigencias de la UE como una "barrera no arancelaria".
El Gobierno japonés defiende que la adopción de este formato de botellas supone una gran carga para sus productores de vino, que en la mayoría de los casos son empresas de pequeña escala, y argumenta que no existe discriminación con las botellas de 750 mililitros europeas en el mercado nipón.
Las dos partes también chocan con respecto al embotellado del shochu, el destilado japonés por excelencia, que se vende en botellas de 720 militros o de 1,8 litros.
Japón y la Unión Europea (UE), que de manera conjunto constituyen un tercio de la economía mundial, están negociando un TLC desde 2013.

China proyecta 10.000 kilómetros más de líneas de alta velocidad ferroviaria

PEKÍN.- China proyecta tener a finales de década 30.000 kilómetros de líneas de ferrocarril de alta velocidad, frente a los 19.000 kilómetros actuales, con el fin de que el 80 por ciento de sus grandes ciudades estén unidas a través de esta red, destaca el borrador del Plan Quinquenal 2016-2020 hecho público hoy.

El borrador, que se debate en la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP) entre hoy y el 16 de marzo, también establece la construcción o mejora de 30.000 kilómetros de autopistas y la extensión de las redes de banda ancha a todas las áreas rurales y urbanas del país.
China tiene de lejos la mayor red de trenes de bala del planeta (multiplica por seis la de España, segunda del mundo) e intenta extender su tecnología en este sector a otros mercados, como Asia, Oriente Medio, Latinoamérica, el Este de Europa o incluso Estados Unidos.
En un contexto de ralentización para China, cuyo PIB creció un 6,9 por ciento en 2015 (la peor tasa en 25 años), el XIII Plan Quinquenal subraya la necesidad de desarrollo de infraestructuras para impulsar sus regiones e impulsar cinturones económicos como el costero o el del río Yangtsé, de oeste a este del país.
"Hay muchos puntos débiles en infraestructuras y servicios públicos en China, y hay una necesidad urgente de mejora industrial, lo que da un amplio margen para las inversiones", señaló al respecto el primer ministro Li Keqiang, en su intervención hoy ante los cerca de 3.000 delegados de la ANP.
Li, que se centró en los objetivos para el año 2016, añadió que en este ejercicio la inversión en redes ferroviarias alcanzará los 800.000 millones de yuanes (122.000 millones de dólares) y la partida para la mejora de carreteras doblará esa cifra hasta los 1,65 billones (253.000 millones de dólares).
Adelantó también la puesta en marcha de 20 nuevos proyectos de conservación de agua y otros en sectores como energía nuclear, hidroeléctrica, transporte de petróleo y gas, por lo que la partida presupuestaria en estas áreas superará los 500.000 millones de yuanes (76.000 millones de dólares) en 2016.
En los últimos cinco años China ha enfocado su política de infraestructuras en proyectos como el gran trasvase de agua de la cuenca del Yangtsé a la del Amarillo -donde muchas zonas están afectadas por la desertización-, el desarrollo de las redes de telecomunicaciones 4G o la ya mencionada construcción ferroviaria.
El nuevo Plan Quinquenal proyecta que hacia 2020 la población china alcance los 1.420 millones de habitantes (ahora ronda los 1.380 millones), que un 60 por ciento viva en áreas urbanas (frente al 50 por cien actual), no haya ciudadanos por debajo del umbral de pobreza extrema y la esperanza de vida aumente un año.

Los efectos de la reconversión industrial ya se sienten en China

PEKÍN.- El Gobierno chino confirmó hoy los planes para reducir el enorme exceso de capacidad en su industria, un proceso que está comenzando en algunas regiones y que genera inquietud en los sectores más afectados, carbón y siderurgia, donde se prevén cerca de dos millones de despidos.

Conocido como el "almacén de carbón" de Pekín, en el distrito de Fangshan, al suroeste de la metrópolis, ya se perciben los primeros efectos del plan de remodelación industrial entre la población, que en gran medida vive de las minas existentes en la zona.
La mina "Chang Gou Yu", a unos 60 kilómetros de la plaza de Tiananmen, aún opera con normalidad, y el trasiego de camiones que sacan carbón de su interior es incesante. Pero es sólo cuestión de semanas ya que, por orden de las autoridades, cerrará sus puertas a fin de mes.
Yang, quien prefiere identificarse por su apellido, trabaja transportando el carbón desde esa mina a Pekín, y, mientras aguarda a que sus compañeros carguen el vehículo, dice a Efe con pesar que "la principal consecuencia será el desempleo".
Y es que, de los 1,8 millones de despidos que se prevén sólo entre los sectores del carbón y del acero, cerca de 1,3 millones procederán del primero, en parte de las más de 1.000 minas de carbón obsoletas que se van a clausurar este año, con el objetivo añadido de reducir la grave contaminación que aqueja a buena parte del país.
El transportista critica que esta explotación sea una de las afectadas, ya que defiende sin perder la calma que "produce carbón de calidad, poco dañino para el medio ambiente".
Uno de sus compañeros, Wei, se suma a la conversación con más nervio y, además de lamentar que con el cierre "vamos a perder nuestro trabajo", se muestra descreído sobre los subsidios que promete el Gobierno.
"Nosotros ni siquiera lo hemos recibido nunca (el subsidio) para la calefacción, debido a la corrupción", dice.
Así, el fondo de 100.000 millones de yuanes (15.300 millones de dólares, 13.800 millones de euros) para subsidios y reubicar a los despedidos por la reestructuración industrial que hoy recordó el primer ministro, Li Keqiang, durante la apertura de la sesión anual del Legislativo chino, suena aún a promesa lejana en Fangshan.
"Yo no quiero que cierren las minas, entonces no tendremos qué quemar en invierno, y el carbón es mucho más barato que la electricidad", manifiesta un vecino del distrito, Tian, quien de cualquier modo señala que lleva desempleado años y que por esa parte le da igual.
Geoff Crothall, director de comunicación de la ONG China Labour Bulletin, alerta de que las "pérdidas de trabajo programadas llevarán a la agitación laboral, si no se dan las indemnizaciones contempladas por ley o la ayuda para la reintegración que les ha sido prometida".
"En el caso de los sectores del carbón y del acero, el problema es peor por el mero hecho de que las empresas no tienen dinero para pagar a los trabajadores y tendrán que ser rescatadas por los gobiernos locales", indica.
El primer ministro Li también se refirió hoy al problema que Crothall menciona, el de las llamadas "empresas zombis", las firmas endeudadas y deficitarias que sobreviven únicamente gracias al apoyo de gobiernos locales, y sobre las que el primer ministro declaró que el Ejecutivo tomará medidas como las fusiones, reorganizaciones o liquidaciones.
El jefe del Gobierno aseguró que el proceso efectuará de forma "proactiva pero prudente", cuando uno de los escenarios más temidos por el régimen es encontrarse con una situación de inestabilidad social inabordable al acometer las reformas.
En esa línea, "Mu Chen Jian", una mina de carbón de menor tamaño que "Chang Gou Yu" situada a unos 40 kilómetros, no se cerrará hasta finales de 2016, si bien algunos trabajadores indicaron no estar al corriente de la medida.
No obstante, en los alrededores de las minas no todo son quejas, y algunos vecinos como Wang, guardia de profesión, alaba que éstas se vayan cerrando porque "así habrá menos contaminación y mejorará la calidad del agua", cuenta, opinión que comparten otros lugareños.
La lucha contra la contaminación es uno de los principales objetivos de China, que por primera vez ha decidido imponer un límite al consumo de energía anual para el periodo 2016-2020, en su búsqueda por reducir el consumo de carbón y conseguir, tal y como dijo hoy Li Keqiang, un país "hermoso".
"El Gobierno ya sólo quiere cielos limpios y montes verdes, no le importa la gente", comenta un conductor bajo anonimato, con las colinas de Fangshan de fondo, apenas visibles por la densa capa de polución que cubre el "almacén de carbón" de Pekín, al menos hasta ahora.

China impone un límite al consumo de energía

PEKÍN.- China ha decidido imponer un límite al consumo de energía anual para el periodo 2016-2020, en su búsqueda por reducir el consumo de carbón y conseguir, en palabras del primer ministro Li Keqiang, un país "hermoso".

China mantendrá el consumo de energía por debajo de 5.000 millones de toneladas de carbón estándar anuales en ese periodo, 700 millones menos que lo consumido en 2015, según el plan quinquenal de las autoridades presentado a revisión ante el Parlamento chino, la Asamblea Nacional Popular (ANP).
La revisión y aprobación de este plan será una de las principales tareas de la ANP, que inauguró hoy su única sesión plenaria del año en el Palacio del Pueblo de Pekín, la imponente sede del legislativo ubicada en la plaza de Tiananmen, con la asistencia de 3.000 delegados de todas las provincias y regiones del país.
En la agenda de China para estos años, la reducción de la contaminación y el cuidado al medioambiente son objetivos principales.
En medio de la desaceleración de la economía y el creciente malestar de la sociedad por los problemas derivados del crecimiento a toda costa, como la grave contaminación, China intenta avanzar en su desarrollo de una forma más "limpia".
"Debemos trabajar sin descanso para construir una China hermosa, donde el cielo sea azul; los campos, verdes, y el agua corra limpia", destacó el primer ministro Li en el discurso con el que inauguró la sesión este sábado.
Li instó a tomar acciones serias para prevenir y controlar la contaminación del aire, del agua o del suelo; y consideró que, durante los próximos cinco años, China debe asegurarse de que el consumo de agua, energía y las emisiones de dióxido de carbono por unidad de PIB se reduzcan en un 23 %, 15 % y 18 %, respectivamente.
El Gobierno, según el primer ministro, debe intentar que la calidad del aire en las principales ciudades de China sea bueno o excelente durante el 80 % del año.
Pekín, la imagen de China en el exterior, es el claro ejemplo de la urgencia de estas medidas, si bien la calidad del aire mejoró ligeramente en la capital en 2015, según datos de Greenpeace.
Esta semana, la ciudad mostraba su peor cara, con una capa grisácea y las mascarillas como tendencia en las calles, pero hoy, coincidiendo con el día de la apertura de la sesión del Parlamento, el viento se llevó el "smog", con lo que los legisladores pudieron sacarse su mejor fotografía.

China subirá su techo de déficit hasta el 3 % del PIB para dinamizar su economía

PEKÍN.- China aumentará el techo de su déficit fiscal este año, hasta el 3 % del Producto Interior Bruto (PIB), a fin de dinamizar el crecimiento económico, según anunció hoy el primer ministro, Li Keqiang, en su informe anual al Legislativo.

Este incremento del déficit llegará a través de rebajas de impuestos y tasas a las empresas, "un paso que reducirá aún más sus cargas", según el texto que Li está leyendo ante el pleno anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP).
El techo del déficit público de 2015 fue del 2,3 % del PIB, aunque finalmente alcanzó el 3,48 % debido a que China registró su menor subida de ingresos fiscales desde 1988.
El Gobierno prevé que el déficit de las administraciones públicas será como máximo de 2,18 billones de yuanes (335.000 millones de dólares, 305.000 millones de euros).
De este déficit, 1,4 billones de yuanes corresponderían al Gobierno central, mientras que los restantes 780.000 millones procederán de las administraciones provinciales y locales.
El primer ministro chino anunció también que continuará la reforma del sistema impositivo para establecer el IVA en todos los sectores de la economía, así como la continuación de las emisiones de bonos de deuda local.
Li señaló que estos pasos son "necesarios, factibles y también seguros" debido a que las ratios del déficit fiscal y de la deuda pública sobre el PIB son menores que en otras economías.
El informe anuncia también la creación de un fondo de 100.000 millones de yuanes (14.000 millones de euros, 15.400 millones de dólares) en subsidios y compensaciones a los trabajadores que pierdan su empleo dentro del proceso de reestructuración industrial.
Li no realizó nuevos anuncios en este sentido, pero sí recalcó que "el exceso de capacidad es un problema serio en algunos sectores" y que algunas empresas "están afrontando problemas" en su producción y sus operaciones.
El ministro chino de Recursos Humanos y Seguridad Social, Yin Weimin, anunció el pasado lunes que solamente en la minería del carbón y la siderurgia se planea despedir a 1,8 millones de trabajadores en los próximos años para corregir el fuerte exceso de capacidad de producción en ambos sectores.

China flexibiliza objetivos y confía en crecer hasta un 7%

PEKÍN.- China se propuso hoy lograr un crecimiento económico de entre un 6,5 y un 7 % este año, una meta flexible que Pekín espera que permita acometer las reformas estructurales que necesita el país y mejorar el nivel de vida de sus ciudadanos.

El primer ministro chino, Li Keqiang, así lo proclamó en el discurso que abrió el plenario anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP), el órgano legislativo, en el que subrayó que el crecimiento económico es la prioridad del Gobierno y dejó las reformas en un plano secundario.
"El desarrollo (económico) es de importancia primordial para China y es la clave para solucionar todos los problemas que afrontamos", afirmó el primer ministro, en su discurso en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín, sede del Legislativo.
Una vez inaugurado el pleno, los casi 3.000 diputados llegados de todos los rincones del gigante asiático que forman la Asamblea perfilarán y aprobarán el decimotercer plan quinquenal, que fija la agenda para el lustro 2016-2020.
Según avanzó Li, la economía china tendrá que crecer al menos un 6,5 % anual para doblar en 2020 el producto interior bruto (PIB) y la renta per cápita que China tenía en 2010, los grandes retos, junto con la erradicación de la pobreza, del Partido Comunista para celebrar en 2021 el centenario de su fundación.
El primer ministro introdujo una fórmula poco habitual para fijar objetivo de crecimiento de 2016, al recurrir a un rango porcentual en lugar de una cifra concreta -el año pasado la meta fue crecer "alrededor 7 %"-, algo que no sucedía desde 1995.
China cosechó en 2015 el alza del PIB más baja desde 1990, un 6,9 % interanual, y la nueva meta sugiere que el Gobierno prevé que continúe la desaceleración económica.
Aunque era ampliamente esperado por los analistas, este objetivo se antoja "muy difícil" para la segunda economía mundial, según declaró a Efe el economista de la Escuela Internacional de Negocios China-Europa de Shanghái (CEIBS) Xu Bin.
"El objetivo de crecimiento es más alto que el potencial que tiene la economía china ahora mismo, al menos más que el potencial saludable, pero, si el Gobierno quiere, lo puede conseguir mediante estímulos monetarios y una política fiscal expansiva", explicó Xu.
En este sentido, el presupuesto de 2016 presentado hoy por el Gobierno chino eleva el gasto público un 7 % hasta los 2,74 billones de yuanes (418.900 millones de dólares, 382.600 millones de euros), con un aumento de un 7,6 % en la partida de Defensa, su menor incremento en seis años, frente al del 10,1 % de 2015.
Además, Li anunció una subida del techo de déficit hasta el 3 % del PIB, que sería el más alto desde 1979 y equivaldría a 2,18 billones de yuanes (333.800 millones de dólares, 304.900 millones de euros).
El primer ministro prometió más fondos para sanidad, límites al consumo de energía para reducir la contaminación que ahoga a muchas zonas del país y la continuidad de la campaña contra la corrupción que acometido el Gobierno en los últimos tres años.
Con estas medidas, trató congraciarse con una población que mira con incertidumbre la coyuntura económica y los planes de Pekín para eliminar los excesos de capacidad industrial, que se estima que pueden costar varios millones de empleos.
Para intentar calmar inquietudes, anunció un fondo de 100.000 millones de yuanes (14.000 millones de euros, 15.400 millones de dólares) para apoyar a quienes pierdan su empleo.
El discurso de Li consagró el cambio de rumbo en la política económica del Gobierno chino, que se aleja de las medidas keynesianas centradas incentivar la demanda y busca dinamizar la economía por el lado de la oferta, con rebajas de impuestos a las empresas.
El primer ministro chino auguró que el país tendrá que librar una "dura batalla" para cumplir sus objetivos, dada la debilidad de la recuperación económica mundial y los problemas internos que, reconoció, "se han ido acumulado a lo largo de los años y se están haciendo más evidentes".
Las reformas en el campo financiero, las empresas estatales o la liberalización de sectores monopolizados por el sector público quedaron relegados a un segundo término en la alocución de Li, que insistió en la necesidad de potenciar el crecimiento económico.
"Hay un conflicto entre las reformas que serían beneficiosas a largo plazo y el crecimiento económico a corto plazo", expuso Xu, el experto de CEIBS.
Para este economista, la agenda reformista del Gobierno chino está condicionada por los compromisos adquiridos por el Partido Comunista para su centenario de 2021: doblar el PIB y la renta per cápita de 2021 y erradicar la pobreza.
"El Gobierno necesita una legitimidad y la obtiene de doblar los ingresos de la población, reducir la pobreza y las desigualdades, y mejorar el medio ambiente y el bienestar social. En cierta forma, no tiene elección", consideró Xu.