El producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos creció a un ritmo
anual del 2,9 % entre julio y septiembre, más de lo esperado por los
expertos y más del doble del 1,4 % del trimestre anterior, según el
primer cálculo divulgado por el Departamento de Comercio.
Ese crecimiento en el tercer trimestre fue, además, el mayor en dos años.
La economía estadounidense comenzó 2016 con un crecimiento débil, de
apenas el 0,8 % entre enero y marzo, que se aceleró hasta el 1,4 % del
segundo trimestre y ahora con mucha más fuerza hasta el 2,9 % del
tercero.
Los analistas prevén que el crecimiento
robusto registrado de julio a septiembre se mantenga durante el último
trimestre del año.
El gasto de los consumidores,
verdadero motor de la economía de EE.UU., se incrementó entre julio y
septiembre a un ritmo anual del 2,1 %, bastante inferior al 4,3 % del
segundo trimestre.
Buena parte del repunte del PIB en
el tercer trimestre se debió a un aumento del 10 % en las
exportaciones, motivado por un auge temporal en los envíos de soja
estadounidense asociado a una mala cosecha en Suramérica.
En cuanto a la acumulación de inventarios por parte de las empresas,
generó entre julio y septiembre una adición de 0,6 puntos porcentuales
al PIB tras cinco meses consecutivos en los que había sido un lastre
para el crecimiento, de acuerdo con el informe.
Las
empresas también aumentaron en el periodo analizado la inversión en
estructuras como nuevas plantas u oficinas, pero el gasto en
equipamiento fue de nuevo débil.
Mientras, el gasto público creció un 0,5 %, sobre todo por las inversiones del Gobierno federal.
En un comunicado, el principal asesor económico de la Casa Blanca,
Jason Furman, destacó el alza de las exportaciones, "el más rápido"
desde 2013, y la solidez del gasto de los consumidores, pero anotó que
queda trabajo por hacer "para fortalecer el crecimiento económico".
En la misma línea, la candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary
Clinton, cree que hay que hacer más "para construir una economía que
funcione para todos" y su plan "crearía puestos de trabajo bien
remunerados a través de inversiones en infraestructura, innovación y
educación", según indicó en una declaración uno de sus asesores, Jacob
Leibenluft.
Por su parte, la campaña del aspirante
presidencial republicano, Donald Trump, subrayó en otro comunicado que
el plan económico del magnate generará 25 millones de empleos y un
crecimiento del 4 % "a través de reformas regulatorias, de impuestos,
comercio y energía".
Estados Unidos "puede hacerlo
mejor que el modesto crecimiento del 2,9 % registrado en el tercer
trimestre", sostuvo Dan Kowalski, director adjunto de políticas de la
campaña de Trump.
La aceleración del PIB en el tercer
trimestre consolida los pronósticos acerca de que la Reserva Federal
(Fed), el banco central de EE.UU., anunciará en diciembre, en su última
reunión de política monetaria del año, una nueva subida de los tipos de
interés de referencia, actualmente entre el 0,25 y el 0,50 %.
La próxima reunión de la Fed es el 1 y 2 de noviembre, solo unos días
antes de los comicios presidenciales del 8 de noviembre, y los expertos
prácticamente descartan que la subida de tipos se decida en ese
encuentro, precisamente por la cercanía de la cita electoral.
Empujado por los buenos datos del PIB, Wall Street estaba apostando al
alza en la apertura, con un avance del 0,19 % en el Dow Jones de
Industriales.